lunes, 9 de febrero de 2015

Broken Dolls. Epílogo.



Ocho años después, nunca obtuve el apellido Sullivan. No por el año en rehabilitación, que fue muy duro para todos, o todos los años que pasé estudiando medicina, sino por el anillo en mi dedo; Estando en mi último año de medicina, no hace mucho, encontré a Chris en mi dormitorio. Él estaba mirando el techo, esperando por mí. Cuando cerré la puerta y me recosté sobre él, poniendo mi barbilla en su pecho… él sonrío. Pero era diferente, porque no tenía la misma chispa de siempre. Esta era de esperanza. Era como mirar la mía después de salir de rehabilitación. Era la sonrisa del principio de algo.
  Y dijo:
--Eh, Barbie. Cásate conmigo.
  Fue cuando me caí de la cama. Me puse en mis rodillas enfrente de la cama de inmediato, mirando a Chris.
--¿Qué?
--¡Cásate conmigo!
--No lo dices enserio.
--Claro que lo digo enserio. Como un ataque al corazón.
--¡Es ridículo!
--Ridículo es comprar ropa por internet una talla más pequeña que la tuya.
--¡Eh, que yo pensé que iba a bajar los kilos de navidad, perdedor!
--¿Por qué no se te ocurrió comprarlo después de que de hecho los bajaras? Ese vestido estuvo colgado en tu armario seis mesesSonrió evilmente y a la vez con ternura. Es un tonto, pero un tonto al que amo.
--¡No fueron seis meses! ¡Dios! ¿Por qué tienes que recordarme mis desgracias? ¿Sabes cuánto amaba ese vestido?
--¿Por qué tienes que discutir conmigo cuando te propongo matrimonio? Ya nada se respeta en estos tiempos.

