jueves, 30 de mayo de 2013

Mini reseñas: Only The Good Spy Young y Uncommon Criminals.



Reseña: Only The Good Spy Young.
Ally Carter.
Las Chicas Gallagher 4.


Cuando Cameron Morgan entró a la Academia Gallagher para jóvenes excepcionales, ella sabía que se estaba preparando para la peligrosa vida de una espía. Ella no sabía que esta vida comenzaba durante su penúltimo año de escuela secundaria. Pero eso es exactamente lo que ocurrió hace dos meses cuando Cammie se enfrentó contra una misteriosa organización llamada El Circulo de Caván. Ahora, Cammie "El Camaleón" no se puede ocultar. El peligro la ha seguido hasta Londres, donde descubre que un aliado de confianza ha sido etiquetado como un operativo deshonesto. Las Chicas Gallagher se dan cuenta rápidamente de que los agentes del Circulo de Caván están más cerca de lo que nunca habían temido. Tal vez dentro de las propias paredes de la academia Gallagher.


*Agarré la sinopsis por ahí. No me acuerdo en qué Blog*







  ¡Escándalo! ¡Escándalo!
   
 En esta tercera parte pasan muchas cosas que me hacen gritar "Escándalo". En las reseñas anteriores yo me quejé porque Cammie quería hacer las preguntas para saber la verdad y  nunca las preguntaba o cuando lo hacía la muy desgraciada nunca obtenía las respuestas y tú te quedabas con la curiosidad. Pues en esta tercera parte se revelan muchas cosas y pasan muchas cosas. Como que descubrimos un poco más sobre mi novio  Zach. O como que... ¡Escándalo! ya sé, ya sé, parezco como una de las cotillas de La Rosa de Guadalupe  el señor Solomón está en peligro. Ese desgraciado es mi personaje favorito del libro, enseguida de ... Bueno, no. Todos en el libro me han gustado. Todos los personajes son grandiosos y me encantan.
 Cammie sigue siendo divertida y Zach sigue siendo misterioso. Punto. Pero todos ellos te gustan.

Es sólo que esta tercera parte me gustó mucho. Tengo que admitir que hubo un punto en el que me aburrió un poquito, aunque no creo que sea porque se ponga flojo, si no porque yo no andaba con el humor. Pero creo que tendrían que verlo por sí mismos. Sea como sea lo terminé y es un libro que me gustó mucho, no sólo por los personajes y también por los secretos que se desvelan y las intrigas que dejan, sino por... el romance. Está un poquito más trabajado esta vez, creo yo. Porque en las otras dos partes el romance era muy pobre, porque, enfrentemoslo: Es un libro sobre espías. Y las espías son geniales. 
  Punto.


  La reseña me ha salido cortita, pero es todo lo que tengo que decir. Es una cuarta parte entretenida y pude muy bien con el ritmo. Los personajes son geniales y mi novio Zach es una lindura con patas. Listo. Léanlo  Y si no han leído la primera parte, léanla  Y no se porqué digo esto, pero presiento que a las chicas les gustará más que a los chicos.






Reseña: Uncommon Criminals.
El título español: Crimianles Poco Comunes
Serie Heist Society #2
Ally Carter.
                                                                                      


Katarina Bishop ha tenido muchas etiquetas en su corta vida. Amiga. Sobrina. Hija. Ladrona. Pero desde los últimos dos meses ella es simplemente conocida como la chica que dirigió al equipo que robó el más grande museo del mundo.
 Así que Kat no está sorprendida cuando le piden que robe la Esmeralda de Cleopatra para que sea devuelta a sus dueños originales.
  Hay sólo tres problemas. Primero, la gema no ha sido vista en público desde hace treinta años. Segundo, desde la caída del imperio egipcio y el suicidio de Cleopatra, nadie que sostenga la esmeralda se queda con ella por mucho tiempo, y en el mundo de Kat, la historia casi se repite.
Pero es el tercer problema lo que hace que el equipo de Kat esté tan nervioso, y es porque simplemente... La esmeralda está maldita.
 Kat podría estarse volviendo loca* , pero no se va a dar por vencida sin una pelea.
Después de todo, ella tiene a su mejor amigo -el encantador- Hale y al resto del equipo con ella mientras persiguen la Cleopatra alrededor del mundo, esquivando maldiciones, dándose cuenta  de que los mismos engaños y estafas* que su familia ha usado por siglos no sirven ésta vez.
  Significa que Katarina Bishop tiene que hacer sus propias reglas.

Yo traduje la sinopsis.
*"Kat podría estarse volviendo loca". En el original decía "Kat might be in way over her head". Y ni idea de cómo traducir eso. Así que le puse que se le podría estar yendo la chaveta.
*Cons en el original. Igual, ni idea. Así que le puse lo más lógico, estafas.
*Pues bueno, hice mi mejor intento. Igual que en todas las sinopsis que traduzco: Si quieren tomarla, tómenla.



Así como los espías son geniales, los ladrones lo son ahora.
Ese es el punto: Todo lo que escriba Ally Carter será genial. Porque Ally Carter es genial, chicos. Enserio. Todo lo que Ally Carter toca se convierte en un árbol de dinero en tu patio trasero, se convierte en oro. Y la cosa sobre su escritura es que es tan genial sin tener nada de especial; Nada de frases forzadas y trabajadas, nada de dramatisismo destilando. No hay nada remotamente serio ni formal. Su escritura es despreocupada, ligera y entretenida. Son lecturas rápidas pero aún así emocionantes.

Parece que es la portada
francesa,.

  Uncommon Criminals en la segunda parte de Heist Society, que es el comienzo de la segunda serie de Ally. La primera son Las Chicas Gallagher, que comenzó con I'd Tell You I Love You But Then I'd Have To Kill You (Ya sé, mendigo título largo).
  Si no han leído estos libros, ¿Qué esperan? Corran. Ya. Vayan a salvar sus vidas leyendo a Ally Carter.

Como mi muy buena amiga Ally acostumbra, los libros mejoran con respecto al anterior, lo cual es decir mucho. Éste libro es un poco más trabajado que el primero, ya que ahora Kat se enfrenta a tantas cosas. Primero, Kat descubre que ha sido... estafada. La estafadora más grande del mundo ha sido estafada. Esta es la cosa: Kat tiene quince años. Ella es una buena persona, pero ella misma se da cuenta de que disfruta teniendo el poder de la Ladrona más grande del mundo. Así que cuando esto pasa, se da cuenta de que esto es más complicado ( y nosotros ciertamente también nos damos cuenta), porque puede que este nuevo personaje sea mejor que Kat. 
 En ese aspecto el libro tiene muchas escenas de acción, y es genial.
Pero también, sabes, no es sólo sobre robar y estafar. Los libros tienen pequeñas lecciones.


    "--¿Crees que todavía la ame? ... ¿Que haya traicionado al amor de su vida... por nosotros?
--Somos el amor de su vida.
Ella levantó la copa.
--Por la familia"


La familia siempre ha sido importante para Kat. Su familia es su todo. Es lo que Ally nos transmite en este libro.
Y además. Hale.
Askdhusdskfus! Mi novio. 


"--¡Te besé!"


Y con eso, chicos, me despido.
Saludos.
Sthep S.

miércoles, 29 de mayo de 2013

The Bet. Capítulo 32


#140                                                     #APOV.
Se cerraron las puertas del ascensor y lo único que pude hacer fue gritarle a éste para que se abriera, obviamente no se abrió.
Estaba realmente cabreado, con ella, con Joe, con el mundo.
Fui a las escaleras de servicio y corrí hacia la planta dos, a la velocidad de la luz.
Me encontré con el papá de Brenda enfrente de la expendedora.
-Hola señor Loughty. - saludé agitado debido a que había subido las escaleras corriendo.
-Hola Andrew. A propósito, ¿tienes algo que ver con el enojo de Brenda? Salió del elevador echando chispas.
Me encogí de hombros.
El Sr. Loughty se apretó el punte de la nariz, frustrado. Señaló el pasillo, ordenándome que fuera a arreglar las cosas.
Caminé por el pasillo bastante iluminado y me encontré con Brenda con la cabeza entre las rodillas, en el piso.
Me senté enseguida de ella.
Me recordó el día en el que ella estaba llorando, cuando hice la fiesta y ella me habló de su papá.
-¿Qué quieres, Andrew? - dijo sin levantar la cabeza.
En realidad no sabía que quería, había venido tras ella sin pensar, dejando que mis pies tomaran el mando.
-No lo sé. - suspiré.
Ella gruñó y levantó la cabeza, violenta.
-¿Cómo que no lo sabes? Maldita sea, Andrew. Me haz hecho una maldita escena allá abajo, me dijiste que te estaba engañando con Joe. Y ahora vienes y no dices nada. ¿No crees que me debes una disculpa?
Entrecerré los ojos y apreté mis puños de rabia.
-¿Una disculpa? ¿Por qué? Dije lo que vi, y éso es claramente un engaño. No me voy a disculpar.
-Retráctate. -dijo un frialdad.
-No lo haré. - dije simplemente, con el mismo tono frío que ella había usado.
Ella se paró y se puso enfrente de mí poniendo sus manos en su cintura, echando humo por las orejas.
-Eres un imbécil, te odio, Andrew.
Me paré y la miré. No podía creer que me hubiera dicho que me odiaba, sus palabras habían estado llenas de rabia.
-¡Dí que me odias, otra vez!
-¡No!- gritó.
-¿Por qué? -también grité.
-¡Por que no puedo mentir dos veces! - gritó pero en las dos últimas palabras se quebró como un vaso de vidrio que dejas caer al suelo, ella estaba de nuevo en el piso, con su cabeza en sus rodillas, sus hombros se movían de abajo a arriba y escuchaba sus sollozos.
Oh, ¿qué había hecho? Era un idiota, mas que un idiota, la había herido. Maldito orgullo de mierda.
Me senté enseguida de ella y puse mi cabeza en su espalda.
Comencé a hacer los acordes de Here Comes The Sun con mi boca.
-Here comes the sun, here comes the sun, and i say it's all right. - comencé a cantar.
Era estúpido, si, pero era algo que se me había ocurrido. Además, sabía que cantar su canción favorita podría ayudar.
-Little darling, it's been a long c... 
-Cállate. - murmuró
- A long cold lonely winter, little da... 
Levantó su cabeza y me tapó la boca.
-Cállate, si sigues cantando ésa canción la terminaré odiando por el resto de mi existencia.
-Brenda, perdón.
-Dijiste que no lo harías.
Me sentí estúpido por un momento.
-Lo hice, pero no lo dije de verdad.
Nos quedamos callados por un momento, mirando la pared.
-Me duele que desconfíes de mí. Después de las veces que te he dicho que te amo...Te elegí a ti, ¿recuerdas? Nunca te engañaría, no soy ése tipo de persona.
Se me removió el estómago, de verdad que había sido un imbécil, me había dejado llevar por los celos.
¿Por qué no podía hacer una maldita cosa bien?
-Pero, ¿sabes? Por mas que me lastimes, siempre estaré ahí, queriéndote mas cada día, por que soy masoquista, por que en verdad te quiero. - continuó diciendo, aún mirando la pared.
-Brenda, perdóname por favor. - dije con el corazón en la mano.
Ella me miró, sus ojos estaban vidriosos y rojos.
Merecía la muerte por verla así, por que era mi culpa, yo había causado toda ésta estúpida pelea, era mi culpa que ella haya derramado lágrimas.
-Sabes que lo haré.- dijo sin más, y me abrazó.
Yo la abracé como si mi vida dependiera de ello, y pude sentir como ella volvía a llorar, ya que mi camisa se sentía húmeda, en mi hombro, además podía sentir su respiración entre cortada en mi cuello.
-No llores, cariño. - le dije dulzura mientras le acariciaba su espalda.
Respiró hondo y rompió nuestro abrazo.
Se limpió las lágrimas con rudeza y me miró.
-No se que haría sin ti, imbécil.- sonrió.- Prométeme que confiarás en mí.
Puse una mano en mi corazón y con la otra mano levanté solamente el meñique prometiendo con la garrita, Brenda entrelazó su dedo con el mío y la promesa quedó sellada.
Tomé su rostro con mis manos y le dí un beso en los labios, dulce pero mostrando que la había extrañado.
Ella pasó sus manos por mi cuello y enroscó sus dedos en el pelo de mi nuca, regresándose el beso con mas pasión. Bajé una mano hasta su cintura y la apreté a mi.
-Oh, me alegra que se hayan alegrado y todo éso, pero es un hospital. - dijo el papá de Brenda. - Y Andrew, deja de meterle mano a mi hija, que esto no es un hotel.
Nos dejamos de besar y Brenda se ruborizó violentamente.
-¡Papá! - gritó avergonzada.
El resto de la tarde pasó sin incidentes, salimos a dar un paseo a el parque que estaba enfrente del hospital y comimos un helado de pistache y miramos a unos pequeños volar una cometa.
Después volvimos a el hospital y le compré a Brenda una ensalada de frutas y nos sentamos en el piso a comerla en silencio.
Cuando ya era hora que tomara el tren que me llevaba a Chicago, me despedí como todo un caballero, tomando la mano de Brenda y besándola mientras ella me miraba como si yo fuera un loco. El Sr. Loughty puso los ojos en blanco y se dio la vuelta yéndose lejos.
-Tenía que ser un caballero delante de él.
Brenda puso los ojos en blanco.
-Cállate y dame un beso.- dijo mientras se acercaba a mi y me daba un beso lento.
Se lo regresé con pesar ya que no quería dejarla.
-Tienes que regresar, te extraño.- dije cuando nos separamos.
-Mañana, te lo prometo.- dijo sonriendo.
-En ése caso, nos vemos mañana, te quiero. - dije.
-Te quiero más.
Sonreí, la dejaría ganar solo por hoy.
Le tomé una mejilla como gesto de adiós, y me dí media vuelta.
Sentí un golpe en mi trasero.
Me reí y volteé, miré que Brenda me sonreía y sostenía sus manos juntas delante de sus piernas inocentemente.
Negué con la cabeza y caminé hacia la salida.

