Taken. Capítulo 10. "Hecha de fuego, hecha de luz".
En la mañana, cuando me despierto y bajo las escaleras, los Carrington están desayunando en el comedor como cualquier otro domingo, en pijamas. Dan está dormido en el sillón porque Maggie no lo dejó conducir porque era muy noche. Ronca. Río mientras entro en la habitación y me uno.
Aún me pongo roja cuando él dice estas cosas.
Maggie le riñe por su falta de sueño y Marcus le besa el cabello e intenta calmar las aguas. Los veo ahí y pienso en las palabras de Aisslin anoche. Acerca del amor y de la familia siendo cosas completamente diferentes.
No los amo. Apenas los conozco. No estoy segura de quererlos siquiera. Pero los estimo y les agradezco por intentar hacerme sentir en casa. Y si yo pudiera elegir amar a alguien, los elegiría a ellos.
Y en ese momento, mientras la luz de la mañana se filtra por la ventana, me doy finalmente cuenta de que esto no es temporal. Siento finalmente que es verdad que me voy a quedar aquí un largo tiempo. Y tengo tiempo. Sin ningún tipo de presión. Tengo tiempo para siquiera considerar si los amo. Tiempo para conocer las partes de ellos que me gustarán o no, para sentir amor.
Está bien no amarlos hoy.
Está bien sólo ser su amiga.
Cruzo los brazos bajo mi barbilla, recargándome en la mesa mientras los observo interactuar.
Y me aferro al pensamiento que no ha dejado de dar vueltas en mi cabeza. Una cosa que Aisslin me dijo.
“No es algo que puedas tomar, tiene que ser dado”.
La vida no tiene que ser tan mala nunca más. No tiene que ser oscura, no tengo que esconder memorias detrás de una puerta.
Tengo dos cosas que no sabía o no podía ver que tenía antes: Tengo tiempo y tengo esperanza.
Miro hacia Dan, acostado sobre el sillón en pijamas de Marcus que le quedan algo grandes.
Ambos compartimos algo. Algo muy especial. Algo que cambió todo en nuestras vidas, algo que nos hizo vivir de un punto diferente, sin miedo ni amargura y dolor. Algo cálido y brillante que nace dentro de nosotros que nos permite seguir adelante.
Tenemos esperanza en que las personas pueden ser buenas.
Creemos en ellos.
ﮪ
Media hora después, estoy sentada en mi cama con las piernas cruzadas y hablando por celular con Jay, quién me dice que la palabra de la semana es “Simultaneo”. Él no está muy seguro en donde usar esa palabra así que hace pausas mientras habla, pensando en donde meter la palabra.
Ruedo los ojos.
Se queda en silencio del otro lado de la línea por un momento.
Me encojo de hombros, mirando hacia la ventana.
Me encojo de hombros.
Alguien toca a mi puerta. Es Dan, vestido con la pijama y entrecerrando los ojos por la luz del sol. Está todo despeinado y aún se ve guapo. Es tan injusto.
Sonrío hacia él.
Levanta las cejas y se deja caer en mi cama.
Señalo hacia la foto en mi mesita de noche. Somos Jay y yo juntos en navidad, usando sweaters a juego, color rojo con venaditos. En la foto yo tengo las orejas de reno y él la nariz roja. Estoy sonriendo a la cámara mientras él se inclina a darme un beso en la mejilla.
Dan frunce el ceño.
Río.
Jay habla en la otra línea.
Dan levanta la ceja frente a mí.
Ruedo los ojos y me dirijo a Dan.
Dan extiende la mano y me quita el celular. Luego se acuesta sobre la cama con el celular en la oreja y empieza a hablar fluidamente con Jay. Como si se conocieran de toda la vida.
Entonces empiezan a hablar de mí.
Me quedo mirándolo un momento.
Sonríe.
Lo miro un instante y seguido tomo una almohada. Le pego en el estómago y él ríe.
Ríe y me quita la almohada.
Entonces mira mi rostro una vez más y su sonrisa desaparece poco a poco.
Me quedo sentada en a lado.
Mira mi rostro y frunce los labios. Debatiéndose entre preguntármelo o no.
Se sienta en la cama y quedamos frente a frente.
Ladeo la cabeza.
Sacude la cabeza.
Espera mi respuesta. Descruzo las piernas porque están empezando a entumirse.
Mi intento de broma no hace efecto.
Dan deja caer sus hombros y exhala, como si hubiera estado sosteniendo su respiración.
No había pensado en esta posibilidad antes.
Asiento.
Dan pasa las manos por su cara y luego me mira.
Levanta una ceja.
Se levanta y camina hacia la puerta.
Levanto el celular.
