miércoles, 7 de agosto de 2013

The Bet. Capítulo 40.


Final de Victoria. 
Es increíble como las personas pueden cambiar al estar al lado de otra. Algunas veces se cambia para bien, otras veces se cambia para joderle la vida a los demás, mejor dicho, para mal.
Yo había cambiado para bien, pero en ése camino que tuve que tomar para hacerlo, hubieron muchos baches, muchas piedras. Me caí cientos de veces, pero aún así me levanté pude superar cosas. Por que se que soy fuerte.
Miré mi nueva acta de nacimiento por milésima vez, incrédula.
Victoria Loughty Adams.
No mas ése estúpido apellido que tantas burlas había causado en mi infancia.
Miré a mi mamá, que había viajado desde NY a Chicago, junto a mi supuesto papá, para cambiar mi apellido.
Max, o mas bien, papá, me sonrió y levantó los pulgares.
Me reí bajito.
Mamá se acercó a mi y yo la miré con dureza, advirtiéndole que si se acercaba podría pasar algo feo.
Está bien, había cambiado, pero mi mamá me había lastimado todos estos años mintiéndome, no era algo que yo fuera a superar fácilmente, no.
-No seas grosera, Victoria. - dijo Ruben, mi antes papá.
Lo miré con rabia.
-Tú no me mandas.- dije simplemente.
Mamá miró a Max, mi ahora papá, y entrecerró los ojos.
-¿No le vas a decir nada?- dijo ella con los dientes apretados.
Él se encogió de hombros.
-Ella tiene todo el derecho de tratarte como te trata, la lastimaste... Janice, es tu hija como mía, pero se supone que la conoces mas que yo, deberías saber ya como reacciona tu hija. Yo he estado con ella unos cuantos meses y ya se lo que significan todos sus gestos y sus ademanes- suspiró.- Si me disculpan, tengo un vuelo mañana temprano.
Me miró y se acercó a mí.
-Vicky, todavía tienes tiempo para decidir.
Negué con la cabeza.
-Me quedaré aquí en Chicago... Los visitaré de vez en cuando, lo prometo.
Él entrecerró los ojos, no muy convencido, pero asintió.
-Entonces, nos vemos pronto... Hija. - dijo y me abrazó.
-Adiós, Max. - dije.
Él sonrió, entendía que no podía decirle "papá" al instante, ya que había vivido con que Ruben era mi padre... No es que quisiera y respetara a Ruben, pero era extraño, simplemente no podía decirle luego luego papá a Max. No podía.
Sabía que un día lo haría, pero no hoy... ni mañana, pero si algún día.
Cuando el de fue, decidí hacerlo yo también, no tenía ganas de lidiar con mama y con Ruben... Suficiente tenía ya con los lamentos y lloriqueos de Brenda.
Me dirigí a la puerta pero mamá me habló con su estúpida vocecita molesta.
-¿a dónde vas?
Puse los ojos en blanco mientras la volteaba a ver.
-Iré con mi novio, que por cierto está bien bueno, y no se, tal vez me acueste con él o algo parecido.
Mamá abrió los ojos de sorpresa.
-¡Eres una cualquiera!- medio gritó Ruben ya que estábamos afuera de un edificio del gobierno.
Respiré profundamente, conté a diez y repetí mil mantras en mi cabeza para poder controlarme, pero aún así, la rabia seguía ahí.
-Como digas, Ruben, como digas.- dije con toda la calma del mundo mientras caminaba lejos de ellos.
No pensé en mirar atrás ni una sola vez, quería irme con todo el orgullo posible, viéndome fuerte y sobretodo, libre.
Como estaba cerca del Millenium Park, decidí ir allá, ya que era un lindo día como para sentarme debajo de ése enorme frijol cubierto de espejo.
Cuando llegué al parque, decidí mejor sentarme enfrente de la fuente Crown ya que el frijol gigante estaba lleno de gente. Estúpido turismo, ¿cómo les podría entretener mirarse en el espejo que tenía ese gran frijol?
Un carrito de helados pasó enfrente de mi y no pude resistir la tentación de comerme uno. Cuando ya tuve mi helado de fresa, miré que la fuente mostraba a una gran cara de mujer con los ojos cerrados mientras simulaba que tiraba agua por la boca.
Me reí ya que un niño que pasó junto a mi, miraba asombrado la estructura.
Ahora que al parecer había madurado, no entendía por que tuve ésa obsesión por Andrew, era un idiota y además ahora tenía unas grandes ganas de ir y patearle las bolas hasta dejarlo estéril. ¿Qué se creía? No creía posible que el hubiera seguido con la apuesta, después de todo. Ahora mi hermana estaba en su cuarto, encerrada llorando, toda emo, pero la entendía... Un segundo, ¿mi hermana? uh,oh. Me estaba perdiendo a mi misma, pero sí, ahora quería a Brenda, era una estúpida sí, pero la quería.
Tenían que pasar tantas cosas para que yo por fin dijera que quería a Brenda... No es que algún día lo fuera a decir en voz alta, no, mi reputación caería por los suelos si hacía ésa confesión.
-¿sabías que pareces estúpida con ésa cara mirando al vacío? - dijo una voz enseguida de mí.
No tenía que voltear para saber que era Jake.
-Tu me amas siendo estúpida, así que me da igual. -dije simplemente.
Lo miré y el me sonrió tiernamente.
-Supuse que estarías aquí.- dijo antes de que yo le pidiera alguna explicación
-Eres un acosador...¿Quieres?
Le ofrecí mi helado chupado y el lo aceptó gustoso.
-Oye fea, ¿podemos ir a dar un paseo?- dijo después de acabarse mi helado.
-¡Te.Acabaste.Mi.Helado?! -dije con furia fingida.
-Oops, te prometo que... -se excusó.
-Nah, déjalo. ¿Vamos?
Dimos nuestro paseo tomados de las manos, salimos del Millenium y caminamos hacia una calle en donde había tiendas muy freak, hasta que nos detuvimos delante de una tienda de comics.
Puse los ojos en blanco.
-¿Comics? ¿Es enserio, Jake?
El me jaló hasta entrar a la tienda.
Me cargó y me sentó encima del mostrador.
Lo miré con escepticismo, esperando a que hablara.
-Te tengo una propuesta. - dijo lentamente.
-Ajá, sigue hablando Jake que soy muy impaciente.
Suspiró.
-¿Quieres ir a recorrer el país en moto conmigo?
Éso sonó como propuesta matrimonial,  pero muy a nuestro estilo.
-Jake, yo... - comencé  a decir. No estaba muy segura de querer estar con él día y noche recorriendo el país  en no se cuantos meses, era extraño, pero excitante a la vez.  
Puso un dedo en mis labios haciéndome callar.
-Escúchame, nunca a nadie le he propuesto ésto, ¿sabes? tu eres muy especial para mí y me encantaría que hiciéramos ésto juntos. No es como si te estuviera proponiendo matrimonio, solo quiero ser libre... A tu lado.
-¿Me propones la opción de ser temerarios en una tienda de comics? -dije estupefacta.
El se encogió de hombros.
-Pues... Sí.- dijo un tanto avergonzado.
-¡Es perfecto!- dije mientras rodeaba su cuello con mis brazos y acercaba mis labios a los suyos.
-¿Entonces sí?
Puse mis labios encima de los suyos y lo besé como nunca lo había besado. Suave, dulce y lento. Perfecto.
-Sí.- jadeé cuando terminé el beso.

