miércoles, 27 de agosto de 2014

Mini Reseñas: El Dije y Runaway Groom.

El dije (Trilogía El dije, #1)
Reseña: El dije, Ann Rodd.
Primer libro de lo que hasta ahora
son dos.
Zoey es la típica chica enamorada del bombón de la escuela, Zackary Collins. Como es de esperarse, él ni sabe que existe y se pasea por el internado casi las veinticuatro horas del día con Mariska Sullivan colgada de su brazo. Pero la vida será otra al encontrar el cuerpo de Zack destrozado por una de las máquinas del sótano, justo después de hallar un extraño dije de cristal tirado cerca del cuerpo. Ahora Zoey no solo tendrá que lidiar con las horribles imágenes de la muerte en su cabeza, sino con la misma pisandole los talones, porque ese collar no era un simple objeto inanimado y hará que se convierta en la persona con mas posibilidades de morir en el mundo entero. No, claro, si el mismísimo Zack regresa de la muerte para proteger a la nueva e inocente propietaria del dije, de los horrores que este le tiene preparado y de los que matan para conseguirlo. Por supuesto, con su propio estilo: el estilo de un conejo de peluche. Tierno y malditamente indecoroso.





Leí esta historia en watpad (Lo que es raro, porque generalmente no toco Watpad) y me enteré de este libro por una reseña en la blogosfera, así que decidí que sonaba bien y me lo leería.
  Como dice la sinopsis, Zoey ha estado enamorada de Zack desde siempre, hasta que ella lo encuentra muerto... pero eso no significa que se haya ido. Zack está aquí para cuidar de ella, en la forma de un conejito pervertido y picarón.
    La verdad es que me reí mucho , porque me imaginaba a un conejito diciendo pervertideces y dando tumbos por toda la habitación. Fue emocionante y entretenido la primera mitad del libro, pero después de eso sentí que el ritmo era muy lento y que no avanzaba.
  No me gustó la amiga de Zoey, Jessica. Zoey depende de Jessica cuando consta de su vida social, y en aquella parte donde se separaron, me hubiera gustado ver a  Zoey intentando buscar quién es sin ella. No digo que me hubiera gustado que se mantuvieran peleadas, sino hacerle ver a Zoey que tiene opciones y que no debería de depender de Jess.
    En conclusión, me gustó. Tres de cinco estrellas en Goodreads.



                                                                                                                                  



Runaway Groom (Watkin's Pond, #1)
Reseña: Runaway Groom.
Virginia Nelson.
Primer libro dentro de la serie
Watkin Pond. 
Él está listo y esperando. Ella quiere, pero... es cautelosa.
El novio ha vuelto al pueblo.

Abigail perdió a su mejor amigo años antes cuando la abandonó en el altar como una hogaza de pan duro (No sé que tiene esto que ver, pero es la traducción, así que ni modo )  Y ahora ha vuelto para hacer lo que sea -incluso mentir, aparentemente- para meterse debajo de su piel. Aunque él hace que sus hormonas regresen a la vida en una manera que nadie ha hecho desde que él se fue, ella está determinada a no caer por su encanto de el chico de a lado.

Su novia está está reacia.

Braxton Dean era muy joven y muy estúpido como para saber mejor cuando se marchó. Años de intentar llenar el aguejero que Abby dejó lo ha dejado vacío, y ahora va a ganar a su chica de vuelta... o superarla. Pero antes necesita respuestas. Particularmente por qué ella nunca contestó ninguna de sus cartas.
  Puede que tome todo el pueblo para que esta boda pase.
Yo traduje. Si quieren, pueden tomarla-



Ehm.
Bueno, no. No fue tan malo. Mirando atrás, de hecho estuvo entretenido. No es la gran historia, y no son los grandes personajes, ni la mejor escritura, pero servía para entretener y tenía escenas... hot. Pero la historia tiene agujeros. Se supone que tenemos a estas dos personas que hace diez años eran pareja, pero él la dejó en el altar, y luego regresa esperando que ella lo reciba porque... él le escribió. Cómo si el hecho de que él le escribiera hiciera las cosas mejor. La protagonista, Abby, no sabe nada de las cartas, y es obvio lo que pasó con las cartas. Es predecible en esos temas. Cuando hablo de agujeros me refiero que cuando ella ve las cartas, él menciona cosas de su vida después de dejar a Abby en el altar vestida y alborotada, que no explican en los diálogos. Cosas que eran importantes. Tal vez la autora quería terminar rápido o no se dio cuenta.
   Le puse dos estrellas en Goodreads.


-Sthep.

lunes, 25 de agosto de 2014

Broken Dolls. Capítulo 10.