-Lizz.


The Bet. Capítulo 31.


#135                 #BPOV.
Ella estaba mal, mas que mal, estaba terrible.
Me acerqué a ella, estaba llorando.
-¿Mami? Hey, soy Brenda. - murmuré.
Ella abrió los ojos y me miró como si nunca lo hubiera hecho, me miró con alegría y fascinación.
-¿Mi pequeña Brenda? - dijo, su voz era para nada reconocible.
La miré mientras sonreía.
Aún así en ésta situación se miraba hermosa, como si nunca hubiera pasado nada.
-Sí, pero ya no estoy tan pequeña, ¿recuerdas? ya casi soy mayor de edad, ya casi me voy a la universidad... En mes y medio me gradúo.
Ella sonrió y me tomó de la mano. La apretó suavemente.
-Lo sé, pero aún así seguirás siendo mi bebé, aunque tengas 40 años.
-Eso sería bochornoso. - comenté.
Nos quedamos serias por unos minutos.
-Lo perdí, Brenda, ya no tengo a un bebé dentro de mí. - dijo mientras unas silenciosas lágrimas caían sobre su rostro.
Me mataba verla así.
-Cuanto lo siento, mamá.
Ella limpió sus lágrimas y me miró.
-Las cosas pasan por algo, si Dios no quiso que tuviera a este bebé, no hay que cuestionar las decisiones de nuestro creador.
Oh, aquí va otra vez. Ya había pasado una temporada en la que no estaba metida en la religión, para mi era un fastidio, ya que no estoy muy metida en éso, respeto y todo éso, pero no. No es lo mío.
Solo asentí.
-¿Y cómo te sientes? - le pregunté tratando que dejara de lado el tema.
-Jodidamente mal. - dijo con sinceridad.- Aunque a dicho el doctor que me pondré mejor, solo necesito descansar.
-Bueno, por todo lo que te pasó, es obvio que estés mal. - dije.
Ella se rió para luego gemir de dolor.
-No hagas esfuerzos mamá. - dije con preocupación.
-Lo sé, lo sé. - me miró fijamente, como tratando de descifrar algo en mí.- Brenda, ¿ésa es ropa de Walmart?- dijo como si éso fuera malo.
Me miré, mi blusa polo blanca y mis shorts negros. No eran de mala calidad, tampoco.
-¿Sí, por qué?
Ella frunció el ceño.
-Te puede dar lepra. - dijo así nomas.
Casi me ahogo con mi propia saliva, ya había comenzado a divagar.
-Mamá, mejor duerme.
Entrecerró los ojos.
-¿Me estás mandando a dormir por que crees que estoy loca, no?
Me apreté el punte de la nariz con la mano, frustrada.
-No, te estoy mandando a dormir por que debes descansar.
Le apreté la mano por última vez y me metí al baño, que no era especialemente lujoso, pero tenía las necesidades básicas, en mi caso, una ducha, que tanto la necesitaba.
No podía dejar que el doctor guapo me dijera indirectamente que lo necesitaba.

#140
Días aquí en el hospital.
Mamá se sentía muy bien, creo que desde el segundo día de reposo ya estaba perfectamente bien, salvo algunas secuelas debido a su contusión, le costaba entender lo que se le decía, además se quedaba ida, viendo al vacío.
Según el Dr. Valley era algo normal que se podía tratar con medicamento, pero yo me mostré escéptica, no por que desconfiara de la medicina, si no por que era algo mental, no era algo de que se pudiera curar con medicamentos. Pero claro, nunca hay que cuestionar al doctor, por que se ofenden.
Yo estaba sentada en el cómodo sillón escuchando música en mi iPod cuando papá asomó la cabeza por la puerta diciéndome que fuera con él.
Cuando salí de la habitación me encontré con Joe, vestido con una camisa deportiva y unos pantalones también deportivos, él venía cargando con un arreglo de flores.
Sonrió mostrando los frenillos que tanto amaba.
-¿Qué haces aquí Joe? - le pregunté con una gran sonrisa en la cara, de verdad me había sorprendido.
-Me enteré de lo de tu mamá y decidí venir a ver como estaban tú y ella.
-Oh, gracias de verdad.
Hubo un silencio incómodo.
-¿Y cómo está ella? - dijo rompiéndolo.
Me removí incómoda.
-Pues está bien, algunas secuelas debido a una contusión, pero según el doctor ella se pondrá mejor.
-¿Y el bebé?
Me miré los pies.
-Lo perdió. - dije tragando el nudo en la garganta.
Joe dejó el arreglo de flores en una de ésas sillas molestas y me abrazó.
-Oh, cuanto lo siento.
Lo abracé fuerte ya que en verdad lo extrañaba, ahora lo veía como mi mejor amigo. Él me apretó más y terminamos el abrazo riéndonos.
Papá llegó y nos miró arqueando una ceja.
-¿Quieres ir a comer algo? - preguntó Joe con cierta dulzura en su voz.
Miré a papá y el movió la cabeza dado la afirmativa, le sonreí levemente para luego tomarle la mano a Joe.
-Claro, vamos.
Fuimos a la planta baja, donde estaba una sencilla cafetería, en la que nunca había entrado.
Las mesas eran de vidrio y las sillas de madera. No había nada de decoración, salvo a un pequeño ficus en la esquina de la derecha a lado de el mostrador que estaba lleno de pastelillos bajos en grasa y sin azúcar.
La cajera nos miró pacientemente mientras yo veía el menú que estaba escrito en un pizarrón con gis arriba del mostrador.
Joe se decidió por una hamburguesa de pollo y una vitamin water y yo, resignada, pedí una ensalada de pollo y una coca-cola, necesitaba urgentemente sentir su refrescante sabor en mi boca.
Joe se rió de mi pedido, argumentando que era irónico que pidiera una ensalada con una coca-cola, y yo me defendí burlándome de él, por haber pedido una hamburguesa y una vitamin water.
Ya sentados en la mesa comenzó a contarme las cosas que habían sucedido en mi ausencia, la primera semana, se hizo pública la relación de Maïa y Doyle, y que ahora que yo no estaba en la escuela, Maïa se saltaba muchísimas clases con tal de estar con Doyle, éso hizo decepcionarme mucho, ya que Maïa no era así. Después dijo que había habido un mini incendio en la cafetería, pero que no pasó a mayores.
Llegó nuestra comida y mi estómago rugió.
Me comí un tomate cherry y después de ahí, comencé a engullir mi comida rápidamente.
-Se nota que tenías hambre.- dijo Joe mientras yo le ponía aderezo mil islas a la ensalada.
-Bueno, llevo semanas alimentándome de pop-tarts, necesitaba comida de verdad.
-Y una coca-cola, ¿cierto?
Me reí.
-La verdad es que sí, la necesitaba. Tomé puro café, jugo de naranja y agua. Éso no es vida.
Joe se llevó su hamburguesa a la boca y cuando la dejó de nuevo en su plato, le quedó colgando un pedazo de lechuga en la comisura de su boca.
Me reí levemente y extendí la mano para quitarle la lechuga.
El se rió.
-No me dí cuenta, gracias.
Le sonreí
-No hay de qué.
Terminamos de comer, y por mas que insistí en pagar, Joe se rehusó y pagó él.
Nos quedamos un en el primer piso, ya que Joe tenía que devolverse ahora ya que se había escapado para venir.
-¿Cuándo regresas a casa?- me preguntó.
-Posiblemente mañana o pasado, no pasan de tres días.
-Oh, está bien. Hay que salir, ya sabes ir a alguna parte, hace mucho que no lo hacemos.
-Joe, no creo que sea correcto...
Joe suspiró.
-No me mal interpretes, es una salida de amigos, puedes traer a Andrew si quieres, solo quiero arreglar las cosas por que de verdad te extraño y mucho.
-Aw, yo también te extraño. - me acerqué a él y lo abracé.
El me tomó desprevenida y me cargó, dándome vueltas.
Chillé y me reí como loca.
-¿Se puede saber que estás haciendo tú aquí? - dijo una voz enojada, muy conocida para mí.
Oh, no.
Joe me bajó y me soltó.
Andrew miraba a Joe totalmente cabreado.
-Vine a ver una película. - dijo Joe sarcásticamente.
Andrew bufó.
-No tienes ningún derecho de venir, Joe.
Ahí fue cuando yo comencé a echar chispas.
-Tiene tantos derechos como tú, Andrew, es un hospital público y puede venir cuanta gente quiera, además, Joe no necesita de tu jodida autorización para venir a ver a mi mamá.
Andrew me miró entrecerrando los ojos.
-Pues yo no veo que esté viendo a tú mamá. Te estaba abrazando, te estaba cargando y dándote vueltas. Según sé, tu mamá está en un piso superior, no en éste. ¿O tu mamá está dentro de ti?
Abrí la boca, intentando procesar todo lo que me dijo.
-¡Ah, bueno, perdón por querer bajar y comer una estúpida ensalada junto a Joe ya que llevo semanas alimentándome de comida chatarra, perdón por querer divertirme un rato y perdón por querer despedir a mi mejor amigo! Tus arranques de celos me están cansando. - le grité.
Pasé mi mano por mi cabello en gesto de frustración.
-¿Divirtiéndote con tu "mejor amigo"? ¿Es una nueva forma de decirle a "estoy engañando a mi novio con mi ex, mientras mi novio está en Chicago"?.
Lo miré incrédula.
Estaba a punto de decirle lo idiota que era al decir éso, por que en realidad no esperaba que me dijera éso. Era un imbécil. Pero Joe se me adelantó.
-No tienes ningún derecho de decirle éso a Brenda, ella no te está engañando ni nada. Eres un estúpido por tratarla así. - dijo y luego se volvió hacia mí.- Mereces algo mejor, Brenda. Como sea, ya me tengo que ir. Ha sido genial verte y espero que tu mamá se recupere, nos vemos.
No se acercó a abrazarme por que entendía lo que sucedía. Yo asentí y me despedí con la mano.
Cuando Joe traspasó las puertas de salida miré a Andrew con rabia.
-Cuando pienses en todas las estupideces que me has dicho, me hablas.
-¿Cómo querías que tomara éso?- dijo con el mismo tono de voz que yo había usado.
-Eres un imbécil. - dije dándome la vuelta yendo a los ascensores.
Gracias al cielo el ascensor estaba abierto. Cuando ya estaban apunto de cerrarse las puertas de el ascensor Andrew reaccionó corrió hacia mí, pero ya era demasiado tarde, las puertas ya habían cerrado.
Me daban ganas de aplaudirme a mi misma, ésa si que había sido una salida triunfal.

