miércoles, 14 de enero de 2015

Broken Dolls. Capítulo 20.

◄ligafrankorn► | via Tumblr
Broken Dolls. Capítulo 20.

--Todo va a estar bienGrita Chris sobre el sonido de los helicópteros.
Incluso aunque le fuera a creer, su bonito diálogo muere en cinco segundos, cuando escuchamos una explosión muy cerca. Muy cerca.
  El helicóptero de volteretas en el aire, y en el proceso mi cabeza pega contra el vidrio. Las personas gritan, y cuando vuelvo a mirar arriba, el cristal está lleno de sangre que se corre hacia abajo.
  Nos han disparado. A nosotros. El helicóptero sigue dando vueltas y me estrello contra Chris, quien grita de dolor. Intento separarme, pero no puedo. Cuando miro hacia la ventana, debajo de nosotros hay sólo pasto verde. Ningún testigo de lo que ocurre. Es perfecto. Para ellos, claro: Nos eliminarían sin un escándalo.
   Holly está muerta.
Y creo que ahora vamos a morir nosotros. Lo sé cuando caemos en picado, como una de esas caricaturas que se quedan congeladas en el aire unos segundos antes de desplomarse. Esos somos nosotros. O al menos, así lo sentí.
  Holly está muerta.
Es lo último que pienso.



                                                                   




Para este entonces, ya han entendido que darme un sedante no es necesario. No me muevo. No hablo. No como. No hago nada excepto mirar las paredes blancas. Se parecen mucho a las de la clínica donde mis padres me encerraron para deshacerse de mí. Mis tíos. Se siente mucho como eso.
   Supongo que lo que está destinado a ser siempre encontrará su manera de vuelta, al final.
  Está este enfermero/carcelero/persona que viene a checarme de vez en cuando. Revisa mis heridas, me da medicina, inyecta mi cuerpo. Pero puedo ver algo más en sus ojos, algo que no pude descifrar hasta que un día deslizó un cabello que estaba en mi cara detrás de mi oreja.
  Sí, buena suerte, amigo.
--¿Dónde están mis amigos?
Parece sorprendido al escuchar mi voz por primera vez en… Bueno, no lo sé. El tiempo se ha convertido en una mancha borrosa. No estoy segura de cuánto tiempo he estado aquí.
--No tengo información sobre esoDice.
Él es un poco mayor que Nate, con pelo castaño y hoyuelos, pero a estas alturas, no podría importare menos. Cruzo mis piernas sobre la cama, unos de los pocos objetos en la habitación y lo miro.
--¿Quién sí?
--El jefe.
Por supuesto que sí.
Después de eso, vuelvo: Me tumbo, mirando a la nada hasta que mis respiraciones se hacen más lentas y me caigo dormida. Esto es lo que ha pasado cada vez desde que ellos nos encontraron, salvaron y luego encarcelaron. ¿Qué más podría esperar de John? Su hija está muerta, su sobrino un traidor, y yo… Bueno, no soy mucho mejor.




                                                                    
 


El día siguiente, le pregunto lo mismo, y cuando no me da una respuesta vuelvo a cerrar la boca y a mirar a la nada.
--¿Qué has hecho, de cualquier manera?
No desvío mi vista de la pared, hasta que veo de reojo el espejo y mis ojos viajan hacia ahí antes de que pueda evitarlo.
  Ella ya no me sonríe. Tal vez se ha dado cuenta de que hay algo mal pasando. No estoy segura si ella se da cuenta de cosas en absoluto, pero esta vez, de alguna manera es diferente. Ella baja de la cama rígida y diminuta, y camina hacia mí, pero sólo llega al borde de su lado del espejo, naturalmente. Pone las manos en el frío vidrio y apunta al enfermero.
--¿Qué?Susurro.
--¿Disculpa?
Enfermero/algo/algo me mira fijamente, y yo sacudo la cabeza. Cuando miro de vuelta a la chica en el espejo, está acostada en la cama, no mirándome en absoluto.
Mírame. Pienso.
Por favor mírame.
 Aún puedo recordar los días en donde sólo quería llegar al anochecer sin verla. La ignoraba. Y ahora ella me está ignorando a mí.
--¡Maldita sea, mírame! ¡Dime!Salto de la cama para enfrentarme al espejo, pero el chico me toma del estómago y me devuelve a la cama. Pataleo, pero al final saca una jeringa, inyecta, y…
  El mundo se apaga. Muy lentamente…
En el espejo, ella ha desaparecido, y me veo a mí misma siendo llevada por el sueño.




                                                                 





