domingo, 27 de abril de 2014

Red Thread. Chapter XI

                                                                                                    XI                                                                                                

-¡Es la última semana, maldita sea!- gruñó Luca haciendo que mis papás y yo nos sobresaltáramos.
-Hijo mío, sabes que te quiero mucho pero, ¿podrías dejarnos desayunar en paz?- dijo mamá dulcemente.
Papá sólo miró la escena mientras se tomaba su expreso silenciosamente.
Luca tenía razón, sólo quedaban 7 días de vacaciones, el próximo lunes entraríamos a la escuela, él a la universidad y yo a mi último año de preparatoria.
-No hemos hecho nada digno de buenas vacaciones.- siguió diciendo Luca.
-Nos mudamos.- dijo papá.
-Éso no cuenta, yo necesito fiestas salvajes, mucho alcohol, drogas y mujeres desnudas a las cuales pagarles para que sean mis perr...
-Luca..- advirtió papá.
-Está bien, está bien, pero ya saben a lo que me refiero, demonios. Necesito desastre, algo digno de recordar.
Mordí mi magdalena de naranja.
-Hay que hacer una fiesta.- dije como no quiere la cosa.
Luca le pegó un puñetazo a la mesa, derramando el expreso de papá.
Mamá negó con la cabeza.
-Yo no limpiaré éso.
Luca suspiró y fue por servilletas.
-¡Hagamos una fiesta, entonces!
Me reí bajito.
-No seas idiota, no conocemos a nadie mas que a Suzie, Scout, Ian, Alan y Patrick.
-Pero ellos conocen a más personas, haremos que se corra la voz y vengan chicos de la ciudad también, que vengan de diferentes pueblos solo para venir a la fiesta de los Dellapiane.
Mamá carraspeó.
-¿Y en dónde harán ésa maravillosa fiesta?
-Aquí, por supuesto. Pero ustedes deberán irse, no están permitidos los adultos en ésta magnífica fiesta que Sienna organizará.
Me ahogué con un pedazo de magdalena.
-¿Yo? Oh no, ni loca. Sólo fue una idea.- dije inmediatamente.
-¿En qué momento les dijimos que podían hacer una fiesta en la casa?- preguntó papá con una ceja alzada.
Luca sonrió con malicia.
-Tengo planeado hacerla el miércoles.- me miró.- tienes dos días para organizarla.- y luego siguió.- Ustedes cumplen años de casados el miércoles, así que no creo que quieran tener una noche de pasión aquí en casa sabiendo que sus dos hijos están aquí sabiendo lo que ustedes se encuentran haciendo detrás de la puerta de su recámara. Ustedes se irán a la ciudad, cenarán en un restaurante caro francés y luego se quedarán en un lujoso hotel.
-¿Pero qué mierda, Luca?
Mamá miró a papá y sonrieron.
-Perfecto.- dijo papá aceptando la propuesta.
Luca sonrió orgulloso.
-Termina de limpiar éso.- lo regañó mamá.

-¿Compraremos Heineken, Blue Moon o Budweiser?- dije mientras veía los estantes llenos de alcohol que tenía Wal-Mart.
-8 de Heineken, 2 de Blue Moon, 6 de Budweiser.- respondió Luca mientras empujaba el carrito con alegría.
Le ayudé a echar las cajas de cerveza a su carrito, ya que el mío ya se encontraba lleno de botanas y adornos.
En un principio me encontraba renuente a organizar la fiesta, pero después lo encontré divertido, ya que obligatoriamente tenía que pelear con Luca y una pelea con el siempre era para matarse de risa.
-¿Por qué solo dos de Blue Moon?- dije mientras veía las cajas de cervezas que ya estaban en su carrito.
-No sé.- respondió mientras empujaba su carrito, para salir de ése pasillo.
-No creo que vaya a alcanzar ésa cerveza.- dije siguiéndolo.
-¿Tu qué sabes, Sienna?- me preguntó cabreado.
Puse los ojos en blanco.
-¿La vas a revolver toda y la pondrás en un barril?- dije medio en broma
Al ver que Luca se quedaba callado, me reí.
-¿Lo harás?
-Puede ser.
-Maldito tacaño.
Él se rió.
Nos separamos para ir a buscar otras cosas, yo fui directo a los vasos, ya que no era fiesta si no habían vasos desechables rojos y Luca, probablemente fue por mas alcohol.
Ya era martes y ya estábamos un poco atareados, ya que según Scout, ya habían confirmado 50 de sus amigos mas cercanos, Suzie había invitado a todos sus amigos en Facebook, Patrick hizo carteles y folletos y los pegó por todo el pueblo y hasta fue a la cuidad a repartirlos, mientras que Alan hizo un evento en Facebook, uniendo a los amigos de todos los que habían confirmado ir, para que fuera todavía mas gente.
Mañana en la noche sería un desastre, un gran desastre. Y yo tendría que limpiar, claro, porque el idiota de mi hermano estaría con una resaca de los mil demonios por haber bebido tanto.