Short hair don't care
Broken Dolls. Capítulo 10.


--¿Quién crees que vive ahí?
Miro a Holly, quién se asoma sobre mi hombro para ver por la ventana del taxi.
--Un millonario que engaña a su esposa y tiene esta casa para su amante.
Holly… Lía, se ríe.
--Pues lamento destrozar sus sueños, niñasDice Angelo, saliendo y luego abriendo la puerta para que salgamosEs la casa de los Sullivan.
--¿Tus amigos?Pregunta Holly, saliendo detrás de mí.
Angelo asiente y le paga al taxi.
Nuestra nueva casa, la casa de los Stohl, es grande de dos pisos, estilo rústico. Parece cara. Debí haberlo esperado con lo poco que conozco de Angelo.
Del otro lado, detrás de nuestra barda y de los árboles, está la casa de los Sullivan que parece de tres pisos.
--¿Por qué dos personas necesitan tanto espacio?
Angelo sonríe.
--¿Dos? Son nueve.
Holly levanta sus cejas en respuesta.
--¿Nueve?
Angelo asiente y camina hacia la entrada de la casa. Se agacha y toma una llave debajo del tapete.
  Por alguna razón, me imaginaba algo más… imaginativo.
--Son Susie, Dexter y sus hijos adoptivos. Intentaría decirte todos sus nombres, pero no recuerdo.
  Abre la puerta y veo que todo está ya remodelado. Como si alguien hubiera vivido aquí antes.
--¿Cómo los conoces?Le pregunto.
--Bueno, Susie y Dexter solían trabajar para John, pero lo dejaron hace años. Ahora ella tiene restaurantes y él dirige una empresa.
--Me pregunto si tienen hijos lindosMurmura Holly, dejándose caer en el sofá color morado con una sonrisa.
--Si van a hacer amigosAdvierte élLes voy a decir dos cosas: No se acerquen demasiado, porque en cuestión de meses nos habremos ido. Y último: Ellos no saben nada acerca de lo que sus padres solían hacer. Así que nada sobre el tema.
Holly y yo asentimos, y ella zanja el tema gritando:
--¡Quiero la habitación que da a su casa!
Y sale corriendo por las escaleras.
Me quito los lentes oscuros,  el sombrero de playa y los dejo en el sofá. Luego me zambullo en él. Pongo las manos en mi peluca, intentando acomodarla para hacerlo mejor. Hace calor.
--Sé que es difícil, Fa… Zara. Pero no es el fin del mundo.
Asiento a Angelo.
--Es sólo que… Supe que tenía otra familia sólo para perderla. No puedo creer que Macey no es mi hermana. La quiero tanto.
Angelo se mantiene en silencio un momento.
--Tal vez no son hermanas de sangre, pero no significa que deje de ser tu hermana.
Sonrío al techo.
--Muy sabio.
Nos mantenemos en silencio otro momento.
--Nos invitaron a cenar y dije que sí. ¿Crees que es una buena idea?
Le sonrío.
--Holly estará alegre. ¿Yo? Bueno, supongo que está bien. Pero tengo que tomarme mis pastillas.
--Claro. Consideré conseguirte más, pero desde que eres tan estable, pensé que con las que ya tenías bastaba. Pero si necesitas más… Si necesitas cualquier otra cosa…
--Entiendo. Gracias.
--Sólo quiero que sientas que estoy de tu lado. Estaremos atascados juntos por un tiempoMe sonríe.
  Y no tengo otra más que devolverle la sonrisa.
Tocan la puerta. Miro a Angelo y él me mira a mí, y juntos vemos la puerta. Como si del otro lado estuviera Chris.
 Mierda.
Me levanto y me escondo en otra parte de la casa, más al fondo. Me doy cuenta de que es la cocina. Una cocina muy espaciosa y con aspecto lujoso. Mi madre simplemente lo hubiera amado.
--¡Susie! ¡Dexter!Angelo exclama, con felicidad.
¿Susie y Dexter?