Con el paso de los días, me descontrolo: Salgo del agujero en el que estaba, y el vacío se convierte en furia y frustración. Ataco al enfermero un par de veces cuando toca mi pelo o intenta tener una conversación conmigo, veces en las que termino siendo tomada y ahogada en la inconsciencia. Le pregunto muchas veces dónde están mis amigos, pero me repite que no sé. Pero debe de saber. Alguien tiene que saber.
  Me pregunto si atraparon a Olivia también por mi culpa. Me hace sentir tan culpable, y eso me hace sentir más enojada por alguna razón. Soy una olla de agua hirviendo a punto de explotar. A punto de quemar a todos.
  Y todo este tiempo, Ella ha estado mirándome a través del espejo, queriéndome decir algo, lo sé, sólo que no sé qué es esa cosa. Cuando el enfermero me deja sola, me miro en el espejo y espero que ella me diga algo, pero parece estar tan enojada como yo. A veces desaparece, dejándome sola.
  Pero esta vez, aparece frente a mí, con su cabello enmarañado de tanto pelear y más delgada que la última vez que la vi. Me pregunto cómo puede sostenerse a sí misma.
--Tiene un TaserMe suelta, poniendo las manos en el vidrio.
--¿Un qué?Vagamente, me suena familiar, pero no sé…
--¡Un arma de electroshock! Supongo que tiene que usarla para cuando te pongas violenta, pero debido a que por alguna razón bates tus pestañas y es todo, prefiere no usarla en ti.
--¿Y eso qué tiene que ver?
--¡Idiota! ¡Consíguelo y noquéalo! ¡Encuentra tu camino hacia Chris y Nate!
--Pero no sé dónde están…
--Entonces tendrás que averiguarlo, ¿No, cariño?Su tono afilado me perfora. Bruja.
 Mi respiración se convierte pesada, y ella me mira como si no creyera que pudiera lidiar conmigo.
--¿Por qué ayudarme, si siempre has sido una bruja conmigo?
--Tú me has traído.
--¡Yo no te he traído nada! ¡Has estado aquí desde siempre!
--Fuiste tú, todas esas veces. Tú me hiciste.
    Y luego no está.
Mis ojos abiertos de par en par y mi pecho que sube y baja es mi pista de que se ha ido. Me quedo viéndome en el espejo unos segundos hasta que la puerta de mi cárcel/habitación se abre, y el enfermero/persona entra, sonriéndome como si esperara que hoy de hecho no lo golpease.
--No has comido tu comidaDice, señalando a la bandeja en la cama.
--¿Por qué no me han matado ya? ¿Por qué estoy aquí?
--Sigues haciendo las preguntas al hombre equivocado, cielo. Sólo estoy aquí para asistirte.
  Quiero decirle que se vaya al diablo, pero miro al espejo, y ella está de vuelta observándome críticamente.
--HazloSusurra, pero no es necesario que lo haga: Nadie puede oírla. Nadie ha podido hacerlo durante mucho tiempo. Tal vez es por su existencia por lo que ellos decidieron que yo era una psicópata. Tal vez es porque hablé de ella.
  Miro de nuevo al chico y le sonrío un poco, sentándome en la cama y tomando la comida “de hospital”.
--Mira quién está comiendo. Me preocupaste por un tiempo. Es mejor que cooperes, de esta manera.
Podría decirle en dónde se puede meter su colaboración, pero me lo callo de igual manera.
--¿Crees que estaré bien?
El colchón se hunde bajo su peso cuando se sienta y estira una mano para tocar mi mejilla. Las yemas de sus dedos viajan hasta mis labios y su pulgar hace pequeños círculos en ellos. Y como ella dijo, levanto mi mirada para encontrarme con la suya y muevo mis pestañas. Él respira profundo y yo me acerco a él. Puedo sentir su aliento en mi cuello y yo puedo oler su fragancia a algo que parece ser menta. Luego nos estamos besando: Me tumba en la cama y se pone encima de mí. Lo dejo toquetearme un poco, y hago lo mismo alrededor de su espalda antes de volver a su cintura, donde el Taser está. Sus labios están en mi cuello cuando lo arranco de su lugar de seguridad en su cinto y lo enciendo, pegándolo  a su nuca. Jadea unos segundos antes de desmayarse sobre mí.  Lo tiro al suelo y salto de la cama, tomando las llaves de él también.
--Bien hechoDice ella desde el espejoAhora sácanos de aquí.
--Agradezco tu ayudaMurmuroPero después de esto no descansaré hasta hacerte desaparecer.
  Voy hacia la puerta sin esperar ninguna respuesta de ella. Aprieto fuerte el arma contra mi mano y tomo un gran respiro. Abro la puerta y salgo en puntillas. Puedo ver a un guardia al final del pasillo, pero no mi escucha venir: No estoy segura de pesar lo suficiente como para hacer ruido. Estoy más o menos arruinada.
Sólo se voltea cuando el sonido del Taser hace eco en el pasillo, pero para él ya es demasiado tarde. Cae al suelo con un solo golpe seco, como si tirara un saco de papas. O varios. Espero por el sonido de pisadas, por si alguien oyó y vine a ver qué pasa, pero al no oír nada le quito la pistola y guardo el Taser en mi escote.
  Es cuando veo las cámaras. Una luz roja en ellas parpadea y segundos después, una alarma suena.
Atrapada.
  Corro esta vez, pero no llego muy lejos antes de que me encuentre con tíos malos dispuestos a sacarme los sesos. Pero algo ha cambiado en mí. No estoy segura de cuándo empezó, pero no estoy segura tampoco si me importa. Hay una parte de mí que ha sido reemplazada por otra, porque antes nunca hubiera podido dispararle a alguien en mi vida. Pero ahora lo hago. Les disparo a todos ellos, intentando no darle al pecho o cabeza para no matarlos y hacerme sentir mejor conmigo misma, pero en los lugares adecuados en los que me dejarán en paz. Soy un asco con esto de la puntería, así que gasto todas mis balas y tiro esa pistola al suelo. Tomo otras dos de los tipos malos y sigo mi camino, trotando por el pasillo.