Luca dijo que él prepararía las bebidas y que yo no me preocupara por nada.
Yo llené de botanas algunos bowls de plástico transparente y los puse la barra de la cocina.
Quité todo lo que se pudiera romper y lo de valor y lo guardé bajo llave en la habitación de mis papás.
Cuando miré que todo ya estaba listo,fui al piso de arriba y me metí a bañar.
Me puse una blusa de color azul apagado, sin mangas y no tenía botones, sólo 3 pequeños moños al frente que si los deshacías se desabrochaba toda la blusa. Me llegaba por arriba de el ombligo. También me puse unos skinny jeans que me caían a la cadera de cuero sintético, un cinto de cadena que caía a un lado y unas Jeffrey Campbell negras.
Puse sombra negra en todo mi párpado para darle mas profundidad a mis ojos y delineé un poco mis ojos. Pinté mis labios de color rojo quemado.
Mi cabello solo lo cepillé y lo sequé, dejando que quedara con sus ondas naturales.
Me miré en el espejo. Tenían razón, me miraba muy bien de pelirroja.
Salí al cuarto y ahí pude escuchar la música a todo volumen, miré por la ventana y me dí cuenta que ya habían muchas personas en el jardín, todas con un vaso rojo en la mano.
Sonreí.
Salí del cuarto y bajé al primer piso.
¿De dónde salió tanta gente tan rápido?
-¡Preciosa!- gritó una chica detrás de mí y yo sonreí.
Miré a Suzie que venía hacia mí con su cabello completamente liso y de color rosa.
Traía un vestido rojos con puntos de color negro, unas medias cruzadas y unas Docs negras.
-¡Adivina qué!- gritó por encima de la música
-¿Qué?
-¡Patrick traerá pintura neón!- gritó emocionada
 Sonreí, me había contagiado su emoción, sin importarme que tendría que limpiar éso también.
-¿Y Scout?- le pregunté.
Y como si la hubiera invocado, ella apareció detrás de Suzie, con una blusa negra con mangas y cuello en "u" que le llegaba por arriba de la cintura, una falda negra llena de remaches de color dorado, medias negras y botas con tacón, hasta la rodilla. Traía un gorrito rojo.
-¡Hola, perras!- gritó y nos abrazó
La saludamos mediante señas y ella nos señaló a la puerta, diciendo si queríamos ir afuera.
Salimos al jardín y ahí nos encontramos con Alan, que traía pareja.
Les sonreí  con emoción y le guiñé el ojo a Alan.
Me daba tanta felicidad que mis amigos estuvieran felices, sólo faltaban Scout y Patrick, pero podía ver la química entre ellos dos, sabía que terminarían juntos.
-Miren chicas, él es Marco.- nos presentó.
Era un chico bastante alto, muy blanco y la cara llena de pecas muy claras, sus ojos eran azules como los míos y tenía una muy bonita sonrisa. Su cabello le llegaba a los hombros y era de color café claro.
-Mucho gusto.- nos dijo y luego me miró a mí.- ¿Henna?
Yo sonreí y asentí.
-Te queda bien el color.
El chico era muy amigable e inmediatamente se adaptó a nosotras.
Yo hice mutis en ésa plática y me dirigí a la cocina.
Luca se encontraba bailando y cantando junto a otros chicos y chicas, mientras licuaba algo verdoso.
Me senté en un taburete de la barra y tomé una papa frita mientras lo observaba.
-Hey, hermanita!
-Ciao! ¿Divirtiéndote? - le dije mientras tomaba otra papa frita. Cielos, creo que me las comería todas yo sola.
El asintió y sirvió el líquido verdoso en un vaso rojo. Se lo dio a una rubia que yo nunca había visto.
-¿Quieres algo de tomar?- preguntó
Sonreí.
-Claro
-¿Qué cosa?
-Sorpréndeme.
Él sonrió maliciosamente y comenzó a echar a la licuadora líquidos de distintas botellas que no pude distinguir.
-¡Guerra de pinturas! -gritó alguien afuera
Y todo pasó demasiado rápido.
Yo me bajé del taburete y corrí hacia la puerta del jardín, pero ahí se encontraba Patrick, que me miraba maliciosamente, intenté regresar pero ahí estaba Scout, toda manchada de pintura azul y verde neón.
Grité y ellos corrieron hacia mí, me llenaron de pintura naranja y rosa neón. Tenía marcas de manos en todo mi cuerpo pintadas con pintura y diversas figuras en mi cara.
Malditos, me las iban a pagar.
