viernes, 26 de diciembre de 2014
martes, 16 de diciembre de 2014
Broken Dolls. Capítulo 17.
Broken Dolls. Capítulo 17.
Macey me inspecciona con sus grandes ojos marrones. Da unos pasitos hacia mí y jala del borde de mi vestido.
La pequeña carita de Macey se llena de irritación.
Se da la vuelta y sale corriendo a esconderse en algún lugar de la casa. Le gusta jugar a las escondidas, y yo siempre la dejo ganar. Creo que es por eso que es su favorito. Esta vez no será la diferencia, así que espero y cuando he llegado a diez, la busco.
No está detrás de las cortinas en la sala, ni debajo del sofá marrón, ni escondida en el desastre del armario de mis padres. Busco en todas las habitaciones, pero ella no está aquí.
Tal vez está afuera. Nunca ha ido a esconderse en el jardín, pero tiene que estar ahí ahora. Llamo su nombre un par de veces, pero ella no me contesta de regreso. Entonces capto movimiento en la esquina de mi ojo, y cuando volteo, ella está corriendo. Pero no es el flamante cabello rojo de Macey el que veo, sino uno castaño y largo.
Luego voltea hacia mí.
Kiki Sullivan.
La sigo hasta llegar al bosque detrás de mi casa, pero no es suficiente: Sigue corriendo como si el demonio estuviera detrás de ella. Le pido que espere, pero no me escucha. Después de lo que parecen ser unos diez minutos, se detiene de golpe. Casi me estrello detrás de ella, pero logro sostenerme de sus hombros. Ella mira hacia arriba, mirándome.
Macey yace tendida frente a nosotras, ensangrentada e inerte.
Mi corazón deja de latir por unos momentos y el aire se queda atorado en mis pulmones.
Levanto mis manos para ver el rastro de sangre, de su sangre. Pero no hay… nada. Absolutamente nada. Sólo puedo ver las líneas de mis palmas sobre mi piel pálida. Mis uñas siguen igual de rotas e irregulares, sin sangre ni tierra debajo de ellas, y cuando me vuelvo hacia Kiki, no está. Ni siquiera estoy en un bosque. No hay un bosque cerca de mi casa, y definitivamente esta no es mi casa.
Mi respiración se hace más pesada con los segundos. Escucho unos pasos detrás de mí, y cuando volteo veo una cara desconocida.
Grito.
La mujer me toma de los brazos y me sostiene contra su pecho, diciéndome que está bien. Pero no está bien. Macey… Macey no está aquí, ni tampoco Kiki. Y esta mujer…
Lauren Farley.
Lauren me mira a los ojos, aún en pijamas, medio dormida. Dios, la saqué de la cama. Vaya forma de pagarle.
Pero no lo fue. Aún puedo ver a Macey inerte detrás de mis ojos. Puedo sentir la tierra debajo de mis pies, el sonido de las hojas rompiéndose bajo mi peso, el color del cabello de Macey al correr.
Niego.
Tengo que decirle.
Tomo aire, intentando desacelerar los latidos frenéticos de mi corazón.
Suspira.
No. Espera. ¿Qué?
Lauren abre la puerta y lo primero que veo es su cama. Hay una laptop negra prendida encima y papeles alrededor. En el escritorio, de la copiadora salen más.
¿Honestamente? Ya no me afecta. Las personas en estos días parecen hacer simplemente eso: Buscarte en una red internacional tal como la CIA para saber de tus trapos sucios.
Bonito.
Me ignora.
Pienso acerca de ello un momento.
Ella voltea la computadora, y puedo ver en la pantalla un hombre mayor. Me sonríe cuando me ve.
Miro a Lauren.
Por el apellido y por el acento, este tipo tiene que ser francés. Levanto una mano y la sacudo porque no puedo encontrar mi voz.
Miro a Lauren.
Busco por la broma en su rostro. Alguna señal, lo que sea. Pero se muestra impasible, tan fría como siempre. Sin emociones.
Antes de que empiece a chillar, el doctor a través de la computadora habla:
Me echo a llorar. No de esos llantos bonitos y silenciosos de las películas, sino de esos feos y escandalosos, con piel roja y ojos hinchados.
Manceau parece asustado. Mira de mí a Lauren, y ella se arrodilla a mi lado y me lleva a sus brazos.
He tenido suficiente.
Lauren no me dice nada, sólo acaricia mi cabello, como mi madre/tía lo hacía cuando no estaba loca.
Me despego un poco de Lauren para hacerle una pregunta, pero toma varios intentos porque no puedo hacer que el aire entre a mis pulmones.
Trago.
Me mira a través de sus lentes.
El doctor y yo nos vemos a los ojos unos segundos antes de echarme a llorar de nuevo. El timbre suena, pero yo apenas lo escucho. Lauren se levanta, pidiéndome que me quede aquí.
Asiente.
Le lanzo una mirada. ¿Cómo sabe de la situación en la que estoy ahora?
Ahora sé de donde viene el miedo corriendo por mis venas en las noches que no puedo dejar de mirar a la luna. Pero nunca me había sentido de esta manera. Tan desolada. Tan sin esperanza.
Intento sonreírle, pero no estoy sintiendo el aire llegar a mis pulmones.
Asiente.
Me encojo de hombros, recordando la noche con Holly y los hermanos Sullivan en su piscina, cuando jugué carreras con Ethan y completamente hizo trampa.
Ethan, Nate Viene a ser lo mismo al final.
Miro una última vez al doctor Manceau antes de levantarme y encontrarme con cierta escena en la sala de Lauren. En el medio, veo a la pequeña Olivia, luciendo casi asustada, arrodillada enfrente de alguien en el suelo. Dan está a su lado, porque parece que ellos dos nunca se despegan. Doy un paso para ver quién es la otra persona, cuando escucho mi nombre de una voz familiar.
Cuando volteo, lo veo. Ethan. Nate. Con un moretón en su mandíbula y un corte en la ceja, pero vivo y aquí.
Asiente, separándose de mí para ver mi rostro.
Sus ojos se ven preocupados, y cuando me dice esto, yo también estoy preocupada. Estoy asustada. Siento que todo mi cuerpo tiembla cuando voy hacia Olivia y Dan, y miro sobre sus cabezas.
Chris frunce el ceño, respirando con dificultad. Tiene una mano sobre su estómago que Lauren intenta quitar, pero parece que no escucha. Está demasiado ocupado mirándome.
Caigo de rodillas a su lado.
Intenta reír, pero siente demasiado dolor, porque lo abandona y gime.
Nate frunce el ceño a mi lado.
Olivia se sonroja y le da un golpe en el brazo, pero él sólo ríe.
Nate bufa.