   Disparo a muchas personas, y uno de ellos me dispara a mí en el brazo. No ha ido muy profundo, pero duele como el maldito infierno. Grito un poco, porque estoy furiosa, y eso me hace disparar un poco más hasta que pego contra unas puertas. Intentan hablar conmigo, hacer que me rinda, pero desisto. Luego les disparo en un lugar en el que sé que no van a sobrevivir. Me he dado cuenta de que no soy tan mala con esto de disparar, pero necesito otras dos pistolas desde que no tengo idea cómo recargar una y espero nunca tener que saberlo a partir de ahora. Es un bonito pensamiento. Improbable, sí, pero hermoso de cualquier manera.
   No sé de dónde he sacado esto. Tal vez fue ella. Tal vez es porque vive en mí. Tal vez es lo que, al final del día, me asusta más. Pero hoy, lo tomo. Lo uso. Así que los cuerpos caen uno contra otro, y yo estoy perdiendo sangre aunque aun así no está en mis planes inmediatos rendirme.
  Luego las veo: Las puertas con su nombre en él. Abro las puertas estrepitosamente y respiro pesadamente como si fuera la primera vez en mucho tiempo con mi cabeza dentro del agua. Alzo ambas armas, aunque mi brazo herido no puede tomar mucho el peso y baja la altura, sólo un poco.
   John me mira como si nunca me hubiera visto antes. Sorprendido, furioso, incrédulo. A su lado, su hermana Lucy, la madre de Chris, me mira con el ceño fruncido y unas mejillas rojas como si hubiera estado en una discusión acalorada.
--¿Me han extrañado?No me contestan, y yo señalo a las sillas enfrente del escritorio de la oficina de JohnSiéntense.
--No hagas algo de lo que se arrepentirá toda su vida, señorita HastingsMe dice él fríamente, sentándose lentamente. Lucy le sigue. No quiero matarla, pero no sé en qué lado está y prefiero apuntar un arma a ella que ella a mí.
--Creo que ya he pasado esa línea antes y estoy simplemente bien. Maravillosa. Ahora, ¿Dónde están mis amigos? ¿Dónde están Chris y Nate, Lauren y Angelo?
  Lucy me mira, asombrada al escuchar el nombre de Nate.
--Si, ya lo sé. Y por mucho que te odio por alejarlo de mí y te amo por haberlo salvado, no quitaré esta arma de tu cabeza. Quiero saber dónde están.
--Ellos recibirán el castigo justoInterrumpe JohnLauren y Angelo serán eliminados, justo igual que tú. Pero no tienes que preocuparte; dejaré que tu hermano se vaya a casa, ese pobre chico, teniendo que lidiar con basura como tú. No sé en qué estaba pensando cuando pensé que podías hacer esto. No tienes que preocuparte por Chris, de cualquier manera. Él recibirá su merecido en una bonita y privada prisión en algún lugar remoto en la tierra donde nunca podrás encontrarlo. Debiste decir adiós antes.
  Disparo su pierna. Llámame inmadura, pero para lo que me importa al final. Él chilla de dolor y me grita obscenidades.
--¡Tú no vas a hacerle nada a mi bebé!Le grita Lucy--¡No lo permitiré!
--No te preocupes, querida: Tú irás con élSisea.
Lucy se levanta y yo ajusto mi arma a ella, pero no parece darse cuenta. Le da un bofetadón a su hermano que hace que mis costados tiemblen. Auch, chico.
--Tú no mereces este puestoLe murmuraNunca has merecido nada de esto. Debí haberte enfrentado hace mucho tiempo, y siento que haya sido hasta ahora cuando puedo verlo. Ahora dime, ¿Dónde tienes a mi hijo?
  Espera un segundo. ¿Entonces ella tampoco sabe?
--No.
Ello lo golpea de nuevo, y yo no tengo más que bajar la pistola que la apunta. Mi brazo herido me da las gracias.
--¡Dime!
--No.
  Lucy me mira.
--Fallon, dulzura, ¿te importa?
--En absolutoLe paso mi pistola extra y ella apunta a la cien de John.
--¿Qué tal ahora?
--No lo harías. Soy el único que sabe dónde están. Nunca los encontrarás sin mí. Yo no te diré.
--No a la primera, noConcuerdaPero me has enseñado muchas cosas durante los años, Johnny. Como el fino arte de la tortura. Y es hora de ponerlo en práctica, ¿No crees?
  Cuando veo el destello de temor en los ojos del padre de Holly, sé que ahora sí esta es una línea que no he cruzado, y que si lo hiciera estuviera completa y definitivamente arruinada por el resto de toda mi vida.
  Así que aparto los ojos.
--No morirásSusurra LucyEs muy fácil. No, vas a vivir. Vas a vivir sintiendo dolor, todos los días, pensando que pudieras estar tan cerca de Holly… tan cerca… Pero no lo estarás. Nunca estarás con ella, John.
   Y creo que, cuando vuelvo la mirada, esto para él es peor que el dolor de la tortura física. Es el emocional. Es haber perdido a su hija una y otra vez todos los días, sabiendo que está muy cerca de que se termine, pero aun así… Nunca ahí. Debe matarlo. Debe hacer que su respiración se corte.
--Pero si me dices…
--En veinte minutosDice, rompiéndoseEn veinte minutos un avión los llevará a todos a una prisión en Austria, en el medio de la nada, bajo tierra. Nunca nadie los va a encontrar. Excepto Nate. Nate está en una de las celdas, en el cuarto piso.
  Lucy y yo intercambiamos miradas.
--Ve por tu hermanoDiceYo iré por los demás.
--Confío en ti, pero no tanto.
Resopla, la adrenalina corriendo por su cuerpo.
--Bien. Pasamos por tu hermano realmente rápido, luego vamos al aviónToma a su hermano de la corbata y lo arrastra fuera de la silla. No puede sostenerse debido a la bala en su piernaTú. Tú vas a llamar a todos tus pequeños soldados y les vas a decir que retrocedan, ¿De acuerdo? Vas a venir con nosotras. Y tú, Fallon. Tenemos que empezar a movernos si queremos salvar a tus seres queridos antes de que ese avión despegue o antes de que tú te desangres a morir. ¡Ahora!