-Lizz.





martes, 28 de mayo de 2013

Unspoken. Capítulo 6.


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Unspoken. Capítulo 6. "Palabras"

Así que estoy parada frente a su puerta después de dos semanas, y levanto una mano para tocar su puerta. Tengo un nudo en el estómago, y algo le ha pasado a mi garganta, ya que siento que se ha cerrado. Mi corazón golpea contra mi pecho. Duro.
 Y entonces él abre la puerta.
Se ve tan guapo, justo como hace un año y siete meses. Sin embargo no me sonríe, al contrario; sus cejas se unen y abre la boca para hablarme, pero le interrumpo.
--No digas nada. Déjame hablar a mí primero. Y si después de esto no quieres volver a verme nunca más, me alejaré a al menos un kilómetro de distancia de ti, lo prometo. Sólo necesito que escuches, y entonces me habré idoSuelto a toda velocidad.
  Parece que va a discutir conmigo, pero luego cierra la boca, dispuesto a escuchar lo que estoy a punto de decirle. Supongo que piensa que así se librará más rápido de mí.
Y no lo culpo.
--Hace un año y siete mesesContinúoCometí un grave error. Dos, más bien. O bueno, de todos ésos son los más importantes. Era jueves cuando tú entraste por la puerta y me oíste hablando con Meg. Y te fuiste furioso. Porque en verdad pensaste que te había usado. Y al principio ésa era mi intención. Lo voy a admitir. Esa era mi intención. Y sé que no hay manera aquí de que me creas, pero fue realLevanto la vozLo que tuvimos fue real. Porque te conocí y porque me cantaste, porque escuchaste y me sonreías así… Y yo no luché. Yo no luché por hacerte saber la verdad antes de irme. Estaba tan asustada, y pensé que dejar que me odiaras era lo mejor… Pero yo estaba equivocada, yo estaba muy equivocada. Que me odiaras nunca se sintió bien. Nunca fue lo mejor. Yo lo siento… Tyler. Lo siento. Intenté marcar tu número, pero las semanas pasaron y ya era demasiado tarde. Sé que no es una excusa. Sé que es tarde. Sé que no hay una oportunidad. Sé que no debí de regresar. Pero tenía que hacértelo saber, de alguna manera. No podía no intentarlo. Porque nunca te lo dije. Y debí de haberlo hecho. Debí de haberte dicho que te amaba.
 Las palabras salen de mi boca rápido, como un suspiro. Luego cierro los ojos y me permito tomar aire para respirar. La presión en mi pecho ahora que lo he dicho ha disminuido.
 Pero aún no he terminado. Realmente no sabía que tenía más qué decir hasta que las palabras se deslizaron entre mis labios.
--Y sé lo que estás pensando. Tú piensas que te estoy diciendo todo esto por una segunda oportunidad, pero no es cierto. No lo espero. Ya no. Sé que tienes una novia y que has avanzado y yo sólo estoy interrumpiendo. Y lo entiendo. Enserio. Pero simplemente no podía pasar otro día con éstas palabras…, Tyler… Estas son las cosas que debí decirte. Estas son las cosas no dichas.
   Dejo pasar unos segundos antes de voltear y mirar a Tyler a los ojos. A esa persona que he perdido.
Al principio el tiempo se congela y su mirada se aferra a la mía. Una mirada que no puedo descifrar. Y luego una chispa aparece de la nada, llenándolo todo. Sólo que no puedo reconocer el origen. Pero es demasiado fuerte. Un sentimiento demasiado violento. Demasiado fuego.
  Creo que lo entiendo: Está enojado conmigo. No quiere escuchar esto. No quiere escuchar mis palabras.
 Y sé que tengo que desvanecerme.
Cómo prometí, retrocedo un paso y me doy la vuelta dispuesta a marcharme y nunca volver nunca más a la vida de Tyler.


                                                                           


El día siguiente pasa. Hora por hora, minuto por minuto, segundo por segundo. El tiempo se desliza.
  La presión en mi pecho sigue palpitable.


                                                                          



Han pasado dos días ya. Meg me saca de la cama y me obliga a maquillarme. Miro el reloj mientras me dice que iremos a pasear junto con su primo Jason.
Jason me agrada.
  Pero el fuego de los ojos de Tyler aparece cuando cierro los míos.
Él no me llamará.

                                                                          



Tres días.
Mi familia me sonríe. Emma me pregunta sobre la escuela mientras papá enumera todas las razones por las cuales ella no debería estar con su novio. La única en su lista es que no es demasiado bueno para ella. Nadie lo es. Y Gracie se queja de cómo la hermanita de la protagonista muere sin razón aparente en ese libro que está leyendo, Sinsajo. Mamá hace una lista de cosas para ir a comprar en el supermercado.
  Y Tyler no está en mi vida.
Pero sonrío al verlos juntos, siendo la familia que yo tanto extrañaba. Quiero besarlos a todos y decirles cuánto los aprecio.

                                                                         


Cuatro días.
Gracie me ha prestado un libro. Es de Nicholas Sparks. Es muy interesante. Esa noche ruedo por la cama preguntándome que hará el chico con la protagonista. Ella tiene cáncer.
Pobre.
Es cuando recibo una llamada de teléfono. Es de Jason. Le di mi número aquella vez que salimos. Me pregunta si quiero salir a alguna parte mañana por la noche, ya que Meg tiene cosas qué hacer y se aburrirá.
Estar con él es cómodo. Hemos sido buenos amigos este poco tiempo. Es muy gracioso.
Acepto.
  Me doy cuenta de que el tiempo no se desliza tan rápido como antes. Y que Tyler ya no quema en la parte trasera de mi mente. Me arrepentiré de lo que hice el resto de mi vida, pero he tenido tiempo para pensar… Y he pensado en lo amable que Jason ha sido.
 Me vuelvo al libro. Estoy bastante segura de que ella morirá.


                                                                              



El tiempo pasa. Segundos. Minutos. Horas. Pero ésta vez son todas mías. Las utilizo para bañarme y ponerme ropa bonita. Me paro frente al espejo y tomo mi tiempo en maquillarme. Se siente bien: Volver. De dónde quiera que estaba antes. Volver a salir. Volver a ser la yo de un año y muchos meses atrás. La que ya había dicho todas las cosas que tenía que decir.
 Sonrío mientras deslizo el delineador por mis ojos.
Me pongo unos tacones prestados de Emma, y ella me desea suerte. Pero cuando tomo mi bolso y quiero salir por la puerta delantera, alguien toca la puerta.
Y cuando la abro, un calor se extiende por mi cuerpo. Me siento sorprendida. Más no destrozada. Estoy un poco abrumada.
Me pregunto por qué.
Por qué él regresó a mí.
Él está parado ahí enfrente de mí, con sus manos en sus bolsillos, como toda la vida.
--Tyler. Hola… ¿Qué haces aquí?
Antes de que pueda decir una palabra más, él está un paso enfrente de mí y me está hablando:
--Escúchame esta vez. Ahora es mi turno. No hables y escúchame, TerraToma un respiro y continúaNo puedo creer lo que has hecho. No puedo creer que hayas venido aquí después de dos años a decirme éstas cosas.
  Cierro los ojos, para aplacar el dolor cuando me aniquile con las cosas que va a decirme a continuación. Las cosas que estoy segura que dirá.
--Tu no debiste volverDiceNo debiste volver a mí. No debiste tocar a mi puerta con esos ojos condenadamente hermosos y decirme todas esas cosas. Debiste mantenerte alejada. No debiste volver. Porque si no justo ahora yo estaría con mi novia a quién estoy seguro, o lo estaba, que quiero. Porque yo no debería estar aquí diciéndote estas cosas. No debería estar aquí y decirte que la peor parte es que yo hubiera vuelto a ti como un niño si tú hubieras al menos intentado llamar para disculparte. Que debiste luchar por mí. Y odio como eso suena, pero es cierto. Debiste hacerlo. Y no debería estar aquí diciéndote que soy tan increíblemente estúpido como para seguir amándote. Pero lo hago. Terra, aquí estoy. Y es todo tu culpa. Yo no debería desear que me pidieras otra oportunidad. Y no debería desear poder aceptarte de vuelta. Desearía no tener a Charlotte. Desearía no sentir ningún cariño por ella. Pero lo hago. Terra, lo hago. DesearíaToma airePero lo tengo. La tengo a ella. Y no puedo abandonarla porque mi novia de secundaria llegó. Tampoco puedo tomarte de vuelta, no puedo amarte,  porque, porque…
   Y el silencio se extiende por cada rincón justo cómo el cielo se tiñe de rojo ahora que el sol ha caído. Porque Tyler no encuentra las palabras para decírmelo. Pero resulta que yo tengo las palabras perfectas.
--¿Porque soy una tormenta, Tyler? ¿Por qué soy un tren rápido que se desliza de tu lado?
Me mira a los ojos.
--Suspira.
Agacha la cabeza.
--¿Me creíste cuando te dije que lo nuestro fue real?
--Al principio, no supe qué creer. Acabo de descubrir que te creo. ¿Puedo preguntarte algo?
--Sí.
--¿Sigues amándome?
--Sí.
Una chispa inicia en sus ojos y quema todo alrededor. Es parecido a la esperanza. Pero luego el viento sopla contra él y las cenizas se convierten en partículas que se desvanecen con el aire, y luego no queda nada.
No hay nada.
--Yo tambiénDice. Pero es más parecido a un lamentoPero tengo a Charlotte. Ella me quiere. Estar con ella… es seguro.
  Mis palabras salen corriendo de mi boca antes de que yo siquiera me de cuenta:
--Dicen que es seguro y cálido donde nunca nada pasa.
Espero honestamente a que se enfade conmigo, sin embargo…
--Es cierto.
Lo miro. Y me mira.
Y por primera vez noto la diferencia entre observar y mirar: Cuando miras, cuando las personas me miran, ellos pasan de mí. Su mirada fría e invernal me atraviesa. Cuando me observan, cuando Tyler me observa, encuentra el punto dónde mi alma y mi corazón se unen para convertirse en uno.
  Sin embargo, no lo toma.
Él me deja ir cuando pronuncia las siguientes palabras.
--Lo siento, Terra. Pero no puedo hacer esto contigo. He avanzado. Y ella… Yo… Tú… Esto ya no encaja. Te amo. Pero lo siento.
Y susurro:
--Yo también te amo.
Nos observamos fijamente por un rato, y luego el baja la cara, incapaz de mirarme a los ojos más. Retrocede un paso. Y retrocede otro hasta que se gira y sólo puedo ver su ancha espalda dándome la cara. Veo cómo Tyler encuentra su camino lejos de mí.
Y veo las palabras;
Veo cómo dos personas que se aman no van a estar juntos por las palabras que no se dijeron.



