martes, 16 de julio de 2013

Fade. Capítulo 7.


Súbito Devaneio | via Facebook
Fade. Capítulo 7.

La libreta. Página 7:
A veces nuestra gran debilidad es también nuestra mayor fortaleza.

--
Sophie, es sólo una noche.
Observo cómo Sophie mete todo el contenido de su bolsita de baño en una bolsa mientras intento leer un libro.
--Esto es lo que ocupo para una noche.
Ella mete las latas en la bolsa y los cosméticos.
--¿Qué llevas tú, de cualquier manera?Dice con recelo, mirando la pequeña y semi vacía bolsa de lona en los pies de mi cama.
--Mi pijama, un cambio, mi cepillo de dientes. Lo necesario.
Frunce el ceño.
--¿No usas crema para peinar? Ni siquiera llevas un cepillo.
Dejo que ella empiece a hablar sobre las miles de manera que sabe que mi pelo quedará más brillante y sedoso, mientras yo me giro a Cora, quién ve un anime-dorama-cosa en su laptop. Le pregunto una vez más si quiere venir. Y una vez más, ella sacude su cabeza en negación.
  Es una de las cosas por la cual ella se parece a mí; Está feliz con la soledad. No le importa. Sophie es otra cosa. Ella no nos habla a menos que en verdad no tenga absolutamente nada qué hacer.
--¡Estoy lista!Sophie chilla, cerrando el cierre de su bolso rosa fosforescente.
Dejo el libro en mi cama y me levanto. Cinco minutos después estamos caminando lado a lado hacia la habitación de Marina, que está casi al otro lado. Supongo que tiene que ver con que son mayores que nosotras.
  Ayer, no pensé que diría esto, pero estoy feliz que Sophie venga conmigo.
Porque tengo un plan. Es el único. No tengo un plan B, así que tiene que funcionar.
--¿Entonces An estaba saliendo con Alex?Le pregunto.
Ella asiente distraída en su celular.
--Sí. Aunque pensándolo bien, no sé. Tal vez sólo se estaban enrollando. Johanna no me quiso decir mucho de eso. Pero, quiero decir, qué patético. Regla número uno: No te enrolles con el crush de tu BFF. ¿Es que ese chico estaba muy bueno?
--EstáDigo, mirando su imagen en mi menteDe una manera infernalmente peligrosa.
Sophie me mira.
--¿Ya lo has visto? Espera, ¿infernalmente peligrosa? ¿Y eso qué significa?
Pero no tengo qué contestar, porque entonces ya estamos en la puerta de Marina. Toco la puerta y segundos después Kate sale. Sonríe y nos deja pasar.
  Aquí es cuando dejo que Sophie entre primero y yo rápido deslizo la pequeña libreta y lápiz bajo una maceta enorme.
 Impecable.
 Media hora después, ellas están en pijamas divirtiéndose y  riéndose con historias que cuentan (excepto An, que tiene los audífonos puestos y nos ignora categóricamente). Yo me excuso para ir al baño, y al salir de la habitación con mi pequeña pijama de short y top puesta, me agacho y disimuladamente tomo la cámara de Sophie. La escondo en la maseta al lado de la puerta. Espero unos segundos.  Me vuelvo y la abro, asomando la cabeza a la habitación.
--¿Sophie? Tu amiga pelirroja pasó por aquí. Dice que es urgente que la encuentres en su habitación.
Sophie se vuelve hacia a mí.
--¿Rachel?
Asiento, recordando a la chica con ella el día anterior.
--Te recomiendo que te apures. Estaba hecha un mar de lágrimas. Estaba teniendo una gran crisis.
Ella asiente y se levanta, aún mirándome. De hecho todas las miradas están puestas en mí. A excepción de An. Qué se puede hacer.
--¿Y tú cuando saliste?Pregunta Kate.
--Hace un momento. Voy al baño.
Sophie sale y yo cierro la puerta tras ella, dirigiéndome hacia el pasillo del baño. Cuando veo que está fuera de vista, me deslizo hacia la maceta. Debajo tomo el cuaderno y la pluma.
  Mi letra es cursiva y delgada, así que me toma un minuto hacer la frase con letra gorda y grande. Ha salido muy bien, a decir verdad:

Sé sobre Serena y Cassidy.

Tal vez esto es estúpido. Tal vez este plan es estúpido, tal vez ni siquiera vean el papel, tal vez lo hacen y de alguna manera saben que soy yo, tal vez se lo tragan pero no dicen qué pasó con ellas dos y entonces no tendré nada.
   Pero supongo que prefiero saltar y caer a no haber saltado nunca.
Tal vez.
Mi respiración sale temblorosamente de entre mis labios y me levanto aún con la nota en una mano, tomando la cámara de la maceta y agachándome frente a otra, en la esquina del otro pasillo. La prendo y la acomodo entre las ramas, apuntando a la puerta y ocultándolo a la vista para que nadie lo vea.
  Aprecio el bonito diseño de la cama, pensando en que mis padres con dificultad me permitían el celular.
Un dolor se instala en mi pecho y lo desecho para ponerme a hacer mi trabajo. Es entonces cuando me acerco sigilosamente y dejo el papel frente a la puerta. Y entonces de la nada golpeo la puerta con el pie causando un sonido de un golpe sordo.