-Sthep Stronger.

jueves, 8 de enero de 2015

Broken Dolls. Capítulo 19.

indie | via Tumblr
Broken Dolls. Capítulo 19.

--Vuelve a casaLe susurro a Nate días después. Estamos acostados hombro a hombro en el suelo, mirando el techo por alguna razón. Chris se ha recuperado en estos días, ya puede comer y caminar, pero se cansa todo el tiempo. Duerme como un oso.
Nate no me mira.
--No.
--Me mata que estés aquí, mientras ellos están allá.
--La única manera en la que me iré es si tú vienes conmigo. Cosa que sé que no va a pasar porque A) A Chris le metieron una bala en el estómago y B) siguen buscándote. Así que simplemente me quedaré aquí y esperaré.
  Suspiro.
--Puede que esto no termine nunca.
--Entonces supongo que me quedaré aquí tirado.
Me vuelvo a verlo y él hace lo mismo. Le doy un puñetazo en el hombro de la nada y él se ríe.
--¡Ey!
--¡Eres un necio, enserio!
--¡El burro hablando de orejas!
Nos pellizcamos y damos un par de puñetazos más hasta que el timbre suena. Nos paralizamos, como siempre, pero todo el tiempo es Nina u Olivia junto con su novio cuyo nombre he olvidado, porque el chico es incapaz de separarse de ella cinco minutos. Es total y asquerosamente adorable.
--Es Nina. Llamó y dijo que vendría para checar como está todo. ¿Le abrirías? Acabo de salir de la duchaGrita Lauren.
  Me levanto, pero Nate se mantiene cerca detrás de mí, porque todavía no confía en nadie.
--Nate, es sólo NinaComento, mientras quito el seguro de la puerta para abrirla.
--Ya. Sólo me quedaré aquí.
  Pero cuando abro la puerta no es Nina. Al principio creo que sí, porque tiene el pelo marrón similar, más o menos a la misma altura, pero su estatura y peso no es correcto. Es más delgada. Mucho más delgada. Y bajita también. Y cuando se vuelve para verme a la cara, tiene unos lentes de sol enormes que cubre gran parte de su rostro. Pero yo sé.
  Y ella sabe  que yo sé.
--¡Holly!Lloro.
Ella se tira a mis brazos, pero después de unos momentos, nos despegamos. Ella me toma de los hombros, totalmente no viendo a Nate detrás de mí. Sus lentes se retiran y sus ojos se centran en mí, como si yo fuera lo último que viera en el mundo.
--Fallon. EscuchaIntento hablar, pero ella no me deja--¡No, escucha! ¡No tengo tiempo! ¡Tío Angelo me prohibió venir por mi cuenta pero lo hice de cualquier manera! Cuando supe que estabas aquí… Ellos estás viniendo. ¡Tienes que venir conmigo!
--¿Quiénes? ¿La CIA? ¿El FBI?
--¡No! ¡Chris y Nate! ¡Se puso de su lado, Fallon! ¡Los vi, intentando encontrarte!
Jala de mi brazo, pero la traigo de regreso y la fuerza a entrar.
--¡No! ¿Qué haces? ¡No tenemos tiempo!
--¡Escucha! ¡Está bien! Ellos están aquí, Holly. No intentaban encontrarme para capturarme, sino lo contrario. Chris y yo intentábamos encontrarte a ti antes, después de marcharnos de Italia.
  La confusión nubla su vista. Casi no me permite ver ese brillo de locura que siempre permanece en nuestros ojos. Ese brillo que indica que algo sobre nosotras no va bien.
--¿Qué…?FarfullaNo… ¿Qué?
--¡Tienes que hablar con tu primo, Holly!
--¡No! ¡Él es malo! ¡Fallon! ¿Has olvidado todo lo que te ha hecho?
  Niego. Y luego Nate está ahí antes de que yo pueda intentar si quiera explicarme. Holly lo ve y me mira de vuelta a mí. Su vista rebota entre nosotros dos, y cuando después de unos segundos regresa a mí con temor y algo que reconozco como traición en sus ojos, se suelta de mí y corre por la puerta.
   Y yo no tengo más que hacer que ir detrás de ella. Nate toma de mi brazo e intenta mantenerme en mi lugar, porque estar allá afuera, a la vista, me puede costar todo. Ellos de seguro me encuentran. Satélites que toman fotos como Maps, pero actuales. Es una completa mierda. Y sin embargo, no puedo dejarla ir. Porque esta es Holly: Mi amiga Holly, hermana por un pequeño y glorioso periodo de tiempo. Sé que no estuvimos cerca mucho tiempo y que a penas fuimos amigas, pero éramos algo. Lo sé. Estábamos ahí para la otra, sin juzgar, entendiendo siempre. Tiene que significar algo.
  Holly. Lia. La chica que le da propósito a la vida del chico que… ¿Quiero? No tengo tiempo para pensar en esto. Realmente ahora no.