-Sthep Stronger.

lunes, 27 de mayo de 2013

Un Premio (6)


Sarah, de Creando Colores, tanto como Entre Mundos y Libros (Y otros varios más) nos dio este premio :)
 Muchas gracias, Sarah.

Reglas:
1-Nombrar y agradecer al blog que te lo otorgó.
2-Responder a las 11 preguntas que se te formulan.
3-Enumerar once cosas de ti.
4-Conceder el premio a once blogs con menos de cien seguidores.
5-Formular once preguntas que contesten los blogs al que les des el premio.
6-Visitar los blogs que han sido premiados junto al tuyo.
7-Informar a los blogs de su prmeio.


Cosas sobre mí; Sthep.
1-Veo muchas series, de todo tipo. Pero las de asesinatos y misterio me ganan, como Pretty Little Liars, Mentes Criminales y el Mentalista.
2-Leo en todas partes. Desde libros físicos, en scribd, hasta en Facebook.
3-Estoy leyendo en inglés. :)
4-Descompuse el cargador de mi computadora... Por cuarta vez. Así que ahora uso la computadora de mi mamá.
5-¿Recuerdan que les comenté sobre esa historia en la que estaba trabajando, que es una mezcla de Revenge y PLL? Ya le puse nombre. Es Fade.
6-Y con Unspoken, estoy casi segura de que se termina en el capítulo 8. (Todavía no lo termino de escribir)
7-Estoy muy emocionada con respecto al número 5.
8-Mi Blogger favorita era Barnsdale11, de  LibroJoven. Pero algo pasó y ella dejó de postear. Se extraña mucho.
9-Mi mamá me quería poner Dalila. Así que mi nick en Blogger vendría siendo Dal. Probablemente Dal Caztelle (Si alguna vez se encuentran ese nombre en la red, soy yo)
10- Si dominas el inglés, en Youtube hay una booktuber que me mata, es Cassidy Jay Tuck. Cuando estaba pensando en Fade estaba viendo uno de sus videos, así que... sí. Mi protagonista se llama Cassidy. xD
11-Estuve en Tennis un tiempo, pero después de golpear a toda la raza humana con la raqueta la raqueta, no la pelota, peor del caso  decidí que era mejor dejarlo antes de que el gobierno me pidiera detenerme.


Cosas sobre mí; LizzieG.
1.No me gusta escribir bajo presión.
2.Me leí Bajo la misma estrella hace unos días, sigo en depresión.
3.Soy una fanática del FanFiction.
4.Nunca he escrito FanFiction.
5.Tengo un serio problema en mis historias, confundo nombres, no reviso al publicar y confundo a todo el mundo...
6.Se me descompuso mi computadora hace unos días, presiento que fue Karma, al burlarme de Sthep.. Ya la pude arreglar.
7.Tengo una extraña obsesión con Candy Crush. ¡Es del diablo!
8.Amo Weheartit, es como una especie de droga para mí, al igual que Twitter.
9.Me encantan las botas Dr.Martens, pero desgraciadamente no tengo ni siquiera un par.. ¿alguien quiere ser caritativo y regalarme un par?
10.Quiero ir directo a España, vestirme como un gato negro, buscar una buena librería y en la noche asaltarla. ¡México envidia a España!
11.Odio los spoilers, pero me encanta dar spoilers... No sé, creo que soy mala, pero siempre el Karma se burla de mi, y termina spoileandome todo un libro.




Preguntas:

1-Si te metieras al libro que estás leyendo... ¿Cómo sería la situación?
Lizz: Yo sería la mala o la primera a la que matan ;s
Sthep: Cuando entrara a Criminales poco comunes (Heist Society 2) Hale me miraría y se daría cuenta de que yo soy su alma gemela y no Kat y corriera hacia a mí y me abrazaría, y me besaría apasionadamente, haciendo así que Kat se vaya a llorar a su esquina oscura y solitaria.
2-¿Cuál es tu nombre (No completo)? ¿Qué significa? ¿Te gusta? ¿Te lo cambiarías? ¿Por qué?
Lizz: Lizbeth, no tengo la menor idea de que significa así que... Si me gusta, y no lo cambiaría, amo que me digan "liz" o "Lizzie"
Sthep: Uh. En verdad no quiero contestar eso. Pero te diré que es de origen celta, o algo así. No sé, es demasiado extraño. Significa Ave Cantor. No me gusta. Sí, lo cambiaría. Es una lata cuando quiero presentarme a otras personas, les toma unos tres intentos.
3-¿Cómo entraste a Blogger? (Porqué, cómo, cuando, si recuerdas)
Lizz: Lo mismo de acá abajo:
Sthep: Quería comentar en los blogs. Y luego quería compartir mis historias, así que le pedí a Lizzie que compartiera la página conmigo.
4-Canción que no puedes dejar de escuchar en este momento:
Lizz: How to be a heartbreaker, Marina & Diamonds... ¿Qué? ¡Es pegajosa!
Sthep: Nightingale, de Demi Lovato. Tiene algo.
5-¿Lo que no puedes dejar de comer?
Lizz: Caramelos, amo los caramelos, son mi vida!!
Sthep: Estoy a dieta, ¿Sabes? No puedo comer mucho.
6-Si tuvieras que vivir en un género literario... ¿Cuál sería?
Lizz: Misterio y ciencia ficción, definitivamente
Sthep: En YA, probablemente.
7-¿Qué estás haciendo en este momento? (Aparte de escribir esta entrada. No se vale decir nada)
Lizz: Comiendo de un cono de helado y pregunto que hay de tarea...
Sthep: Fingiendo hacer mi tarea.


Preguntas de nosotras, a ustedes:
1-Tienes que elegir a un novio/novia literari@. Sólo se vale uno. Piensa sabiamente.
2-¿Hace cuanto tienes blog?
3-¿De dónde viene tu nickname?
4-Un libro que quieres, pero no lo tienes. Solo uno.
5-Cosas que odias en un personaje.
6-¿Qué vino primero, el huevo o la gallina? Me he quedado sin preguntas, lo siento.
7-Lugar en donde te gustaría vivir.
8-Un libro que nunca leerías:
9-¿Te harías un tatuaje? ¿De qué?
10-¿Qué tipos de series de tv te gusta ver?
11-¿Qué tipo de música prefieres?

Blogs Nominados:
Remember, de Corazón de Libro.
Lectora , de El Mundo de los Libros.
Candy, de Cuando El Tiempo No Basta
Lunnaris, de Mis Sueños Imposibles.
Lis, de Nox-invictus.
Lizzy G, de La Oscuridad De Mis Ojos (Esta es otra Lizz)

#25 Off Topic: No es como-Sí es



Iba a comenzar esta entrada con la frase "No es como si quisiera presumir", pero sí es. Quiero presumir. Esta entrada es exclusivamente para presumir xD
  Entonces el fin de semana me fui a Estados Unidos, y busqué en el Directorio un Barnes & Nobles. Realmente no esperaba que hubiera uno, porque mi suerte da lástima, pero... ASKADAFAKAYHYGJJ! 
¿Me crees si te digo que mi papá me llevó a Barnes & Nobles? Aunque claro, me dejaron ahí y volvieron una hora después por mi, porque yo andaba por todas partes con unos siete libros en mis brazos (Y sólo podía elegir uno)


                   Tumblr_liqq7mkf9a1qf62pi_large

Ahora, si tú no sabes qué es Barnes & Nobles, ponte cómodo sweetheart porque voy a darte una clase muy larga.
   Barnes & Noble es, para no hacerte tanto royo, una librería enorme. Enorme. Es un ***** almacén. Así que entiendes que yo estaba como niña en jugetería.
Fue tan precioso.
  Desafortunadamente no pude tomar fotos porque no llevé mi celular (lo olvidé en casa antes de salir), así que no puedo mostrarles lo asombroso que era. Me sentí muy emocionada, porque saben, es la primera vez que voy a un Barnes & Noble. Y estoy bastante segura de que va a ser la última. (No soy tan suertuda)

 Entonces, les voy a enseñar los libros que compré (Dos, porque mi papá fue un lindo)

                                                                 Speechless

Speechless, de Hannah Harrington.
Sinopsis traducida (por mi):

                                                           "Decir que lo siente no es suficiente..."

Todo el mundo sabe que Chelsea Knot no puede mantener un secreto.

Hasta ahora. Porque el último secreto que ella compartió la convirtió en una marginada y alguien casi muere.
 Ahora Chelsea ha tomado un voto de silencio, para aprender a mantener su boca cerrada y dejar de herir a las personas. Y si ella piensa que mantener un secreto es difícil, no hablar cuando ella es ignorada, ridiculizada e incluso atacada es peor.
   Pero hay fortaleza en el silencio.
Y en los nuevos amigos que, impresionantemente, vienen a su camino. Personas de las cuales ella nunca se dio cuenta antes; Un chico por el que podía enamorarse. Si tan sólo ellos pudieran perdonar lo que ella ha hecho. Si tan solo pudiera perdonarse a sí misma.