Suspiro, y tomo la mano de Chris. Él me mira al principio, pero se desliza hacia la inconsciencia. No estoy segura de cuando una persona no debe de dormir si tiene una herida, pero no voy a tomar riesgos. Así que le doy una cachetada.
Gruñe.
Bufa, respirando con dificultad.
Reímos un poco juntos. Luego vemos el sol salir, finalmente.
Él tose, yo me remuevo.
Río. Pero suspiro después, y miro a Nate.
Levanta una ceja.
Ante la mirada de todos, le cuento sobre mi locura que al final no es tan loco.
--Sthep Stronger.
:D
sábado, 22 de noviembre de 2014
Reseña: Sueños de Dioses y Monstruos, Laini Taylor.
![]() |
Reseña: Sueños de Dioses y Monstruos. Laini Taylor. Trilogía Hija de Humo y Hueso. Último libro. |
Una causa común.
Karou y Akiva ya saben que están vivos, pero Kauro aún no está lista para perdonar.
Y ahora, mediante un terrible engaño, Karou ha tomado el control sobre la rebelión quimérica y el futuro de su raza depende de ella, si es que aún queda futuro para las quimeras en Eretz, una guerra devastada por la guerra. Pero, cuando el brutal ejército de serfines de Jael traspasa al mundo humano, lo impensable se convierte en escencial: Karou y Akiva tendrán que unir sus ejércitos para luchar contra su enemigo común.
Esta unión de ambos ejércitos es una versión alterada de su antiguo sueño, donde ángeles y quiméras conviven juntos, en paz. Pero, ¿Habrá lugar en este nuevo orden del mundo para el imperdonable aamor entre un ángel y un demonio?
Desde las calles de Roma hasta las cuevas de Kirin, humanos, quimeras y serafines lucharán, amarán y morirán en un teatro épico que trascenderá el bien y el mal, la amistad y el odio. Y, más allá de las fronteras del espacio y del tiempo, ¿Qué sueñan los dioses y monstruos?
Creo que ha sido el mejor libro de la trilogía.
Cuando hablé del segundo libro, Días de Sangre y Resplandor, (El cual reseñé el año pasado, me parece) no hablé muy bien de él. Había sentido que había muchas escenas y personajes que sólo estaban ahí para llenar un vacío, pero ahora que he leído este último libro he comprendido que Días de Sangre Y Resplandor era un punte. Hija de Humo y Hueso fue el principio y Sueños de Dioses y Monstruos marcó el final, pero el segundo fue un puente entre los dos para convertirse en esto, para que los personajes evolucionaran.
Así que aunque aún creo que no fue un muy buen libro, entiendo que lo necesitara, porque Sueños de Dioses y Monstruos me encantó.
Karou y Akiva ya saben que están vivos, pero Kauro aún no está lista para perdonar.
Y ahora, mediante un terrible engaño, Karou ha tomado el control sobre la rebelión quimérica y el futuro de su raza depende de ella, si es que aún queda futuro para las quimeras en Eretz, una guerra devastada por la guerra. Pero, cuando el brutal ejército de serfines de Jael traspasa al mundo humano, lo impensable se convierte en escencial: Karou y Akiva tendrán que unir sus ejércitos para luchar contra su enemigo común.
Esta unión de ambos ejércitos es una versión alterada de su antiguo sueño, donde ángeles y quiméras conviven juntos, en paz. Pero, ¿Habrá lugar en este nuevo orden del mundo para el imperdonable aamor entre un ángel y un demonio?
Desde las calles de Roma hasta las cuevas de Kirin, humanos, quimeras y serafines lucharán, amarán y morirán en un teatro épico que trascenderá el bien y el mal, la amistad y el odio. Y, más allá de las fronteras del espacio y del tiempo, ¿Qué sueñan los dioses y monstruos?
Creo que ha sido el mejor libro de la trilogía.
Cuando hablé del segundo libro, Días de Sangre y Resplandor, (El cual reseñé el año pasado, me parece) no hablé muy bien de él. Había sentido que había muchas escenas y personajes que sólo estaban ahí para llenar un vacío, pero ahora que he leído este último libro he comprendido que Días de Sangre Y Resplandor era un punte. Hija de Humo y Hueso fue el principio y Sueños de Dioses y Monstruos marcó el final, pero el segundo fue un puente entre los dos para convertirse en esto, para que los personajes evolucionaran.
Así que aunque aún creo que no fue un muy buen libro, entiendo que lo necesitara, porque Sueños de Dioses y Monstruos me encantó.
![]() |
(Me encanta esta portada) |
El libro cuenta con 654 páginas, así que se entiende que me haya tardado un poco en leerlo, pero también creo que es relevante mencionar que no fluye rápido. Es cierto que me gustó, porque fue muy interesante en el camino, y porque encontramos personajes que parecían que no, pero que de hecho aportaron en algo en la historia. Mirando hacia atrás ahora, lo amé, pero mientras lo estaba leyendo, algunas veces no era fácil debido a no fluía como el resto de los libros que suelo leer.
Si hablamos de los personajes... ¿Qué puedo decir? Sigo amando a Mik y Zuzana. Y en cuanto ha Akiva y Karou... Bueno, realmente no puedo decir nada sobre ellos porque sería spoiler. Pero me alegro de cómo terminó al final.
Sé que a muchas personas no les gustó cómo terminó, pero lo sentí un poco más realista. Estoy satisfecha.
En conclusión, me alegro de haberme topado con esta historia.
-.Sthep. :D
sábado, 8 de noviembre de 2014
Broken Dolls. Capítulo 16.
Silencio.
No hablamos en el camino al yet privado (Déjame repetirte: Jet privado), gracias a uno de los miles favores que Chris cobró. Y ahora, sentados uno frente al otro, ni siquiera podemos vernos a los ojos. El silencio es tan fuerte que hace un zumbido en mis oídos, y me pregunto si él también puede oírlo. Mi consuelo es mirar por la ventana, maravillándome del mundo.
Chris suspira pesadamente, y cuando nuestras miradas se cruzan, algo destella en ellos. Lo siguiente que sé, es que se está moviendo. Tengo la impresión de que se va sentar a mi lado, pero la única razón por la cual se ha levantado es para estirar su brazo y jalar mi mano hacia él.
Razón por la cual termino sentada en su regazo. Mi primer instinto es disculparme, pero al carajo. Esto es cosa de él.
Antes de que pueda preguntarle qué está haciendo, su boca encuentra la mía.
No soy una gran besadora. Besé a algunos chicos cuando era menor y no me había vuelto completamente loca, pero realmente nunca supe muy bien qué estaba haciendo. No pensé mucho en ello porque realmente pensé que nunca tendría que preocuparme. Así que sí, no soy una gran besadora. Y en ese momento… Él lo nota. Sonríe al principio, el muy bastardo, con la mano que no sostiene mi cintura deslizándose debajo de mi blusa y haciéndome temblar. Se detiene un poco, y vuelve a besarme pero esta vez más lento, como… como si…
Me está enseñando a besar.