Asomo mi cabeza y veo a dos adultos parados junto a Angelo. Ella tiene cabello largo y negro, y parece diez años menor que Angelo, pero de la misma edad que su marido. Él tiene el cabello castaño con canas en las sienes, con arrugas alrededor de sus ojos. Les calculo treinta y algo de edad.
  Y… sus ojos me encuentran.
Me recuerdo a mí misma ser normal, así que salgo y sonrío, caminando hacia ellos.
--Hola. Soy Zara.
--¿Es una de tus niñas?Le pregunta Susie a Angelo.
Me pregunto si Susie Sullivan sabe  que no soy su hija, desde que su marido fue quien hizo mis documentos falsos.
  Entonces se echan a reír.
Claro que saben.
--Sí, lo es.
Susie sonríe.
--Hola, cielo. Soy Susie.
Se acerca y me da un beso en la mejilla, y Dexter Sullivan me tiende la mano y me sonríe igual.
--Dexter.
Asiento, aún sonriendo.
--Y bien, ¿Dónde está…?Susie mira a su marido en busca de ayuda.
--LíaDice él.
--Claro. Sé que no debería después de tener tantos por mí misma, pero me va costar a acostumbrarme a nuevos nombres.
  Eso despierta mi curiosidad.
--¿Tuvo muchos? ¿Cuándo trabajaba…?
Es como si decir el nombre en voz alta los convocara.
--Veo que alguien te puso al corriente. Bien, tuve unos cuantos, pero todos eran derivados de mi nombre: Sue, Anne, Roxanne… Fácil. Zara es bonito. ¿Cuál es tu nombre real, cariño?
  Abro la boca, porque ellos son de confianza. Pero… no puedo. Por alguna razón, mi nombre se hace un nudo en mi garganta.
  Me gustaría no ser Fallon en un largo tiempo. Y decirles parece convocarla.
Y realmente necesito no ser ella ahora mismo. Así que… me encojo de hombros.
  Susie y Dexter miran a Angelo, como si le dijeran que tengo problemas, pero no le pueden decir nada que yo no sé. Se me ocurre que tal vez no saben que soy una psicópata.
  De nuevo, el término es horrible.
--Zara es mi nombreDigo incómodamente.
--De acuerdoDice Susie.
Dexter me mira y me sonríe amablemente. Él debe de saber sobre mi loquera, así que supongo que le dijo a su esposa.
--¿Entonces están listos para la cena?Pregunta Dexter.
--¿Puedes ir por Holly?Me pide Angelo, volviéndose hacia mí.
--Claro.
Subo las escaleras para encontrarme un pasillo con varias puertas. A la derecha, hay otro pequeño pasillo que da a una estancia, que tiene ya una televisión. Holly mira a la ventana.
--¿Qué haces?
Holly se vuelve a mírame, y señala la casa de los Sullivan con un gesto.
--Podría acostumbrarme a esta vista. Oye, ¿Crees que alguien vivía aquí? Todo está amueblado.
--También me dio la impresión. Supongo que tenemos que preguntarle a Angelo. Hablando de… Susie y Dexter están abajo. Al parecer estamos invitados a cenar en su casa.
  Holly levanta las cejas en sorpresa e ilusión.
--¿Con sus siete hijos? No creo que haya estado alrededor de tantas personas cuerdas en un tiempo.
  Entonces comprendo por qué está tan entusiasmada: El aislamiento hiere.
--Tal vez tengan hijos varones de nuestra edadMe da un codazoTal vez te consigamos un novio.
  Nos miramos y nos ponemos a reír. No sé por qué lo hace ella, pero para mí, suena tan ridículo.
--Claro.
--¡Enserio!
La dejo ganar, pero en mi mente la respuesta sigue siendo no.
--Vamos, vamos a saludar.
--Te estamos esperando a ti, de hecho.
--¿Cómo era esa cita? Una reina nunca llega tarde, en tal caso, los demás siempre llegan antes.
  Ahí estaba yo; Fallon Grace Hastings, una chica de dieciocho años, parada en una casa desconocida en Italia, frente a una chica psicópata que citaba al Diario de la Princesa.
  Las cosas estaban tan fuera de lugar, y de alguna manera me gustaba.