El hombre con barba me miraba con impaciencia.
No podía creer que de verdad estuviera haciendo ésto.
-Vamos, Vicky. Me prometiste hacerlo, a cambio de que yo me hiciera el que tu quisieras.
Suspiré.
-Bien. - dije mientras dejaba libre mi nuca.
Jake me había dicho que no me diría cual tatuaje iba a tener hasta que me lo hicieran, pero según él tenía un significado especial.
Escuché el "trrrr" de la maquinita y me preparé para hacerme la fuerte.
No dolió tanto, ardía mucho, pero podía aguantarlo.
Recé por que no fuera un gran dragón o una víbora o peor aún un estúpido unicornio el que ahora traía en mi espalda de por vida, por que lo mataría.
Cuando por fin terminaron, me dieron un espejo y enfrente de otro espejo, me lo vi.
Era simple pero muy lindo, un ojo egipcio.
-Es el ojo de Horus.-dijo Jake cuando me miró viéndomelo.-Representa la protección y la perseverancia, además dicen que atribuyen capacidades mágicas.
Chillé de emoción.
-Es perfecto, gracias.
Miré por un largo rato la pared en donde tenían todos los estilos de tatuajes y leí lo que significaban cada uno, hasta que me decidí por uno.
Le sonreí a Jake con picardía, asustándolo.
Le dije al hombre de barba como quería que le hiciera el tatuaje y el asintió.
Decidí que se lo hiciera arriba de su pectoral y cuando comenzaron a tatuarle, gimió de dolor como una niña.
-Ésto duele.-gimió.
Me reí.
Como el tatuaje no era muy complicado, en 5 minutos ya estaba listo.
Era un cinco ya que significa a nivel espiritual, el movimiento, el cambio y la aventura, además representa la salud y la proporcionalidad de lo estético y bello, algo muy superficial, sí, pero lindo. Y al rededor de éste, un círculo de agua, que significa infinidad, completitud, perfección y unidad, el círculo representa la divinidad, la integridad y el absoluto, en cambio el agua, es pureza y frescura. Y secretamente, está manifestado con alianzas.
-¿Qué significa ésto?- dijo mirando al tatuaje.
-El 5 representa a la aventura y el círculo perfección.- dije encogiéndome de hombros, dejando de lado lo demás. En especial éso de las alianzas.
-Es lindo, me encanta el círculo.
Estábamos en algún lugar de New Hampshire, llevábamos 3 meses sin estar en Chicago. Ya habíamos recorrido gran parte del Este del país, recorriendo las viejas 13 colonias y demás.
Me subí a mi moto y Jake en la suya.
Nos sonreímos.
Éramos libres. Nacimos libres y moriríamos libres.
Éramos como un par de aves, disfrutando de nuestra libertad, disfrutando ser temerarios, disfrutando la adrenalina y sobre todo, disfrutando estar juntos.
No por siempre, pero por el momento yo era feliz. Y éso era lo que contaba.

-LizzieG.




2 comentarios:

  1. El final de Victoria??
    No entendí eso xD
    Por que seguiras escribiendo cosas de vicky verdad? :(
    ___________________________
    Ohh,, es zupertiernooo!!!!!!
    BSS

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  2. Bueno, el final de Victoria significa que ella no aparecerá mas en la historia... The Bet está llegando a la recta final, así que ya no habrá mas Vicky aunque ella me cae muy bien (al igual Jake, mi no novio :( )

    -LizzieG

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