Me deslizo hacia el pasillo de la maceta con la cámara de Sophie y me escondo detrás de la pared.
Y espero.
 Al principio, nada.
Así que espero unos segundos más.
Dejo que mi respiración salga suavemente por mi boca mientras de despego me la pared con decepción. En eso, oigo la puerta abrirse.
--¿Pero quién demonios está molestando en mitad de la noche, estúpidos fenómenos?Por supuesto esa es An.
Escucho algunos pasos, y luego silencio.
“Descubrieron la cámara”, me grito mentalmente con pánico, “¡Vieron la cámara!”.
--Probablemente fue una broma de AlexComenta Kate.
--Estúpido subnormalSisea Marina por lo bajo.
--¡Si crees que esto es divertido, pedazo de mierda, verás cuánto me voy a reír cuando patee tu inútil y patético trasero! ¡Eso sí va a ser divertido!An vocifera.
--An, despertarás a alguienLa voz de Kate resuena en mis oídos, algo preocupadaTranquilízate, ¿De acuerdo? Vamos adentro. Esto no vale la pena.
Ella no dice nada.
--Está bienAccede, un poco más calmada.
  Todos necesitamos a alguien que nos haga detenernos en nuestras vías y pensar. Supongo que para An, Kate interpreta ese papel. Creo que estoy feliz de ello, porque me abruma la cantidad de malas palabras que ella puede soltar. Y no me ayudaría el hecho de que despertara a todo el mundo.
 Oigo la puerta chirriar y pasos.
¿Qué? ¿No vieron el papel? ¿Qué no miran abajo?
Estoy furiosa por unos segundos, hasta que oigo la voz temblorosa de Marina:
--¿Chicas…?
--Vamos, Mar. Le daremos una golpiza a Álex mañana. Tenemos que dormir. Y por cierto, creo que a esa chica le ha dado diarrea. Se fue hace como… muchos minutosAn se burla.
--No le darás una paliza a nadieReprende KateBien sabes que él puede venirse en nuestra contra, finalmente. Y deja a Isabel en paz.
An bufa.
--Chicas…--Intenta de nuevo Marina.
--¿Qué?Responden las dos, casi sincronizadamente.
--Miren.
Entonces, silencio.
Un silencio embriagador que se extiende por el aire, haciendo que me impaciente.
Por favor, Marina, por favor.
Y entonces An rompe el silencio de la única manera en que sabe cómo hacerlo:
--Mierda. ¡Mierda, mierda!
--¿Qué…?Kate comienza, pero luego se traga sus palabras.
--¿An? ¿Qué es esto?Llora Marina, asustada.
--¿Qué crees que es, idiota? ¡Alguien lo sabe! ¡Alguien lo sabe y estamos arruinadas!
Marina hace un ruidito ahogado con su garganta.
--AnAdvierte Kate una vez más, sólo que esta vez no con tranquilidad, sino con autoridad en su vozDebe de ser CarterContinúaDebió de colarse al instituto. Esta cosa nunca ha cumplido con las normas de seguridad que deberían.
--NoAn levanta la voz con ferocidadNo. Yo compré al tipo. Me prometió que no haría una historia. Que me dejaría en paz. A todas nosotras.
--Ese estúpido reporteroSe lamenta Marina--¡Llámale, An, pídele una respuesta!
Entonces oigo la puerta abrirse y a alguien entrar al cuarto. An, supongo.
Pero ella sigue ahí. Lo compruebo cuando escucho su voz.
--Tal vez se lo dijo a otro reporteroKate consideraA un compañero.
--Por su bien espero que  no. Tenemos un trato.
--An…
--Ya lo sé. Pero su palabra es lo único que tengo.
Entonces alguien sale de la habitación. Marina.
--Aquí tengo tu celular, An. Voy a marcar.
Las teclas empiezan a sonar.
--¿Pero cómo saben lo de Serena, si apenas nosotras estamos conscientes?Pregunta Kate, con una nota de algo desagradable en la vozTodos piensan que fue un suicidio. Sólo un pequeño grupo de personas sabíamos que no lo era.
--No lo sé. Pero si ese alguien lo cuenta, Kate, empezarán a buscar. Eventualmente, encontrarán. Será nuestro fin.  No podemos permitir que esta persona quién sea que sea esté involucrada.
--¿Qué hacemos, entonces?
--Espera. Hey, Mar, ¿Te contestó? Pásame el celular.
Después de unos segundos, la voz de An se eleva sobre el silencio.
--Carter. ¿Qué mierdas crees que haces? Hicimos un trato.
Hace una pausa.
--Ah. ¿Entonces no fuiste tú quién se coló en mi colegio para amenazarnos?Su voz destila sarcasmo.
Otra pausa.
--Si me entero de lo contrario, Carter, te irá mal. Recuerda quienes son mis padres. Recuerda que te voy a hundir.
Ella cierra el teléfono en un movimiento rápido.
--Bueno, esto no tiene nada que ver con Carter, así que contestando a tu pregunta, Kate, entonces tendremos que comprarlo también. Y como mi cuenta está vacía, chicas, ahora les toca a ustedes manipular las cuentas de sus padres.
Alguien suspira profundo.
--¿Y cómo nos comunicaremos?Pregunta Kate.
--Este sujeto nos hará llegar la manera.
--¿Cómo lo sabes?
--Porque obviamente algo quiere de nosotrasResponde con fastidio en su voz.