Asiente y se va. Marco a Lauren, escuchando los timbrazos cuando él se vuelve y dice, recargándose en el marco de la puerta:
ﮪ
Bajo las escaleras y Dan ya se ha ido. Marcus tuvo una emergencia en el trabajo y tuvo que irse por unas horas, y no sé dónde están las chicas.
Mis hermanas.
Sabe tan extraño en mi boca aún.
Maggie está ahí, con un delantal de cuadros rojos sobre su lindo vestido veraniego verde, haciendo pastelitos.
Siempre hornea algo. Hoy, son bollitos con chispas de chocolate y arándanos.
Con el tiempo he dejado de ser tan formal, pero aun así es raro.
Muy bien, el ochenta por ciento de las cosas aún sigue siendo de lo más raro.
Ella alza la cabeza y sonríe, dejando de batir lo que sea que esté batiendo. Supongo que es la masa. La ayuda ha sido en parte por educación, pero por otra parte también ha sido porque estoy realmente intentando.
Voy a lavarme las manos en el fregadero y niego.
No sé la primera cosa de hornear.
Me río.
Sus cejas se arrugan con preocupación.
Cuando lo miro, noto un destello de nostalgia y tristeza. Tal vez porque acabo de mencionar todas las cosas que no pudo hacer.
Estúpida. Estúpida.
Pero aquí está la cosa: Puedo repararlo.
No puedo reparar mi pasado. No puedo quitar el hecho de que he sido amenazada, asustada y dañada. No puedo recuperar las cosas que me perdí cuando estuve perdida en algún lugar allá afuera. No puedo repararlo para mí. Pero sí puedo hacerlo para ella. Y quiero hacerlo, porque puedo. Porque desearía que si alguien tuviera la oportunidad de cambiarlo para mí, que lo hiciera. Porque puede.
Puedo hacer que sea menos doloroso.
Así que le ofrezco una sonrisa. Las comisuras de sus labios se levantan lentamente y hay un fuego en sus ojos que había notado antes, pero ahora es intenso y alumbra fuerte.
Amor.
Como el que veo en los ojos de Lauren cuando me mira.
Es tan brillante y tan ardiente que me golpea y me pone toda cálida en mi interior, pero de igual forma me congela en mi lugar, retándome a moverme.
Nunca he tenido a tantas personas amándome, y eso es abrumador. No sé qué hacer con ello. Me hace querer llorar y reír histéricamente al mismo tiempo.
Ella sigue mirándome, y antes de que yo pueda realmente pensar en ello, doy tres pasos rápidos y me dejo caer contra su cuerpo, recargando mi cabeza sobre su pecho. Da un salto primero. Luego se queda congelada. Finalmente, envuelve sus brazos sobre mí y realmente empieza a reír y a llorar al mismo tiempo.
Río y lloro con ella.
Aprieta fuerte y no me deja ir.
Entonces escuchamos un ruido. Volteamos a la puerta y Marcus está mirando con la boca entreabierta. Ha dejado caer el maletín.
Maggie estira el brazo y en unos pasos está ahí, abrazándonos. Al cabo de unos momentos siento que mi piel empieza a picar y mi corazón se acelera, pero al demonio. Este es mi momento.
Después.
Sí, después.
Volteamos para ver a Nina con lágrimas en los ojos y a Ally balanceándose de un lado a otro con una sonrisa perezosa.
Terminamos en un abrazo familiar y mi piel quema y pica más que nunca.
Hoy mis miedos e inseguridades pueden irse al infierno y mandarme una postal por lo que a mi respecta, esos pequeños bastardos que han arruinado mi vida.
Pienso en cómo me escondía. Antes de los Carrington. Pensaba que era una vida tranquila y a salvo, pero ahora me doy cuenta de que simplemente me estaba ocultando del mundo exterior. Ocultándome en una perfecta cajita de cristal.
No estoy segura de querer volver, aunque estoy tan asustada.
Siento que la ira va llenando mis venas lentamente, porque, ¿ sabes qué?
A la mierda.
He pasado por secuestro y tortura, y he sobrevivido; Tengo una vida relativamente normal con una cabeza relativamente tranquila. Pasé por el infierno descalza de ida y vuelta, y me quemé y sufrí, y aún sigo aquí.
Soy una luchadora.
Soy fuerte y al demonio. Estoy hecha de luz y no voy a dejar que me apague con su oscuridad. Soy fuego; Ardiendo y quemando, completamente furiosa y salvaje. Llena de esperanza. Soy malditamente Katniss Everdeen.
¿Mis miedos e inseguridades? Les estoy mentalmente parando el dedo. Ya he tenido suficiente dejando que tomen parte de mi vida. Esto es todo.
Se acabó.
Se pueden ir al carajo y que nunca vuelvan.
-Sthep Stronger.
Jajajaja he amado lo de Katniss Everdeen xdd
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