martes, 28 de febrero de 2012

Mine, Capítulo 8.



Mine. Capítulo 8. "¿Cómo puedes ser tan cruel?".

Al final, Kris y mamá terminaron por llamar a una pizzería. Tampoco es como si fuera alguna novedad. En verdad Kris tenía el número ya apartado en el cajón de la mesa de la cocina y el teléfono en la mira desde que a Laura se le ocurrió semejante estupidez.
Me pregunto porqué Laura no lo vio venir como todos los demás.
Tomo mi pizza y muerdo las orillas.
 Mi familia empezó a preguntar cosas a Lucas y a Ellie acerca de su vida.
--Imagino que fue lindo vivir en Francia--Dice Sara.
--Si, bueno. Lo fue--Dice Ellie.
--Tenía su encanto--Responde luego Lucas.
 Preguntan otra cosa, pero yo me pierdo en el sabor de mi pizza con peperoni y champiñones.
--...¿Y porqué regresaron?
Los miro sin dejar de morder mi pizza.
--Mamá y papá no querían estar lejos de José después de la boda y eso. Son un poco sentimentales--Dice Ellie.
Me vuelvo a perder en las profundidades de mi pizza.
Poco después de acabarme la pizza alguien toca la puerta. Tomo otro pedazo de pizza. Después entra Alan y saluda con un beso en los labios a Sara. Tiene el cabello negro y está vestido de una manera sencilla.
Es muy sencillo, tal vez fue la razón por la que Sara lo eligió a él.
Después saluda a la familia y a los visitantes. Jessie se sienta en el regazo de Lucas y da pellizcos a su pizza mientras le pregunta cuándo vendrán sus padres. Él le responde con un "Pronto".
 Alan y Sara se sientas frente a mí y Alan deposita un beso en la cabeza de Sara. Seguido de su mejilla y luego los labios. Ella sonríe y ríe.
--¡Venga! ¡Estoy comiendo! Es asqueroso; Suena pegajoso y es perturbante.
Jessie ríe ante mi comentario.
--¿Ven? Ella me apoya. ¿Verdad, Jessie?
Ella se oculta en el cuello de Lucas mientras sonríe tímidamente. Le sonrío.
--Envidiosa--Dice Alan, besándola a propósito en la boca.
Puedo ver que Sara sonríe.
--¡Envidiosa! ¡Yo! ¡Si, claro! ¡Sigue soñando, amigo!
--Ya quiero verte abrazando a tu novio, verás--Dice Alan.
Le saco la lengua.
Él sonríe.
--Soy Forever Alone--Declaro.
--¡No me digas!--Dice José, sarcásticamente.
Todos ríen.
 Mamá está a punto de decir algo cuando su teléfono suena y se va ala cocina, dónde está Laura y la Tía Kris.
--Sí te lo digo--Continúo.
Seguimos broméando integrando a Ellie y a Lucas a la conversación cuando mamá cruza la puerta y me tiende el teléfono, tapándole la bocina para quién sea que esté al otro lado de la línea no pueda oír aún lo que decimos.
--Es tu papá.
El pánico me golpea repentinamente el pecho al mismo tiempo que el miedo. Sin piedad.
Las risas cesan.
Puedo notar los ojos de Ellie y e Lucas en mí... O los de toda mi familia , mejor dicho.
Mi pizza cae.
Mi mundo cae.
Puedo sentir mi rosto lleno de pánico. 
Muevo la cabeza hacia un lado y hacia el otro en cuanto me puedo mover, negádo.
"No, no, no, no, no, no, no, nonononononononono...."
"Dios, no".
Mamá me mira con el teléfono aún en la mano.
¿Pero cómo puede hacerlo? ¿Cómo se atreve él? ¿Después de todo...? ¿Qué tan cruel se puede ser? ¿Porqué?
¿Porqué ahora?
Me niego rotundamente a llorar frente a las personas. Ni frente a mi familia, ni frente a desconocidos.
Quiero decir algo, pero no tengo voz.
Vuelvo a negar.
¿Porqué ahora?
¿Porqué?
Alargo la mano temblorosamente mientras me levanto, voy hacia la cocina, y cuando entro, Kris y Laura salen (Kris medio empujando a Laura).
--¿Bueno?
No puedo creer la vocecita chillona que  salió de mi boca.
Él habla en la otra linea.
--Lena. Hola, mi amor, ¿Cómo estás?
 No tiene derecho a llamarme "Mi amor",pero estoy muy asustada como para decírselo.
Estoy demaciado asustada como para defenderme.
--¿Qué sucede?--Le digo, con un tono vacío.
Pero lo que en verdad quería decir era: "¿Cómo te atreves a llamar, después de todo este tiempo? ¿Cómo te atreves?"
Pero no lo dije.
--¿Estás bien?
No, no estoy bien.
--Sí.
--¿No me has extrañado?
No. No. Demonios, no! Estaba perfectamente antes de oír tu estúpida voz.
Me quema la garganta de las ganas de preguntarle porqué demonios ha llamado ahora. Después de todo.
--Sï.
He dicho esa mentira tantas veces, que parece una verdad. Pero yo nunca me la creeré.
--¿Segura?
No tengo el humor para seguir dando vueltas al asunto.
--¿Porqué has llamado?
En otro tiempo, él me hubiera gritado por "Insolente", pero no lo hiso esta vez.
--Te he extrañado.
--¿Porqué llamas ahora? ¿Porqué ahora?
Al fin una de las preguntas que queman mi garganta sale.
--Me gustaría arreglar las cosas.
--¿Porqué ahora?
Mi tono de voz surge de mí, volviéndose más salvaje y más alto. Me pregunto muy tarde si fuera de la cocina me habrán oído.
Pero no me importa.
--¿Es muy tarde? No seas grosera y no me grites. Soy tu padre. Sólo contestame.
No le contesto. ¿Es que no se da cuenta de que sí es muy tarde?
Estoy enojada y quiero llorar.
Pero no lo haré a menos que esté sola.
--Me gustaría que nos reúnieramos un día. ¿Qué te parece mañana?
Que descarado.
Respiro fuerte.
--Lo siento. Tengo que irme.
Cuelgo sin esperar una respuesta.
Tengo que llorar.
Necesito llorar.
¿Cómo es que es tan cruel?
¿Cómo puede ahora?
Respiro fuerte y me quedo ahí unos segundos cantando una canción para tranquilizarme.
Después de dos minutos,  salgo afuera. Mi familia está charlando sin mucho ánimo. Todos parecen perdidos en sus mentes. Alzan la cabeza cuando entro y les sonrío.
 Sé que Ellie y Lucas intercambiaron miradas, porque los vi, y luego me miraron a mí, lo sé porque lo sentí.
Tres minutos desués mamá se despidió de todos y me dijo que nos marchabamos a casa.
No puse objeción y me levanté. Les digo un "Adiós" a todos mientras cruzaba la puerta.
Ninguna de las dos intercambiamos una palabra en  el trayecto a casa.
 Una vez en mi habitación, miro mis fotografías en la pared, de mí, Luce, mamá, Noel, mi familia... Pero no él. Nunca él. Las arranqué esa noche cuando se marchó.
Me hecho a llorar.
Recuerdo la noche en que se fue.
En la que abandonó.

--Sthep Stronger.

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