                                                                         Y el segundo es:

                                                               Call Me Irresistible (Wynette, Texas #6)

Call Me Irresistible, de Susan Elizabeth Phillips. ( <3) Este bien lo podía conseguir en español, pero estaba a 5 dolares, y me va a ayudar con mi inglés, así que, sí)
  Sinopsis (Traducida por mí):

 R.S.V.P (Son siglas, ni idea de qué significa) a la más desenfrenada boda del año!

Lucy Jorik es la hija de  un ex presidente de los Estados Unidos.
Meg Koranda es la descendencia de leyendas.
Una de ellas está a punto de casarse con el Señor Irresistible.
Ted Beaudine, el hijo favorito de Wynette, Texas.
La otra está determinada a salvar a su amiga del desastre y angustia.

  Meg sabe que romper la boda de su mejor amiga es la lo correcto, pero nadie más está de acuerdo. Más rápido de lo que Lucy puede decir "No", Meg es la mujer más odiada en la cuidad, y está atrapada ahí con su carro muerto, una cartera vacía, y un muy enojado novio. Rota, atrapada, sin sus famosos padres cuidando su espalda, Meg cree que ella puede sobrevivir por su propio ingenio.
Después de todo, ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Ella perderá su corazón gracias a el Señor Irresistible?
  No conveniente. No es conveniente en absoluto.


Tuve mis dudas con éste último, pero es un libro de Susan Elizabeth Phillips, y dicen que es uno de sus mejores, así que, si.
  Estoy muy contenta :)


Entonces, comenten. ¿Ya han ido a Barnes & Nobles? ¿Cómo fue tu experiencia? ¿Te gustan los libros que compré?

Saludos.
Sthep.

Ps: Si alguien quiere tomar mi sinopsis traducida, tómenla. No me importa :)

sábado, 25 de mayo de 2013

The Bet. Capítulo 30.


#129                                                                   #BPOV.
No tomé la noticia muy bien, ni siquiera la comprendí. Solo supe que mamá se había caído de las escaleras y estaba grave en el hospital. 
¿Cómo se suponía que debía reaccionar? 
Pues mal, obviamente. 
Andrew me llevó a casa, junto a Vicky ya que ella había insistido en acompañarme dejando solo a Jake, no supe muy bien que pasó con él, ya que yo estaba enloqueciendo. 
Miré a papá que se apretaba el puente de la nariz con fuerza mientras hablaba con alguien por teléfono. 
Me senté en el sillón, mientras Andrew acariciaba mi rodilla y Vicky me tomaba de la mano. 
Ella puede haberse roto huesos, puede que tenga una grave contusión, puede que esté al borde de la muerte, y yo aquí a 218 millas de ella, sin saber que sucede. 
Papá colgó el teléfono y me miró mientras fruncía el ceño y cruzaba sus brazos enfrente de su pecho. 
Esa no era buena señal. 
-Tenemos que ir con tu mamá al hospital, no me pueden dar información y el estúpido de su novio o lo que quiera que sea no me dice nada, a no ser por sus lloriqueos diciéndome "está grave"... 
Mamá vivía en Lansing, Michigan a casi 3 horas de Chicago. En éste momento no sabía si era ventaja o desventaja que viviera un poco cerca de casa... 
Asentí y me levanté como resorte del sillón. 
Él me tomó de la mano para después darme un torpe abrazo. 
-No te preocupes, todo estará bien. - susurró cerca de mi oreja. 
Mis lágrimas comenzaron de nuevo, mojando la camisa azul de mi padre. 

Tres horas con dieciocho minutos después, estábamos papá, Vicky y yo en el Hospital Morgan Kelly MD al este de Lansing, cerca de la casa del novio de mamá. 
El hospital era tal y como son todos los hospitales, lleno de ésa carga negativa, llena de tristeza. 
Las paredes eran blancas, el suelo igual, lo único que no era blanco eran las sillas de goma color verde menta y las puertas color caoba. 
Llegamos a la recepción, y dije con nerviosismo el nombre de mi madre. 
La enfermera me miró aburrida y tecleó lentamente su nombre. 
-Piso 4, está en UCI*... No es horario de visita, pero pueden ir arriba y esperar 4 horas más. Aunque, está en UCI así que no hay visitas... Como sea.  - dijo mientras nos veía detrás de sus gafas de media luna y masticaba su goma de mascar. 
-¿Nos podría decir cómo está? - preguntó papá
Ella puso los ojos en blanco. 
-¿Me ve cara de doctora? 
Papá gruñó. 
-Es enfermera, algo debe de saber... 
-Vaya con el doctor Valley, el es el que la atiende... Piso 4, búsquelo por sí mismo. 
Puse los ojos en blanco y me dirigí al ascensor. 
Ya que estuvimos en el famoso Piso 4, todo cambió. Era como si una gran nube negra hubiera estado dentro de aquí oscureciendo todo a su paso, dando mas aspecto terrorífico y triste al piso. Había bastante gente sentada en algunas sillas de goma, algunas daban vueltas por el pasillo de desesperación y otras solo estaban apoyados en la pared. 
Salió un doctor alto y flacucho, muy blanco y rubio que venía en nuestra dirección junto a una muchacha parecido a él. 
-Dr. Valley, ¿qué pasa con el paciente que tiene El sindorme de Cotard**? - dijo la muchacha
El doctor Valley suspiró y le dio una carpeta. 
-Ve allá y cuídalo, solo éso. - respondió éste con un maravilloso acento inglés. 
Ella asintió emocionada. 
El Dr. Valley pasó por nuestro lado y nos sonrió. Vicky fue la que reaccionó mas rápido y le tomó del codo. 
-¿Qué pasa señorita? - preguntó con amabilidad. 
-Queremos información sobre... - dijo y miró a papá. 
-Lilly Ranieri.. 
Hacía bastante que no escuchaba del apellido de soltera de mamá, por lo general ella era Loughty. 
La sonrisa del Dr. Valley  se desvaneció poco a poco. 
-¿Sus familiares? - preguntó. 
Yo asentí rapídamente. 
El Dr. Valley suspiró y tomó la otra carpeta que traía en su mano. 
La observó por unos instantes y nos miró. 
-Bueno, caer de una escalera no es muy grave... cuando no estás embarazada. 
Mi corazón se encogió, había olvidado completamente que mamá estaba embarazada. Esto sonaba mil veces peor. 
-El caso es que, ella está en los los dos primeros trimestres del embarazo por lo que el feto se encuentra dentro del útero en el saco amniótico que lo protege de los golpes, pero, su golpe no fue nada leve, ella rodó por las escaleras, se golpeó contra una pared y calló encima de su vientre, cuando ella vino aquí, llegó inconsciente con una fuerte hemorragia en su intimidad.- hizo una pausa para observar nuestros rostros.- Ya hemos parado la hemorragia, pero hubo consecuencias, muy graves. Una de ellas fue la interrupción del embarazo, no se pudo hacer nada para salvar al feto. Además, la señora Ranieri tiene contusión cerebral*** debido a los fuertes golpes y puede que tenga una disminución de la función mental a largo plazo... Y por último una de sus costillas ha sido rota. 
Comencé a llorar con todas mis fuerzas, como nunca lo había hecho, mamá estaba muy mal. 
Papá me abrazó mientras que el Dr. Valley se disculpaba ya que tenía algo que hacer. 
Cuando el abrazo terminó, me senté en una de ésa incómodas sillas y puse mi cabeza entre mis piernas mientras lloraba. 
"Eres una maldita perra hipócrita, dices que me quieres y luego me abandonas para luego tener a ése bebé. Creo que es mejor que se muera. Si, que se muera. No merece tener una mamá así, Lilly."
La lágrimas cayeron sobre mis mejillas mientras recordaba éso. 
Yo tenía la culpa. Yo lo había deseado de todo corazón. 
Por mi culpa mamá calló por las escaleras y abortó, todo era culpa del estúpido universo que conspiraba en mi contra. 
Por un instante quise morir. 
Mi teléfono sonó y contesté sin mirar quien llamaba. 
-Brenda, ¿cómo está tu mamá? ¿cómo estás tú?- dijo Andrew preocupado. 
El quería venir con nosotros, pero papá no lo dejó, dijo que eran asuntos de familia y el no debía estar aquí. 
Sollocé. 
-Todo es mi culpa, mamá abortó por mi culpa. 
-¿A qué te refieres?- preguntó. 
-Yo lo deseé, Andrew, quería que ése bebé se muriera. 
-No, claro que no es tu culpa, cielo. No debes pensar éso, no es tu culpa, son accidentes que pasan.
-Entiendelo, es mi maldita culpa, desearía que esto nunca hubiera pasado, tal vez ella quede como una maldita retrasada mental, y ¿por qué? por mi jodida culpa.
Andrew suspiró.
-Oye, no dejaré que digas éso, deja de lamentarte como una jodida bebé chillona, tienes que ser fuerte por que tu mamá te necesita y mucho. No ha sido tu culpa y punto. - dijo con rudeza.
Me quedé muda por las palabras de Andrew.
-Brenda, ¿estás ahí? - preguntó después de unos largos minutos de silencio.
-Claro que sí, imbécil.
Juraría oírlo sonreír.
-Me alegro, oye, perdón por lo que te dije, pero es que...
-Cállate, necesitaba que alguien fuera rudo conmigo... No sé, me gustó que me llamaras jodida bebé chillona, creo que tengo una especie de rara obsesión por las ofensas hacia mí.
Él se rió y yo no pude evitar hacerlo, también. Se sentía tan bien reírse en un hospital, es como si toda la felicidad volviera por un momento. Pero me callé al recordar dónde estaba y por qué.
-Por éso te amo, Brends. - dijo después de reírse.
Sonreí muy a mi pesar.
-Yo te amo más.
-Oye, en éste juego el que gana siempre soy yo...
Suspiré, él tenía toda la razón.
-Tienes razón, pero aún así te amo mucho...- dije.
Miré que el Dr. Valley caminaba de regreso por el pasillo, junto a un par de enfermeras.
-And, siento tener que irme, pero tengo que hacerlo... Nos hablamos mas tarde, te amo, adiós. - dije y colgué sin darle la oportunidad de despedirse de mí, por que si lo dejaba, terminaríamos hablando por 3 horas más y en este momento no tenía muchas ganas de hablar con él ni con nadie a no ser que fuera con mamá o con el Dr.Valley.
El doctor se sentó enseguida de mí, al verme triste y puso su mano en mi hombro suavemente intentando no incomodarme.
-Señorita, su mamá se pondrá bien. Tal vez esté un par de días inconsciente debido a la gran cantidad de drogas que le he inyectado, pero despertará, la bajaremos a un cuarto normal y ahí podrá hablar con ella.
Mis ojos se llenaron de lágrimas, nuevamente
-¿No puedo verla ahora? - dije con voz nasal
-Lamento decirle que no, bueno, en realidad si puede, pero no debe. - dijo mientras me daba una sonrisa amable.
Por un momento me recordó al doctor que había leído en uno de ésos libros de vampiros, de ésos que son tan irresistiblemente guapos pero igualmente inalcanzables debido a la edad. Me atraía su sensual acento.
Quise golpearme contra la pared, estaba comenzando a divagar.
Le devolví la sonrisa un poco mas tristona.