Y esta vez, soy una gran estudiante.
Sus labios encuentran los míos antes de que suceda al revés. Pero esta vez viajan hasta mi mandíbula, y de ahí más abajo hacia mi cuello. Quita su mano de mi cintura para que vaya a mi hombro, donde jala el tirante hacia abajo, y besa ese lugar también. Luego lame.
Santa. Mierda.
El calor en mi cuerpo se expande mientras sus dedos exploran mi costado hasta llegar a mi estómago. Sus dedos se enrollan en los bordes de mi blusa y jalan hacia arriba. Y yo debería detenerlo. Decirle que es muy rápido, que está mal, que no hago cosas de una noche y que no podría hacer nada duradero tampoco porque estoy loca. Porque no confío en él, y porque él tampoco confía en mí.
Pero lo dejo. Lo dejo porque quiero, porque no puedo resistirme.
Una sonrisa traviesa cuelga de sus labios, y realmente no tengo tiempo para prepárame psicológicamente antes de que empiece a besar mi cuello y el nacimiento de mis pechos.
Alza la cabeza, arqueando una ceja.
Ríe y besa mis labios de nuevo. Esta vez, muerde mi labio inferior y jala ligeramente antes de dejar ir.
Sí, de acuerdo: Estoy temblorosa. Un chico bueno está medio comiéndome, y no soy santa. Demándame.
Sólo hay espacio para que nuestros corazones latan una vez más, luego su camiseta está afuera y nosotros terminamos en el piso, besándonos. Cuando finalmente nos detenemos, nos quedamos a un lado del otro, sin respiración. Él voltea su rostro hacia mí, sus ojos clavándose en los míos, y veo que algo ha cambiado. Puedo apostar que los míos lucen de la misma manera.
Y nos asusta. La diferencia entre él y yo, es que Chris no enloquece. Puedo ver el conocimiento cruzando por sus ojos, pero no hace otra cosa que seguir mirándome. Yo, por el otro lado, ni siquiera puedo mirarlo a la cara.
Está mal. Está mal en tantos niveles.
Los rayos del sol del atardecer cruzan el cristal de la ventana y nos baña. Hubo un tiempo en donde también estaba en un avión, donde miré por la ventana y pensé en Chris, pero eso parece haber sido hace miles de años y a la vez parece que fue ayer. En ese tiempo pensé que él me había traicionado, de la manera en que yo lo hice. Ahora, sin embargo, espero que esta sea la manera en la que él me recuerde: Tirada a su lado, con la luz del sol esparciéndose sobre ambos, cabello rojo y mejillas sonrojadas. No a la chica que huyó, ni la chica que está loca, ni la que no puede contenerse de decir malas palabras.
Espero que esta sea la manera. Cuando me vaya. Cuando todo este termine, cuando tenga que soltar su mano y seguir por un camino diferente.
Y se lo pregunto:
No responde. Busca mi mano y aprieta, porque no parece encontrar las palabras que busca.
ﮪ
Cuando el piloto anuncia que ya vamos a llegar, nos ponemos las camisas de nuevo. Pienso que es el final de esa pequeña aventura, que debería ser el final, pero… No lo es.
Chris toma mi mano y yo intento soltarme, pero él no deja ir. No creo que vaya a dejar ir por un buen tiempo, y de alguna manera eso me asusta.
Lleva mi mano a sus labios y besa mis nudillos.
Suspiro, sin añadir nada. Parece que las palabras me han abandonado.
Nos sentamos cuando el avión empieza a descender, y cuando se abren las puertas para bajar, aún no me suelta. Bajamos del avión en silencio, y creo que nota que estoy a punto de soltarme de nuevo porque su agarre se hace más fuerte.
Ocultamos nuestros rostros de las cámaras y de las personas, y yo me pongo mi peluca rubia. Creo que me estoy desacostumbrando a ella, porque hace mucho calor y pica. Me doy cuenta de que es el momento crucial donde luchamos para que no nos atrapen. Mis manos empiezan a temblar ante el pensamiento.
Respiro cuando estamos en un taxi que recorre las calles para llegar a nuestro destino.
Hasta que nos golpean.
El taxi se estrella contra otro auto cuando otro vehículo del lado contrario nos golpea. Es cuando sé que encontrar a Lauren Farley era uno en un millón, y nosotros somos un chico en busca de alguien que ha desaparecido y una chica loca que quiere una operación que tiene una alta probabilidad de que no funcione. ¿Cómo pudimos pensar que tendríamos suerte?
Chris grita mi nombre, pero mi voz se queda atascada en mi garganta.
Aspiro aire al mismo tiempo que le grito:
Eso fue antes de que abriera la puerta y desapareciera en la multitud que se ha juntado cerca.
Me persiguen. Sé que lo hacen, y lo compruebo cuando brazos se enredan en los míos. Pero yo soy algo así como una ninja, gracias al entrenamiento de Chris. Una no muy buena, pero aun así. O al menos es suficiente para golpearlo y hacer que su nariz se rompa y sangre. Es un hombre, treinta y tantos, que no va a tener éxito.
Y aunque escapo, tengo que seguir corriendo y esta ciudad está llena de personas en todas partes. Me caigo y choco contra cosas todo el tiempo, y creo que algo está sangrando. Quiero meterme a un taxi, pero no sé si me siguen siguiendo, y no sé si debería ir hacia Lauren Farley si lo están. Así que vago por la cuidad. Vago por callejones oscuros y en el fondo de cafeterías desconocidas y oscuras.
Lo que Chris me ha dado es su billetera, y en uno de los compartimientos a dentro,
hay un papel con una dirección, con el nombre de Farley ahí escrito. Sólo que abajo dice “Casa de los Carrington”.
¡Mierda, Chris! ¿No me pudiste explicar cómo está esta cosa antes de dejarme sola? ¿Es la casa de Farley o no?
Suspiro.
Vago hasta las once de la noche, cuando ya es de noche y ha pasado tanto tiempo, para finalmente buscar la dirección, no muy segura de a dónde me va a llevar. Camino hasta ahí porque ahora estoy aterrada de los taxis, y con un par de indicaciones sin mirar a nadie a los ojos, llego a una casa que me recuerda a la casa en dónde solía vivir, antes. Antes de todo esto. Con mis padres y mi pequeña hermana Macey.
Macey.
Recuerdo pensar en la posibilidad de volverla a ver, pero esto está a mundos de distancia de aquí.
Aún hay luces prendidas cuando toco la puerta.
Una chica más o menos de mi edad me abre, con pelo castaño y ojos azules. Me mira de arriba abajo con preocupación en sus ojos, antes de preguntarme qué se me ofrecía.
