martes, 27 de noviembre de 2012

Mine, capítulo 50.


Mine. Capítulo 50; "Polvo".


--No puedo creer que tengas una hermana y no me lo hayas dicho.
   Luce se cruza de brazos y voltea hacia Cariba, sacudiendo su pelo largo y oscuro.
--¡Hola, cariño! ¡Soy tu tía Luce!
 Cariba se esconde detrás de mi asiento mientras sonríe tímidamente. Ella hizo casi exactamente lo mismo cuando conoció a Lucas hace dos días. Después, cuando tuvo la oportunidad, corrió a esconderse en los juegos del MacDonal's y yo pude hablar con él. Una larga. Larga. Muy. Larga. Conversación. ¡Nos pusimos tan cursis y lloramos tanto! Dios, no quisiera pasar por eso de nuevo, por más bonito que fue; Tenía las mejillas rojas y no podía hablar de tanto que estaba llorando... En el MacDonald's. ¿Cómo demonios te vas a llorar al MacDonald's?
--No le hagas caso, está loca--Le sonrío.
Cariba se ríe, mientras juguetea con mi cabello desde atrás incluso cuando estoy manejando.
--¡No le hables así a la niña de mí!
  Freno el auto enfrente de la casa de Oliver y abro la puerta mientras veo a Scarlet, tomada de la mano de Oliver, abrir la puerta a la espera de la niña.
No le contesto a Luce, en cambio tomo la mano de la niña y la conduzco dentro. Luce prefiere quedarse en el carro porque estamos a principios de diciembre y hace un frío que pela. No la culpo.
  Cuando llego a la entrada, Oliver le pregunta si se divirtió, ella asiente y me mira. Me pongo en cuclillas para estar más o menos a su altura.
--¿Vendrás mañana?
Hago una mueca.
--Mañana no voy a poder venir por ti, guapa. Tengo un reporte que terminar de la escuela y no tendré el carro. Pero si quieres puedes ir a mi casa, seguro que no tardo mucho en ese trabajo. ¿Qué dices?
  Ella asiente, feliz.
--Entonces pregúntale a tu hermano.
  Cariba lo mira suplicante y Scarlet ríe.
Ella me pregunta si quiero entrar a tomar algo mientras Oliver le dice a Cariba que lo pensará. Y Cariba pone cara de perrito; Ojos brillantes y enormes y esa expresión de "Ámame". Y ni quién se resista.
  Oliver me mira, buscando mi aprobación.
  A veces, cuando él hace esto para confirmar que está en verdad bien conmigo y que no estoy fingiendo, pienso que parecemos como una ex pareja de casados: Tenemos que educar a una niña y no tenemos ni idea de cómo hacerlo de la manera correcta.
   Su rostro resplandece.
Cuando me marcho, pienso que no estoy segura de querer a Cariba en la misma habitación que mi madre, a pesar de que las cosas están bien de nuevo entre nosotras. Es sólo que... no sé.
  No parece correcto.
Pero, ¿Qué sabré yo?