#135
La situación comenzaba a ponerse mas tensa que desde un principio, mamá llevaba casi una semana inconsciente.
Victoria había regresado a Chicago y solo quedábamos papá y yo, de vez en cuando venía el novio de mamá, pero no hacía nada mas que hacerme un gesto de saludo e ir a mirar a mamá para después irse de nuevo. En realidad me gustaba que fuera así, mientras mas lejos de ése tipo, mejor serían las cosas.
En los últimos días, mi alimentación se fue básicamente de pop-tarts y coca-cola, no por que papá no me alimentara, si no que yo era la que pagaba por no irme del hospital. La única vez que salí del hospital fue para ir a Walmart para ir a comprar algo de ropa con un valor no mayor a los 2 dolares y para comprar una cobija y una almohada, por que dormir sin ninguna de ésas dos arriba de ésas incómodas sillas color menta, era un asco.
En éstos días, aprendí de mas enfermedades que de las que aprendo en la escuela.
Estaba sentada arriba de mi almohada engullendo mi quinto pop-tart cuando miré a Dr. Valley que venía hacia mi, con una gran sonrisa.
Eso era señal de buenas noticias.
-Querida Brenda, tengo buenas noticias.
Lo miré emocionada dejando que prosiguiera.
-Despertó, todavía está algo atontada y no logra ubicarse. Pero, en este momento esta en camino hacia la planta 2 en donde están los cuartos, ahí podrás quedarte con ella, hay un gran sofá donde podrás dormir ya que veo que duermes aquí todos los días, además hay baño y todo éso.
Entrecerré los ojos, ¿él sexy doctor me estaba insinuando que apestaba? Lo dejé pasar, solo por que mamá se encontraba mejor y lo mejor de todo es que había despertado.
-Gracias.- dije.
-¿Quieres que te acompañe a la habitación?
Asentí mientras tomaba mi mochila junto a todas mis cosas.
Ya que estuvimos enfrente de la puerta de mamá -la habitación 230, para ser exactos- el Dr. Valley sonrió y dijo que me dejaría sola.
Respiré hondo y abrí la puerta lentamente, preparándome mentalmente para algún daño emocional.

*Unidad de Cuidados Intensivos. 
**El síndrome de Cotard es una enfermedad mental relacionada con la hipocondría. El afectado por el síndrome de Cotard cree estar muerto (figurada como literalmente), estar sufriendo la putrefacción de los órganos o simplemente no existir. En algunos casos el paciente se cree incapaz de morir.
***Es un trauma en el tejido cerebral. 

NA: Cuando una embarazada cae desde las escaleras, el riesgo de perder el bebé es de 70 a 80%, también depende de el tipo de caída o mas bien como cayó la persona. 


The Bet. Capítulo 29


#VPOV                                                                 #121
-Ahora dime, ¿qué es lo que haces aquí? - dijo Andrew desde la puerta mientras miraba el carro de Jake que había "tomado prestado".
-Me dejas pasar?
-No. - dijo fríamente.
Suspiré.
-Solo quería pedirte disculpas, ¿está bien? Perdón por ponerte en problemas con la babosa de Brenda y por todo, de corazón te lo digo, perdón.
Y sí, lo que decía lo decía con toda la sinceridad del mundo, había decidido atar cabos sueltos, ser mejor persona.
Lo miré mientras se rascaba la ceja.
-¿Has manejado hasta acá para pedirme perdón? - dijo asombrado.
Me sonrojé y tomé un mechón de mi cabello.
-Es tiempo de cambiar. - dije simplemente.
El sonrió
-Bueno, pues tienes mi perdón... Aunque no era necesario..- suspiró.- ¿Quieres pasar? - dijo mientras abría mas la puerta.
Ahora fui yo la que suspiró.
Negué con la cabeza lentamente.
-No, tengo planes... Pero gracias.
En realidad no los tenía, o tal vez sí, si es que contaba ir a casa, mirar una película y comer nieve.
 -Oh, bueno... Está bien, me alegró verte.
-Si...- me mordí el labio.- Deberíamos salir algún día - propuse.
El se puso tensó, su mano se había vuelto en un puño.
-Vicky yo no cre...
Observé que se le pasó por la cabeza que yo le estaba insinuando algo.
-No de ésa forma.-le interrumpí.- Tú y Brenda y yo y Jake, mi novio.
El se rió.
-¿Tu con novio?
Rasqué mi cabeza despreocupadamente.
-Sí, ¿qué dices?
-Claro, me parece bien....
-Yo te llamo.
Me di la vuelta y caminé hacia el auto, pensando en la buena acción que había hecho.
La buena acción del día.

#129
Me había puesto una blusa negra pegada, junto a mis jeans negros pegados de cuero y mi chaqueta de motociclista también negra y de cuero. Me puse mis botas, también negras, que me llegaban hasta la rodilla.
Puse labial rojo carmín en mis labios y maquillé mis ojos tal y como lo hacía siempre.
Tomé mi dinero junto con mi prehistórico celular, y los metí en el bolsillo de la chaqueta.
El frío ya hacía en Chicago, la nieve caía de vez en cuando, por lo que la ciudad estaba de blanco.
Jake me miró y soltó un silbido mientras me indicaba que me acercara a él.
Lo hice y me senté arriba de él, con mis piernas enrolladas en su espalda y mis brazos en su cuello.
-¿Y qué, nos vamos? - le dije mientras enrollaba mis dedo en su camiseta de Batman.
El sonrió y me besó como si no hubiera un mañana, mordiendo mis labios cada vez que podía.
-No... Sabes... Cuanto... Te... Quiero...- decía cada vez que hacía una pausa para tomar aire.
Lo aparté con mis manos.
-Vamos, que la lerda de Brenda se desesperará y se irá...- me levanté y tomé mis lentes.
El hizo lo mismo y tomó su chaqueta de cuero negra, que estaba en la silla.
Cuando ya estuvimos en la acera, Jake tomó su motocicleta y yo chillé emocionada.
-¿Ahora si me dejarás manejar?
El asintió mientras me ponía el casco.
Me subí y me acomodé, verificando que todo estuviera bien. Cuando mi equilibrio estaba bien, dejé que Jake se subiera.
Suspiré llena de adrenalina.
Tomé el clutch y lo sujeté mientras ponía mi pie en el pedal.
La motocicleta prendió.
Solté un gritito de emoción.
-Si sigues así, te bajaré de la moto y conduciré yo. - murmuró Jake en mi oreja.
Asentí.
Apreté suavemente el acelerador y solté el pié, para después meter primera y soltar el clutch suavemente.
Avanzamos por toda la avenida, sintiéndome toda una temeraria al volante.
Íbamos a un restaurant indie que estaba enfrente de la Casa de Ópera de Chicago, que tenía unas ricas papas al vapor con salsa de zarzamora.
Estacioné la motocicleta con estilo al frente de el restaurant y puse la palanca para que no cayera hacia un lado, si le llegaba a pasar algo a ésa motocicleta, Jake me mataría.
Nos bajamos.
En ése momento venían llegando Andrew y Brenda tomados de la mano.
Malditos melosos.
Andrew traía sus típicas camisas lisas en cuello V, una chaqueta color café y unos jeans de mezclilla. Y Brenda, bueno, una blusa negra con una foto de Ché Guevara en blanco y negro, una chaqueta de mezclilla y unos jeans de color verde militar. Traía unas botas iguales a las mías, solo que eran de color rojo.
Me impresionaba la habilidad de vestirse con cualquier trapo sucio y lucir cool.
Su cabello estaba agarrado estaba agarrado en un moño, pero ya había cabellos sueltos al rededor de su cara.
-Hey. - saludaron al unísono y hizo que se rieran para después besarse.
-Hey.- saludé de vuelta aunque ellos no me habían escuchado.
Jake se movió incómodo enseguida de mí, intimidado quizás por la cantidad de corazones y flores al rededor de ellos dos. Supuse que nos sabía como tratarme delante de ellos, nosotros no éramos melosos, simplemente éramos la típica pareja extraña de adolescentes.
Puse mi mano en su hombro y le sonreí.
El se acercó a mi y me susurró:
-Ellos son tan rosas que me dan ganas de vomitar arcoíris.
Me reí bajito.
Le dí un casto beso en los labios y él lo mordió.
-Para, no hay que vernos tan melosos, no es lo nuestro.- le susurré mientras lo apartaba poquito de mí.
El se rió.
Nos dimos vuelta y ellos estaban viéndonos.
-¿Entramos? - propuso Brenda.
Asentimos.
Jake pasó su brazo por mi cintura y caminamos hacia la entrada.
El restaurant, como ya lo había dicho antes, era indie, las paredes eran de color rojo con estampados negros, había cuadros de todo tipo que desentonadaban unos con otros, pero al final quedaban perfectos.
Las mesas eran de madera y sus sillas eran diferentes, todas al igual que los cuadros, desentonaban, pero al final, se veía mega genial.
No había luz, por lo que la iluminación se basaba en cientos de velas de todo tipo.
En sí, este lugar era perfecto.
No había mucha gente, pero la que había estaban disfrutando de la banda que estaba en el pequeño escenario al fondo, por lo que nosotros decidimos sentarnos al principio, pero pegados a la pared, lejos de la gente y del sonido, dejando solo como fondo la música de la banda.
Miramos el menú que estaba pegado a la pared, y decidimos todos ordenar un plato grande de papas.
Como éste restaurant no era normal, no había nadie a quien darle la orden, por lo que tomamos la hoja y el lápiz que estaba ahí y Andrew escribió la orden para después llevarla a la cocina.
Cuando volvió, regresó con botellas Coca-Cola de vidrio, pero muy al estilo vintage, las botellas de vidro de los 80's.
-Este lugar me encanta, es tan raro. Tal y como la pizzería en donde trabajo, si pudiera trabajar aquí me pondría feliz. - comentó Brenda.
Puse los ojos en blanco.
-Yo con trabajo estoy en el bar... Si sigo así, terminaré en un Mc Donald's de por vida.- dije tomando de la soda de Jake.
Jake se rió.
-Bueno, tampoco entrarás a Stanford, pero no creo que llegues a trabajar de por vida a Mc Donald's. .- dijo Andrew
Brenda puso los ojos en blanco.
-Como sea.- dijo.
Todos nos reímos ya que ella anhelaba entrar a Stanford, y cualquier comentario negativo hacia la escuela la incomodaba.
Andrew la abrazó, pero ella no se lo devolvió.
-Hay, me dan ganas de vomitar.- dije.
Brenda me miró mal y Andrew le dio un beso en la sien, que hizo que ella sonriera y lo empujara con su hombro suavemente.
La tarde transcurrió con rapidez, mientras hablábamos de cosas triviales y nos hacíamos bromas los unos a los otros.
Entonces sonó el maravilloso iPhone de Brenda.
Ella lo desbloqueó y contestó.
Seguimos platicando sobre el misterioso sabor de las hamburguesas Mc Donald's.
Brenda se levantó de su asiento y caminó lejos de nosotros.
Andrew la miró preocupado, pero no la siguió, respetando su privacidad.
10 minutos después, ella regresó con lágrimas en sus ojos y algo histérica.
Tapó su boca con su mano y cerró los ojos dejándolas caer.
-¿Qué pasa, Brenda? - dijo Andrew levantándose de la silla.
-Mi mamá, Andrew, mi mamá! - sollozó.
Suspiré.
¿Es que nunca se le acabarían los problemas a ésta chica?
Es como si le hubieran vaciado mil kilos de sal.
Me levanté y la abracé tratando de transmitirle tranquilidad.

