martes, 26 de junio de 2012

Mine, capítulo 29.


Mine, capítulo 29, "Especial".

--¡Te dije que no quería nada!--Canturrea mamá.
Pero sonríe. Se sienta en la cama de su habitación y dobla las piernas.
--¡Oh, vamos, mami! ¡Es 23 de octubre! ¡Animate!
Ella sonríe y yo alargo más la mano para que tome mi regalo. Ella lo abre y mira la pulsera de plata que hay dentro.
--¿Cómo pagaste esto?
--¡Pues con mis ahorros! Digo, de algo tenía que servir.
--¿Con tus ahorros?
Me mira como si no me creyera... Y tiene razón.
--De acuerdo, tal vez le pedí algo de dinero prestado a Mel. Dijo que se lo podría pagar si finjo que soy su hija  el sábado en la noche. Creo que su UltraArchiEnemiga la va a visitar con su hija. Creo que será una competición de "Mi hija es mejor que la tuya". Ya sabes.
 Ella voltea y me mira.
--¿Te prestaste a eso para comprarme un regalo, Lena?--Me da un beso en la frente--Eres muy tierna.
--Sí, bueno, quería divertirme un poco.
Se hecha para atrás para mirarme.
--¿Divertirte?
--¡Por supuesto! Cuando termine esa cena le llamaré  a Luce para contárle todo lo que esa UltraArchiEnemiga soltó de su hija y de la cara de esa pobre ingrata... ¡Que dulce! A puesto a que es un estúpida que usa esos vestidos floreados para conseguir una cita con un tipo rico. Que ingenua. ¡Me reiré tanto...! Además siempre quise asistir a una de esas fiestas de té donde todos se odian mutuamente y fingimos un acento británico tan falso como los implantes de pechos de la tía Mel.
 Me río.
Mamá también.
--Es el mejor cumpleaños--Dice.
Sonrío y le doy un beso en la mejilla.
--Feliz Cumpleaños, mami.
Y cuando salgo de la habitación, giro sobre mis pasos y le digo a mamá:
--Oye... Tal vez quieras ponerte vestido...
Ella me mira raro.
--¿Porqué?
Y es justamente cuando oigo al carro llegar.
--Porque tal vez tienes una fiesta sorpresa.
Abre bien los ojos.
--¿Me hiciste una fiesta sorpresa?
Pongo una mano en mi cabeza.
--Sí... Bueno, fue técnicamente idea de Laura, ya sabes. Le encanta organizar...
Ella ladea la cabeza...
--¡Lena, no! ¡No tengo nada decente que ponerme! ¿Van a venir todos?
--Cuando dices todos... te refieres...
Me mira con severidad.
--¡Lena!
--¡Ya, ya! ¡Está bien! Sí, todos, incluyendo a tu amiga Keller esa. Robé disimuladamente tu directorio y le marqué, ya sabes, con eso de que no se pudo hacer la fiesta de su hija porque se enfermó... Pensé que sería lindo que la vieras aquí.
--Oh, gracias--Dice--Es muy dulce de tu parte.
Sonrío.
--Lo sé.
Y me marcho porque hay uno de esos vestidos, que mamá me compró con la esperanza de que lo usara que nunca llegué a usar, esperando en mi cama.