                                                                         




  Seguimos a Susie y Dexter por el camino a su casa, rodeando la barda y los árboles que separan su casa de la nuestra. Ellos y Angelo hablan en el camino, así que me quedo a lado de Holly.
--Mira.
Holly señala con un gesto de cabeza hacia una de las ventanas, donde hay un chico de pelo negro que nos ve llegar. Se ve lindo.
--Lo apartoSusurra Holly en mi oreja.
--Te lo puedes quedar.
Holly enreda su brazo en el mío mientras avanzamos, y pienso que parece que somos amigas. Tal vez lo somos. ¿Qué se yo de amistad?
--Te está mirandoSe pavonea.
--Holly.
--LíaCorrige, con un tono ligeramente más rudo.
--Lía.
Vuelve a sonreír, radiante.
--Pero enserio, te está mirando. O a nosotras dos. ¿Quién sabe? Somos jóvenes y calientes. ¡Dejen que miren!
  Me río. Dexter mantiene la puerta abierta cuando llegamos, y le murmuro un gracias mientras que Holly sonríe de esa manera encantadora suya. Me pregunto a donde fue la Holly amargada y solitaria que encontré a St. Gallen.
¿Su casa? Es enorme. Habitaciones espaciosas, muebles bonitos y alfombras que me dan miedo pisar. Un sueño. Supongo que tiene sentido que sea tan grande cuando se tiene siete hijos.
  Siento que alguien choca contra mí desde mi derecha, y volteo para encontrar a una niña pequeña. Es morena con ojos azules como el agua, más claro que los míos. Le doy unos nueve años. Mi hermana no debe de estar lejos de su misma edad.
Retrocede, pareciendo tímida.
--HolaSonrío.
Se queda mirándome unos instantes y agita su mano izquierda hacia mí antes de salir corriendo hacia Dexter.
--¿Recuerdas que te dije que íbamos a tener invitados? Di hola, cieloLe dice él suavamente.
--Hola.
Susie le acaricia los cabellos antes de mirarnos.
--Ella es Kay, pero nos hemos acostumbrada a llamarla Kiki.
--¿Tienen otra?Pregunta Angelo sorprendidoPensé que no habían adoptado después de Ryan.
  Susie se encoje de hombros.
--Nos gustan los niños.
Ocho niños. Qué valor.
--Vengan, niñasSusie nos hace un gesto con su manoLes presentaré a los demás.
 Seguimos a Susie hacia un comedor enorme, del tipo que se ve en las películas antiguas de personas ricas. Tiene sentido cuando tienes ocho hijos. Y hablando de, algunos de ellos acomodan manteles y velas decorativas.
--¡Mis niños! Conozcan a sus nuevas vecinas: Lía y Zara. Sé que van a llevarse bien. No sean perversos, por favor. Luego vienen a saludar a su padre Gerard.
  Susie camina hacia la sala, donde está Angelo y Dexter. Miro a Holly, pero no parece nerviosa, porque tiene su sonrisa de marca.
 Me gustaría ser tan entusiasta como ella.
--¡Hey! ¡Yo te conozco!
Confundida, me vuelvo hacia la voz, y me topo con la chica asiática de pelo increíble del hotel. Tiene un vestido largo de rayas, ajustado con un cinturón delgado marrón en la cintura, el cual le hace lucir genial, y la verdad es que me da un poco de envidia.
  Oh, bueno. Nadie dijo nunca que ser una chica iba a ser fácil.
--¿A mí?
Hacerme la tonta parece una mejor opción.
--Sí, en el…
Entonces se calla, porque me doy cuenta de que la he atrapado. Pensé que era una turista como nosotros (Quiero decir: una china en Italia) pero parece que la he atrapado en algo que no quiere que el resto de su familia se entere.
--No, creo que me he equivocadoRectificaMi nombre es Atsuko. Y ellos son Thiago, Rob y Nate.
  Ellos nos dan ese saludo típico de chicos en donde levantan la cabeza en nuestra dirección, como diciendo: “¿Qué ondas?”. Les sonrío amablemente de regreso, o al menos creo que lo hago. Estoy cansada y no me gustan los extraños.
  Thiago, un chico de estatura media con pelo negro y chino y ojos oscuros, dice:
--¿Quién es Lía y quién es Zara?Puedo notar alguna clase de acento en su voz.
--Yo soy Lía, y ella es Zara con Z.
Le disparo una mirada a Holly, pero ella sigue sonriendo. Se desprende de mi brazo y se sienta en la silla frente a Thiago, a través de la mesa.
--Bueno, es genial conocerlas por fin, Lía y Zara con ZDice con sornaMamá no ha dejado de hablar de su familia desde ayer. ¿Dijo que eran amigos de trabajo o así? Nuestros padres, me refiero.
--Sólo ZaraCorrijo en un tono suave mientras me siento enseguida de Holly, porque no quiero parecer rudaSí, algo así dijo papá.
  También dijo que no saben nada del pasado de sus padres. Secretos, secretos, secretos. ¿No es cierto que es el número uno en divorcios?