Bueno, se me ofrecen muchas cosas, pero no puedo obtener todo.
Me siento tan cansada, como si pudiera desmayarme justo ahora.
Asiento, pero mis rodillas fallan y caigo al suelo. Mi cabeza golpea con la esquina de una maceta, y duele como el infierno.
Siento que mi cerebro empieza a palpitar.
Muchas personas se amontonan detrás de la chica. Mujeres, en su mayoría. Y me observan.
Me imagino cómo deben de verme ahora: La chica que luce como si hubiera sido arrastrada por el infierno, sentada en el suelo, con un chichón a punto de salir en mi sien. Las lágrimas se empiezan a acumular en las esquinas de mis ojos.
Menos mal que soy guapa.
Una mujer con tacones de infarto y rostro severo da un paso hacia adelante, mirando hacia abajo, hacia mí.
Sorbo por la nariz un poco. No puedo creer que esté a punto de romperme en público.
Pero de repente no importa mucho.
Frunce el ceño.
Hay una pequeña conmoción. Las personas se tornan severas, casi enojadas, empujando a una chica atrás de ellos, como si yo pudiera de repente saltar y herirla. Pero puedo captar un flechazo de Olivia Carrington antes de que la obliguen a retroceder: Es pequeña, pelo oscuro y lacio. Parece más pequeña que la edad que tiene. Parece… frágil.
Pero también he visto sus ojos. Y es algo que no había visto en mucho tiempo. Una chispa. Una chispa de coraje, una de fortaleza. Y sé que no hay nada ni pequeño ni frágil dentro de aquella chica.
Pero también he notado la felicidad. He notado la vida; El trato que su madre le consiguió para salir. Y por un segundo, puedo imaginarme a mí en su posición: Fuerte, viva. Sin esconderme. Sin alucinaciones, o paredes blancas acolchonadas, o catorce pastillas diarias que hacen que no sienta muy bien mis miembros.
Quiero.
Un chico alto que intentaba meterla dentro de la casa frunce el ceño, con rabia, pero no hacia ella.
Olivia sale de detrás de él, y me mira a los ojos.
Entiendo.
Me levanto del suelo, un poco mareada y tambaleante, pero logro mantenerme en pie. Y la miro directamente a los ojos.
No quise ser tan profunda, pero las palabras salen de mi garganta, como si hubiera pensado en ello mucho. Lo he hecho, en alguna manera.
Espero que se rompa un poco. Pero lo único que puedo ver es el dolor flasheando detrás de sus ojos.
Retrocedo un paso.
La madre (la otra madre) la agarra del brazo, pero ella no se relaja.
Me siento tan cansada.
La pregunta de Olivia me sorprende un poco, debido al tono amenazante detrás de las palabras. Los padres corren a sus otras dos hijas dentro de la casa, pero puedo verlas amontonadas en la ventana, mirando hacia nosotros.
Dudo, pero decido se honesta, al final.
Frunce el ceño.
Olivia mira a su madre adoptiva, confusión brillando en sus ojos.
No. Espera.
Espera un jodido minuto.
Las manos de Olivia Carrington rodean mis brazos, sosteniéndome mientras me rompo.
Olivia niega, intentando decir lo correcto, pero no puede. Mira a Lauren, quien luce destrozada.
Retrocedo un paso antes de que Lauren Farley me tome del brazo, haciendo que vuelva hacia ella.
Tal vez no debería hablarle así a la única persona que podría posiblemente ayudarme, pero las palabras ya están fuera de mi boca, y se sienten bien. Porque es la verdad.
Me suelto de nuevo, no respondiendo y bajando las escaleras del porche.
Me detengo en mis pasos y me vuelvo.
Lauren duda y traga, pero asiente.
Extiende su mano hacia mí, y yo avanzo para tomársela.
-Sthep Stronger.
domingo, 12 de octubre de 2014
Broken Dolls. Capítulo 15.
Los nuevos pasaportes, producto de favores cobrados, yacen en la mesita de noche del hotel en el que nos quedamos. No en Italia, sino en París. Mi nombre ahora es Karine Fornier. (Suena algo así como Karín Fognié, pero con ese acento curioso francés) No parezco nada francesa, la verdad, pero ahora al parecer lo soy. El nombre de Chris es Olivier Fournier (Olivié).
Me mira, sacando una peluca parecida a la que tenía anteriormente de su bolsa, pero esta tiene un corte en capas y sin copete.
Me tiene la peluca y yo me la pongo cuidadosamente. Se sienta enfrente de mí, viéndome a los ojos.
Asiento, guardando silencio. Aún no confiamos mucho en el otro.
Me paro enfrente de él cuando la duda asalta mi mente por milésima vez.
El silencio se acumula a nuestro alrededor.
Chris hace un intento de una sonrisa. Intentamos confiar el uno al otro, pero a veces se siente como si fuera algo que nunca vamos a recuperar. Algo que no estoy segura si estuvo ahí en el primer lugar.
Asiento, porque aunque ya se ha disculpado, no está de sobra.
Abre la boca, y tengo la impresión de que quiere decirme algo, pero al final se da la vuelta y se lo traga.
Parece que últimamente nos tragamos todo lo que queremos decir.
ﮪ
Tres días después, Chris y yo seguimos esperando por noticias del paradero de mi antigua familia falsa. Vemos París en su mayoría, como justo ahora, sólo para matar tiempo, y muchas veces franceses se detienen y me dicen algo en francés, pero Chris los espanta.
Esto de estar juntos como personas normales no es menos duro mientras pasa el tiempo.
Me echa una mirada, pero luego mira al frente de nuevo.
Su mano aterriza en mi boca.
Lamo su mano y él hace una mueca.
Caminamos en silencio por unos momentos, hasta que no puedo soportarlo y rompo el silencio.
Cuando sus ojos encuentran los míos, veo un rastro de tristeza en ellos. Me da ganas de borrarlo de alguna manera, pero acercarme a él es extraño. Pasará algún tiempo antes de que podamos confiar en nosotros.
Dudo.
Arrepentimiento y dolor flashea en sus ojos. Pongo una mano en su brazo y dejamos de caminar por un momento para que yo pueda mirarlo a los ojos.
No dice nada por un momento. Ni siquiera puede mirarlo a los ojos, sólo sigue avanzando por la calle, hasta que puede mirarme.
Sus ojos flamean cuando me mira.
Asiento y caminamos en silencio. No planeo decir nada esta vez, pero las palabras se deslizan de mi boca antes de que pueda si quiera darme cuenta.
Sus ojos me interrogan, casi preguntándome si estoy loca.
De repente toma mi mano: Sus dedos se entrelazan con los míos, y no deja ir. No creo que me vaya a dejar ir por un tiempo.
