jueves, 31 de enero de 2013

Mini reseñas: In Honor y My Life Next Door.

Reseña: In Honor.
Jessi Kirby.
Libro único. 
Honor recibe la última carta de su hermano desde Írak tres días después de enterarse que él murió, y la abre el día que sus compañeros marines ponen la bandera sobre su ataúd. Su contenido es un sorpresa total: Dos entradas para el último concierto de Kyra Kelly, cantante pop favorita y amor platónico de Finn. En su carta, bromeando le encarga a honor la tarea de decirle a Kyra Kelly que él estuvo enamorado de ella.
   Desconsolada y determinada a concederle a Finn su última petición, se apresura a irse inmediatamente. Pero sólo llega hasta la entrada antes de toparse con Rusty, el mejor amigo de Finn desde tercer grado y su polo apuesto. Ella no lo ha viso en años, gracias a una pelea entre los chicos, pero Rusty es muy parecido a como Honor lo recuerda: Arrogante, terco... e irremediablemente guapo.
   Ninguno de los dos es lo que el otro buscaría como compañero de viaje, pero los dos parten juntos en un viaje que tiene sentido sólo porque no lo tiene. En el camino se encuentran con formas pequeñas y sorprendentes de aliviar su pérdida compartida y honrar a Finn.     Pero cuando las verdades impactantes se revelan al final del camino... ¿Alguno de ellos será capaz de hacer frente a las
consecuencias?


 *Sinopsis encontrada en Atrapada en la Distancia. No sé si es la oficial*


   No me llegó.
No es que sea un libro malo, porque aclaro desde ya que no lo es. Pero no me llegó. No lo entendí. No entiendo qué quieren enseñarme.
Quiero decir que el libro es sobre Honor, una chica que se va en un viaje con un chico y que, oh! se enamora de él. Y el romance es el punto, pero... Este romance es pobre. No es su fuerte y no lo será. Son 222 páginas si bien recuerdo  y en el libro sólo hay un beso muy pobre y el final que, al menos, esperas que sea lindo y romántico, pero no lo es.
   Sea como sea, aún no me meto en la cabeza como Honor va y se enamora de Rusty. Quiero decir que él no ha hecho nada más que ser desagradable y mira que no ha hecho la gran cosa para arreglarlo. No he sentido como que fue un personaje que sea querible* no es una palabra con todas las de la ley 
  Que bien, veamos el lado positivo: Fue agradable. Aburrido en algunos puntos, pero fue entretenido. No tuve realmente problema al terminarlo.
   ¿Porqué me leí este libro? Me venía terminando Las Chicas Gallagher 4 y me daban ganas de algo romántico y bonito no pasando a lo pegajoso, y escuché a una blogger en un IMM decir que era un libro  muy bonito, que el romance estaba muy "trabajado".
   Ya no confío tanto en ella.
No, mentira, todavía lo hago,  pero tengo que poner más atención.


                                                   _____________________________________


Reseña: My Life Next Door,
Huntley Fitzpatrick.
Libro único (Hasta ahorita)
                                                 
Un hermoso debut acerca de la familia, la amistad, del primer amor y de como ser fiel a la persona que amas sin traicionar a otra.

"Una cosa que mi madre no supo y que hubiera desaprobado del todo, es que yo observaba a los Garrett, todo el tiempo".


La mamá de Samantha es muy... perfecta. De ese tipo de perfecta que son muy estrictas y estiradas y no puedes razonar con ellas nunca. Creo que me entiendes. Y a su madre nunca le han gustado la familia, que son prácticamente todo lo que los Garrett no son. Por eso Samantha se ha mantenido alejada, hasta que el vecino es mi novio (No quiero que sea una indirecta, pero... PENNY LANE! xD )  que está más bueno que el pan se quita la camisa (?)
  Ya me entienden, él está muy guapo. A eso me refiero.


Es una bonita historia acerca del amor, la amistad y la familia. Acerca de las malas decisiones que nos pueden hundir, y de las cuales nos puedes salvar. ¿Qué les puedo decir? Me ha gustado bastante. Me han gustado todos los personajes, porque son muy distintos entre sí y todos a excepción de unos cuantos, pero porque eran los "malos", me han gustado bastante. ¿Jase? Jase es mi novio. Lo agrego a la lista. :)

   Es un libro sencillo y contemporáneo, y lo recomiendo, porque es muy bueno y entretenido.

 Saludos. :)
Sthep .

Los Garrett son todo lo que los Reed no son. Ruidosos, numerosos, desordenados, cariñosos. Y cada día desde su balcón, la adolescente Samantha Reed, desea ser uno de ellos... hasta que una tarde de verano Jase  nota: Con S no con C  Garrett trepa a su balcón y cambia todo. Mientras los dos se enamoran locamente, la familia de Jase vuelve a Samantha uno más de ellos. Y luego, en un instante, el piso se retira de su mundo y repentinamente tiene que enfrentarse a una decisión imposible. ¿Qué familia perfecta la salvará? ¿O es hora de que ella se salve a sí misma?


martes, 29 de enero de 2013

The Bet. Capítulo 12.


#57                                                                                             #APOV
Doyle escupió las palomitas al oír lo que le había dicho.
-Oye hermano, ¿no crees que es demasiado pronto?
-Por supuesto que no, hace unos días cuando la besé, noté que estaba enamorada de mí... Creo que lo estoy haciendo bien.
Tomó la palomita que hacía un momento había escupido y se la llevó a la boca.
-Como sea...¿Qué tal si salimos hoy en la noche?
Tomé un puñado de los dulces sabor cajeta y me los llevé a la boca.
-¿A dónde? - dije con la boca llena.
En eso, llegó Vicky con una blusa negra con botones, una falda de tubo roja y una especie de delantal en el hombro... Se miraba agotada y nos miró con furia.
No nos habló ni nada, solo subió a su piso y cerró la puerta con rabia.
-Y a esta que le pasa? - pregunté.
Como yo siempre estaba en casa de Doyle, significaba que miraba a Vicky todos los días... La trataba igual que a mis amigos.
-Ni idea, está loca.... Ya bajará.
Ignoramos a Vicky y nos pusimos a jugar un videojuego que consistía en matar a zombies mientras tomabas sus extraños utensilios para matarte.
15 minutos después, Vicky bajó y se puso en frente de la televisión.
Yo puse los ojos en blanco y Doyle le tiró un cojín.
Cuando ella se cruzó de brazos noté que traía unos pantalones cortos demasiados desgastados y una blusa negra de mangas largas, que le llegaba al ombligo y decía con letras mayúsculas blancas "FUCK YOU".
-De que andes en tus malditos días, no es nuestra jodida culpa, Victoria.
Cuando Doyle le dijo éso yo acababa de tomar soda y estuve a punto de ahogarme.
Vicky se ruborizó levemente pero eso no la hizo cambiar de postura.
-¿SABES CUAL SI ES SU CULPA? ¡NO FUISTE POR MÍ AL TRABAJO!- Gritó con rabia.
Doyle y yo nos miramos.
-Ok, se nos olvidó...¿Pero cuál es el problema?
Vicky no se relajó y se enrabió mucho mas de lo que estaba.
-¿El problema? No tenía ni 2 jodidos pavos! ¿Y sabes qué pasó?
Doyle sacudió la cabeza dando la negativa.
-El taxista me manoseo, con en fin de que fuera gratis el viaje.
Me encogí de hombros.
-Quien fuera taxista,para aprovechar la situación. - dije burlándome.
Sonó mi teléfono y rápido contesté para evitar que Vicky se me echara encima.
-Hola?
-Oye, umm..
-¿Brenda?
-Ehh, si.
-¿Qué pasa?
-Hay, no lo sé... Estoy confundida y no hemos hablado desde lo que pasó en el estacionamiento hace días y... Me siento estúpida diciéndote ésto. Ni siquiera sé por que llamé.
Me levanté del sillón y fui a la cocina para hablar con mas tranquilidad.
Me apoyé en la la estufa y la escuché respirar lentamente.
Como no dije nada ella suspiró.
-No puedo decirte nada por teléfono, me siento incómodo.- me reí para aligerar la situación-. ¿Quieres ir esta noche a cenar?
-¿Sería una cita? - preguntó divertida.
Ya extrañaba a la Brenda bromista y no a la insegura.
-Bueno, si te incomoda ir en plan de salientes, entonces no es una cita, pero si no te incomoda, pues... Ya sabes, es una cita.
Ella se rió levemente
-¿Salientes? Wow, pensé que me dirías éso en persona, pero ya que lo confiesas por aquí pues... Está bien, lo tomaré como una cita...
-Entonces es la primera cita, o cuenta la vez en la que fuimos al cine?
-No, la del cine claramente no fue una cita...
Sonreí
-Pero, ¿ir a cenar? ¿No se te hace algo aburrido?- dijo
Me encogí de hombros, aún sabiendo que ella no me vería.
-¿Entonces que planeas?
-No lo sé, sorprendeme.
-Está bien, ya se me ocurrirá algo... Paso por ti a las 8:00?
-¿Puedes ir por mí a la pizzería?
-Oh, claro. Nos vemos.
Y colgó.