--Hay que tener un plan BDice MarinaSi ésta persona decide contar la verdad sobre la muerte de Serena… ¿Qué haremos?
--Si alguien se entera que sabemos algo, tan siquiera la más mínima cosa acerca de Serena, no tendremos un plan B. Así de simple. Estaremos arruinadasAn respondeAsí que hay que rezar. Y averiguar los números de ésas cuentas. Dios, menos mal que nuestros padres tienen dinero.
--¿Qué tal si no quiere dinero?Pregunta Marina.
--¿Qué más podría querer?An le responde, escéptica.
Es ahí cuando yo salgo de mi escondite y sonrío.
--La verdadRespondo.
El aire se vuelve frío y ellas dejan de respirar, inmovilizadas en sus lugares por unos momentos. Yo aprecio su agonía en silencio: La manera en que Marina se abraza a sí misma, cómo Kate está recargada contra la pared con cansancio y como An aprieta su celular en una mano.
   Varias emociones cruzan por sus ojos hasta terminar en el vacío. En la confusión.
--No quiero dineroContinúo suavementeNo quiero nada más. Quiero saber la verdad. Es todo.
El fuego de An quema el hielo alrededor y me apunta con un dedo, diciendo:
--¡Tú, pequeña perra! ¡Yo sabía! ¡Sabía que no ibas a traer nada bueno!
Parpadeo ante el insulto, pero no retrocedo.
Kate y Marina reaccionan, finalmente.
--¿Tú has hecho esto?Pregunta Kate con incredulidad--¿Por qué?
Marina se ve extrañamente confundida. Siento un poco de lástima por ella.
--¿En el baño, ayer? Yo estaba ahí. No me gusta saber que hablan de mí a mis espaldas.
--Nadie va a creerteDice An, con veneno en su bocaSi tú dices algo sobre lo que has oído a alguien, ellos no van a creerte. No tienes nada en nosotras. Así que mueve tu pequeño y huesudo culo de vuelta hacia tu habitación y mantente alejada de mis chicas, ¿Entiendes?
 Parpadeo de nuevo y frunzo el ceño.
Qué mala.
--Sé que nadie va a creermeRespondoEllos ni siquiera saben que existo. Pero es diferente si lo oyen salir de sus bocas.
An deja salir una risa ácida.
--¿Y crees que nosotras vamos a hablar?
Me encojo de hombros.
--Yo lo han hecho, de cualquier manera.
--¿A qué te refieres?Finalmente habla Marina, con voz temblorosa.
--Las tengo.
Camino hacia la maseta y saco la pequeña cámara rosada de su escondite. Ellas miran con incredulidad el artefacto cuando yo le pongo pausa y sonrío.
--PerraMurmura An.
--No puedes hablar sobre nada de esto, IsabelMarina me mira a los ojosEstaríamos arruinadas. Por favor.
Bajo la cámara y las miro.
--Yo no diré nada a nadie… Claro, siempre y cuando me digan la verdad. Acerca de Serena y Cassidy, sobre Alex, sobre qué tengo que ver en ello. Estoy harta de que las personas jueguen a mis espaldas. Que oculten cosas. Necesito saber.
--Pequeña mocosa, voy a destruirte, tú hija de…--An comienza, pero se detiene cuando Kate pone una mano en su brazo.
Kate habla:
--Sólo la verdad.
Asiento.
--Es fácil. Sólo quiero la verdad.
Marina ríe agriamente y dice:
--La verdad no tiene nada de fácil, Isabel. La verdad no te libera. No en este caso. Escúchame, tú no quieres meterte en esto. Tú no quieres saber.
 Más de lo que alguna vez ella podría saber.
--Creo que es mi decisión.
--Una vez que lo hagasAmenaza KateNo hay un camino de regreso.
--Compartiré el secreto con ustedes.
--Te mataré antes de que sepas qué está pasandoSisea An.
La miro a los ojos y veo la furia en ellos. Kate aprieta su agarre.
--Si contamos, entonces te largarás, ¿De acuerdo? No hablarás con nadie. No conmigo, ni con An, ni con Marina. Y definitivamente no con Álex.
Me pregunto qué tanto tiene que ver Álex en este asunto, pero supongo que estoy a punto de saberlo.
--Sabes que no lo haráEscupe AnSabes que quedará atrapada en esto con nosotras. Tú lo sabes.
--Lo sé.
--¿Entonces?
--No tenemos otra opciónSe gira hacia mí--¿Cómo sabemos que cuando te lo hayamos dicho no publicarás ese video?
--Tienen mi palabra.
--Y una mierdaAn ataca de nuevo.
--No es suficienteKate intentaQuiero la cinta.
Marina se acerca a An y a Kate, aún con los brazos alrededor de sí misma. Entonces, a pesar de los insultos y el mal humor, An la toma del brazo y la acerca a ella, mirándola con una chispa protectora.
  Es ahí cuando me doy cuenta de a lo se refería Marina cuando la conocí: An está a cargo, porque ella es la más protectora de las tres. A pesar de toda la palabrería, el punto débil de An, son ellas.
  Haría cualquier cosa para protegerlas.
--No.
An levanta las cejas.
--¿No?
An abre la boca pero Kate la corta y habla:
--No podemos depender de tu palabra.