-Lizz.




jueves, 23 de mayo de 2013

Reseña: Beautiful Disaster, Jamie McGuire.

Reseña: Beautiful Disaster.
Jamie McGuire.
Ex-libro único. (Acaba de salir una precuela)
INTENSA. PELIGROSA. ADICTIVA


Abby Abernathy es una chica buena. Ella no bebe ni maldice, y tiene el número apropiado de sweters en su armario. Abby piensa que tiene la distancia suficiente de la oscuridad de su pasado, pero cuando llega la Universidad con su mejor amiga, su camino a un nuevo comienzo es rápidamente desafiado por el jugador* de la universidad de Easter.
 Travis Maddox; Alto, esculpido, cubierto de tatuajes, es exactamente lo que Abby quiere (y necesita) evitar. Él pasa las noches ganando dinero en un ring de pelea, y sus días como un hombre encantador*
Intrigado por la resistensia de Abby a su apelación, Travis la mete con engaños a esta vida con una simple apuesta. Si el pierde, tendrá que abstenerse por un mes. Si Abby pierde, tendrá que vivir en el apartamento de Travis por el mismo tiempo.
 De cualquier manera, Travis no sabe que acaba de conocer a su pareja.







Que fea :/
*Yo traduje la sinopsis. En verdad dice Easter University's Walker One Night Stand. Pero lo consideré demasiado largo y demasiado complicado para traducir cuando al final se refiere a un mujeriego.
*Charmer en el original: encantador. Una persona encantadora. Pero en Travis se utiliza de manera diferente. Casi como si fuera malo. (En mi opinión)
*Bueno, si mi traducción apesta, pues lo siento.


Muchas personas hicieron por mucho tiempo mucho ruido acerca de este libro. Y es cierto, ¿Sabes? Es una historia interesante y bonita en sus partes , pero hasta ahí llegamos. No encontré nada de maravilloso, pero tampoco nada del todo imperdonable. Más o menos 


Tenemos a Abby, quién es una muchacha ya tiene 19  con un cierto pasado que no le gusta y que quiere apartar. Y entonces tenemos a Travis. Que ciertamente es demasiado familiar para Abby. Así que ella sabe que tiene que poner sus defensas. Cosa que no logra. Claro está  

       La primera cosa que me gustó de este libro es probablemente que ellos comienzan siendo amigos. Y se quieren de esa manera... hasta cierto punto. Pero su romance es exactamente eso: Un desastre. Dejen de lado la parte de Beautiful  Cosa que comienza con Travis.
    Él  es el desastre más grande que se ha visto. Es cierto que tiene sus partes lindas, pero su personaje se me ha hecho tan posesivo, celoso, un tanto insufrible, y... Necesitado. En el interior  el malote Travis sólo es un niño inseguro que quiere amor.
  Por otra parte, ella me ha caído mejor, pero siento que ha sido un poco ciega, ya que desde el principio ella sabía qué era Travis, pero no lo quiso ver. También creo que ella simplemente ha soportado muchas cosas de Travis que no debería soportar. Todo el mundo le advirtió de Travis, pero ella estaba como que "No, el no quiere nada conmigo. Prometió que no se interesa y no irá detrás de mí". Y ella le creyó.Este es el asunto, Abby, querdia; Tú no le crees a alguien cuando dice que no va a ir detrás de ti, no cuando se trata de Travis El Perro Rabioso (Ja, ja. Por Travis Maddox, The Mad Dog). O no cuando se trata de personas como él. Chica, que tú no lees o qué?
Secuela desde el punto
de vista de Travis.

Pero al final creo que ha sido algo entretenido, bonito en sus partes, con ganas de arrancarle la cabeza a Travis en otras, pero entretenido. No le he encontrado la parte de hermoso al desastre, pero fue bueno.
  Es una historia de amor, como otras.









Saludos.
Sthep S.

martes, 21 de mayo de 2013

Unspoken. Capítulo 5.

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Unspoken. Capítulo 5. "Tiempo".


--¿Qué haces?
Gracie se sienta en la isla de la cocina y deja su libro en la mesa, mirándome.
--Preparándome una palomitas. Voy a ver un maratón de La Ley y el Orden, ¿Quieres acompañarme?
  Cuando ella guarda el libro en la mochila y asiente sonriente, me río; Tiene que haber un terremoto para hacer que Gracie suelte un libro que está leyendo. Y aún así sería difícil.
--¡Sólo voy a cambiarme el uniforme!
Ella toma su mochila y sube corriendo por las escaleras.
Yo saco las palomitas del microondas y lleno dos vasos con el Té helado que compré. Luego lo escondo hasta el fondo del refrigerador, porque si mi madre se entera de que consumo cosas “no sanas”, me da un sermón de dos horas. Que bueno, ya tengo diecinueve años (Veinte en unas semanas), pero no maduro mucho en ésos aspectos. O no tanto como a mi madre le gustaría.
  Gracie aparece ya cambiada y toma un vaso.
--¡Azúcar!
Le alboroto el pelo y luego nos dirigimos hacia la sala.
  No pasan ni diez minutos cuando yo ya me he ido.
  Tyler me besó primero.


--¡Te estoy diciendo que no estoy enojada!
Él me siguió a través del patio trasero de mi casa, dónde yo rejuntaba los peluches tirados de Gracie.
--Pues bueno, no fue lo que pareció.
Rodeé los ojos y recogí un feo peluche de abeja que una vez, tiempo atrás, fue mío.
--Tú sólo ves lo que quieres ver.
--Veo lo que me muestras.
Se agachó a mi lado y me tendió una oveja. Se la arrebaté y le metí en la caja de plástico.
Mataría a Gracie si deja sus peluches tirados de nuevo.
--Te estoy diciendo que no estoy celosa, caray.
No me dijo nada, pero lo vi sonreír. Tomé un peluche y le golpeé el brazo con él.
Soltó una carcajada limpia.
--Eres adorable cuando estás celosa.
--¡Yo no…!
--Sí lo estás.
Era verdad, pero, oye, yo tenía mi orgullo.
--NoLe dije a la cara, descaradamente, y luego me alejé.
--Entonces, dime, ¿Por qué estás tan enojada?
--¿No tienes que estar en algún otro lugar?Hago una pausa y murmuroComo con esa zorra pelirroja.
--¡Lo ves!
Parecía muy feliz, la verdad.
Fingí no haberlo oído y avancé por el jardín.
Entonces Tyler jaló de mi mano hacia atrás y yo me estrellé contra su pecho. Perdí el equilibrio y empecé a caer hacia atrás, llevándome a Tyler conmigo.
   Así que, yo estaba debajo de él, y Tyler se estaba riendo. Iba a discutir pero un destello en sus ojos azules profundos me distrajo y me quedé observando. Sus ojos eran exactamente del color azul del mar en una tormenta; Oscuros y hermosos. Tyler sonrió lentamente y liberó su peso de mi cuerpo, pero se tumbó a mi lado, muy cerca de mi cara. Y yo aún seguía observándolo.
  Tyler se acercó más. Y, me besó.
Al sentir sus labios calientes moviéndose con los míos algo dentro de mí se encendió, como una alarma, como prender un botón. Exactamente, como un temblor. Uno que indicaba que era real.
 Cuando se separó de mí, ambos dijimos al mismo tiempo:
--Tienes rojo…
 Reímos al mismo tiempo y estiré la mano para retirarle mi labial rojo de la boca y un poco de su mejilla.
--Creo que lo estoy haciendo peorAdmití, al ver que la mancha roja sólo se expandía.
--Es que no lo estás haciendo bien.
--¿Ah, sí? ¿Y cómo se debe de hacer?
Él sonrió y acercó sus labios a mí. Diez minutos después, cuando nos separamos, miró mis labios y ladeó la cabeza. Con la yema de un dedo, frotó por debajo de mi labio inferior unos segundos, y luego sonrió.
--Listo. Lo quité todo.
Lancé una carcajada al tiempo que las comisuras de mis labios se levantaban en una sonrisa.
--Ahora es tu turnoMe dijo, señalando sus labios con un dedo…


--…Y entonces te decía que después de quemarle el pelo, robé su cartera de su casillero. Sólo para que supieras.
  Miro a Gracie.
--¿Qué tú hiciste qué?
Ella suspira y se toma el último trago de su vaso.
--Bueno, al fin reaccionas. He estado hablándote por casi un minuto. ¿Hay algo de lo que quieras hablar?
--Cálmate, psicóloga.
Gracie me sonríe.
--Descubrirás que soy una caja fuerte.
Ruedo los ojos y miro la televisión, sonriéndole suavemente para que no se ofenda.
--Está bien. Cómo tú quieras. Entonces, ¿Cómo lo llevas con el asunto de Tyler?
Levanto una ceja.
--¿Y tú cómo sabes sobre Tyler?
--Todo el mundo sabe sobre Tyler. Cuando mamá me dijo que venías antes a Nashville inmediatamente supe que era por él.
--No es por él, Gracie. Nunca ha sido por él. Es por ti. Por mamá y papá, y Emma.
--Ajá. ¿Cuántas veces te intentaste convencer a ti misma de eso antes de decirlo?
--¡Gracie! Estás siendo grosera.
--Estoy siendo honesta. Enserio. ¿Estás bien? Quiero decir, tú viniste por él y el niño ya tiene una nueva novia.
  Me vuelvo hacia ella.
--¿Qué?
--Que tú vienes por él…
--La otra parte.
Ella abre los ojos y se pasa la lengua por el labio superior.
--Demonios. Tú no sabías. Lo siento.
   Una sensación muy familiar me inunda.