#57                                                                                        #BPOV
Maïa había insistido en que llevara algún vestido para la ocasión, pero no me sentiría cómoda, sabía que no era mi estilo, así que saqué por primera vez mi maleta debajo de la cama de Maïa y revisé las pocas prendas que traía y las esparcí por la cama.
Me decidí por una musculosa verde musgo, una blazer de un tono mas abajo que la musculosa y complementé todo con un collar en forma de cupcake color dorado.
Me puse un pantalón negro y unos cómodos converse amarillos que me llegaban a los tobillos.
Me recogí el cabello en una cola de caballo alta y me puse un moño verde musgo.
-¿Quieres que te deje en la pizzería? - dijo Maïa cuando le hacía zapping a la tv.
-Por favor.
Tomé mi mochila y me la colgué en el hombro.

El reloj marcaban las 7:50 y yo ya estaba desesperada. El cliente me miró mal para luego seguir revisando el menú.
-¿Ya sabe lo que va a pedir? - dije por cuarta vez.
-Dame una pizza de M&M's y una gaseosa de fresa.
Anoté en el pequeño cuadernito y asentí.
-¿Algo más? - pregunté con amabilidad regalandole una de mis mas falsas sonrisas.
La puerta de la pizzeria sonaba cada vez que alguien entraba, así que cuando sonó la puerta, no dudé en voltear, y sentí que mi corazón se salía de mi pecho.
Andrew traía una chaqueta de cuero color negra, debajo de ésta traía una camiseta roja. Sus pantalones eran de mezclilla y le quedaban perfectamente.
Él me miró y yo sonreí tontamente
-Es todo, señorita.
Regresé la mirada al cliente y le dije que pronto le traerían su pedido.
Fui a la cocina , dejé el pedido, me quité el delantal negro y recogí mi mochila.
-Hasta mañana- dijo el cocinero.
Corrí hacia Andrew y le sonreí.
-¿Lista?
-Yeap.
Me abrió la puerta, y salí.
-Te ves hermosa.
Puse los ojos en blanco.
-No quieras quedar bien, Andrew.
Se puso enfrente de mí y me miró.
-No seas tan cerrada. Eres hermosa y se acabó ésta conversación.-Dijo para después regalarme una de ésas sonrisas torcidas que tanto amaba.
Me ruboricé y bajé la mirada disimuladamente.
Me tomó la mano y me llevó a su carro y me abrió la puerta del copiloto.
Cuando los 2 ya estuvimos dentro del carro, lo prendió y se puso en marcha.
Después de 10 minutos, me desesperé y lo miré.
-¿Me vas a secuestrar? - pregunté divertida.
El se rió y bajó un poco el volumen de su iPod.
 -Puede ser...
-No, enserio.. A donde vamos?
-Es sorpresa, te lo he dicho como 5 veces.... Ten un poco de paciencia.
Puse los ojos en blanco y asentí.
Andrew subió el volumen y se puso a cantar Use somebody de Kings of Leon.
Me reí, y también empecé a cantarla.
Cuando se acabó la canción acabamos riéndonos y no me percaté que Andrew había apagado el carro y hasta lo había estacionado.
Habia muchos colores y había un fuerte olor a palomitas de maíz.
¡OH POR DIOS! ¡ME HABÍA TRAÍDO A UNA FERIA!
Bajamos del carro y caminamos hacia la feria, donde había muchos pequeños corriendo con globos en forma de espadas. Me dió ternura.
Pasamos por un puesto que decía "Tira y gana".
Miré los premios, y me fascinó un panda gigante que estaba allí.
-Lo voy a ganar para tí.- dijo Andrew con cierto tono coqueto en la voz y pidió 3 tiros.
Tiró 1 y nada.
Tiró el segundo y falló por una milésima.
-¡Rayos!
Tomó el tercer y último tiro, se concentró y tiró.
Falló.
-¡PERO QUE DEMONIOS!
Yo me reí
Andrew pidió 3 tiros más, pero los tres los volvió a fallar.
-Hey, Andrew. Date por vencido...
-Pero yo quiero ganarlo.
Sonó como un pequeño en medio de una rabieta
Pagó 3 tiros más.
Yo puse los ojos en blanco y fui a por un helado.
Compré uno de fresa y limón, me resultó al principio algo asqueroso, pero extrañamente sabía rico.
Cuando llegué de nuevo junto a Andrew, miré que había fallado.
-¿Podemos ir a otro lugar, Andrew? - dije
 Andrew suspiró y asintió mirando feo al encargado del puesto.
Miré la montaña rusa, que se miraba asquerosamente terrible, y conduje a Andrew hacia allá.
-Oh por Dios, Brenda.
-¿Qué? Será divertido.
Entramos al carrito y nos amarraron para que estuviéramos seguros.
La montaña rusa, daba vueltas y nos dejaba de cabeza, miré a Andrew y el sonrió con nerviosismo.
Empezó a subir el carrito, y sentí el aire en mi cabello,
Andrew me abrazó con dulzura, y sentí la adrenalina corriendo por mis venas.
Llegamos a la cima y miré que todo lo que había abajo parecían homriguitas.
-No me gusta nada de esto. - confesó Andrew.
-Wow, pensé que eras un hombre que se respetaba... Ya sabes, mariscal de...- el carrito bajó violentamente y sentí que el corazón se me salía por la boca.
Andrew me apretó, yo levanté las manos y grité a todo pulmón.
Andrew se rió escandalosamente y empezó a gritar ¡WOOOOAH!
Cuando por fin paró el carrito, sentí que el alma me volvió al cuerpo.
Bajamos, y Andrew me propuso ir a comer algo.
Fuimos a un pequeño bar llamado "Snorkle House: la casa de los filetes asados"
-Brenda, pide la especialidad de la casa para mí. En un segundo regreso.
Me encogí de hombros.
-Está bien.
Me senté en una mesa rupestre y miré el menú.
Miré la especialidad de la casa que era:
Filete Snorkle : termino medio con pasas, chile y salsa de arándanos encima. 
Le hice cara fea, pero decidí pedirlo también.
No supe que bebida pedir para Andrew, así que pedí para los 2 un té de frambuesa.
Esperé una media hora, y me desesperé.
Llegaron nuestros platos y me crucé de brazos mirando la puerta.
De repente un panda gigante se posó delante de mis ojos.
Volteé hacia atrás y Andrew me sonrió tiernamente.
Me levanté de la silla, brinqué hacia él y lo besé, mientras lo abrazaba con mis manos en su cuello.
Me dieron ganas de llorar de tanta ternura que me causaba pensar en que gastó no se cuanto en tiros para ganarme el panda.
-No sabes lo mucho que te quiero, Brenda.
La sinceridad de sus palabras hicieron que mi corazón se parara por un segundo de felicidad.
El resto de la noche no las pasamos abrazados en la rueda de la fortuna, viendo las estrellas.
Abracé a mi panda y acurruqué mi cabeza en el pecho de Andrew.
Esta noche había sido fantástica. La mejor de mi vida.

                                                                                                                 ~LizzieG

Reckless. Capítulo 6.

  
Reckless. Capítulo 6. "Límites".