--Pero es lo único que tienen. Por otro lado, si ustedes deciden que no van a hablar… bueno, me pregunto qué pasará con todas ustedes. Qué desastres causaría la verdad. Cómo cambiaría su vida su ésta cinta terminara en la policía.
  La mirada de An vuela a la mía con verdadero odio.
--No tengo nada contra ustedes. Sólo quiero la verdad. Entonces dejaré sus vidas como estaban antes.
Hay un momento de silencio.
--DiosMarina susurra, pegada a AnMe recuerda tanto a Cassidy. La misma chispa manipuladora en sus ojos.
¿Isabel, manipuladora? ¡Siguiente chiste! No pueden hablar enserio. ¿Isabel? ¡Vamos!
--¿Entonces?Presiono.
Kate mira a An, porque sé que ella tiene la última palabra, al final.
--Espero que cumplas tu palabra, chica.
Es ahí cuando me doy cuenta de que he ganado.
--¿Quién empieza?Sonrío.
Ellas se miran entre sí, y luego a mí.
--¿Por dónde quieres empezar?Pregunta Kate, paciente.
Creo que, en otras circunstancias, podríamos llegar a ser amigas.
--Desde el principio.
Hay otra pausa, y entonces Marina habla, deslizándose por la pared hasta quedar sentada en el suelo. Kate sigue su acción, así que yo también lo hago, enfrente de ellas, pero An sigue parada, mirándome con desconfianza.
--Éramos más antesComienza MarinaEl año pasado. Había dos más. Cassidy y Serena. Éramos amigas. Un día… Un día, la encontraron en su habitación muerta. A Serena. La policía pensó que fue un suicidio, pero nosotras sabíamos mejor. Ella no se había quitado la vida.
--¿Cómo lo sabes?
--Ella huía de algoAn dice, recargándose en la pared y cruzando sus brazos sobre su pechoTemía de algo. Pero nunca supimos qué era. Nunca nos contó. Además, ella nunca se habría hecho eso a sí misma. Ella tenía sueños. Iba a ser pintora. Ella quería ir a ese estúpido museo enorme en Francia. Quería hacer tantas cosas. Y ella no era de ese tipo de personas que se rendían.
--Por eso supimos que ella simplemente no se había suicidadoKate añadeAlguien más había hecho eso. Pero no lo sabemos. Nadie sabe.
Sacudo la cabeza, con incredulidad.
--¿La policía simplemente la dio por suicida?
Marina asiente.
--Imagino que fue un gran choque para Ahsford.
Kate niega con la cabeza.
--No, ellos nunca se enteraron.
--¿Cómo?
--Los únicos que sabían de la muerte fue la policía, la directora, las dos chicas compañeras de cuarto y sus padres. La directora no quería perturbar a la escuela por una niña deprimida que acabó con su vida, así que no lo hizo. Hizo que los padres fingieran que habían transferido a Serena a otra parte, a otra cuidad, a una escuela. Se las arregló de alguna manera para que no saliera en los medios. Por eso probablemente tú nunca escuchaste nada de eso. Y las dos chicas también fueron transferidas. Pero eso fue cosa de los padres, más que la directora. A ella le gusta la discreción.
--¿Qué pasó con Cassidy?Presiono.
Marina sacude la cabeza.
--Por alguna razón ella era muy sensible cuando se trataba de muerte, ¿Sabes? Serena era su amiga, y entonces estaba muerta.
  Lo entiendo. Vivian y Cam acaparan todos mis pensamientos.
Oh, Isabel, lo siento.
--Le afectóMucho, continúo MarinaAsí que empezó a salir con Alex.
--Esperen, esperen. Retrocedan un poco. Ustedes estaban diciendo que si se enteraban sobre Serena iba a afectarles. ¿Cómo podría hacerlo si no saben quién pudo haberla matado?
An sacude la cabeza.
--Niña ingenua, ¿No lo entiendes, verdad? Si alguien llegara a saber que sospechamos de un asesinato, la prensa se irá sobre nosotras, intentarán culparnos, porque somos las únicas involucradas. Sus amigas. Si nosotras salimos afectadas por esto, afectará directamente a nuestros padres.
Levanto las cejas.
--¿Sus padres?
--Sabes que estamos en Ashford por una razón, ¿Verdad?Marina dice.
--Porque… es una escuela para ricos. Y supongo que ustedes son ricasDigo con voz titubeante.
Kate niega.
--Lo es. Pero no es por eso que estamos aquí. Nosotras estamos matriculadas en Ashford por la seguridad, Isabel. ¿Sabes quiénes son nuestros padres?
--…No.
--Por ejemplo, el padre de An es Nicholas BrownContinúa Kate, haciendo una pausa para que yo reconozca el nombre.
Pero no lo hago.
Tal vez sea un actor o cantante, pero yo no tengo manera de saberlo. He estado enterrada en la vida de Isabel por tanto tiempo que he estado perdida.
--¿Qué tú no ves las noticias, no lees los periódicos? Tus padres al menos debieron hablar sobre ello alguna vez.
Niego.
--Lo siento. No me suena.
--Está en campaña para la presidenciaMe informa An, sin darle tantas vueltas como KateY mi mamá fue senadora, se acaba de retirar.
--Oh. ¿Qué hay sobre ustedes dos?
--Mis padres son senadoresKate sonríe.