El timbre suena.
--¡Yo abro!--Digo, y salgo corriendo a la entrada.
Y es que sé quién es. Mi familia entera está aquí, sólo faltan Laura y José... Y espero que Lucas haya venido. No estoy segura de porqué, pero he estado un poco ansiosa. He estado preguntándome dónde está. He estado preguntándome si piensa en mí.
  Pero aún no tengo muy claro porqué.
Cuando abro la puerta, Ellie salta sobre mí.
--¡Hola! Oye..., ¡Tengo tanto que contarte!
Ella empieza a soltar un montón de cosas sobre este chico llamado Harry que es un "Amor".
Asiento.
--Respira, Ellie--Dice Lucas.
Él está parado allí. Con esa sonrisa pegada en su rostro.
Tan guapo como siempre.
Espera... ¿Yo pensé eso? Si, fui yo. Oh, bueno, ya qué. No me hago nada por pensar eso.
--Hola, Lena--Dice.
Sonrío.
Ese sentimiento en mi estómago de nuevo.
--Eh, hola, Lucas. ¿Cómo te va?
Sonríe más abiertamente
--Bien. Oye, te ves muy bien.
Siento que mis mejillas se encienden.
Jalo el borde de mi vestido morado y sonrío.
--Oye, gracias.
--Y ... ¿como te fue con ese Keller?
¿Son imaginaciones mías o está estresado?
--No fuimos.
--Ah.
Los músculos de su cara y sus hombros se relajan.
--Pero vendrán hoy.
Suspira fuerte.
Está raro.
Es cuando me doy cuenta de que Ellie sigue ahí parada. La miro. Él la mira. Nos mira.
--Ajá...--Vacila--Voy a saludar a Amelia.
Asiento mientras sonrío.
Y el timbre suena de nuevo. Abro la puerta con Lucas detrás de mí, y es cuando veo a una señora con el pelo teñido de rojo con una sonrisa del tamaño del universo entero en su rostro.
--Hola. Busco a Amelia Brannick.
Entrecierro los ojos.
--¿Eres Alyssa? ¿Alyssa Keller?
Suplico no haberme equivocado con su nombrecito.
Su sonrisa se hace más grande.
--¡Sí!... ¿Eres Lena?
Asiento.
Ella me abraza.
--¡Oh, Dios, no te veo desde que eras una bebé!
¿Y qué se supone que tengo que decirle? Pues nada. Así que me quedo con la boca callada.
Ella gira cuando se oyen unos pasos detrás de ella.
 Es un tipo probablemente de mi edad, con pelo negro azabache y una sonrisa con hoyuelos. Y muy guapo. Seguro que a Luce le encantará.
--Es mi hijo Max. Seguro congeniarán enseguida.
Le sonrío a Max.
--Hola.
Y me hago enseguida  a un lado para dejarlos pasar.
--Ey--Me devuelve el saludo.
Y dentro Alyssa abraza a mamá. Parecen adolecentes. Como Luce y yo. Sólo que mamá, o sea, la versión que sería yo, no intenta despegarse de los brazos de Luce.
  Mamá está feliz.
Max me lanza una mirada (Y es cuando me doy cuenta de que sus ojos son azules como el hielo). Lucas pasa un brazo por mis hombros. Max se aleja hacia su madre.
 Lucas suspira y antes de que yo pudiera decir algo, mi vista se dirige hacia unos sobres en la mesa. Me acerco hacia ellos y busco entre ellos. Son cartas de correo. Y sí.
Ahí está. Una carta de él.
Paso una mano por mi cabello.
Pero entonces Lucas se me acerca y pone una mano en mi espalda.
--No dejes que te arruine el día--Me dice mirando la carta.--Déjala.
Lo miro.
--¿Que la deje?
Asiente.
--Vamos. Platica conmigo. Amo nuestras conversaciones tontas.
El toma mi mano y me guía hacia donde está mi familia, riendo.
Y le sonrío.
Y es que me fascina lo que acaba de decir.
En verdad, estoy deslumbrada.
--De acuerdo. ¿Te platiqué lo qué pasó la primera vez que Laura cocinó?
Su sonrisa radiante podría iluminar una cuidad entera.
--No. Pero amaría escucharlo.
Dejo la carta sobre la mesita de nuevo y dejo que me jale hacia la mesa.
--Fue muy divertido--Digo.
Y sus ojos brillan.
Suspiro.
Y me doy cuenta de lo especial que es.


Cuando la fiesta acaba, cuando todos se están marchando y yo estoy recogiendo los platos sucios, Lucas se acerca y me ayuda.
--Gracias.
Se encoge de hombros.
--Oye...--Comienza.
Aparto la vista de los platos y lo miro a los ojos.
--¿Qué?
Hace un chasquido con la lengua.
--¿Qué tienes planeado para mañana?
Me encojo de hombros.
--Nada... En verdad nunca tengo nada pleaneado para el día siguiente.
--Ah. Oye, ¿Quieres...?
Hace una pausa.
--¿Qué?
Pero lo que en verdad quiero preguntárle es "¿Estás nervioso? ¿Tú?"
Parece que abandona lo que quería decirme, pero Ellie se interpone y pone un brazo por la cintura de Lucas. Él la abraza igual.
 Sonrío y pienso que en verdad me hubiera gustado un hermano mayor... Y pienso en esa niña. No, no quiero tener hermanos.
 No quiero nada.
--Que si querías ir al cine con nosotros.
Me sonríe.
Lucas mira a Ellie.
--Oh, bueno... ¿Cuando?
--El viernes, ¿Te suena bien?
Asiento.
--Suena bien.
Los hermanos sonríen.
--Bien. ¡Los veré ahí!--Dice Ellie, antes de que se marche.
--¡Lucas, Ellie, nos vamos!--Grita José.
Lucas me sonríe.
Me quedo sin respiración.
Se acerca a mi y me da un suave beso en la mejilla. Y juro que podría derretirme.
--Nos vemos--Dice.
Sonríe.
Sonrío.
--Nos vemos.
Y en cuanto se va, subo corriendo las escaleras y me arrodillo enfrente del cuaderno que dejé tirar para recogerlo. Tal vez no haré un resúmen, no haré lo que él quería que hiciera. Pero haré algo que sé que necesito descifrar.
 Me siento en el suelo y tomo un plumón que está tirado enseguida del cuaderno.
Y me pongo a pensar seriamente qué es lo que Lucas me hace sentir.
Palmeo el plumón contra la hoja blanca...
 "Comodidad".
Escribo en la primera línea. Aún así, sé que me faltan muchas lineas por rellenar.


--Sthep Stronger.

No hay comentarios:

Publicar un comentario