 Cuando abro la puerta de mi casa, encuentro que Charlie está sentado en la sala. Está esperándome. Tiene sus manos en su cabello negro y luce un tanto preocupado.
 Dejo caer mi mochila al suelo y ladeo la cabeza mientras me acerco.
--¿Qué haces aquí? ¿No se supone que tendrías que estar en el trabajo, o algo?
--Pedí permiso. Necesito hablar contigo.
   La última vez que me dijo que necesitaba hablar conmigo y había pedido permiso, fue cuando el director lo llamó para hablarle de mi conducta.
--Escucha, Charlie; Te prometo que no he hecho nada malo, ¿De acuerdo? Lo que sea que el director te haya dicho, es solamente un malentendido.
   Aunque tal vez eso sea mentira.
Pero él agita la cabeza.
--No  es acerca de tu conducta. Aunque serviría que dejaras de hacer estupideces a cada diestra y siniestra.
 Asiento, porque es verdad, pero otra cosa muy diferente es que le haga caso.
--Muy bien. ¿Entonces de que quieres hablar?
--Recibí una llamada hoy. Una llamada muy importante.
Bufo y me dejo caer en el sofá enfrente de él.
--¿Sí? Bueno, yo también recibí una llamada importante hoy. Era la de la manicura cancelando mi cita de las cinco, pero no por eso te llamé, ¿Verdad?
  Rueda los ojos.
--Esto es serio, Ridley.
Frunzo el ceño.
--Bueno, sólo quería aligerar el asunto. ¿Qué pasa, pues?
--Es mamá.
Me remuevo en el asiento.
--¿Qué tiene?Contesto bruscamente.
--Vuelve a casa. Estará aquí en dos días.


                                                                               


--Sabes que te adoro, Ridley, pero… ¿No crees que te estás pasando de la línea? Sé que no te llevas bien con tu madre, pero…
  Le hago  una mueca a Kimera.
--¿Me vas a llevar o no?
Ella toca su pelo violeta rizado, insegura, y dobla las piernas.
--Está bien, pero, ¿Estás consciente de que es permanente, no?
Me recargo en el pequeño sillón rosado del cuarto de Kimera.
--Sé en qué consiste un tatuaje, Kim.
Ella suspira.
--No me hagas esas caras, que tú tienes como once.
Me lanza una almohada con estampado de leopardo. La atrapo.
--Pero yo no me los hice para vengarme de nadie.
Me cruzo de brazos, pegando la almohada a mi estómago.
--No lo estoy haciendo para vengarme de…--Pero yo no le puedo mentir a Kimera. Ella me conoce muy bienSólo llévame ahí.
  Agita la cabeza, porque sabe que a veces no tengo remedio. Pero acepta. Ella va hacia su escritorio y saca una tarjeta de presentación.
--Llámale. Su nombre es Kate. Dile que vas de mi parte y pide una cita, seguro te la da luego.
Tomo la tarjeta y le sonrío.
--Gracias, Kimmie.
Resopla.
--Pero aún pienso que lo que haces es una tontería, Scott. Sólo espero que no te arrepientas en un futuro.
--Créeme; No lo haré. Ahora levántate, vamos a salir.
Frunce el ceño.
--¿ A dónde?


                                                                              


--¡De ninguna jodida manera! ¿Estás loca? Te paso lo del tatuaje, pero esto ya es pasarse del límite.
--¡Pero si es lo mismo que tú haces casi a diario!
Ella tiene que correr para alcanzarme mientras camino por la calle.
--Pero yo soy yo. Y tú eres tú. Y estoDice tomando la bolsa de plástico de mi mano--  , no eres tú. ¿Estoy perdiéndote?
Le doy un codazo.
--¡Deja de ser tan exagerada!
Ella frunce el ceño, como toda la vida, y se acomoda la camiseta blanca con el dibujo de Campanita Gótica.
--Es enserio. Te estás enfrentando a tu madre de una manera propia de una niña de doce años.
--Ellas nunca se harían un tatuaje.
--¡Pero si comprarían mil cajetillas de cigarros!Dice, levantando la bolsa y agitándolaAdemás tu odias el cigarro.
Se la arrebato y la guardo en mi bolso negro.
--Déjalo, Kimera.
Suspira.
--¿Y a dónde vamos ahora?
--A hacerme otras tres perforaciones en la oreja.
Ella me mira fijamente, pero no dice nada. Sólo me sigue por la calle hasta que llegamos a una joyería.
   Los aretes no duelen nada cuando te los ponen, duele después. Lo digo por experiencia, ya que tengo tres. Pero necesito otros tres en la otra oreja.
   Kimera se sienta y me mira con desaprobación cuando yo me siento en el sillón y me hago la cola de caballo para que la mujer me pueda hacer la perforación. Cuando termina, me levanto y me miro en el espejo. Supongo que la mujer no ha notado que para Kimera esta no es una buena idea, porque sonríe y se gira hacia ella, preguntando:
--¿Tú también vas a querer uno, querida?
Kimera niega y se quita el cabello de las orejas para que la mujer pueda ver los distintos aretes en sus orejas. No sé porqué se enoja tanto, que ella ha llegado a un extremo más alto que el mío. Ella tiene trece perforaciones.
  La miro de reojo mientras giro mi cabeza a un lado y a otro para contemplar los aretes nuevos.
--Me quedan dos díasMurmuro.
--Sigo pensando que es estúpido.
La miro en el espejo.
--Pensé que de aquí tú eras la más extrema.
--Extrema, no loca. Hay una línea entre esas dos. Y tú ya la cruzaste.
Ruedo los ojos.
--¿Me acompañarás cuando me haga el tatuaje?
Suspira.
--Claro que sí. Cuando te duela como el infierno me suplicarás que sostenga tu mano.
Sonrío y me acerco a la mujer para pagarle.
--¿Sabes qué estaría bien?Le sonrío a KimeraSi me pinto las puntas del pelo de color. El azul es lindo.
   Ella abre la boca para gritarme.


                                                                              


--Me queda un díaMurmuro al día siguiente, mirándome en el espejo. Me miro desde los aretes extras en mis orejas hasta el mechón grueso azul en mi pelo. Kimera me aparta el pelo a un lado para ponerme crema en la espalda, donde está mi tatuaje.
   Dolió como el infierno.
--¿Te piensas fumar toda las cajetillas que compraste?Me pregunta.
--Pensaba más bien en regalártelas y que me des las colillas para esparcirlas por la casa cuando ella vuelva.
Frunce el ceño, ya que es su especialidad.
--Ni crea que me voy a fumar todas ésas.
--Puedo ayudarte.
Me mira con ojos asesinos.
--Es más de lo que puedes soportar y tú lo sabes.
Me encojo de hombros y ella cambia el tema.
--¿Qué le dirás a tu hermano cuando te vea?
--No verá las aves en mi espalda.
Me giro para contemplarlo en el espejo. Es muy bonito.
--¿Y los aretes? ¿El mechón?
--No se fija en los aretes. Es muy despistado y tengo mi cabello para cubrirlo. En cuanto al mechón, me dirá que estoy loca.
--Es que lo estás.
Giro los ojos.
--Tienes que entenderme.
Su mirada se suaviza.
--Es que esto no eres tú. Siento que estoy con una extraña.
Le sonrío.
--Dejaré de fumar cuando ella se vaya. Y me quitaré el mechón.
Me mira, no avergonzada. Ella siempre es directa y honesta.
--¿Y si ella no se marcha nunca?
Me miro al espejo y abro la boca.
  Nunca me lo pregunté; ¿Y si ella no se marcha nunca? ¿Y si se queda para siempre?
Siempre di por hecho que se iría en algún momento.
--Entonces fingiré. Como en la escuela. Como siempre.
--Serás una desconocida en tu propia casa.
Suspiro.
--Es todo lo que tengo.
Ella me mira a través del espejo como si no pudiera estar más equivocada, pero no me dice nada.
--Pero en cuanto empieces a ser falsa conmigo,Me amenaza, entre dientestendrás que conseguirte otra amiga.
   Le sonrío.
--Lo prometoDigo, siendo honesta.
  Y Kimera no tiene más que confiar en mí. Porque eso hacen las mejores amigas.


--Sthep Stronger.

lunes, 28 de enero de 2013

#14 Off Topic: Misión Ángel (Por favor)



¿Cómo es que no me gusten los libros de Ángeles? ¿Cómo? Es que no...  ¬¬' No encuentro ninguno que no raye a lo aburrido y ridículo :/

                                           ¿Recuerdas que dije que iba a intentar con inmortal City?
                                                           

Sí, bueno, no es como si me la hubiera puesto fácil. O sea, que, olvídate las actrices, cantantes y directores. ¡No señor!  Ahora los que importan son los Ángeles, que tienen sus líneas de ropa y películas. Porque hace cien años se revelaron, y ahora cobran por salvar. Por supuesto que sí. Ah, ¿Ya les había comentado las cosas supergeniales que tiene? Como Angel's Weekley (Que en la vida real, tiene otro nombre), o como A! (Aquí vendría siendo el E!, o sea, el E News), Angel's City (Hollywood) , Acces Angel (Acces Hollywood), Angel Cam (Webcam) y, señores y señoras... SafeTuve. Sí, estamos hablando de Youtube. ¬¬'  No entiendo del todo cómo llegué al menos a las cien páginas. No, no me lo terminé.