  Corro detrás de ella, con Nate gritando mi nombre detrás de mí. Escucho más pasos por la casa, y me imagino que son de Lauren y de Chris. Chris. No puedo dejarla ir. No puedo malditamente dejarla ir.
--¡Holly! ¡Espera, por favor! ¡Por favor!
  He sentido muchas clases de desesperación en mi vida, cientos de veces.  Pero creo que esta vez me mata más: Tener algo tan cerca de mi alcance y aun así no ser capaz de alcanzarlo. Porque no soy lo suficientemente veloz, o tal vez mis palabras no son lo suficientemente buenas. No son suficientes. No soy suficiente. Hay una pequeña línea que divide el casi y el hecho, y esa línea me está haciendo añicos.
  Escucho a Nate corriendo detrás de mí, y sé que es él porque no hay manera de que Chris pueda correr así y los pasos de Lauren serían ligeros, no como los pesados de Nate. Escucho a Chris gritar que vuelva a la casa, que es peligroso, pero lo dice porque es lo correcto por decir. Porque es responsable. Pero su voz se rompe, y sé que es porque ve a Holly alejándose.
   Mi propio corazón se rompe al ver a Holly corriendo lejos de mí. Temiendo de mí.
--¡Holly!Intento una vez más con voz entrecortada.
 Mientras ella corre, la peluca castaña cae lentamente, hasta que su pelo rojo natural resplandece con el sol. No hay ninguna pista de su tinte, así que supongo que se habrá pintado el cabello de en un tono parecido al suyo.
  La escena me recuerda a mi delirio hace cerca de una semana, en donde Macey corría por el jardín de nuestra casa, su pelo rojo brillante ondeando con el aire. El sólo que ahora es Holly. Es como si estuviera pasando. Y es lo que hace que me detenga poco a poco, mirándola marchar.
  Miro abajo, y recojo la peluca de pelo lacio y castaño. Como el de Kiki, más bien. No, no. No. ¡Fallon, regresa! ¡No es real!
No es real.
El pensamiento hace que mis músculos trabajen de nuevo, pero Nate me atrapa en ese momento, empujándome hacia atrás, hacia sus brazos. Es como si empezara en cámara lenta: Holly corre de mí, y cuando parpadeo, el sonido de varios disparos constantes hace que mi corazón se detenga y luego salte como loco en mi pecho. Nate nos lleva al suelo, pero yo aún puedo ver cómo Holly se detiene de repente y mira a sus pies.
  Después cae.
Grito. Grito como loca, luchando contra los brazos de mi hermano que sólo intenta protegerme. Grito al ver la sangre manchando su vestido veraniego blanco, manchando la tierra, creando un charco alrededor de ella.
  No sé cuándo comencé a llorar, pero de pronto las lágrimas están cayendo por mi barbilla al suelo, y nunca he sido tan miserable.
  No sé supone que iba a ser así. Si hay algo que sé en este mundo, es que las cosas no tenían que suceder así, no aquí, no ahora.
 Nate intenta levantarnos, pero los hombres armados se acercan a nosotros, apuntándonos con sus estúpidas armas que han quitado muchas vidas en este mundo, lo sé.
  Realmente pienso que esto es verdaderamente el final, esta vez. Pero no lo es. Sé que no lo es cuando Angelo se baja de un helicóptero… ¿Cómo no pude oír un helicóptero? No importa, no importa… No, espera. ¿Angelo en un helicóptero?
Parpadeo.
Personas tomando mis brazos.
Parpadeo.
Mucho sonido, personas hablando, gritando. ¡Déjenme en paz!
Parpadeo.
Angelo, mirando hacia abajo, hacia mí, y tomándome en sus brazos.
Parpadeo.
Guerra. Personas luchando.
Parpadeo… Cada vez que lo hago, hay diferentes cosas pasando, y no puedo seguirle el hilo. Lo próximo que sé es que Nate me carga en sus brazos hacia el helicóptero.
  Chris.
Me sacudo en sus brazos, pero no me deja ir, y cuando miro detrás, Lauren vestida en pijamas y cabello húmedo ayuda a un Chris no mejor que yo.
  Cuando parpadeo de nuevo, el sonido de las hélices me aturde. Juega con mi cabeza. Por la ventanilla veo la tierra haciéndose cada vez más pequeña, el sol bajando, la oscuridad tragarse la cuidad. Una mano sobre la mía. No importa, no importa.
 Ya no estoy segura si algo realmente importa ahora. 




-Sthep Stronger.

jueves, 1 de enero de 2015

Broken Dolls. Capítulo 18.

(1) Tumblr
Broken Dolls. Capítulo 18.