   Cuando despierto el día siguiente en mi cama, recuerdo que es domingo y que tengo que terminar el ensayo. Así que me siento frente a la computadora y escribo, hasta que a las diez de la mañana mi mamá toca mi puerta diciéndome que la familia está aquí y que vaya a saludar. Con un bostezo me levanto y cuando bajo veo ahí a todos. A todos. Quiero decir que por supuesto que no falta Laura toqueteando su barrigita y sonriendo como si su vida dependiera de ellos, tampoco me refiero a que Sara no está allí intercambiando cursilerías con su novio, me refiero más bien a que Lucas, con toda su familia, están en mi sala.
   Me quedo parada en el final de las escaleras y me pregunto porqué no cambié mi pijama con estampados de gatitos arriba. ¡O de perdida, porqué no cepillé mi cabello!
  Pero él me mira, como si tuviera mi maquillaje puesto y mi ropa más bonita. Ése maldito cursi que tanto amo.
  Empiezo a sentir cosas es el estómago. Y no es por el hambre (Que además, tengo hambre, pero no es por eso)
--Hola--Saludo, atónita aún.
--¿Vaya sorpresa, no?--Mamá me da un beso de buenos días en la mejilla y me pone un plato de cereal en las manos--Vete a poner algo decente.
  Sonrío y dejo el plato en una mesita.
   Los padres de Ellie y Lucas me saludan felices y todos empiezan a hablar a la vez mientras yo observo todo: Ellie cepillando el cabello de su hermanita Jessie con los dedos mientras sus padres me dicen que están aquí para pasar el fin de semana. Veo en sus ojos que no mencionan nada porque saben que soy la única que sabe sobre Ellie. Y ella me mira con mirada cómplice, también. Lucas se pone a mi lado y me toma de la mano.
  El timbre suena, las personas charlan,  pero casi ni me doy cuenta.
--¡Lena, te buscan!
Despierto. Miro hacia la puerta. Ahí está parado Oliver, frente a mamá,  un tanto incómodo junto con Cariba...
  Cariba.
Suelto la mano de Lucas mientras doy unos pasos al frente, lo que no sirve de nada porque ella ya está viniendo hacia mí.
--¿Pero qué te hiciste?
   Ella toquetea su cabeza.
Su pelo largo y liso ha sido cortado. Eso no es lo grave ni de cerca; Su pelo está a la altura de la barbilla y aún así parece... quemado. Como si lo hubieran cortado por esa razón pero no podían dejarle el cabello tan corto así que dejaron algunas partes quemadas.
  Ella no me dice nada, así que miro a Oliver.
--Larga historia.
Y eso significa "No pienso decírtelo en frente de tu familia". Casi ni me acuerdo de ellos en ese punto. Le sonrío a Cariba y señalo a Jessie, quién está mirándola.
--Ve con ella, ¿De acuerdo? Es una amiga.
  Dicho esto me doy la vuelta y salgo y cierro la puerta detrás de mi mientras oigo cómo Laura le dice a Cariba que es muy bonita y esas cosas.
--¿Qué pasó?
--Ella tomó la plancha de cabello de Scarlet, sola, e intentó hacerse unos rizos... O al menos eso le dijo a Scarlett. Dijo que..
 Carraspea.
--¿Qué?
--Dijo que quería parecerse a tí.
--¿Qué?
Suspira.
--Bueno, no es tonta. Sabe que eres su media hermana y no su "hermana" con todas las de la ley. Y ella odia eso. Está intentando unirse más a ti.
--Pero...
--Escucha, sólo no le comentes del cabello, ¿De acuerdo? Está demasiado avergonzada.
  Asiento, mientras miro por la ventana.


     Resulta que no dejan de pasar cosas; Mi madre se sienta en la cama al día siguiente y el peso de su cuerpo hace que se hunda y que la cama cruja. Está oscuro. Debe de ser de madrugada.
--Lena, despierta.
Levanto la cabeza, intentando abrir los ojos.
--¿Humm?
--Cariño, lo siento.
--¿Qué? ¿Porqué?
  Hubiera dicho algo divertido o tonto, pero a estas horas de la mañana mi cerebro no procesa.
--Me llamaron del hospital...
 Su voz se quiebra.
--Tu padre murió.
 Me quedo callada un minuto antes de hablar.
--Está bien. ¿Qué hora son?
--Pasadas las tres.
--Bueno, es tarde mamá. O muy temprano, como sea. Mañana necesito ir a la escuela. Buenas noches.
   Se queda ahí parada, completamente desconcertada. Pero sabe que si peleamos puede que en verdad esta vez no logremos salir vivas, ninguna de las dos.
--Perdonar es la clave, Lena.
 Y luego se marcha.
Pero yo no necesito perdonarlo. Yo necesito que se desvanezca.