                                                                       
                                                image


Así que les quería pedir por favor, por favor, por favor, por favor, que me recomienden un libro sobre ángeles. Uno que les haya gustado.

 Gracias.
-Sthep S.

jueves, 24 de enero de 2013

Reseña: Deseos, Kristen Miller.

Reseña: Deseos, Kristen Miller.
Libro dos.
Hace un año y medio que Haven descubrió que la verdad sobre las extrañas visiones que la acosaban. No eran alucinaciones ni fantasías, eran memorias, escenas de las que había sido testigo en vidas previas. Y fue hace un año ya que Haven Moore huyó a Roma, dejando atrás a la Sociedad Ouroboros y a su diabólico líder; Adam Rosier.
  Ahora, Haven está de regreso en Nueva York con su amado Iain, (a quién creen muerto) y ha vuelto con una misión: Seducir a Adam para salvar la vida de su mejor amigo, Beau Decker. Pero si Adam descubre el engaño, no les dará una segunda oportunidad.

   ¿Qué tan lejos llegará Haven por la gente que ama?








           
Tengo que decir que este libro me gustó más que el anterior. Es cierto que muchas personas se siguen quejando de Haven porque es muy estúpida y que cayó derechita en la trampa, pero yo no puedo decir nada porque hubiera hecho exactamente lo mismo.
    En esta segunda parte podemos ver cómo Haven se desvive por encontrar al ahora secuestrado Beau, su mejor amigo, y cómo parece caer derechita a los brazos de Adam en la trampa de las Horae, un grupo de mujeres que quieren a Adam bien encerradito. Ya me venía preguntando yo desde el primer libro cómo le harían para meterle el triángulo amoroso. Y todavía no estoy muy segura de si me lo creí.

      ¿Porqué me ha gustado esta parte más que la primera?
1-Hay más misterio y secretos. Este libro está lleno de secretos como esa cosa que voy a poner pero que no entenderás a menos que hayas leído el libro, así que no te preocupes: La cosa Calum/Phoebe/Virginia/Iain . Enserio. Yo me quedé con la boca abierta. Y además nunca estás segura de quién es el malo, y luego pasan cosas que no esperabas que pasaban y... O_O
2-Me ha parecido que este libro está más trabajado que el anterior. Hay personajes del primer libro que toman más protagonismo y yo pensaba que no volvería a ver nunca.
3-Que bien a Haven todavía le falta 20 para el peso pero al menos ya no era tan bipolar, como en el primer libro.
4-En el primer libro, Eternos, ni Iain ni Adam me convencían. Era como un "Nah". Ninguno de los dos tenía el rango para pertenecer a mi lista de novios literarios, pero en este libro Iain me ha enamorado. Ahora sí me creo su romance. Es mi novio.
4-Beau y su amor de la vida. Beau es uno de mis personajes favoritos.

    Lo único malo que le noté es...
1-Adam. No sé, yo no me creí esa porquería de que es diferente ahora. No sé, no sé, pero él no me convence. Él no me gusta.
Y, bueno, 2: En el libro hay algunas faltas de ortografía. Sea con diálogos o con mayúsculas.


     El punto es que me gustó mucho y lo recomiendo. No puedo creer que me haya tardado tanto en leerlo. 

¡Saludos!
-Sthep S.

martes, 22 de enero de 2013

Reckless. Capítulo 5.


Reckless. Capítulo 5. "Un trato".


--Mierda. Odio actuar como esas amigas cotillas, pero… ¿Qué te dije sobre ese chico Harry, eh?
   Kimera me acorrala cuando estoy retocando mi maquillaje en el espejo de mi taquilla. Llega tan rápido que casi me saco un ojo con el delineador de la sorpresa.
--Mierda, Kimera. Casi me saco un ojo. ¿De qué me estás hablando?
    Su sonrisa rosa pálida se extiende.
--Vamos, que Max lo ha esparcido por toda la escuela. Incluso mi prima sabe sobre eso… ¡Y ni siquiera va en esta escuela! Enserio, Ridley; ¿Cómo te las arreglas para ligarte a cualquier imbécil que se te pasa por enfrente?  Me da migraña sólo pensarlo.
  Aviento el delineador en el casillero y cierro la puertecilla.
--¿Pero qué carajos dijo Max?
--Le anda diciendo a todo el equipo de fútbol que estás “Teniendo diversión” con ese Harry y que cuando te aburras irá libremente detrás de ti,  y tú  de él. Piensa que lo suyo es muy seguro. Tengo que admitir que el niño se esfuerza.
   Pateo la casilla con la punta de mis botas de tacón.
--¡Pero qué lata con él!
Kimera se encoje de hombros.
--¿Entonces estás saliendo con él o no?
--No. Pero no es lo que Max piensa.
Me mira, interrogante.
--Ayer el muy imbécil fue a mi casa. Así que Harry apareció y yo fingí que estábamos juntos para que me dejara en paz. Pensé que iba a funcionar, como si yo no lo conociera mejor.
 Entrecierra los ojos.
--¿Porqué Harry estaba en tu casa?
--Porque esa vez te pusiste tan borracha que no te diste cuenta de que él nos llevó a casa y que no se fue en taxi porque es mi vecino.
--Oopsi.
Ruedo los ojos.
--¿Entonces quieres que vayamos y le partamos el trasero? Podríamos colarnos en los vestuarios de los chicos y robarle la ropa mientras toma la ducha: Clásico. ¡Mejor! Tomamos las llaves de su coche y lo estrellamos.
  Yo sacudo la cabeza.
--Nada de eso. Mi hermano se está dando cuenta de que no soy muy buena que digamos. No quiero que se preocupe. No quiero hacer nada que lo distraiga, ¿De acuerdo? Me mantendré alejada por un tiempo.
   Ella frunce el ceño y recarga la espalda contra la taquilla a mi lado.
--¿Y qué tiene eso de divertido?
--Sé paciente. Llegará el momento, pero ahora necesito alejarme un rato. Fue hace sólo un mes cuando el director llamó a Charlie porque me encontró saltándome clases para fumar. Digamos que él no se puso muy contento.
    Yo no bromeo cuando te digo que me preocupo por la imagen que él tenga de mí: Cuando nos quedamos solos, aunque viviéramos con la tía Kaya (Porque aunque mi madre le hubiera dado la custodia a él, Charlie tenía apenas dieciocho años y sabía que tenía que conseguir un empleo, y mientras tanto necesitaría ayuda), él cuidaba de mí como si el mundo dependiera de ello. Y no estoy exagerando. Él hacía todo por mí. Como cuando, dos meses después de que mamá se fue, yo fui invitada a una fiesta y él me animó a ir. Por ese tiempo mi pelo ondulado era como un afro; estaba demasiado rizado y yo no podía distinguir una parte de otra cuando tenía que hacerme una trenza. Sólo mamá podía peinarme. Y la tía Kaya era un desastre para estas cosas. Me entró el pánico esa vez porque mi madre no estaba para hacerlo y la depresión me llegó y no fui a la fiesta. Dos semanas después, cuando yo me alistaba para ir a la escuela, él me obligó a sentarme y me hizo la trenza. ¡Enserio! ¡Lo juro!  Me dijo que había comprado una de esas pelucas y había visto videos en internet para hacerlo.
   Fue uno de esos momentos en que no podía creer que hubiera hecho eso por mí y me derretí de ternura.
  Él me sonrío y me hizo jurar que nunca jamás se lo diría a nadie.
--¡Tierra a Ridley!
Kimera agita las manos enfrente de mi cara.
--Lo siento.
--Te preguntaba si quieres saltarle clases para ir por un café.
--¿Qué no me escuchas? Tengo que ser buena. Al menos por un tiempo.
Frunce el ceño.
--¿Cuánto va a durar esto?
--No lo sé. Cuando las cosas se enfríen. Todavía sigue mirándome como si me quisiera dar la charla cuando cenamos.
   Se estremece.
--¡Nunca dejes que eso pase! Mejor que te la de Kaya.
   La tía Kaya nos visita una vez a la semana, porque ella está trabajando, todo el tiempo. Sobra decir que no tiene hijos ni esposo. Pero ella se siente feliz así. ¿Quién la culpa?
  Sonrío.
Veo a Max pasar y dirigirme una prolongada mirada cuando recuerdo que, aunque no puedo meterme en problemas, siempre puedo hacerle perder la cabeza.
--Ése imbécil se va a tragar sus palabras.
Kimera levanta una ceja.
--¿Qué tramas?
--¿Sabes que Harry me invitó a un café? Está enamorado de mí.
  Se ríe, entendiendo. Abre mi casillero y saca mi labial rojo sangre.
--Entonces necesitarás esto.