--Mi hermana mayor es actrizTermina MarinaEl año pasado ella ganó un premio. De esos importantes, no recuerdo el nombre. Mis padres me ingresaron a Ashford porque mis compañeros de escuela me acosaban. Pensaron que estaría mejor con personas relacionadas conmigo.
An vuelve su cara hacia la mía.
--Y luego están las personas como tú. Pequeñas niñas  cerebro de clase media con beca que tienen el sueño de convertirse en alguien importante. Física, escritora, doctora. ¿No es eso por lo que estás aquí?
   No sabe ni siquiera una cosa acerca de mí. Sin embargo, yo… No quiero decirles aún sobre Isabel y yo.
No le contesto.
--Por esto no podemos dejar que la prensa acceda a nosotrasExplica MarinaSería un desastre para nuestra familia. Allie  no necesita problemas con la prensa otra vez. El año pasado tuvo un asunto con ellos y no necesita que una noticia escandalosa sobre un asesinato en el que su hermanita está involucrada. Si ellos se dan cuenta de lo que sabemos sobre Serena… o lo que pensamos que sabemos… No habrá un camino de regreso. An esquivó la bala tiempo atrás, cuando un miembro de la policía pensó que tal vez nosotras escondíamos algo. Pero como siempre, se las arreglóSonríe.
 An no nos mira a ninguna de nosotras.
-- Y todavía no hemos hablado del hecho de que el tipo que pudo haber asesinado a Serena vendrá tras nosotras si se entera que sabemosContinúa.
--Eso no lo sabemosSe apresura a decir Kate, empujada a mantener la calma.
--Sabes que es probable. Hay personas en el mundo que harían lo que fuera por mantener sus pequeños sucios secretosAn discrepa.
--Como túRemarco en algún momento de estupidezEstás contándome todo esto porque quieres mantenerlas a salvo.
 An me dirige una mirada enviada directamente desde el infierno y luego la aparta de mí.
Ups.
--Entonces, ustedes están aquí por la seguridad. ¿No se han dado cuenta que es un asco?
--No por ese tipo de seguridadMarina me explicaEstamos aquí por Cassandra Terrance, la directora. Ella es la seguridad.
--No lo entiendo.
--Sabemos que la seguridad de la escuela es bastante normal. Pero estamos aquí porque Cassandra es una mujer dura, aunque no lo parece. Si la prensa o algún otro idiota intentan meterse con alguno de nosotros, ella los patea. Con ella, cualquier famoso estaría más seguro que cualquier miembro presidencial. Es lo que nuestros padres quieren para nosotras.
Asiento.
--Entiendo.
--Ya era horaAn gruñe bajito.
Kate suspira.
--Cassidy se acercó a AlexLes recuerdo, intentando avanzar--¿Qué pasó después? ¿Por qué Alex es tan importante?
 La mirada de Marina se endurece.
--Ése imbécil.
--¿Qué hay con él?
--No lo sabemos. Ese es el problemaAn dice con tono frustrante.
--¿Eh? --Muy bien. Ahora sí estoy confundida--¿Están odiando tanto a alguien por nada?
Kate sacude la cabeza.
--An no se está expresando bien. Cuando conociste a Alex, ¿Qué pensaste?
Pienso sobre la pregunta.
--Que no me gustaba.
Marina frunce el ceño hacia mí.
--¿Enserio? Cuando yo lo vi la primera vez pensé que quería follármelo.
Rasco mi brazo, incómoda. Kate le da un codazo y An entrecierra los ojos en su dirección de manera desafiante.
--Los sientoMurmura.
Me encojo de hombros.
--Más bien pensé… No sé. Es que él me miraba de aquella manera, era como… Cuando lo vi a los ojos, vi todo lo que pasaría si yo me mantenía cerca de él. No me gustó lo que vi. Vi que iba a rompermeMe encojo de hombros de nuevoSupongo que tal vez estoy exagerando. Es sólo que no me había encontrado nunca con uno de ésos chicos.
An deja de mirar a la nada y se vuelve hacia mí.
--Es que no estás exagerando. Agradécele a tus instintos, porque ese día te salvaron el culo.
  Aún no estoy del todo cómoda con su lenguaje, pero no hago ninguna mueca ni menciono ni una sola palabra al respecto.
An prosigue:
--Si te has dado cuenta, el niño coquetea con todas. Todo el tiempo. Ha logrado enganchar a dos de las nuestras. Serena y Cassidy. Y no sé si tu pequeña mente lo ha notado, pero ellas no están aquí. Ellas están muertas.
 Por un segundo, hay una pequeña pausa que llena los espacios en blanco.
--¿Ustedes creen que él las mató?
Mi boca casi perfora el suelo.
--No así. No tenemos nada seguroDice An, de nuevo sin verme a la cara, como si fuera demasiado genial para esoPero definitivamente algo cambió en ellas dos cuando Alex comenzó a meterse en su ropa interior. Algo les hizo. Es lo que sabemos. Pero lo frustrante es que no sabemos qué es. Él es un misterio andante. Uno muy caliente, claro. Pero aun así un problema.
--¿Cambiar en qué maneras?
Es Kate quién me contesta:
--Es complicado. Y fue diferente cada vez. Primero él comenzó con Serena. Ella solía ser alegre, dibujaba todo el tiempo…
--Dios, ese olor a pintura me tenía locaMurmura An entre dientes, interrumpiendo a Kate.