Miré a Luca y el se estaba partiendo de la risa, el también tenía pintura, pero sólo figuras que él mismo que había hecho. Idiota.
Corrí a la sala en dónde ahí estaban las pinturas y tomé un bote lleno. Me dirigí al patio y encontré a Suzie y le pinté un bigote en la cara.
Todos estaban partiéndose de la risa mientras se dibujaban cosas en el cuerpo o se manchaban completamente.
Todo era demasiado divertido.
Alguien me pegó en el trasero y no pude ver quién era. Miré mi trasero y efectivamente, ahí estaba una mano marcada de color azul.
Encontré a Scout y le tiré toda la pintura en el cuerpo.
-¡Zorra! - me gritó mientras se reía a carcajadas.
Entonces, alguien bajó todos los interruptores de la luz y todos comenzamos a brillar.
Era la cosa más genial que había visto. Todos los invitados de la fiesta estaban manchados y era algo muy bueno de ver. Era un arcoiris de personas en mi propia casa.
Sonreí, esto superaba mis expectativas. Bendito sea Patrick y sus ideas raras.
Volví a la cocina y Luca me tendió mi vaso con una bebida extraña dentro.
-¿Qué es esto?- pregunte con recelo.
-Un coctel. Tiene limonada,vodka y manzana verde. Es el único que vas a tomar.- me advirtió.
Suspiré y le dí un trago.
Estaba rico y no se sentía el sabor del vodka.
-Tienes una mano pintada en tu trasero.- dijo cuando me di la vuelta para salir de la cocina.
-Ah, ¿enserio?- dije con sarcasmo.
El pegó una risotada y yo salí de la cocina para volver al patio.
Cuando llegué ahí, me llevé una sorpresa.
Ahí estaba Ian.
En mi columpio para leer.
Con una chica.
Cálmate Sienna, cálmate.
¿Por qué tenía fuertes deseos de alejar a la chica muy lejos de Ian? ¿Por qué la quería golpear hasta dejar su carita bonita morada y mallugada?
Tenía celos de la chica que estaba enseguida de MI amigo.
Inhalé aire fresco, lo exhale, arreglé mi cabello, tomé todo lo que quedaba de mi bebida y me acerqué a ellos con una sonrisa falsa.
Ian también estaba pintado, tenía 4 manos en su pecho y bigotes de gato en su cara que hacía que se viera extremadamente tierno. La chica sólo tenía un corazón en su mejilla de color verde.
Perra.
-Hola Ian.- dije melosamente.
Él me miró y sonrió como el muy bien sabía hacerlo.
Mi corazón latió desbocado.
-Hola Sienna, muy buena la fiesta.
La zorra, digo, la chica carraspeó, pero Ian la ignoró olímpicamente.
-Umm, iré por una bebida, ¿quieres algo?- dijo la chica.
El le sonrió y negó con la cabeza.
La chica se alejó.
Maldita sea, él primero la ignora y luego le sonríe. Sólo me tiene que sonreír así a mí, ¿qué se cree?
Lo fulminé con la mirada.
-¿Quién es ésa?
Él arqueó la ceja.
-¿A quién te refieres?
-A la zo.. chica que estaba contigo hace un segundo.
-¿Por qué quieres saber?- preguntó divertido
-Porque sí.- contesté un poco enojada.
-"Porque sí" no es una respuesta válida.
-Para mí si lo es.
-Para mí no.
-Para mí si.
-Para mí no.
-Te odio.
-Es mi prima.
Abrí los ojos como platos.
-¡Te gusta tu prima! ¡Degenerado!- grité y le pegué una bofetada.
-¡Claro que no me gusta mi prima! Me refiero a que, ¡es mi maldita prima! La traje para no venir solo.
-¿Entonces no te gusta tu prima?- murmuré
-No, me gusta otra persona.
Y me restriega en la cara que le gusta alguien. Que se joda.
-¿Y porqué diablos no trajiste a la chica que te gusta?- le grité enojada.
Los malditos celos me comían.
-¡Porque ella está aquí!- me gritó, respondiéndome.
-¡Pues vete con ella! - le grité de vuelta
Yo lo miré con intensidad y el me devolvió la mirada, pero en un parpadeo, como su nos hubiéramos leído la mente, él se acercó a mí, me tomó de la cintura y me acercó mucho más a él, con nuestras caras a pocos centímetros
-Me gustas tú.- susurró.
Mi corazón de derritió y mis piernas comenzaron a sentirse como fideos.

-La desaparecida LizzieG.

LO SIENTO, ahora sí prometo publicar todos aquellos días que debo hacerlo (Miércoles y Viernes).

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