                                                                                     




--Aquí estás. Tardé en encontrarte. Pensé que tenías práctica con los chicos, pero Tommy me dijo que no había y que tampoco te había visto. ¿Qué haces, perdedor?
   Camino entre las gradas de la cancha de Tennis de la escuela. Es muy impresionante pensar cómo la escuela gasta tanto dinero en basura.
   Harry levanta la mirada de su cuaderno y deja la pluma caer. Me siento a su lado y le ofrezco el café que compré para él y tomo un sorbo del mío. Doblo las piernas y espero una respuesta.
--¿Qué Tommy?Dice mientras sonríe y toma el caféGracias.
Agito una mano, como diciendo “No hay de qué”.
--El capitán del equipo. Tommy.
--Te refieres a Toby.
Parpadeo.
--Sí. Él. ¿Cuál es la diferencia? Es un chicoSonrío y alargo el cuello para ver el cuaderno--¿Qué escribes?
  Él cierra el cuaderno y lo guarda en su mochila.
--Nada. Entonces… ¿Por qué estás aquí?
--¿A qué te refieres?
--A que asumo que tienes cosas malvadas que hacer, pero en cambio estás hablando conmigo y me comprase un café, en vez de ser al revés, como debería de ser.
--No me salgas con tus cosas. Además, yo siempre soy amable. ¿Por qué no pasaría tiempo contigo?
   Se lleva el vaso de plástico a la boca y sonríe burlonamente mientras levanta una ceja.
--Tienes razón; Quiero algo de ti. De otra manera no estuviera aquí, perdedor.
--Me haces sentir queridoDice burlonamente.
--Es mi especialidad.
--¿Entonces qué quieres, Bellatrix?
    Sonrío ante el apodo.
--Bueno, Potter, quiero una cita.
  Levanta una ceja, confundido ahora.
--¿Me estás pidiendo…?
--No te hagas ilusiones, que sigues siendo un pobre desgraciado. Lo que quiero es librarme de Max. Él se ha entretenido el día de hoy esparciendo unos rumores sobre mí. A él le encanta hacer eso, parece una niña.
  Sonríe.
--¿Qué gano yo con eso?
--¿De qué hablas? Saldrías conmigo, cosa que no haría por mi cuenta. Esta es la oportunidad que nunca tendrás.
--¿Viniste a pedir ayuda o a insultarme?
--Ambas.
  Sacude la cabeza.
--Enserio. ¿Qué gano yo con eso?
 Dudo.
--Seré tu amiga. Tampoco es algo que haría por mi misma, si no estuviera desesperada, claro.
  Levanta una ceja.
--¿Es así como esperas que te ayude?
--Vamos, Potter. ¿Qué quieres de mí?
--Sorpréndeme.
--Muy bien. Tendrás mi amistad y te pagaré. Y mi amistad implica que puedes marcarme a las tres de la mañana si estás borracho y no puedes conducir y yo iré por ti.
 Bebe más de su café.
--Creo que eso sólo te pasa a ti.
 Estoy perdiendo la paciencia.
--¿Aceptarás o no? Te dejaré cuando él me deje en paz.
  El piensa unos momentos, mirándome.
--Muy bien. Pero tendrás que comprar mi café de ahora en adelante. Es mi única condición.
--¿Qué?
--Sí.
Parpadeo.
--Mira que eres barato. ¿Entonces es un trato?
--Sí.
--Genial. Ya sabía que aceptarías; Todos lo hacen. Ahora levántate, que empiezas justo ahora. Hay que ir a sentarnos a las gradas de la cancha de fútbol para que el cabeza de chorlito nos vea. Esto está muy vacío.
   Suspira y toma su mochila.
--Aunque debo estar loco al hacerte caso.
Mientras bajamos por las gradas me apoyo a él para no caer y cuando estamos abajo le agarro del brazo.
--No estás loco. Es sólo que yo soy muy insistente.
Sonríe.
--Y además sólo hago esto porque soy nuevo y no tengo otros amigos aúnMurmura.
Le doy un empujoncito con el hombro y sonríe más.
--Vamos, que te mueres de la ilusión.
Niega con la cabeza, sonriéndome.
--Eres…
Seguimos caminando mientras él intenta encontrar la palabra.
--¿Súper guapa?Ayudo.
--Incorregible.
Me encojo de hombros.
--También sirve.


-Sthep Stronger.

lunes, 21 de enero de 2013

#13 Off Topic: Si Katsa hubiera estado con Katniss en Los Juegos... ¿Quién habría ganado?




Estaba releyendo esta mañana Graceling, de Kristin Cashore y y una pregunta llegó a mi mente: Si Katsa hubiera estado con Katniss Everdeen en los Juegos Del Hambre... ¿Quién de las dos hubiera ganado?

                                                       


Si Graceling no les suena y no saben de qué estoy hablando (Pero ni por asomo), les diré: Graceling es un libro de fantasía Humm.... ¿O ficción?  donde hay personas llamados Gracelings. O sea, personas con una gracia, un don La gracia puede ser tan insignificante como trepar árboles o algo, pero algunas que son muy muy poderosas.
  El personaje principal es Katsa, quién tiene la gracia... de matar.







   Estoy muy segura de que todos o se han leído el libro o han visto la película, y ya saben de qué va. Katniss, Katniss es una luchadora, es fuerte con un gran corazón y sabe usar el arco, tiene una super puntería y ella te matará si quisiera. Sabe cazar y hacer fogatas de la nada.
  Katsa, ella es... una asesina, porque esa es su gracia Más o menos Si leyeron el libro lo entenderán   . Ella sabe ubicarse sin tener brújula, también tiene puntería de miedo y estoy bastante segura de que puede ver en la oscuridad. O al menos no es un desafío para ella. Al igual que Katniss sabe cazar y hacer fogatas por arte de magia.
  Ambas manejan el arco y los cuchillos (Aunque Katsa más que Katniss). 
Ambas son un desafío.

Entonces... ¿Quién ganaría Los Juegos? Humm... Soy fiel a Katniss, que conste, pero se me hace que Katsa es un poquito más letal... Ahmn... No sé. Así que, dejen sus opiniones.
   ¿Ya leyeron Graceling?

Saludos,
Sthep S.

jueves, 17 de enero de 2013

Reseña: Erebos, U. Poznanski

Reseña: Erebos, U. Poznanski.
Libro único.
 Nick se ha vuelto adicto a Erebos, un videojuego que va de mano en mano en su escuela. Las reglas son extraordinariamente rígidas: el jugador siempre debe estar a solas y no hablar con nadie sobre el tema; El que contravenga las reglas o no cumpla sus tareas es expulsado de Erebos y no podrá volver a entrar nunca más.
     Lo más extraño es que el juego encarga encomiendas que no deben realizarse en el mundo virtual,  si no en el mundo real.


                                 Erebos es un juego.
                               Te recompensa,
                                 habla contigo,
                                 te amenaza
                                 te observa,
                                  te castiga.
                 Erebos tiene un objetivo: Quiere matar.







No estoy segura de qué me esperaba de este libro, si soy honesta. Dime superficial, pero creo que la única razón por la cuál me la anoté es porque a Pablo de La Naturaleza de los Libros le gustó. Y él, aparte de la desaparecida Barnsdale11 de Libro Joven , es al único del cuál en verdad me fío a la hora de comprarme un libro. Así que, Pablo, ya no confío en tí.
   No, mentira, todavía confío. Es sólo que creo que ahora me lo voy a pensar mejor y definitivamente me voy a parar a leerme reseñas  cuando de trate de un libro.




No es que no me haya gustado. 