Tiene pecas en las mejillas, debajo de los ojos. Lo puedo ver ahora que miro directamente a su cara, con mi cabeza a centímetros de la suya. Su respiración empieza a cambiar y se sacude.
--¿Chris?
Abre los ojos y se asusta: Da un respingo y su respiración cambia totalmente.
--Mierda, mierda, mierda. ¿Me quieres matar?Tiene voz pastosa por estar tanto tiempo dormido.
 Sus ojos se clavan en los míos.
--Claro que no. ¿Con quién  pelearía, si estuvieras muerto?Hago una pausaO a lo mejor los dos morimos. A lo mejor estás en el infierno y estás atascado conmigo por siempre. ¿Quién sabe?
--CállateMe dice, pero aun así estira la mano para tocar mi mejilla, comprobando que soy real. Suelta un chillido--¡Santa mierda! ¿Por qué duele tanto?
--Tienes una infección, Chris. No estás muy bien que digamos.
Maldice más.
--¿Me estás diciendo que estoy muriendo?
--Podrías.
Me mira unos momentos con el ceño fruncido.
--Uno diría que al menos estarías asustada por mí.
Me río suavemente, poniendo una mano en su mejilla.
--Vas recuperándote, Chris. Es bueno. Va bien. Y, además, confío que tendré a alguien que me insulte en el futuro.
--¿Y si muero?
Lo miro feo  y golpeo ligeramente su mejilla, nada que lo herirá.
--Cállate. Escúchame bien, si te atreves a morirte te voy a matar, ¿entiendes?
Abre la boca para corregir mi oración, pero lo callo con una mirada.
--Chris. ¿Por qué estás muriendo en una cama por un disparo? ¿Por qué mi hermano está aquí? ¿Cómo lo encontraste?
--¿Él no les ha explicado?
Niego, aun acariciando su mejilla.
--Después de que Lauren le curara las heridas cayó dormido y no ha despertado. Ronca como un motor.
--¿Cuánto tiempo ha pasado desde eso?
--Un día.
Suspira, poniendo una mano sobre la mía, que está en su mejilla. Hay algo muy íntimo acerca de este momento, y lo puedo ver en sus ojos. Sé que él también lo puede ver en los míos, pero no nos separamos.
--Vi a mi tío John. Estaba buscándonos. Buscándote, mejor dicho, desde que corriste para encontrar Lauren. Por un par de horas estuve alrededor, salí de la cuidad incluso, para perderle el rastro. Creo que pensó que nos habíamos reunido, así que me siguieron. Intentaba darte tiempo para que llegaras a salvo. Fue cuando me encontré a Nate. Junto con Holly.
  Eso me hace abrir mucho los ojos, y mi boca casi golpea el suelo.
--¿Viste a Holly?
--Nate… O Ethan. Bueno, ya sabesDice, y yo asiento. Aún es confuso algunas vecesHolly lo encontró, junto con Angelo. Y ellos tres te siguieron el rastro hasta acá. No me preguntes como; No sé. Cuando ellos me vieron… Bueno, no fue tan lindo. Ethan me golpeó, Holly me golpeó. Todo el mundo me golpeó. Aún pensaban que era el malo, y hey, no los culpoResoplaPero malditamente dolió. Intenté hablar con Holly, pero ella no quería escucharme. Luego Angelo se la llevó.
  Chris mira al techo y suspira. Mi otra mano viaja hasta encontrar la suya. Sólo basta poner la yema de mis dedos en su palma, y él inmediatamente hace lo que quiero: Entrelaza nuestros dedos y aprieta fuerte.
--No estoy seguro si alguna vez podré recuperarlaMurmura.
--Detente. Encontraremos la manera. ¿De acuerdo? Cuando salí de ese carro pensé que nunca iba a volver a verte, ni a Ethan, pero aquí estás. Aquí estamos. Volverás a ver a Holly y yo… Volveré a ver a Macey. Algún día. Lo sé.
Toma nuestra mano entrelazada y la lleva a sus labios para besarme los nudillos. No dice nada, simplemente me mira, no esperando nada, sino sólo contemplándome.
--¿Qué? ¿Tengo algo en la nariz?
--A veces me pregunto cómo no pude haber sabido.
--Saber… ¿Qué?
--La primera vez que te vi. Que íbamos a pasar por todo esto juntos. Uno diría que el mundo debió de haberse detenido el momento en que te miré.
--¿Cómo un flechazo a primera vista?
Asiente, adormilándose.
--Exacto. Como amor a primera vista. Pero no sabía. Ahora lo sé.
Y se duerme.
No estoy muy segura qué significa lo que acaba de decir para nosotros ahora, pero sí sé una cosa: Santa mierda.
  Lo tapo hasta la barbilla y salgo a la cocina, donde Lauren está sentada en la mesa junto con un adormilado Ethan.
--Hey, Bello DurmienteLo saludo.
--HeyTiene la voz aún pastosa por el sueño, parpadeando muchas veces para disipar la vista nublosa--¿Cómo está?
--No muy coherente. Adormilado. Pero está bien.
--Le estaba contando a Nate sobre la CIA y por qué los persiguieron. Pero creo que tú vas a tener que llenar los espacios, desde que no sé mucho yo mismaLauren se levanta y diceVoy a tomarme una ducha.
Ambos asentimos. Me siento frente a Ethan, quien me mira fijamente.
--Hay muchas cosas de las que quería hablarte, pero cuando te encontré tu tuviste que irte.
--Lo sé. Lo sientoLe digo, sabiendo que tenemos pendiente una de las conversaciones más largas que alguna vez podría tener.
--¿Cómo fue? ¿Mientras crecías? ¿Fuiste… feliz?