Y yo lo dejo. Llámame loca, pero me siento solitaria. Quiero tener una familia, con Nate y Macey en ella. Quiero tener amigos como los Sullivan. Quiero un padre como Angelo. Una especie de hermana/ amiga como Holly. Quiero lo que sea que Chris sea. Quiero… Quiero contacto con el resto de la sociedad. No quiero seguir escondiéndome.
Estoy tan cansada.
Y se lo digo. En respuesta, aprieta mi mano.
Ni siquiera sé cómo continuar, y él asiente, resignado. Murmuro un “Mierda”, por lo bajo.
Reducimos la velocidad, y lo levanto las cejas mientras intento encontrar sus ojos. Ríe después, cuando encuentra mis ojos.
Asiente lentamente.
Mi boca se seca.
Trago saliva.
Entonces, sonríe. No una de esas sonrisas tristes o amables que siempre me da, sino una real, radiante, llena de vida.
Me paro en seco y él se detiene un momento después, situándose enfrente de mí.
Asiente.
Su boca se abre, preparándose para discutir, pero entonces la cierra.
Él sacude la cabeza.
Las lágrimas empiezan a caer de mis ojos, lágrimas de felicidad esta vez. Porque tengo una oportunidad. Tal vez no de dejar de estar loca, pero de vivir. Y para Holly, quien tendrá que esperar más que yo, pero ella también tiene esta posibilidad.
Esperanza.
Lo puedo ver. Lo puedo ver todo tan claro.
Sonreímos y sollozamos juntos, sosteniéndonos en el otro.
Sus ojos destellan, y no sé cómo sucede, si soy yo quién se acerca o él, pero nuestros labios se encuentran en el camino y nuestro agarre no deja ir al otro por un tiempo.
-Sthep Stronger.
(Siento el retraso)
martes, 7 de octubre de 2014
Mini Reseñas: Down To The Wire y Thief.
![]() |
Reseña: Down To The Wire. The Specialist. Libro 2 en la serie de unos cinco. Shannon Greenland. |
-Yo hice traducción y no me importa si la toman.
Amé la primera parte de este libro (Reseña aquí) , así que estaba obsesionada con leer esta parte, pero aunque no me decepcionó, tampoco fue lo que esperaba.
Este libro sigue siendo desde el punto de vista de Gigi, pero esta vez no tiene un enfoque en ella, sino en su amigo y compañero Wirenut, y aunque quiero a Gigi, siento que hubiera sentido una conexión más profunda no sólo con el personaje de Frankie, sino con el libro en general.
Down To The Wire tiene la misma ligereza que el primer libro, porque aunque el enfoque es un poco diferente, sigue con la línea del primer libro cuando consta de los personajes secundarios, situaciones y escenarios. Sólo que esta vez vemos menos de la protagonista, a pesar de que ella sigue contando la historia.
Kayli Winchester es una chica pobre viviendo en un hotel, forzada a ser madre de un padre borracho y un hermano adolescente que desesperadamente quiere mantener en la escuela. La única manera en la que se las arregla es utilizando su única habilidad: Asaltando bolsillos*. Pero incluso cuando es una ladrona, tiene un código moral: No niños, no ancianitas, sólo objetivos que pueden defenderse. No que la vieran venir...
Ella piensa que ha estado trabajando bajo el radar, pero no tiene ni idea de que La Academia ha estado observando y tomando nota. Ahora, un equipo que necesita su habilidad le da una oportunidad para salir de su situación, y es su última oportunidad: Trabajar con ellos o ir a prisión(Aunque esto no es cierto. En el libro ellos le dicen que si no quiere ayudarlos, todo bien) . Kayli se resiste al principio pero lentamente los chicos le muestran que pueden ser de confianza. Con Marc, el correcto. Raven, el chico malo ruso. Corey y Brandon, los gemelos tan diferentes como el día y la noche, y Axel, su lider estóico. Hay mucho que Kayli puede aprender de estos chicos sobre vivir al límite de la ley. Si sólo se pudiera quedar en el lado bueno en vez del malo.
Incluso cuando el trabajo que le ofrecieron es más de lo que pueden negociar. Después de que se ha terminado, los cazadores se convierten en cazados y su objetivo ahora es Kayli. Ellos intentan mantenerla escondida, pero una ladrona como Kayli nunca se quedará tranquila por mucho tiempo.
-Yo hice traducción, ya saben.
*Pickpockets en el original. Se refiere a una persona que roba carteras de los bolsillos de las personas sin que éstos se den cuenta.
Este libro es el primer libro de una serie del mismo mundo que los de The Academy, en donde las historias se cruzan en algunos puntos... lo cual es genial, porque te deja saber más sobre esta Academia.
Amé los libros de la otra serie, pero en este primer libro te dejan saber más sobre lo que los chicos hacen y qué es la Academia que en los primeros cinco libros de The Academy, lo cual agradezco.
Al principio me preocupaba que Kayli fuese el mismo personaje de la serie anterior, Sang, debido a que empiezan similar: La chica que necesita ser salvada conoce a estos chicos asombrosos. Excepto que Kayli es como el polo opuesto de Sang. Mientras Sang es tímida y linda, Kayli es desmadrosa y es muy probable que necesite asistir a terapia de ira. Pero supongo que así es como tenía que ser. Debido a que a diferecia de The Academy esta es New Adult, (O sea, no tiene miedo de hablar de sexo o cosas así) los personajes tenían que ser diferentes a todo lo que C.L Stone ya había escrito antes. Mientras The Academy tiene ese aire de inocencia, Thief es todo lo contrario.
Ambas series tienen esa género llamado Reverse Harem, lo cual significa que una chica no tiene un triángulo amoroso... Sino un quinteto o así. Amo estas dos series, enserio, pero.... Espero que, en contra de la creencia popular, eventualmente escoga sólo a uno.
-Sthep.
Este libro sigue siendo desde el punto de vista de Gigi, pero esta vez no tiene un enfoque en ella, sino en su amigo y compañero Wirenut, y aunque quiero a Gigi, siento que hubiera sentido una conexión más profunda no sólo con el personaje de Frankie, sino con el libro en general.
Down To The Wire tiene la misma ligereza que el primer libro, porque aunque el enfoque es un poco diferente, sigue con la línea del primer libro cuando consta de los personajes secundarios, situaciones y escenarios. Sólo que esta vez vemos menos de la protagonista, a pesar de que ella sigue contando la historia.
![]() |
Reseña: Thief. C.L Stone. Serie The Scarab Beetle. Primer libro de unos cuantos. |
Kayli Winchester es una chica pobre viviendo en un hotel, forzada a ser madre de un padre borracho y un hermano adolescente que desesperadamente quiere mantener en la escuela. La única manera en la que se las arregla es utilizando su única habilidad: Asaltando bolsillos*. Pero incluso cuando es una ladrona, tiene un código moral: No niños, no ancianitas, sólo objetivos que pueden defenderse. No que la vieran venir...