  Es más bien que no engancha.
Quiero decir que estaba preparando reseñas para el blog o estaba viendo la tele y me acordaba de que tenía un libro al cuál no había llegado ni a la mitad. Así que tenía que levantarme y ponerme a leer al menos un capítulo. El primer día que lo empecé a leer... Me dormí. Enserio. ¡A mi nunca me pasa! Yo siempre me leo los libros, aunque sea para irme de maldita y empezar a criticar porque me mata de la risa. ¡Es que nunca me pasa! Pero ahí estaba yo con la boca abierta tirando babas *No lo digo literalmente*. Me tuve que terminar el libro porque se había descompuesto el carro en media carretera y yo no tenía nada mejor que hacer. Y aún así me daba hueva.

   Que no es un libro malo, porque yo sé que tal vez alguien más lo pudiera disfrutar, un chico tal vez. Por eso sigo confiando en Pablo (Nomás por eso). Pero, si eres una chica, de seguro que tienes hermanos o primos que les gustan los videojuegos. Yo puedo comparar este libro como sentarte enseguida de tus primos mientras están jugando y ponerme a escribir todo lo que el monito está haciendo.
   Y tú no lees eso. ¿Verdad que no?

Son quinientas páginas y creo que lo que en verdad me gustó fueron aproximadamente las últimas 150 páginas. Así que... no. Y también me tardé una semana y tres días en leer este libro y la última vez que tardé eso en leer fue porque me estaba leyendo Amancer sí, el de Crepúsculo  Fue difícil y desesperante porque me sigue esperando otro libro que me regalaron por cumpleaños y quiero leer YA.
     En cuanto a los personajes en verdad no tengo nada que decir: El noventa por ciento de los personajes eran adictos a Erebos y hacían estupideces cada dos por tres. Y como que Urzula le quiso poner romance y... le salió bien. Si contamos que es un libro de aventura y no de romance, claro. Porque no me molestó. Y para mí ese es el romance bueno... Ya, bueno, que no me hagan caso, porque para eso del romance soy un desastre total. Pregúntenle a LizzieG si no me creen.


    Si eres una chica, que yo tú me lo piense antes de leerlo. Y si eres un chico... también.

Saludos,
Sthep.

miércoles, 16 de enero de 2013

The Bet. Capítulo 11.


#54.                                                                                #BPOV.
Maïa tenía una terrible tos que la impedía levantarse de la cama, por lo tanto tenía que ir a la escuela sola. 
-Cariño, agarra mi carro y ve en él no quiero que llegues tarde por estar esperando el bus.- me dijo con voz ronca.
Ella, siempre tan brillante, platicadora y alegre, ahora se veía gris, ojerosa y enferma. 
Pobrecilla. 
Asentí y fui al baño a cambiarme de ropa, ya que todavía traía mis pantalones cortos color naranja de mi pijama y una blusa amarilla de tirantes de Maïa. 
Me quité los pantalones cortos a regañadientes por culpa del sueño y me miré en el espejo. 
Aquellos ojos de color azul brillante miraban con diversión la maraña de pelo color café que traía. 
Sabía muy bien que ese desastre de cabello no se arreglaría con nada. 
Me resigné y decidí meterme a bañar. 
Abrí la llave de la tina, me quité la ropa y me metí. 
El agua estaba deliciosa, entre helada y caliente. Perfecta. 
Para relajarme empecé a tararear una famosa canción que había escuchado ayer por la tarde en el Radio. 
-Mi corazón superficial es lo único que late- empecé a cantar. 
Tomé mi shampoo favorito con olor a lavanda y rocío, y lo esparcí por toda mi cabeza. 
-Camino solo por ese bulevard de los sueños rotos donde la ciudad duerme y yo soy el único que camino. 
Me terminé de bañar y me sequé. 
Me vestí y me miré en el espejo. 
Mi blusa era blanca con tipo encaje por todos lados, no era transparente, lo cuál era perfecto ya que odiaba a los mirones. 
Me puse unos pantalones cortos de color beige y un cinto delgado color café. 
Me desenredé el cabello y lo sequé para que no quedara lleno de frizz en cuanto saliera a la calle. 
Miré mi cara y me dí cuenta de que le faltaba color a mi cara, entonces pasé mascara para ojos sobre mis pestañas y me puse un delicado brillo transparente que le daba un poco de volumen a mis labios. 
Quedé mas o menos conforme con mi aspecto y salí del baño.
Maïa estaba mirando Switched at birth con sumo interés. 
Me puse mis botas, tomé la mochila y me despedí de Maïa. 
Salí al garage y me subí al lindo mini cooper azul de Maïa. 
Prendí el carro y me puse en marcha. 
En la radio sonaba una pegajosa canción. 
I'm bulletproof, nothing to lose
-Fire away, fire away.- Comencé a cantar
Wow, que musical comenzó mi día. 

                                                                                  ~
Me topé con unos cuantos compañeros de mi pobre amiga, que me preguntaban donde estaba. Les respondí que estaba enferma, con una rapidez supersónica ya que tenía clases de Historia. La clase que compartía con Andrew, Doyle, Kayla y otros cuantos esnobs. 
Era la única clase que compartía con Maïa. Demonios. 
Llevaba semanas sin hablar con Andrew por orgullo, supongo. 
Con mi comida nadie se mete, y menos con mi leche rosa. Era un estúpido. 
Entré al salón y por suerte no estaba el innombrable. 
Me reí. 
Ni que fuera Voldemort. 
Me senté en el asiento que quedaba mas alejado de la esquina derecha del salón, ya que ahí se sentaban los esnobs y no tenía ganas de oír sus pláticas superficiales. 
Saqué mi libro y mi cuaderno con una lentitud increíble y me recosté en ellos cuando por fin los puse encima de la mesa. 
Alguien tocó mi hombro como a los 5 minutos.
Levanté la cabeza y era una chica cabello azul. 
La miré de abajo hacia arriba. 
Traía unos converse negros, unos pantalones verdes y una blusa negra con el signo de Ramones junto con un cinto negro delgado mal puesto. 
Sus ojos estaba exageradamente maquillados. 
Ella me parecía conocida.. 
-¿Quién eres y por qué interrumpes mi sueño?
Se rió. 
No la conocía y ya me estaba desesperando. 
-Soy nueva, hola. 
Tocó mi cabello y yo le dí un manotazo. 
-No toques mi cabello. 
Odiaba profundamente que tocaran mi cabello, era... Incómodo. 
-Ah, vale. Me llamo Vicky. 
Se sentó enfrente de mí.
Miré a la puerta inconscientemente. 
Andrew entró junto a Doyle. 
El primero me miró, le dijo algo a Doyle y caminó hacia mí.
No podía dejar de mirarlo, no por que estuviera guapo y esas cosas, si no qué era como un imán. 
Maldito. 
Traía puesta una camiseta manga larga azul fuerte con cuello en v con las mangas arremangadas hasta los codos, un pantalón de mezclilla no pegado pero tampoco holgado, lo traía como los muchachos normales... 
Torció su boca en una maldita sonrisa y mi estomago fue presa de mariposas salvajes. 
Diablos. 
Miré que Vicky lo miraba con interés. 
Cuando llegó hacia donde yo estaba se sentó encima de mi mesa dándole la espalda a la chica pelo azul. 
-¿Cuántas veces me tengo que arrodillar y pedirte perdón?.- me dijo. 
-Si me hubieras comprado en su momento mi leche rosa, todo estuviera bien... 
Alzó su mano y tomó mi barbilla suavemente. 
Con tu toque, mi piel se erizó y las mariposas ya no parecían mariposas si no avispas mutantes a punto de salir. 
Con la otra mano sacó algo de su mochila y me la dió. 
¡Era una botella de leche rosa!. 
Se me subieron los colores inmediatamente. 
-¿Me perdonas? - dijo con sinceridad. 
Asentí con algo de dificultad ya que él todavía tenía su mano en mi barbilla. 
-¿Me perdonas enserio, o solo es por la leche rosa?
Me reí. 
-Las 2...
Nos miramos a los ojos. 
Mi corazón estaba a punto de salirse.
Entonces Vicky lo arruinó todo aclarándose la garganta ruidosamente. 
Puse los ojos en blanco y Andrew la miró soltándome. 
¡Rayos!
-Vete con Doyle, quieres? - le dijo. 
¿Estos 2 se conocían?
Te maldigo Vicky. 
La chica le sonrió descaradamente y se apoyó en su mesa dejando a la vista su pronunciado escote. 
Andrew no pasó por alto esa situación y miré como su mirada iba en esa dirección. 
Este chico no cambiaría por nada del mundo. 
Miré a la puerta y justo iba entrando Kayla con un mini vestido azul marino y unas zapatillas beige de 15 cm dándose aires de grandeza con sus 2 amigas porristas que no recordaba como se llamaban y 2 chicos más pisandole los talones.  
-¿Que miras, eh?
Dirigí mi mirada de nuevo a Andrew y a la señorita mira-mis-grandes-pechos. 
Andrew tuvo un leve rubor y dirigió discretamente la mirada a mi. 
Mi garganta ardió y tuve un momentáneo interés por meterle la nariz por los ojos a ésa tipa.  
Me controlé. No creía lo que estaba sucediendo. Estaba celosa, ¡celaba a Andrew!
Dios mío, ¿a caso estaba enamorada de Andrew?
Un mechón de mi cabello cayó sobre mi cara y Andrew lo tomó y lo puso atrás de mi oreja, haciendo que me estremeciera por aquél cálido contacto. 
Eso confirmaba todo. Me había enamorado como las mujeres inteligentes... Como una completa estúpida. ¿Por qué me tenía que enamorar de un idiota esnob? 
La aburrida maestra de Historia, que no me había molestado en aprender su nombre, entró y todos fueron a sentarse, incluyendo a Andrew que tocó brevemente mi mejilla para luego irse a su sitio habitual. 