Sus ojos me dicen que espera que sí, desesperadamente. Y yo odio tener que romper su fantasía.
--Lo fuiSuspiroO al menos por un tiempo. Mis padres… Bueno, tíos, me cuidaron bien, y las cosas estuvieron bien por años. Entonces golpeé la adolescencia, y algo malo empezó desde ahíHago una pausaEstuve encerrada en una clínica mental desde que tenía catorce hasta hace un mes, más o menos… Porque yo intenté matar a Macey. Quiero decir, no sabía que estaba haciendo. Solamente desperté en medio de la noche y ella estaba sangrando y gritando, y yo…
  Tengo que detenerme para tomar aire, y Nate encuentra el momento adecuado para estirar la mano y ponerla sobre la mía en un gesto de apoyo.
--Lo siento. Tú… uhm, sigues diciendo cosas sobre Macey, pero tienes que admitir que esto es demasiado confuso, Fallon. Lo único que sé es que eres mi hermana, pero después de ahí… ¿Quién es Macey?
--Pensé que era mi hermana por muchos años, pero es nuestra prima. Ella es hermosa. Tiene la edad de Kiki, y pelo rojo como el nuestro, y ojos azules como los míos. Todo este tiempo pensé que tenía los ojos de mi madre… mi tía, pero resulta que nuestra madre biológica tenía ojos azules también… Esto es tan confuso.
  Pausa.
--Ella es hermosaDeclaroY tiene miedo de mí. Pensé que incluso aunque consiguiera la operación, la que nuestros padres estaban desarrollando, podía verla de nuevo y de alguna manera ser una mejor hermana para ella, pero… Nate, no creo que siquiera pueda pensar en mí sin enloquecer.  Creo que soy el monstruo debajo de su cama.
  Puedo ver la pena en los ojos de Nate. Y no me mata, como en muchas ocasiones, sino que me hace sentir que está bien. Como si de alguna manera pudiera compartir la carga para que sea no tan pesada.
--Ojalá la hubieras conocido. Ella es tan maravillosa.
Sonríe.
--Estoy seguro que sí. ¿Qué pasó después, Fall?
Fall. La última vez que alguien me llamó así, fue Chris, hace tiempo. Sé que he dicho que no me asusta que Chris tenga una infección, pero esa es una mentira evil y despiadada, porque casi meo mis pantalones en más de  una ocasión. Tengo esperanza, pero, ¡vamos! Con la suerte que tengo, todos morirán al final.
  Sacudo el pensamiento de mi cabeza , concentrándome en el aquí y ahora.
--Ellos me pusieron en la sección de los peligrosos en la clínica, hasta que descubrieron que estaba mal conmigo. Ahora que sé que tengo esa cosa Delirium, aunque aún tengo que hacerme las pruebas, entiendo que no me pudieron clasificar. Ellos te dejan ahí hasta que puedan diagnosticarte, y se tardaron mucho conmigo. Cuando decidieron que era una psicópata, después de muchas pruebas confusas, me dejaron ahí. Y fue horrible. Estaba asustada y sola en una habitación con personas violentas y… Nate, me sentía loca. Y las alucinaciones… Dios, fueron las peores. Y en cada una de ellas estaba Macey.
    La mirada en mi nuevo hermano no sólo refleja dolor, sino rabia. Sí, yo también siento rabia. Hay que hacer un club.
--Después de un tiempo me dieron medicación… No como esta medicación, la cual perdí, por cierto, que me hace sentir entumecida y pesada. Esta medicación me hacía sentir inquieta y… en pánico. Luego mi familia dejó de escribir y llamar a los médicos para ver cómo estaba. Lo único que obtuve de ellos eran cheques para mantenerme dentro… Nate, no te estoy diciendo nada de esto para que sientas… Lo siento. Lo siento. Siento que las cosas resultaron así. Siento que hayas encontrado a la pequeña Fallon Grace Hastings para que al final no resultara tan pequeña y tan sana, yo…
--CállateMe ordenaDeja de decir todas estas cosas. No voy a arrepentirme de encontrarte, si es lo que piensas. Así que ahora deja de llorar y sigue contando.
  Nos miramos a los ojos unos segundos antes de que empiece a llorar y reír al mismo tiempo. Él sonríe aliviado, apretando su agarre en mi mano.
--Lo siento, Fallon. No respondo muy bien. Con el tiempo encontrarás que no soy muy bueno para consolar.  Sigue, por favor.
  Río.
--Humm… Yo… Con el tiempo me pasaron con los demás pacientes, los no tan peligrosos. Estuve ahí por mucho tiempo, hasta que una noche dos hombres me secuestraron. Me sacaron de ahí, y me llevaron con el director de la CIA.
--¿El papá de Holly?
--Sí. Él me dijo que si podía infiltrarme a la clínica de nuevo y buscar a su hija ahí, entonces podría autorizar la operación para mí. Como sabes, nuestros padres no terminaron el proyecto, y alguien más lo hizo. No es seguro. Era una oportunidad en cien, pero sabía que tenía que intentarlo.
--¿Por qué él no sabía dónde estaba su hija?
--Pensaron que la habían secuestrado y sospechaba que estaba en una de esas clínicas. Así que me mandó a comprobar que no estaba en la mía. Sí estaba. Ahí fue en donde la conocí. Sólo que no estaba secuestrada, sino que ella había huido.