Ella piensa que ha estado trabajando bajo el radar, pero no tiene ni idea de que La Academia ha estado observando y tomando nota. Ahora, un equipo que necesita su habilidad le da una oportunidad para salir de su situación, y es su última oportunidad: Trabajar con ellos o ir a prisión
Incluso cuando el trabajo que le ofrecieron es más de lo que pueden negociar. Después de que se ha terminado, los cazadores se convierten en cazados y su objetivo ahora es Kayli. Ellos intentan mantenerla escondida, pero una ladrona como Kayli nunca se quedará tranquila por mucho tiempo.
-Yo hice traducción, ya saben.
*Pickpockets en el original. Se refiere a una persona que roba carteras de los bolsillos de las personas sin que éstos se den cuenta.
Este libro es el primer libro de una serie del mismo mundo que los de The Academy, en donde las historias se cruzan en algunos puntos... lo cual es genial, porque te deja saber más sobre esta Academia.
Amé los libros de la otra serie, pero en este primer libro te dejan saber más sobre lo que los chicos hacen y qué es la Academia que en los primeros cinco libros de The Academy, lo cual agradezco.
Al principio me preocupaba que Kayli fuese el mismo personaje de la serie anterior, Sang, debido a que empiezan similar: La chica que necesita ser salvada conoce a estos chicos asombrosos. Excepto que Kayli es como el polo opuesto de Sang. Mientras Sang es tímida y linda, Kayli es desmadrosa y es muy probable que necesite asistir a terapia de ira. Pero supongo que así es como tenía que ser. Debido a que a diferecia de The Academy esta es New Adult, (O sea, no tiene miedo de hablar de sexo o cosas así) los personajes tenían que ser diferentes a todo lo que C.L Stone ya había escrito antes. Mientras The Academy tiene ese aire de inocencia, Thief es todo lo contrario.
Ambas series tienen esa género llamado Reverse Harem, lo cual significa que una chica no tiene un triángulo amoroso... Sino un quinteto o así. Amo estas dos series, enserio, pero.... Espero que, en contra de la creencia popular, eventualmente escoga sólo a uno.
-Sthep.
lunes, 6 de octubre de 2014
Reseña: The Ghost Bird Series (1-5) (Es lo que he estado haciendo todo este tiempo)
![]() |
The Academy: Introductions. C.L Stone Serie The Ghost Bird. |
Sé que les muestros libros de uno en uno, pero esta vez en un poco diferente debido a que me los leí de un jalón :)
"Sthep, ¿Qué has estado haciendo todo este tiempo? ¿Por qué no hay reseñas?"
Ahora saben dónde he estado.
La primera vez que leí sobre estos libros, me llevé la impresión errónea de lo que trataba, y por eso leí el primer libro. Pensé que todos eran espías que se encontraban y eran un equipo de super espías. Ya saben cómo amo a los espías. Tal vez fue por mi inglés (Que generalmente es bastante bueno, pero ya sabes), pero por lo que sea.... Estoy agradecida.
Ahora que acabo de terminar el quinto libro, me doy cuenta de que no tenía ni idea de en lo que me estaba metiendo.
Y ahora tú tampoco.
"Sthep! ¡Deja de darle vuelta y cuenta ya de qué se trata!"
Pues ya que insistes.
Sang (Ya sé, pero ese es su nombre. No le podemos hacer nada) vive con una familia horrible, bajo el cuidado de una madre abusiva, una hermana más perra que Mónica en Bajo La Misma Estrella y un padre desaparecido (No al estilo todas las novelas YA, este de hecho tiene un propósito para estar desaparecido). No es suficiente que haya crecido en un hogar roto, sino que ha sido aislada del mundo exterior por su ya mencionada madre. O sea que es una marginada.
O sea que cuando conoce (Por accidente, por su puesto) a Kota y sus otros seis amigos, no tiene ni una oportunidad. La cosa es que estos chicos no son normales. Están metidos en algo, y Sand quiere descubrirlo.
Y yo también.
![]() |
The Academy: First Days. Segundo libro. |

Los quiero a todos. Quiero ponerles un moñito y llevarmelos a casa. Piensas que Kota, siendo el primero a que conoció es su interés amoroso, y es ahí donde ninguna de las dos (Nadie, de hecho) sabía en lo que se estaba metiendo cuando empezó estos libros..., porque esta cosa se llama Harem.Hasta donde yo tengo entendido es una cosa Koreana, y es donde una persona no escoge a uno como pensé, sino que al parecer, se queda con todos. No es spoiler, está en cada lista en Goodreads.

O al menos ese es el rumor. Ya saben como somos nosotros los lectores: ¡Amamos el chisme cuando tiene que ver con libros!
No es que no los ame a todos, porque lo hago. Pero así somos las lectoras: Tenemos muchos novios imaginarios y socialmente está bien, pero si una protagonista tiene muchos novios, la linchamos.
![]() |
Tercer libro. |
Y, ¿Sabes qué? Sang no va a ser la mejor protagonista que se ha visto. Primero pensé que era muy linda y tierna, pero a veces rayaba a lo tonta.
Si volvemos un poco al tema de los chicos, si me preguntas a quién quiero... Tengo un apego por todos, pero estoy dividida entre Kota, el nerd. North, el chico malo, y Gabriel, el punkie de la moda que se la lleva diciendo malas palabras (Es un amor).
Sólo espero que los rumores no sean ciertos. Pero si sí... Pues bueno. xD
Portadas de los libros siguientes en orden :



-Sthep Stronger.
lunes, 22 de septiembre de 2014
Broken Dolls. Capítulo 14.

Los hermanos Sullivan se tropiezan cruzando la puerta, golpeándose unos contra otros al pasar, al parecer no lo suficientemente deprisa.
Se quedan callados unos dos segundos antes de que exploten como una bomba andante. Tick, tack. El tiempo ha acabado.
Todo al mismo tiempo. Los adultos intentan controlar el fuego y yo decido sentarme porque me siento muy cansada. De todo esto. Levanto mi mano y me saco la peluca, dejándola caer a un lado. Saco también la liga para dejar que caiga suelto en mi espalda.
Ellos me están mirando. Maddie parece a punto de echarse a llorar.
Nate aspira, mirando el color de mi cabello. Luego toca el suyo con las yemas.
Nuestras miradas se encuentran en el proceso.
La verdad es que si me hubiera visto sin la peluca, no habría importado mucho: Su pelo es de una especie de rubio-fresa, mientras el mío es anaranjado-rojo- castaño. De alguna manera mi cabello es más… fosforescente. Ugh. ¿Por qué no pude tener un rubio rojizo como el suyo?