Kate prosigue tras dedicarle una mirada.
--… y sonreía a todo el mundo. Era como una niña. Pero cuando empezó a salir con Alex, se volvió más… apagada. Era más precavida; Siempre miraba detrás de su hombro, cómo si alguien la estuviera siguiendo. Como si temiera de algo. Ella solía visitar a su familia todos los fines de semana, pero entonces dejó de hacerlo. Se acurrucaba en su cama y no salía de ahí en horas. Solía escabullirse a mitad de la noche al baño para llorar. Se empezó a alejar de nosotras… Ella… No estaba en sí.
  Carraspeo, e incluso cuando sé que lo que voy a decir a continuación traerá la furia no sólo de An sino de las otras dos, igualmente (por alguna razón) viaja por mi garganta y se desliza por mis labios:
--¿No han considerado que tal vez tuvo un ataque de depresión y se suicidó?
Y como esperaba, ellas me clavaron miradas que si fueran dagas ahora mismo yo estuviera en el piso muriendo desangrada.
Auch.
An se apresura en expresar su opinión:
--¿Por qué no cierras la boca? Tú no la conociste. Y nunca lo harás. De hecho después de ésta noche tú no vas a conocer a ninguna de nosotras, puedes apostarlo. Vete haciendo la idea.
 Marina, que está sentada a su lado, mira hacia arriba y pone una mano en su pie, como diciéndole que no pierda los estribos. Ella mira hacia abajo, hacia sus ojos y el estrés que adornaba su rostro se reduce a nada.
--Lo sientoMurmuroEra una observación.
Kate sacude la cabeza, como intentando despejar su mente.
--Créeme: Ella nunca se haría eso a sí misma ni a nosotras. Serena nos amaba lo suficiente como para hacerlo.
Asiento.
--Está bien, lo siento. ¿Puedo hacer otra pregunta?
--¿Hay alguna manera de detenerte?El sarcasmo de An ataca de nuevo.
Me hubiera sentido mal hace unos meses si alguien me tratara a sí. Me preguntaría constantemente porqué. Sin embargo, tengo la respuesta. Y no soy igual a hace unos meses. Entiendo perfectamente porqué ella es como es: Yo soy la chica que pone en peligro no sólo su vida, sino las de sus mejores amigas. Personas a las cuales ella se ha esforzado tanto por proteger.
--Y la pregunta es para ti, de hecho.
Ella me mira, finalmente.
--¿Qué quieres?
--Sophie me dijo que tú saliste también con Alex.
An resopla.
--Sophie es una perra, igual que su hermana.
--¿Qué pasó?
--Johanna era amiga mía, el año pasado. Pero eso fue en los tiempos de la muerte de SerenaToma aireYo… Como te dije antes, cuando ella murió estaba saliendo con Alex. Y estaba, y estoy, convencida de que él le hizo algo. Pensé que era la razón por la cual estaba muerta… Pensé que Alex era el culpable. Ya sé, deja de mirarme así. Sé que no puedo culpar a alguien sin evidencias, que es grave. Los sé. Pero él… Dios. Pensé honestamente que era el culpable. Así que me acerqué a él para ver si podía sacarle algo. Quería ganarme su confianza. Si tenía que follar con él para conseguirlo, qué demonios. ¿Qué importa? Me iré al infierno de cualquier maneraKate le reprende dándole un pequeño golpe en la pierna con la manoPero él supo mejor. Él me conocía. Él me conoce. Sabe que no me rindo ante sus encantos de niño guapo. Cuando me atrapó, se lo dije. Claro, lo negó todo y me dijo que estaba loca. El muy imbécil dijo que comprendía mi dolor y mi necesidad de culpar a alguien, y dijo que podíamos seguir siendo amigosFrunce el ceñoPero yo y él nunca fuimos ni amigos; Cada vez que lo veo me dan ganas de arrancarme los ojos de la cara, cada vez que intenta coquetear conmigo, incluso cuando sé que no quiere nada de mí… me siento enferma. ..
Hace una pausa.
--Johanna pensó en verdad que estaba saliendo con él, y ella quería follárselo, como todas las chicas de la escuela. Pero seas tan ingenua como para creer que yo quería algo con ése imbécil. Sólo quería información.
 Asiento, teniendo las cosas en claro ahora. Quiero decir, imaginarme a An sonriendo a alguien, siendo cariñosa… No, ni siquiera puedo hacerlo.
Me giro hacia Marina, sabiendo que ella va a ser más amable conmigo.
--¿Y tú?
--Intenté hacer lo mismo que An. Buscar información, pero ésta vez sobre Cassidy. Él y yo nunca nos llevamos mal, pero cuando comencé a acercarme se convirtió en un completo idiota. Descubrió mi plan, gracias al anterior intento de An, y me pateó fuera. Está más bueno que el pan, es cierto, pero su cerebro no le ayuda. Ni su boca. Bueno…
Kate le corta antes de que pueda agregar algo más sobre el cuerpo de Alex.
--¿Algo más que quieras saber?
Sonrío.
--A penas empiezo.
An gruñe y farfulla seguido. Intento no mirarla.
--Eres una pequeña niña chismosa, esto no te incumbe, novata.
--Bueno, a tu padre supongo que tampoco le incumbe lo que haces en la escuela, pero de cualquier manera le parecerá entretenido, ¿No es así?