--¿Lia?Dice, usando el antiguo nombre de Holly--¿Por qué?
--Leyó mi archivo. Hablaba sobre mis padres y lo que me hicieron. Pero no sabía que estabas vivo, lo juro. La verdad es que no soy la primera ni la última a la que ellos le hacen esto… Y ella decidió que no quería estar ahí. ¿Nuestro supuesto padre cuando éramos la familia Stohl? Su tío. Cuando me fui con ella, pensaba que eso iba a ser todo. Iba a ser Zara Stohl, con una hermana y un padre, viviendo en Italia. No se suponía que iba a encontrarte. No se suponía que Susie era la que te había tomado. Pensé que, aunque estaba loca, la familia Sullivan iba a ser mi nuevo normal.
  Suspira y cierra los ojos. Cuando los vuelve a abrir, me mira con intensidad.
--Puede serlo, Fallon.
--No. No puede. Tengo a toda la CIA y probablemente el FBI detrás de mí, tu hermana me odia y todavía estoy loca. Ethan, no puedo volver. Y no sé por qué tomaste este riesgo. Debiste quedarte en casa. Tú ibas a estar bien, pero mira ahora qué ha pasado: Casi terminas disparado.
  Cierra los ojos de nuevo con fuerza y sacude la cabeza, casi enojado.
--No, no. ¿Qué esperabas? ¿Qué continuara comiendo helado mientras mi hermana pequeña está dios-sabe-dónde, haciendo quién-sabe-qué?
--Pero Ethan. Apenas me conoces. Hubieras estado bien, porque no estabas muy atado a mí. Pude haber sido alguien que alguna vez conociste.
--¡No, no! ¡He estado pensando en ti desde siempre, Fallon! ¡Pensé que estabas muerta! Sé que no lo recuerdas, pero solías ser una pequeña polilla. No podías despegarte de mis brazos, y cuando no quería estar contigo solías colgarte de mi pierna y llorar, y… Solías mirarme como si yo hubiera inventado el chocolate. Y tu amabas el chocolate.
   Para ese entonces yo ya estoy llorando como una pequeña niña.
--No llores, Fall. Va a estar bien.
   Me imagino cómo hubiera sido mi vida con él: Creciendo con dos padres diferentes, con un hermano mayor que me adorara y que probablemente espantara a todos mis novios. Un hermano que me molestara y me acusara con mis padres sin vacilar cuando saliera por mi ventana a mitad de la noche a alguna fiesta.
 Paraíso.
--Mierda.
Él se levanta y me abraza, levantándome con él.
--Y Maddie no te odia, Fallon. Ella se integró a nuestra familia cuando tenía la edad de Kiki, y su situación familiar no era la mejor. Cuando supimos sobre ti sintió que no la iba a querer más o algo así y reaccionó mal. Pero ella no te odia.  Quería encontrarte tanto como yo, pero no la dejé venir.
  Levanto la vista de su hombro para mirarlo a los ojos y determinar si es verdad.
--¿Estaba celosa?
Sonríe un poco.
--Somos así en esta familia. No nos gusta nada que podría remotamente rompernos.
--Amo a tu familia.
--Yo también. Pero también eres mi familia. Maddie entendió eso. Bueno, todos entendieron eso. De otra manera, papá no me hubiera dejado venir. Mamá estaba llorando, pero no me lo impidió.
--Dime sobre ti. ¿Cuál es tu historia? ¿Fuiste tú feliz?
Él me deja ir, pero se mantiene cerca de mí, a lo mejor temiendo que me rompa de nuevo.
--Lo fui. Bueno, tuve que ir a psicólogos por depresión después de que mamá me confesara lo que pasó con mi verdadera familia, por qué me había adoptado. No podría comprender del todo por qué habían muerto, dónde estabas… Lloré mucho tiempo después de que me adoptó, pero tengo hermanos y hermanas increíbles que me hicieron salir adelante. Cuando tenía alrededor de doce años me contó sobre el accidente. Nunca me gustó mucho recordarlo. Y cuando supe que la vecina era mi hermana que no estaba muerta… Santa mierda, casi me matas, señorita.
   Continuamos hablando hasta que las horas pasan y el sueño gana. Hablamos de cómo ya no necesito esa operación, pero que Holly sí y eso me preocupa. De cómo quiero encontrarla para que Chris pueda hacer las cosas bien. De que quiero que todos dejen de perseguirme para intentar curarme. Luego hablamos de hermosas fantasías: Qué haríamos después de que curara. Me prometió que vería a Macey de nuevo y que Holly estaría a salvo. Me habló de cómo quería regresar a su familia conmigo para que Maddie pudiera curar su corazón pidiéndome perdón, porque al parecer la culpa la tiene atrapada. Hablo de que quiero un gato. Quiero cientos de gatos. Quiero un gato para Macey también.
  Nos sumergimos en lindas fantasías hasta que Nina llega a revisar a Chris, luciendo completamente cansada, diciendo que ha investigado más del tema para curarlo.
--¿Por qué tuvieron que dispararlo cuando a penas estoy en primer año de medicina?
Le pido perdón, pero me sonríe y se lo sacude.  Estoy con ella cuando revisa que todo en Chris vaya bien, me imagino una de esas dulce fantasías con él. Alguna clase de futuro. Algo.
  Lo que sea.



-Sthep Stronger.