Maddie se pone a llorar, y Nate y el resto de sus hermanos no tienen más que hacer que intentar reconfortarla. Dexter y Susie se ven como mierda.
Le da la espalda. No creo que ella le haya dado la espalda nunca. No creo que nunca se hayan sentido tan traicionados y heridos antes. Y sé en este momento que no importa lo que pase de ahora en adelante, ya nada volverá a ser igual. Algo se ha roto en los Sullivan.
Me repito algo que ya me había planteado antes: ¿No son los secretos el número uno en familias rotas?
Treinta minutos después, todos estamos sentados en círculo en la sala, envueltos en llantos e historias para intentar arreglar el daño (Dejando de lado que estábamos en St. Gallen y el hecho de que estamos locas, claro); Explicaciones que ya no van a cambiar nada.
Al final, nos mantenemos en silencio mientras los Sullivan procesan la información. Y es Maddie quien rompe el silencio: Mirándome fijamente, con llamas de un incendio que no comencé, me dice:
Mi aliento se atasca en mi garganta. Nate alza la mano, e intenta tocarla, pero ello lo esquiva.
Ni siquiera me ha golpeado, pero me caigo de mi asiento de cualquier manera. Es como si mi cuerpo respondiera al sobresalto y dolor que mi mente emite. ¿Por qué tienen que estar conectados? ¿Por qué mis ojos se llenan de lágrimas y siento que mi pecho literalmente se abre? Cuando miro abajo, no hay nada, por supuesto, lo cual lo hacer más ilógico. ¿Por qué cuando sientes dolor emocional tiene que mostrarse en tu cuerpo? Mi vida sería más fácil.
Ella se levanta, con lágrimas corriendo por sus ojos.
Bueno, yo no he podido soportarlo por dieciocho años y me tengo que aguantar.
Maddie sale corriendo. Miro a sus hermanos y hermana, quienes lucen horrorizados, pero no puedo dejar de preguntarme si piensan lo mismo.
Y por primera vez, me lo pregunto; Lo he estado evitando muchas veces todos estos años, porque todavía necesitaba esperanza, pero ahora tengo que hacerlo: ¿Debí haber muerto?
¿Vale la pena vivir? ¿Con la locura, los secretos, la CIA? ¿Todo este asunto de los Sullivan? ¿No hubiera sido mejor que no hubiera vivido?
¿No hubiera sido mejor? Nate nunca me hubiese conocido y por lo tanto no me extrañaría. Él hubiese seguido su camino. Con los Sullivan… Nunca se hubiese enterado de lo que sus padres ocultaban. ¿No es cierto que la ignorancia es felicidad?
Holly pone una mano en mi hombro, en una muestra de apoyo. Susie se levanta tras de su hija, y yo me levanto también, sacudiendo mis piernas casi desnudas. Me daría vergüenza mi desnudez parcial en cualquier otra situación, pero ahora no podría valerme más.
Escucho los pasos y la voz de Nate detrás de mí, pero se detiene de sopetón. La puerta se abre en un portazo.
No. Ni madres, no puedo soportar a Maddie. Sigo subiendo las escaleras, pero me detengo cuando alguien grita:
Bajo las escaleras, oyendo gritar a Holly y a Angelo maldecir. Los ojos de Chris se encuentran con los míos al tiempo que personas vestidas de negro rompen por la ventana y entran por la puerta trasera.
La furia brilla en sus ojos como un fuego.
Pasé de Fall a Barbie, y debí de habérmelo esperado. ¿Por qué pensé por punto tres segundos que él no iba a estar enojado conmigo?
Grito cuando los hombres de la CIA me toman de los brazos. Los golpeo y logro correr unos tres pasos antes de que me tomen de nuevo. Escucho gritos, y cuando volteo hacia la escena frente a mí, los Sullivan están sosteniéndose unos a los otros en el suelo, pero Angelo está golpeando a los que tienen a Holly. Déjame decirte algo: Sabe karate. Pero Chris también, y se dirige hacia ellos.
Ella llora mi nombre.
Ella mira a Angelo. No puede irse sin él, lo sabe tanto como yo. Miro a Nate, quién me devuelve la mirada, aterrorizado. Antes de que sepa qué planea, se levanta golpea a Chris en la cabeza.
Corre hacia mí, o eso intenta, hasta que Chris se levanta y… se ponen a pelear de puños en medio del caos.
De alguna manera Angelo logra escapar de los hombres espeluznantes junto con Holly. Me miran.
Angelo niega, y Holly empieza llorar. Igual que yo. Sólo que yo lo hago por la desesperación y frustración.
Me ven por unos segundos que parecen minutos. Puedo ver su pelea interna en los ojos, pero cuando se da la vuelta, llevándose a Holly, me siento aliviada, tan aliviada que las lágrimas se caen de mis ojos.
Ellos van a estar bien.
Ellos van a sobrevivir.
Pero cuando miro hacia Chris y Nate, y veo a Nate en el piso semi inconsciente, sé que yo no.
La furia llamea en sus ojos, pero no me hace retroceder.
Rob está en el suelo junto con Ethan, intentando reparar el daño. Tengo la impresión que tiene que ir al hospital.
Sus ojos bailan entre nosotros dos antes de aterrizar en mí.
Chris planea golpearlo, pero me meto en el camino antes de que lo haga, causando que me de en el cuello. Quiero vomitar.
Chris me sostiene de los brazos, aún jalándome, obligándome a caminar.
Siempre supe que este día eventualmente llegaría. Sabía que me encontraría y tendríamos que hablar. O al menos, yo tenía que hablar, tanto que practiqué todo lo que le diría, y en mi mente siempre se lo decía sin perder la calma. Pero ahora, aquí parada enseguida de él, lo he perdido.
Definitivamente lo he perdido.
Estoy furiosa, pero no puedo dejar de llorar.
Llegamos a un auto negro y me abre la puerta para meterme bruscamente adentro. Antes de cerrar la puerta, dice:
Me ata las manos con unas esposas que saca de sus bolsillos, el muy bastardo. Cierra la puerta de un portazo. Un momento después, se mete en el asiento del conductor, y mantenemos silencio por una buena media hora; yo rabiando en el asiento de atrás, y él apretando las manos alrededor del volante tanto que sus nudillos se ponen blancos.
Luego explota.
En este momento, realmente lo disfruto: Saber algo que él no. Tener poder sobre él.
Podría acostumbrarme.
Eso lo enfurece más.
Gruñe de frustración.
Frena de repente y mira hacia mí, pero tiene que seguir avanzando por el tráfico. Y me vio a los ojos por unos cinco segundos, pero no importa. Ya no puede seguir fingiendo.
Lo he visto, en sus ojos:
Conocimiento.
Se queda con la boca cerrada mientras empiezo a perderlo.
Eso parece llamar su atención. Me mira por el espejo retrovisor por unos segundos antes de volver a la carretera.