Cuando por fin sonó el último timbre, que anunciaba la salida, tomé mi cuaderno de trigonometría y salí casi corriendo del aula para ir a ver a Maïa y platicarle lo sucedido. 
Cuando llegué al carro de Maïa, una voz extremadamente conocida me susurró al oído asustándome. 
Volteé a verlo, y lo miré con enojo. Odiaba que me asustaran. 
Él debía saberlo, ya que casi le rompía- o eso creía él- la nariz por ése motivo. 
Sus labios se elevaron un poco para formar aquella sonrisa torcida que yo tanto conocía (y que hasta ahorita amaba).
Había ganado esta vez. 
-Solo quería despedirme de tí. 
Antes de que yo dijera algo, estampó sus labios contra los míos y me besó dulcemente tomándome con un brazo el cuello y con él otro empujando mi cintura hacia su cuerpo. 
Yo le rodeé el cuello con los 2 brazos y le devolví el beso con la misma ternura e intensidad.
Así exactamente me hubiera gustado que hubiera sido mi primer beso. 
Cuando por fin nos dejamos de besar y nos despedimos, me dirigí a casa de Maïa con una sonrisa tonta y enamorada. 
                                                                                                         ~LizzieG.

martes, 15 de enero de 2013

Reckless. Capítulo 4.



 Reckless. Capítulo 4. "El comienzo"

No siempre he sido de la manera en que soy ahora.
  No te voy a soltar esos royos de que tenía unas calificaciones perfectas y vestía de rosa todos los días con una sonrisa pintada en mi rostro, porque no es tan así. Pero las cosas eran diferentes para mí. Yo tenía muchos amigos, en todas partes. Siempre estaba utilizando mis habilidades para hacer nuevos amigos, pero dejé de hacerlo un día de septiembre cuando yo tenía catorce años.
   Ese día era el funeral de mi padre.
Era tan deprimente que me deprimía el simple hecho de hablar con alguien que conocía a papá. Joder, enserio. Supongo de cualquier manera que no es tan extraño contando que él era de la Marina. Todos en el interior esperaban que algo así pasara, así que cuando teníamos noticias de él, podíamos volver a respirar. Sin embargo  no fue el día del funeral de mi padre dónde dejó de importarme. Digamos que ese fue el comienzo del fin. Fue la semana siguiente dónde las cosas se pusieron feas; Mi madre tomó sus maletas y se fue.
No, enserio. Yo estaba en la cocina cuando mi madre bajó las escaleras y cruzó por la puerta. Y la llamé. Pero no tienes que ser un genio para saber que ella no me contestó. Ella subió al taxi y me miró desde la ventanilla. Probablemente existan dos razones por las cuales no salí corriendo detrás de ella: A) Mi hermano me estaba sosteniendo de los hombros detrás de mí y B) Yo estaba paralizada.
   Ella había entrado en algún tipo de depresión, pero mi mente y corazón de catorce años era total y completamente imposible de entenderlo.
   Esa noche lloré más que Bella Swan en Luna Nueva cuando el vampiro la deja. Te lo juro. Mi hermano Charlie  me había llevado a la cama y me había traído chocolate con leche y una caja de pañuelos para limpiarme las lágrimas y los mocos. Él se sentó ahí, totalmente desconcertado. Por ese entonces no tenía la capacidad de darme cuenta que él también sufría, a su manera. Supongo que ahora lo sé.
    Ese mes yo conocí a Kimera. Tenía el pelo marrón y alborotado y estaba tan plana como una tabla. Pero aunque en ese entonces su pelo no estaba pintado y ella no tuviera una copa C, ella tenía al menos una perforación en la oreja, pintauñas negro y era descuidada. Y yo me alejé de mis viejos amigos porque necesitaba estar sola. Ellos no podían verme sin sentir lástima. Que conste que no me uní a Kimera porque me sentía fascinada por quién ella era… Vale, que sí estaba encantada con ella, pero la verdadera razón por la cual me acerqué a ella es porque a ella no le importaba que yo fuera alguien que ciertamente ya no tiene padres, como a la mayoría. No me miraba con esa cara de lástima. Aunque tal vez la verdadera razón por la cual hoy en día soy su amiga es porque ella me dejó; Ella era diferente aún cuando fuera rubia y no usara tanto rímel, o sea que no tenía tantos amigos. Ella intimidaba a las demás niñas. Así que ellas la dejaban sola. Y parecía estar bien con respecto a Kimera.
   Y la idea de tener a Kimera como única amiga, estaba de maravilla conmigo.


                                                  