 --Voy a arrancarle el pelo, lo juroLe dije a Meg
Meg miró en mi dirección, y luego hacia donde yo tenía los ojos clavados.
Ahí estaba esa chica pelirroja, Annie. Coqueteando con mi novio.
--Oh, vamos. Son sólo amigos.
--¡Se le está echando encima!
--Y Tyler no le da ni la hora.
Miré de nuevo hacia ellos. A Tyler, sentado en el escenario del Bluebird Café, preparando su guitarra, y a la nueva mesera, sentada en el suelo del escenario, hablándole con una sonrisa pintada en su rostro, bajando disimuladamente el escote de su blusa.
 Gruñí.
--Igual no me gusta.
Meg me sonrío, con sorna.
--Alguien está celosa.
--No estoy celosa.
 Es solamente que lo mío era mío, y ya.
De acuerdo, tal vez si estaba celosa…

Pero esta vez, es diferente. Esos celos eran ardientes, como fuego, furiosos. Éstos son sólo una mala sensación en el pecho.
Tardo unos segundos en acordarme de respirar.
--¿Cómo te enteraste tú?
--Emma estaba comentándoselo a mamá.
  Es por ello que Emma me dijo que era mejor que lo dejara ir. Y luego recuerdo a Meg, diciéndome que me cuidara.
Dejo salir el aire atrapado en mi pecho lentamente.
--Lo siento, Terra. No sabía que tú no sabías.
Se escucha afectada.
La miro y sonrío.
--Está bien, Gracie. Tenía que enterarme de cualquier manera.
Gracie parece tímida cuando dice lo siguiente:
--¿Significa que ya no vas a ir tras él? ¿O qué?
  Una novia, eso es lo que me hace verlo todo claramente; Él no sólo siguió sobre mí, sino que siguió con toda su vida. Él empezó de cero. Yo soy la parte del rompecabezas que ya no encaja. No tuvo exactamente que ver conmigo, es sólo que así son las cosas: Olvidamos y avanzamos.
  Y creo, creo que yo tengo que hacer lo mismo.
Ya es tiempo.


                                                              


--¿Meg?
--Hola.
Giro sobre mi cama y miro el reloj en la mesita de noche. Son las siete.
--¿Porqué me levantas tan temprano?
Ríe al otro lado de la línea.
--Llegué anoche. Te invito a desayunar. Vamos, levántate.
Generalmente le hubiera dicho que no me llamara tan temprano nunca más, sin embargo, me encanta desayunar en su casa, ya que su familia acostumbra a irse a la mesa de jardín del patio, dónde todo está lleno de flores de diferentes tipos y diferentes olores. Es en verdad muy precioso. Además, Meg hace unos hot-cakes geniales. O, bueno, al menos mejor que los míos.
--¿En una hora?Le ruegoNo soy madrugadora como tú, Meg. No puedo abrir mis ojos.
Ella ríe al otro lado de la línea.

                                                                        
          


Cuando llego a casa de Meg, ella ya me está abriendo la puerta incluso antes de que yo toque. Así es Meg; es una pequeña niña ansiosa. Es mi mejor amiga.
Meg me abraza en cuanto me ve subir los escalones y le devuelvo el abrazo. Reímos juntas.
Ha pasado tanto tiempo.
Me mira de pies a cabeza y sonríe.
--Te ves genial, Terra.
--Podría decir lo mismo.
Puedo.
Meg es ahora unos centímetros más alta y su cabello ha crecido. Su sonrisa es un poco más radiante. Ella es un poco más brillante.
  Parece absolutamente feliz con su vida.
Y me alegro por ella.
Sonríe más y me toma del brazo, conduciéndome dentro de la casa.
--Siento que te enteraras de lo de Charlotte de esa manera, corazón. ¿Quieres hablar al respecto?
La miro, un poco confundida.
--¿Qué?
Es ella ahora quién me mira confundida.
--CharlotteRepite--¿La novia de Tyler? Gracie me dijo que accidentalmente te contó sobre ello.
--¿Cuándo hablaste con Gracie?
--Anoche. Tú estabas dormida y ella contestó el teléfono. Se oía un poco perturbada, y le pregunté qué pasaba. Terra, ¿Estás bien?
Asiento.
--Estoy bien.
Entramos aún agarradas del brazo a su casa y atravesamos la sala hasta la puerta del patio.
--No es como si yo en verdad esperaba que me aceptara de regresoContinúoDespués de tanto tiempo.
  Pero en verdad yo estaba esperando eso.
Creo que es la peor parte. Fui bastante ingenua como para creérmelo de verdad.
   Meg me mira con compasión, como si pudiera ver a través de mi alma. Creo que puede hacerlo, ha estado pegada a mí tantos años.
Cómo la he extrañado.
--Estoy bienDigo.
Parece que por primera vez, Meg no sabe qué responderme.
--Princesa…
Pero no continúa. En vez de eso toma de mi brazo más fuerte y me lleva al patio, dónde su madre está sentada hablando con un muchacho probablemente de nuestra edad. Su madre sonríe cuando me ve y yo la saludo. Luego se gira hacia el joven.
--Mi sobrino, Jason.
El chico me sonríe educadamente. Es muy lindo, tengo que admitir. Guapo: Cabello marrón y grandes ojos verdes.
Le sonrío de vuelta.
--Hola—Respondo.
Meg me da un empujón en la cintura y me levanta una ceja.
Sé lo que piensa, y ruedo los ojos para ella en respuesta: “¡De ninguna manera!”.
Si me pongo a pensarlo, todos mis novios los he conocido gracias a Meg. Ya es tiempo de que deje de ser mi ángel de San Valentín.
Ríe.
--Comeríamos con ustedesdice la madre de Meg educadamente, acomodando su cabello teñido de rojo detrás de su orejapero nosotros ya hemos desayunado. Ahora me disculpan, porque tengo que ir a ver un maratón de Esposas Desesperadas.
  La madre de Meg siempre me ha divertido. Es como una niña pequeña. Es como una versión mayor de Meg.
--Cariñodice, dirigiéndose a Jason--¿Quieres ayudarme con ésos platos?
--ClaroDice él suavemente.
Cuando se han ido, Meg me suelta el brazo y me mira.
--Ya sé lo que estás pensando. Y la respuesta es no.
Ella levanta las manos.
--No he dicho nada.
--¡Lo veo por todo tus ojos!
Ella sonríe.
--Jason es un muy buen chicoDice, como no queriendo la cosa mientras se dirige hacia la entrada de la casa por la comidaEs el único de mis primos que no me ha espantado a todos los novios.
  Meg tiene muchos primos, y siempre se queja de que la molestan. Aunque se ve que la quieren mucho. Sólo que ella es la única mujer y están un poco resentidos con la idea de que crezca. Sólo son un par de niños grandotes celosos. ¿Cómo en el mundo no es eso tierno?
Voy detrás de ella para ayudar y seguir discutiendo.
--Eso dijiste de Jake. Y de Tyler. Y mira cómo resultó.
Ella frunce el ceño.
--Ellos eran buenos chicos. Que no haya funcionado fue cosa del destino.
Hace una pausa y me mira.
Casi puedo leer en sus ojos la pequeña equivocación en su última frase: No fue culpa del destino, o al menos no del todo, yo tuve que ver.
Oh, genial.
Suspiro y ella vuelve a tomarme del brazo. Es como su manera de darme ánimos.
--Vamos. Hay que darle otra oportunidad a la cosa. Han pasado dos años.
--¡Un año y siete meses!
--Es lo mismo.
--Meg, prométeme que no vas a hacer nada. No le digas nada sobre mí a tu primo. ¿De acuerdo? Prométemelo.
--Mira, te prometo que no voy a hacer nadaDice mientras abre la puerta de nuevo y entra a la casaPorque estoy casi segura de que lo vas a hacer tú solita. Sin mi ayuda esta vez. Tal vez no con éste, pero con otro. Enserio.
Para mi gran bochorno, Jason estaba ahí, recargado en la isla de la cocina, esperando que unas palomitas salieran del microondas.
Nos sonrío al vernos.
--Hola, chicassaluda él, pero me mira.
--JasonDice MegElla es mi mejor amiga Terra. Te conté de ella antes.
--Claro. Un gusto.
  Y así pasó el desayuno.
Como Meg prometió, no interfirió. Y como ella venía diciendo; Yo solita me acerqué a Jason. No fue a propósito, es sólo que él empezó a ser muy amable. Y a mí me encanta hacer amigos. Realmente no sé porqué, nunca lo he sabido, pero no soy de ésa clase de persona conservadora. Pronto estábamos riéndonos los tres y haciendo bromas, mientras eg y yo comíamos nuestros Hot-cakes y él la bolsa de palomitas.
  Me di cuenta de que, quizá en algún futuro lejano le podría decir a Meg que tenía razón. Si yo intentara.
   Pero no voy a hacerlo. No con Jason, ni con ningún otro chico. No por ahora.
Voy a darle a mi corazón unos momentos para respirar antes de dejarlo caer y encajarse los fríos cristales hasta lo profundo.
 Unos momentos para que mi corazón descanse. Que borre a Tyler antes de empezar de nuevo.
Porque voy a empezar de nuevo.


                                                                     
 


Emma me saluda cuando llega a casa del trabajo. Ella deja su bolso negro en la sala y va directamente a la cocina, dónde yo estoy sentada en la isla.
--¿Porqué no simplemente me lo dijiste? Tuve que enterarme por Gracie. La pobre se puso de nervios cuando supo que yo no sabía aún. Pude habérselo ahorrado.
Emma se da la vuelta y cierra la puerta del refrigerador que había abierto. Yo meto los bollitos al horno. O mi intento de ellos.
--¿Qué cosa?
--Que yo venía esperanzada con Tyler y él ya tenía novia. No sé, pudiste decírmelo.
Emma se queda ahí parada.
--Yo… No… Uh… Mira, no te enfades conmigo, ¿De acuerdo? Pensé que era mejor que lo descubrieras por tu cuenta. No era bonita la idea de decírtelo. Lo siento.
Me sacudo las manos llenas de harina.
--No estoy enojada, Emma. Lo entiendo, enserio. Es sólo que cuando me llamaste esa vez que regresaba a casa, supe que ocultabas algo. Honestamente no puedo recordar la última vez que te callaste algo… ¿No se hará costumbre, verdad?
--No.
Suspiro.
--Está bien, entonces.
Mi hermana se acera a mí.
--¿Terra? ¿Te puedo aconsejar algo?
Asiento.
--Odio que mi hermanita esté en esta situación, así que… Mi consejo es que lo intentes. Quiero decir, que lo intentes de verdad. Deja todo sobre la mesa, y luego aléjate. Te hará bien.
--¿A qué te refieres?
--Tyler. Explícale lo que en verdad pasó.
--Emma, ¿De qué va a servir? No va a querer verme después incluso aunque le haya contado la verdad.
--Va a aliviar tu corazón. Lo va a liberar. La verdad siempre lo hace,
Ella se inclina y besa mi cabeza.
--¿Y si aún me odia?Insisto, con mi aliento golpeando su cuello.
--Deja que él lo resuelva por sí mismo. Dale tiempo.
--¿Para resolver qué?
--Sus sentimientos.
--¿Sus sentimientos?
--Creo que él te amó, Terra. Y creo, que cuando amas... no puedes hacer que se desvanezca. Así que dale tiempo para resolverlo después de hablar con él. Dale tiempo para que su corazón le susurre la respuesta.


-Sthep Stronger.