No le contesto.
Exploto.
El carro se desvía hacia la derecha unos segundos, pero luego avanza de nuevo normalmente.Chris se estaciona enfrente de un parque y en cuanto el auto se para, se gira hacia mí, mirándome fijamente.
Nuestra respiración agitada llena el silencio que dejamos caer entre nosotros.
Suspira, pasando las manos por su cabeza gacha. Cuando la levanta de nuevo, no me espero encontrar lágrimas en sus ojos, pero son tan reales como yo.
No hay manera en este mundo que él pueda actuar eso. Ni una. Y le creo.
Por unos momentos, lloramos juntos, entendiéndonos el uno al otro.
Estamos atrapados en algo que no comenzó con nosotros, y no podemos detener.
Me mira fijamente antes de aspirar.
La incredulidad brilla en sus ojos.
Aparta su cara, sentándose en el asiento del conductor completamente de nuevo y volteando al frente. Oigo sus respiraciones pesadas.
Asiento.
Nos quedamos en silencio de nuevo por unos minutos. Le doy tiempo para pensar, para reflexionar. Pero ser paciente nunca ha sido mi fuerte.
Me mira de nuevo, y esta vez, veo algo diferente en sus ojos. Algo que quema.
Prende el auto de nuevo.
Sí, probablemente terminemos matándonos en el proceso.
--Sthep Stronger.
miércoles, 17 de septiembre de 2014
TRAILER: SINSAJO.
¡Personasssssss! ¿Ya vieron el trailer? ¿Qué les parece?
"Van a salvar a Peeta lo antes posible o se buscarán otro Sinsajo".
-Sthep.
lunes, 15 de septiembre de 2014
Broken Dolls. Capítulo 13.
Broken Dolls. Capítulo 13.
Nate me mira, y sus ojos oscuros tienen una chispa de algo como desesperación y esperanza al mismo tiempo. Sus ojos, que son tan diferentes a los míos.
Los ojos de mi hermano.
¿Pero por qué yo lo creería?
El dolor destella en sus ojos, pero no me deja ir; Al contrario: Me jala más fuerte contra sí.
Pero no lo hago. Y él no empieza a hablar, para que conste, porque Angelo está gritando a Susie, y Dexter tiene cara de querer golpearlo por gritarle. Holly, en otra parte, parece asustada por la confrontación y se aferra al brazo de Charlotte.
Es furia pura, y nunca había visto este lado de Angelo antes. Me asusta, para ser honesta, así que me encojo y Nate me pone detrás de él, pero aún tomando de mi brazo. Mi muñeca, para ser exacta.
Parece que Susie está a punto de explotar.
Nate hace un sonido estrangulado, y su agarre se afloja. El sonido de su pecho es el sonido de un chico roto. Y no puedo soportarlo. Pongo mi mano en su pecho y lo empujo hacia atrás de mí, como si de alguna manera si me pongo enfrente podría crear un escudo de la verdad que su madre está diciendo.
Susie lo mira, con dolor y desesperación en su rostro.
Susie sacude la cabeza.
Nate no constesta. Sus ojos se llenan de lágrimas y algo más... desprecio.
Dexter pone una mano en el hombro de su mujer, como una muestra de apoyo, pero puedo decir que él tampoco lo entiende.
Ella mira a su esposo y luego a nosotros dos. Aspira.
Susie entonces me mira, y sé que lo que dice ya no es para Nate nunca más. Esta vez, es para mí.
Mi corazón se hunde.
Mira a su esposo, quien la mira fijamente. Y el conocimiento atraviesa a Dexter como un rayo.
Su esposo, Dexter Sullivan, abre y cierra la boca. De repente parece que no puede mirarla a los ojos.
Nate me toma del brazo de nuevo. Parece que se pone todo contacto cuando se pone emocional. O tal vez tiene miedo de dejarme ir.
Mi hermano.
Nathan. Ethan.
No necesito voltear y mirarlo para saber que su rostro está sumergido en dolor.
Pero no puedo. Primeramente, porque estoy paralizada. ¿Irme? ¿Ahora? ¡No! ¡No quiero marcharme, me gusta este lugar, me gustan los Sullivan! Miro a Dexter y a Susie. Y sí, a pesar de ellos. O de Susie, más bien. Quiero quedarme.
Y Nate. No puedo marcharme. Yo... Yo no puedo, no ahora. Mucho menos con lo que sé.
Nate me jala y me oculta detrás de él, una vez más, como si yo fuera una niña que necesitase ser protegida.
Susie se acerca y él retrocede, aplastándome contra la pared.
Su voz es tensa, cargada con algo tan crudo que la palabra desprecio ya no puede definirlo.
Odio.
Creo que es entonces cuando Susie se da cuenta de que realmente lo ha perdido. Me pregunto si para siempre.
Me pregunto si alguna vez la había llamado por otra cosa que mamá.
Nate cierra los ojos y sacude la cabeza, pero sé que la información está filtrándose en su cabeza. Lo miro de perfil, y me pregunto cómo hubiera sido: Crecer con él. Definitivamente sería el hermano celoso, y yo la hermanita malcriada, y en el fondo, sé que nos hubieramos querido más que nada.
Pensar en lo que pudo haber sido trae dolor. Y entonces quiero quedarme. Quiero quedarme para averiguar qué podemos ser ahora.
Se sorprenden al escuchar mi voz, y tengo que admitir que yo también, un poco.
Nate frunce el ceño.
Nuestros ojos se encuentran, y puedo ver la preocupación en ellos. La verdad es que el pelo es lo único que más o menos tenemos en común.
Frunce el ceño aún más.
Holly/Lía levanta la mano, vacilante.
Toda la sala se congela. Esta es la parte donde descubre que encontrar a su pequeña hermana perdida no es tan divertido como pensó.
Angelo me mira.
Nate y yo nos miramos a la cara. No sé qué decirle, así que sólo espero a que diga algo.
Suspira en derrota.
Mi corazón se hunde, pero sé que es lo correcto por hacer. No se supone que nos conociéramos; no hay tiempo para nosotros, para crear lazos. No ahora, no nunca.
Estoy a punto de decirle que vayamos afuera a tomar un paseo para contarle sobre mis pesadilas, mi enfermedad, Macey, todo. Y espero que él haga lo mismo. Me da curiosidad qué ha sido de su vida todo este tiempo. Sin mí.
Un movimiento en la esquina del ojo llama mi atención. Viene de la ventana. Está abierta, pero hay cortinas que bailan con el viento. Camino lentamente y las corro.
Ni siquiera sabía que me sabía ese insulto, pero llega bien en el momento correcto: El resto de los Sullivan se amotonan detrás de la ventana, con bocas abiertas y ojos vidriosos.
-Sthep Stronger.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)