Cuando llego a casa esa tarde, mi hermano Charlie casi me atropella cuando intento entrar.
--Lo siento, mocosaDice, mientras se inclina a darme un beso en la cabezaTengo que irme rápido. Sólo tuve dos horas libres.
  Le abro la puerta para que pueda salir y lo veo marchar.
Pobre de Charlie. Algunas veces me siento realmente mal porque él tiene que ir a la universidad y trabajar al mismo tiempo y yo estoy por ahí metiéndome en problemas. Problemas que, a final de cuentas, son suyos también, ya que mi desobligada madre decidió darle mi custodia porque “No podía”. Así que el director tiene que citarlo a él a la oficina y luego él tiene que hablarme a mi madre sobre el problema en que me metí porque “Es su obligación como hijo”. Amo a mi hermano probablemente más de lo que aluna vez podría llegar a amarme incluso a mí misma (Lo cual es mucho, Dios, que si lo es) , pero me enferma terriblemente que él “entendiera” las razones de mi madre. Odio que él no la odiara, por más infantil que suene.
   Suspiro y me meto a casa, preparándome para comenzar a poner la casa impecable, como el día anterior, y el día anterior a ese. Y, en fin; Como he estado haciéndolo los últimos dos años.
   En algún momento entre las cuatro y las seis de la tarde alguien toca la puerta. Bajo las escaleras y me encuentro con que Max está sonriéndome detrás del cristal.
 Dios mío. ¡Ya, que lo deje pasar!
   Suspiro y me tiro el cabello hacia atrás.
--¿Qué quieres?Murmuro, entreabriendo la puerta.
--Vine a visitarte.
--Nunca vengas sin llamar. De hecho, no vengas nunca. ¡Déjalo pasar, Dios!
  Entonces empuja la puerta hacia atrás y me suelta algo así como “Quiero recuperarte”, y me empieza a decir cosas pasadas de cursi que seguramente dijo frente al espejo dos horas, deteniéndose para giñar y arreglar su cabellos. Así que no lo dejo entrar.
   Hay veces que no puedo entender cómo se me ocurrió caer por él.
--Woah, woah, detente ahí. Ya cállate, que te juro que me voy a poner a vomitar azúcar.
Pero sigue soltándome esas cosas, así que suspiro y lo empujo hacia afuera, sacándonos a ambos de la casa y cerrando la puerta detrás de mí.
--Escucha, tienes que largarte. Mi hermano vendrá pronto.
--Dame una oportunidad…
--Ay, qué pesado eres. Largo.
 Lo empujo hacia su auto y él me toma por la cintura.
--Sé que podemos solucionarlo.
Podría matarlo ahora mismo.
--Ándale. Dile eso a Beth.
Replica pero yo aún lo empujo hacia su auto.
--Es enserio. Estoy cansada de ti. Quiero que te marches. Ya. ¡Max!Grito cuando me agarra del brazo y me acerca a él--¡Max, maldita sea!
--¿Ridley?
 Entre las sombras aparece Harry, con cara sombría y con un cuaderno en la mano. Max aprieta la mandíbula y se queda viéndolo. Yo aprovecho el momento en que Max deja de prestarme tanta atención y me suelto de su agarre.
  Miro a Harry, y veo mi boleto de salida.
Quiero decir, el definitivo.
--Harry, cariño…
  Camino hacia él y lo abrazo, parándome de puntillas porque el desgraciado es muy alto y porque quiero ser lo suficientemente alta para cubrir su cara de confusión enfrente de Max.
Le susurro:
--Me la debes.
Y luego me separo para sonreírle amablemente y tomarle una de sus manos, la que no tiene el cuaderno.
--Te estaba esperando, cielo. ¿Encontraste los apuntes? Genial.
Le toma un segundo para agarrarle la onda. Me toma de la cintura y mira a Max. Se siente raro el calor de su mano.
--¿Algún problema?
--No. Max ya se iba.
  Max parpadea y niega con su cabeza, furioso.
--¿Te conseguiste un nuevo juguete, Ridley?
Me mantengo impasible.
--Adiós, Max.
Mira a Harry.
--¿Sabes que ella es una zorra, verdad?
 Harry hace un movimiento brusco, pero lo rodeo con los brazos y pongo mi mejilla contra su pecho.
--Largo, MaxEsta vez es Harry quién habla.
--¡Mándale saludos a Beth de mi parte!Canturreo, por mi parte.
   Max sube a su costoso auto que es propiedad de su padre maldiciendo y diciéndome que “Me voy a arrepentir” y a Harry que “No sabe dónde se está metiendo” y luego yo diciendo  que “Me importa un carajo”.
--¡Vendrás a mi cuando hayas terminado con él, Ridley! ¡Ya verás! ¡Te cazaré!Es lo último que escucho de él antes de que se marche.
  “¿Cazarme?”. ¿Pero quién carajos utiliza ese término hoy en día? Que pesado se pone.
 --¿Qué está mal con ese tipo?Murmura Harry cuando el carro se va alejando.
Quito los brazos alrededor de Harry y él me mira mientras me suelta también.
--Todo. Su orgullo, para empezar. Y el ego, ni qué decirMe acomodo la manga del brazo que Max me agarró y miro a los ojos de HarryBueno, guapetón, suerte.
   Me doy la vuelta y me apresuro a entrar por la puerta, pero su voz me detiene.
--¿Es que tu mamá no te enseñó a decir gracias?
Me giro.
--Vivo con mi hermano mayor.
   Veo en su rostro que en verdad ha metido la pata y que él lo sabe. Y empieza a balbucear.
--Lo siento… Yo-yo… Ridley…Eh…
--Yo también lo siento. Buenas noches, Potter.
--¡Ridley!
Me giro.
Toma aire antes de decir:
--¿Te puedo invitar un café algún día?
  Me quedo ahí parada. ¿Pero qué demonios le pasa a este tipo? ¿Es que no se da cuenta de que sólo le traeré problemas? ¡Si será imbécil! ¿De todas las cosas que puede hacer cómo le se ocurre? Y, además, como si yo no tuviera ya demasiados chicos en mi lista.
 Entrecierro los ojos y ladeo la cabeza.
--Vamos, Potter. Piensa: ¿Por qué yo saldría contigo?
 Parece decepcionado por un segundo, pero repone:
--Porque me debes una.
--¿De qué?
--Te llevé a casa. Te salvé de Max.
  Pongo mis brazos alrededor de mi cintura.
--Primero, ya te agradecí lo de la fiesta: Te metí en el equipo, cosa que tú sólo lograrías sólo en tus sueños. ¿No te diste cuenta? Tuve que emplear mis conocimientos de zorra para lograrlo. Y no me digas que no, porque lo hice. Y segundo, yo lo tenía todo bajo control con respecto a Max.
--¿Segura? Porque oí tus gritos incluso en mi casa. Por eso vine.
--Olvídalo, Potter. ¿De acuerdo? Soy perfectamente capaz de estar por mí misma.
--Y no lo dudo. Pero esta vez te he salvado yo, no tus… No puedo creer que hayas dicho “Conocimientos de zorra”. ¿Sabes que decir cosas como esas mancha tu imagen?
  ¡Da-ahh! ¿Por qué crees que lo hago, señor Super Inteligente?
--¿Algo más que quieras apuntar?
--Que prometo que no te comeré.
--¡Ja! ¡Es lo que dices ahora! Pero luego no te resistirás a mis encantos.
Levanta una ceja y ríe, porque de repente esta conversación es graciosa. Y río también.
--¿Entonces qué dices?
--¿Ya viste a Josselyn? Vamos, seguro la conoces. Todo mundo la conoce. Creo que ella sería escandalosamente perfecta para ti.
Hace una mueca.
--Pero yo te quiero a ti.
--Y eso también me lo acaba de decir Max hace unos minutos. No me impresionas.
--Si aceptaras podrías ver mis habilidades para escribir cosas cursis.
--¿No te vas a rendir, verdad, guapo?
--No.
Suspiro teatralmente.
--A veces no sé qué hacer con mis encantosDigo, tomándole el peloYa, bueno. Algún día.
 Sonríe encantadoramente.


-Sthep Stronger.

domingo, 13 de enero de 2013

#12 Off Topic: Razones porqué los Ángeles no me caen en Gracia (Ja, ja. En Gracia. ¿Entienden?)


 
               
                                                          (Ps; No sé que pasó con la imagen)

  Hay personas que ciertos temas no les llama la atención o simplemente todos los libros sobre el tema (O la mayoría) han sido como un asco. Yo soy una de esas personas. No hadas, no vampiros (aunque sí, ya estoy un poco cansadita) no hombres lobo ni Ovnis (Aunque yo nunca he leído nada de un Ovni). Yo soy de despreciar a los ángeles.

                                                                   Libro 1.
                                                           
                                                                Angeolology

Que lo pueden encontrar en la Sección Never, ever, ever (Like EVER), que consisten en esos libros que no me pude terminar de leer. Porque este es un libro aburrido. Tendrá que ver con el hecho de que casi no tienen diálogos y que mencionan mucho a la biblia. Y con eso me refiero a que como que ellos están resolviendo el misterio… Y yo no he entendido nada. Y no explican. Tal vez el problema también es que hay muchos narradores que al final no puedo identificar. No sé.


                                                                   Libro 2.
                                                             
 
                                                                        Angel

Es aburrido, es aburrido, y es aburrido. ¿Saben qué difícil es hacer que un libro me aburra?
Este lo ha logrado. También pueden encontrarlo en la sección.

                                                   
                                                                         Libro 3.
                                                              
 
                                                                  Avenger’s Angel.

Pues sí. Me aburrió. Los primeros como… tres capítulos estuvieron para mí como que O_O pero luego, la acción me aburrió.

    Hasta que recuerde más, esos libros son las tres razones por los cuales los Ángeles ya no me caen en Gracia (Ja, ja)
 La buena noticia es que de hecho HAY libros de ángeles que me han gustado bastante.

                                                                  Libro uno.
                                                             
  
                                                         El Designio del Ángel.

No he colgado la reseña aún, pero lo haré algún día. El libro me ha gustado mucho y… Y eso. Creo que fue original y fue entretenido y me gustó.

                                                               Libro dos.

                                                          
                                                                 
                                                            Hush Hush

Este libro me gustó mucho en su época, y aún me gusta, pero creo que no tanto como ahora. Aunque haya despreciado el segundo libro, este primer tomo es genial para mí. Fue muy emocionante mientras lo estaba leyendo. Tampoco he puesto reseña.


                                                   Y porque soy tan buena…
                   
                                             Intento 1 (De libros que me gusten)

                                                           
                                                                  Inmotal City

Es que ya digo yo que no es posible que los Ángeles vayan a pérdida para mí. Se supone que los ángeles son angélicos (xD) y geniales y eso. ¿Cómo no me pueden gustar? Así que voy a leer este libro para ver si es el uno en el millón.


Saludos,
Sthep S.