--¡Pero si eres tú quien se está peleando conmigo! ¡Me dijiste gorda!
--Amor, yo no te llamé gorda.
--¡Claro que sí! ¿Por qué me pides matrimonio de esta manera?
--Lo siento, Barbie. ¿Entonces te casas conmigo?
--Sí, idiota. ¿Al menos me compraste un anillo?
--¿Y yo por qué te pediría matrimonio sin un anillo?
--Porque se te ocurre cada idiotez...
Sonrió y sacó una cajita negra de su chaqueta. 
--Te amo, Fall.
--Yo también te amo. Y quiero una casa cerca de los Sullivan. Y que sea de un piso, no quiero andar subiendo y bajando.
 Suspiró, mirando al techo, como una plegaria silenciosa. Pero sonrió.
--Y así es como empieza...
--Cállate y bésame.
--Okay.
   Así que no; nunca obtuve el apellido de mi hermano porque obtuve el de mi novio. Y aún así, los Sullivan nunca han sido otra cosa más que mi familia. Y a través de los años he aprendido a amarlos de la misma manera en la que ellos me aman a mí.
 Kiki tiene diecinueve años ahora. Y no se parece Macey en lo absoluto, pero cada vez que la veo pienso en ella. Tendría la misma edad.
  Mis intentos todos estos años fueron en vano. Los años pasaron y mis manos estaban llenas de tinta, pero nunca oí de ella. Chris me dijo que tal vez debía dejarla ir. Liv intentó decirlo también, de una manera dulce y delicada, pero no le fue mejor que a Chris. Eso fue hace ya tiempo atrás. Años, en verdad.  Pero fue hace dos  veranos cuando finalmente la dejé ir. 
Fue en medio de una carta. Estaba a la mitad de escribir la palabra Universidad  cuando mi mano se detuvo de repente. Y supe.
  Observé la carta fijamente por un momento antes de hacerla una bola y tirarla a la basura.
  Y eso fue todo. A veces creo que es muy curioso con cuanta rápidez el conocimiento llega a nuestras vidas. Y una vez que sabes algo, ya no puedes dejar de saberlo. Y yo no pude dejar de saber que ella nunca iba a volver a mí.
Así que... supongo que era algo que tenía que hacer.
  Mi teléfono suena. Es Susie.
--Hola, Susie.
--Hola, bebé. ¿Estás ocupada?
--No realmente. Me dieron una hora para ir a comer. ¿Por qué?
--Tus hermanos se han estado quejando quejando de que nunca vienes He llamado a todos, y estarán aquí. Sé que tienes el tiempo contado, pero incluso Nate y los niños van a estar aquí, así que... 
 Checo mi reloj.
--Claro. No los he visto desde navidad.
--Sé que te he dicho esto antes, Fall, pero el trabajo no es todo. Así que ven a casa.
Sonrío.
--De acuerdo.
  Cuando llego a casa, miro hacia la casa de enseguida, donde en algún momento viví ahí con Holly y Angelo. Fue hace tanto tiempo que las imagenes se han difuminado un poco. Ahora la casa está habitada por una familia de cinco que nunca sabrán sobre las chicas rotas que gritaban en esas habitaciones.
  Maddie, de veintitres años, abre la puerta y se hecha en mis brazos.
--¡Fallon!
Río.
--Hola, Mad.
 Dentro veo a los gemelos correteando. Tienen tres años, pero son imparables. Tienen el mismo cabello rojo que Nate, de ese bonito rojo castaño. Cuando me ven saltan a mis brazos, y Bethany, su madre, les pide que me dejen respirar. Pero yo quiero a los niños ya así que no me importa. El nombre de ella es Atumn*, y el de él, Ethan. Cuando los gemelos nacieron, ellos estaban agarrados de la mano, y Nate juró que éramos nosotros dos, a pesar de que no nacimos al mismo tiempo. Así que llevan nuestro nombre... casi*.
  Nate viene a saludarme, envolviéndome en un abrazo como si no nos hubiéramos visto en mucho tiempo, aunque nos vemos para desayunar todos los sábados, a pesar de nuestras vidas ocupadas.
--¿Dónde dejaste al chico, uh?
--Trabajando.
 Chris se ha convertido en el nuevo director de la CIA. Lucy no quería el trabajo, después de un tiempo. Así que entrenó a su hijo para ello. Ahora Lucy está en un crucero que se dirige a todas partes del mundo. Nos manda una postal de vez en cuando que se acumulan en el refrigerador de nuestra casa.
 Me siento en la mesa después de saludar a mi extensa familia, enseguida de Luke y su esposa embarazada. Ambas charlamos sobre el bebé en camino y sobre el bebé Ryan, que ahora tiene doce años y no es un bebé, pero los viejos hábitos no son fáciles de matar. Él escogió el nombre de la bebé: Hazel.
 La puerta suena, pero todos dicen "Yo no!"  mientras yo mastico pollo. Me miran evilmente y yo suspiro.
 Los tacones suenan sobre la madera mientras el timbre suena persistentemente. Es una casa grande y es difícil llegar a la puerta antes de que termine el timbre, por lo que suena varias veces.
--¡Ya voy!
Abro la puerta rápido  antes de que vuelvan a tocar el timbre, y del otro lado hay una chica. Debe de estar en sus tempranos veintes, con cabello rojo y...
 Sus ojos se clavan en los míos por primera vez, y siento como que me han sacado el tapete debajo de mis pies.
 Macey.
Sus ojos grandes y azules me estudian fijamente. Yo no puedo respirar. Escucho que dicen mi nombre a mi espalda, pero suena como un sonido lejano.
 Ella da un paso hacia mí. Con sus dos manos, sostiene una de mis cartas contra su pecho, apretando fuerte. No dejando ir. No dejando ir en absoluto.


Fin.
*Fall y Autumn significa Otoño.

3 comentarios:

  1. Ya termino? Que corto se me ha hecho jajajaja tienes algún idea de cual sera tu próxima historia?
    Pd: realmente amo a nate *-*

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    Respuestas
    1. Yo también amo a Nate! ;)
      Estoy eacribiendo una nueva pero estou muy lenta al reapecto...

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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