  An me mira un segundo y luego aprieta la mandíbula, atrapada. Ella mira abajo hacia Marina y susurra:
--Tienes razón. Igual de perra.
Frunzo el ceño y las miro.
--¿Qué?
--NadaMurmura An.
--Díganme.
Ella suspira pero no abre la boca, dejando a Marina con esto.
--Cassidy. En cierta manera, te pareces un poco a ella.
  La alarma en mi cabeza empieza a sonar.
Dios. Dios. Dios dios dios dios dios dios. ¿Se han dado cuenta? ¿Relacionaron los hechos? ¿Al fin unieron los puntos? ¿Saben de mí?
Me preparo para el comentario: “Eres su hermana”, pero nunca llega. Lo que sale de la boca de Marina es algo que es muy diferente:
--Es por Cassidy. Por momentos te pareces a ella, por sus cambios de actitud.
Me siento tan aliviada que quiero reír y llorar al mismo tiempo, pero en vez de eso ladeo la cabeza en un gesto de curiosidad.
--Tendrás que ser más específica.
--BuenoSe mete KateEs a lo que iba: Cuando llegó, Cassidy era diferente… Ella… No sé. Era muy tímida. Era muy… Un poco como tú, sólo que no usaba moños ni colores pasteles. De hecho, ella era… Parecía un poco perdida.
--Y solitariaEmpieza MarinaPor eso ofrecí mi amistad.
--Y ya hemos visto como te funciona esoRonronea An con malicia.
Marina cierra los ojos fuerte, con culpabilidad.
Kate mira a An con una y abre la boca para reprenderle cuando An suspira.
--Lo siento, estoy tensa.
¿An disculpándose? ¿Por sí misma? Vaya. Cosa inesperada.
Marina abre los ojos y asiente en silencio, sin mirarla.
Kate suspira y me mira, continuando con la historia:
--Es aquí cuando entra Alex. Él empezó salir con ella y entonces…--Kate se queda pensativa escogiendo las apalabras en su mente.
An contesta por ella.
--La señorita solitaria y seria ya no era ni tan seria ni tan solitariaRíe amargamenteSe convirtió en alguien diferente. No como Serena. Ella no tenía miedo, no estaba huyendo. Al contrario: Era una perra manipuladora.
 ¿Isabel? ¡Ella no era así!
Las palabras casi salen de mi boca, pero consigo atragantarme con ellas.
--¿Cómo?
Marina se encoje de hombros.
--Una fiestera, maliciosa y…
--Una perraInterrumpe An.
--An, si sigues haciendo eso voy a patear tu traseroAdvierte Kate.
Al principio pienso que An se va a burlar de ella por lo que acaba de decir, que la iba a desafiar, pero no hace nada de eso. Ella se cruza de brazos como una niña enfurruñada.
--Cassidy no respetaba límitesProsigue MarinaElla hacía lo que quería, cuando quería. Intentó manipularnos. Y como tú, pasó de ser inocente a alguien más. Alguien que yo no sabía que estaba ahí.
  Me mira significantemente, como si yo la hubiera decepcionado, pero yo sólo me encojo de hombros.
Después de todo, supongo que Isabel y yo compartíamos más que los genes.
-¿Están seguras?Insisto.
--A ver, ¿Quién la conocía? ¿Tú o nosotras?Responde An.
Y aunque soy su hermana, ella tiene razón.
No tengo ni una idea de quién es Isabel. No más.
--Supongo que tienes razón. ¿En verdad creen que Alex pudo haberles hecho algo para que cambiaran? ¿Qué pudo asesinarlas?
  Todas miran a An, y ella sacude la cabeza.
--No lo sé, ¿De acuerdo? Nadie sabe nada de la muerte de Serena. Y obviamente Alex no mató a Cassidy.
  Sé eso, pero se supone que no, así que la pregunta sale natural de mis labios:
--¿Cómo murió Cassidy?
--Nosotras estábamos en carretera, un fin de semana hace unos meses. Íbamos al bosqueAn dice, mirando por una ventanaA una fiesta en el lago. Vivir a las afueras de la cuidad tiene sus ventajas cuando se trata de estas cosas… Era mi auto, pero yo no venía manejando, estaba dormida en el asiento copiloto. Recuerdo que alguien gritó y entonces el auto se estrelló. Recuerdo la sangre y el dolor. Creo que me dormí o me desmayé después de eso. Cuando abrí los ojos, Kate y Marina estaban inconscientes en el asiento trasero y Cassidy no estaba. La policía cree que salió volando, pero no encontraron nunca el cuerpo.
   Sus palabras se quedan grabadas en mi mente.
Yo ya sabía qué había pasado con Isabel. Sabía que había chocado con otras chicas. Pero no sabía que no habían encontrado el cuerpo.
Mi mente me lleva atrás, cuando yo una vez le pregunté a mamá si Isabel tenía el pelo rubio cuando la encontraron. Y ella me dio la espalda y me ordenó que subiera a mi habitación, sin darme una respuesta.
  Si no la encontraron… ¿Entonces qué rayos enterraron?
--Lo séDice Marina, mirándomeFue horrible. La búsqueda duró unos días, pero aquí hay osos y las probabilidades apuntaban a que un oso pudo habérsela comido al menos una hora después del accidente. No había probabilidades de encontrarla.
  Esa información no me tranquiliza.