Cariba llora. Pero a mares. En verdad. Su pequeña cara está roja y tiene los ojos hinchados, se ve tan mal que me pregunto cómo es que a mi padre se le ocurre morirse. Aunque ahora que lo pienso es estúpido pensar eso.
  Cuando Cariba me mira llegar deja los brazos de Scarlet, corre a abrazarme las piernas y a hundir su cara en ellas. Lo peor tal vez es que no sólo llora; Está gritando. Está en pánico.
 Rápidamente me agacho y la abrazo. Scarlet aparece de la cocina con dos tazas de algo humeante con cara preocupada. Pero parece... Dios. Nunca he visto a una persona tan exhausta en mi vida entera.
--¿Dónde está Oliver?
Scarlet suspira.
--Está en el hospital. ¿Quieres café?
Asiento; No puedo pensar bien cuando son las siete de la mañana y no he comido algo. Pero de cualquier manera no me atrevo a moverme, por la niña.
 Scarlet se deja caer en la silla y mira a Cariba en mis brazos. Parece hecha polvo.
Me giro hacia Cariba.
--Cariba, cariño... ¿Ya comiste?
  Mira que sensible soy, mierda. ¿Cómo voy a decirle eso? ¡Se le murió su papá! ¡Uno que ella sí amaba!
Ella intenta dejar de llorar, respirando fuerte y parpadeando, con la destrozada por la tristeza. Niega.
--¿Quieres desayunar? ¿Quieres que te lleve a alguna parte?
Niega de otra vez y empieza a llorar de nuevo. Scarlet deja caer la cabeza en sus manos, completamente cansada y hecha polvo. Le digo que se vaya a dormir y que yo me quedaré con la niña. Ella acepta y me dice que tome lo que quiera de la cocina si tengo hambre.
   Media hora después me doy cuenta de porqué ella está tan exhausta; Cariba no deja de llorar. Y es deprimente y cansado. Me arrancaría la cabeza si pudiera.
  Ella deja de llorar un poco después, y yo, exhausta, dejo caer la cabeza hacia atrás, golpeándome con el sillón. Luce me envía un mensaje preguntándome donde estoy. Debí saber que no sólo iba a perder la primera hora. Cuando estoy a punto de contestarle Oliver entra por la puerta. Se ve incluso peor que Scarlet. En verdad. Él suspira cuando me ve ahí, aliviado.
--¿Cómo van las cosas?--Susurro.
Se deja caer en una silla y toma el café helado que no pude tomar.
--Mal. Pero al menos al fin se durmió--Dice, mirando a Cariba dormida a mi lado del sillón, con las piernas sobre las mías y sus manos en mi estómago.
Él se levanta y la toma en brazos. Desaparece en una de las habitaciones.
--Te ves horrible.--Le digo cuando vuelve.
Sonríe, burlón.
--Mira quién lo dice, pulgosa.
Le saco la lengua. Va a la cocina y lo sigo.
--¿Entonces? ¿En qué puedo ayudarte? ¿Quieres que me quede con la niña? Scarlet está cansada, no creo que pueda hacerlo ella sola. Yo podría...
  Niega con la cabeza mientras saca una taza.
--No. Tú tienes otras responsabilidades que cumplir. Si te vas ahora todavía alcanzas el resto de tus clases.
--Pero...
--Tienes 16; Tienes que estudiar.
--Pero Cariba...
--Ella estará bien.
--Pero...
--Lena. Estoy intentando hacer lo correcto aquí. Ahora vete, pulgosa.
      Así que me voy.
Cuando salgo de la escuela voy directo a una farmacia y compro un tinte de pelo color chocolate. Más o menos del tipo de color de Cariba. ¿Para qué hacerse rizos, si yo puedo pintármelo? Mi mamá me ayuda a hacerlo. Me hecha la bronca cuando se lo digo, pero cuando le cuento lo del pelo de Cariba no dice nada  y me ayuda. Pienso en plancharlo. Mi madre me dice que no tengo que llegar tan al límite. No le hago caso.
  Si Cariba piensa que así ella estará mejor, entonces vale la pena intentarlo.
Tiene que haber algo que le suba el ánimo en ésta época.


--¿Cómo te sientes al respecto?
  Acomodo mi celular y volteo a ver por la ventana.
--Vamos, Lucas. Suenas como un psicólogo.
--Dime.
--No siento nada. En absoluto. O al menos no por él. Lo que me preocupa es Cariba: Está destrozada. Y Oliver y Scarlet también están cansados. Todos por aquí estamos hechos polvo.
  Hace una pausa.
--¿Tu también?
Asiento, aunque él no puede verme.
--Desearía que estuvieras aquí.
Suspira.
--Yo también.
--¿Vendrás el próximo fin de semana?
--No lo sé. En Holey están pensando que Ellie está avanzando mucho y a lo mejor le dan un descanso fuera.  No me gustaría perdérmelo.
--Entiendo.
Hacemos una pausa.
--Algún día regresaremos, Lena. Y estaremos juntos. Lo prometo.
Sonrío.
--Te creo.


-Sthep S.
PD: LES PROMETO QUE PRONTO SE ACABA! Ya sé que me pasé con el número :/

No hay comentarios:

Publicar un comentario