No sé si mis padres no me dijeron obre sesto para protegerme, o si no lo hicieron porque ellos nunca hablan de Isabel.
Suspiro fuerte.
--¿Qué hay acerca del reportero?
An me contesta:
--¿Carter?SuspiraCuando pasó lo de Serena él de alguna manera consiguió meterse al colegio y hacer algunas preguntas. Terrance le pateó el culo, claro, pero supo suficiente como para querer preguntarnos cosas. Nos dejó en paz hasta que Cassidy murió. Él cree que tenemos algo que ver con la muerte de ambas. Sería una gran historia para él sin duda. Pero el hombre no tiene consciencia, así que simplemente le pagué más de lo que la historia le ofrecería para que se quede callado. Lo tenemos cubierto.
--Pero aún así no han resuelto nadaComento. No es una pregunta, es un hecho.
An me mira desafiante y farfulla:
--Qué inteligente eres.
--Si pudiéramos descubrir qué pasa con AlexAventura MarinaSi alguien pudiera ganarse su confianza lo suficiente como para sacarle algo de información…
--Yo lo haréInterrumpo.
Kate y Marina me miran fijamente, pero An farfulla:
--No. ¡No! El trato es que nosotras te decíamos la verdad y tú volvías a tu patética y solitaria vida. Sin ninguna de nosotras, y no te quiero cerca de Alex, ¿Me entendiste? Quiero que te mantengas fuera de esto.
--AnAdvierte Kate, casi en un susurro.
--¿Crees que después de saber esto puedo mantenerme alejada? ¿Fingir que nada pasó?
Ella se inclina hacia el frente y me apunta con un dedo.
--No, pero te advertimos. Lo hicimos. Te dijimos que no querías saber. La verdad no te iba a liberar. Ahora atente a ello.
Ella se voltea a ella, furiosa:
--¡No, Kate! ¡No trates de defenderla! ¡Ella va a arruinar nuestras vidas, ella nos está poniendo en peligro; Todo lo que somos, todo por lo que trabajamos, todo lo que nuestros padres trabajaron para estar donde están! ¡Así que no trates de defenderla!
  Kate se para de repente y dice en un susurro.
--Creo que hay alguien aquí.
Esto hace que An se quede quieta.
--¿Qué?
--En el pasillo a la izquierda, creo que vi una sombraVuelve a susurrar.
An mira hacia el pasillo contrario en donde dejé la cámara mientras Marina y yo nos levantamos.
Es más o menos cuando recuerdo y el nombre sale de mis labios:
--Sophie.
Entonces algo en la oscuridad hecha a correr.
An sale disparada detrás de ella junto con las demás, así que yo les sigo. Casi no puedo ver en la oscuridad, y son pasillos que no conozco, pero sigo a Marina de cerca. Corremos detrás de An por unos segundos, pero ellas son más rápidas y hay un momento en que no sé en qué pasillo giraron. Tardo algunos segundos viéndolos. Es ahí cuando escucho un golpe seco proveniente de uno de los pasillos.
  Cuando las encuentro, miro directamente al suelo, donde ellas están mirando.
Sophie está en el piso, inconsciente. No hay sangre ni ningún signo de heridas,  pero aún así me perturbo.
--¡La mataron!
An me tapa la boca.
--¡Shhh! Carajo. No la matamos. Es un golpe para dejar inconsciente a alguien. Es todo. Va a despertar.
Cuando ve que no tengo intenciones de salir corriendo a delatarlas, me deja.
--¿Cómo hicieron eso?
An se encoje de hombros, viendo el cuerpo de Sophie.
--Mi padre está en selecciones a la presidencia. El quería que aprendiera a defenderme, por si acaso. Aprendí muy bien.
--¿Qué vamos a hacer?Pregunta Kate, inclinándose al cuerpo de Sophie.
An suspira.
--Primero, vamos a mantener la calma, ¿Entendido?
Asentimos y ella me mira.
--Tú, mañana, cuando yo me haya hecho cargo de esto, no vas a decir nada. Ni una palabra. ¿Me oíste?
Asiento.
--No podemos dejarla ir ahoraAdvierte Kate, mirándome.
An asiente con irritación.
--Lo sé, carajo.
Marina me mira.
--Te lo dije. Te dije que tú no querías meterte en esto. Ahora eres una de nosotras.
Cuando dice eso, me fijo en las expresiones de An y de Kate para verificar que no estén de acuerdo con ella. Pero no dicen ni una palabra.
--¿Enserio?
--An diceNecesitamos de tu ayuda en esto, ya que estás implicada. No, no me veas así. ¿Entiendes? Tú después de esta noche no te relacionarás con nosotras. Sigo firme en eso. No quiero tener que cuidarte ni de Carter ni de Alex, ni de ninguna cosa que puede pasar cuando Sophie despierte. Vendrás a nosotras cuando yo lo diga.
  Trago saliva y asiento.
--¿Qué quieres que haga?Pregunto, refiriéndome a Sophie.
Ella suspira.
--Espera. Antes tengo que hacer unas llamadas.
Cuando la miro, puedo ver como esto está acabando con ella. Pero entonces mira a las chicas y se repone. Es cuando me asombra cómo esa debilidad puede ser su mayor fortaleza.


--Sthep Stronger.
Aún con un capítulo. Estoy atrasada :/

No hay comentarios:

Publicar un comentario