--¿Es cierto que son ocho?Holly cambia el temaDebe ser genial vivir en una familia grande.
 El chico Nate ríe, y responde:
--A veces.
Thiago hace una mueca.
--Uh, hombre. Estoy herido. ¿Dónde está el amor aquí? ¡No lo siento!
 Nate le golpea el brazo y ríe. Él es lindo: Tiene cabello rubio rojizo, de un color fresa, y es alto, mucho más que Thiago. Todos parecen ser diferentes entre sí: Cuando Atsuko tiene rasgos asiáticos, Nate parece bastante americano, Thiago parece de algún lugar de Italia o américa del sur, y Rob parece de esos modelos italianos, con piel oliva y pestañas super largas. Es todo un hottie. Me atrevo a decir que es de aquí originariamente. Por otro lado, la niña Kiki, la verdad es que no sé. ¿Americana, tal vez?
  Como si yo hubiera visto mucho del mundo, de cualquier manera.
--Pensé que eras pelirrojaMe dice Atsuko bajito mientras Holly lanza su hechizo con los chicos.
Me encojo de hombros.
--Los cambios son buenos.
--¿Tu hermana también es pelirroja?
--Uh… No. No. Me había pintado el pelo, ya sabes, épocas rebeldes, y decidí regresar a mi cabello natural. Sólo tengo otro estilo.
  Debo de ser una gran mentirosa, porque se lo cree.
--¿Entonces tu hermana lo pintó? No luce muy natural.
Ja. “Las pelucas no lucen natural, se ven mal, blah, blah”. Ja.
--Pensó que el rubio platino es genial. Y, oye, lo es. Me gusta tu corte, por ciertoLe digo para cambiar de tema, porque esto ya me está poniendo nerviosa. Y funciona totalmente, porque sonríe.
--¡Gracias por decirlo! Me costó carísimo para que nadie lo notara. ¿Puedes que creer que ninguno de éstos zopencos lo notó cuando lo hice hace un mes?Su tono se hace más fuerte y le lanza una mirada a sus hermanos.
--Nosotros no esperamos que juegues videojuegos con nosotros, tú no esperes que notemos tus cortes de peloLe dice Rob, en un acento perfectamente limpio. Sip, italiano.
  Me doy una palmadita imaginaria en la espalda a mí misma.
--Quiero más hermanasDeclara Atsuko.
--Oh, vamos, tienes suficientesNate le dice, finalmente sentándose con nosotros después de haber puesto la última vela decorativa.
--¿Tienes más hermanas?Le pregunto.
--¿Conociste a Kiki y a Maddie ya?
--A Kiki. Es algo tímida, ¿Cierto?
Atsuko asiente.
--Como túApunta Thiago, y después de unos segundos me doy cuenta de que se dirige a mí.
--Yo no soy tímida.
--Claro que sí, apenas nos mirasSe ríe.
--Vamos, Thiago, no seas tan malo con las chicas nuevas. Saldrán corriendoSermonea Nate, pero parece divertido.
Los cuento en murmuros, pero sólo me dan cinco. Seis, con Maddie, pero aún no la he conocido.
--El siete y ocho están en la cocinaMe dice Rob, entrelazando sus dedos y poniéndolos detrás de su cabeza, despeinando su cabello negro en el proceso--Creo.
Me pregunto si tengo qué sentirme avergonzada de alguna manera, pero no lo siento. Miro a Holly, quién me mira.
Y sonríe.
--Tal vez uno de esos siete y ocho es el que te estaba mirando desde la ventana cuando veníamos.
  No puedo creer que haya dicho eso en voz alta. La mato.
--Te he dicho que no me estaba mirando. Tal vez te miraba a ti.
Me mira como si no me creyera.
--Se refieren a LukeNate ríeY probablemente las miraba a las dos. Quién sabe qué pasa por su pervertida mente.
--Entre nosotros es… El mujeriegoAclara AtsukoLo cual es hipócrita porque él anda por ahí teniendo royos de una noche con chicas y a mí me espantan los novios.
  Entonces mi tono suave y timidez aparente desaparece: Exploto en risas, y juro que sorprendo a todos porque me miran fijamente.
--¿Es enserio? ¿Sólo él o todos tus hermanos? ¿Son como, sobreprotectores?
--¡Si!Exclama--¡Todos! Ryan es el único que no lo es porque tiene tres años. Pero entre estos cuatro, la tengo imposible.
--Es que eres pequeñaFrunce el ceño Thiago.
--No, no lo soy, acabo de cumplir diesiciete.
Yo sigo riendo.
--He leído de hermanos sobreprotectores en libros, y lo encuentro hilaranteMenciono.
--No es tan divertidoUna voz nueva dice.
Me vuelvo hacia mi izquierda, donde hay una puerta de vidrio en la que realmente no me había fijado, y sale una chica probablemente de mi edad, alta y rubia, con acento británico. Tiene un bol de lo que parece que es puré de papas en las manos.
--Soy MaddieSonríeY la verdad es que no es divertido.
Deja el bol en la mesa y se sienta enseguida de Rob, quien le jala el pelo. Maddie le da un manotazo.
--Creo que es dulceComenta Holly.
--No lo esDicen al mismo tiempo las hermanas.
--Tú tienes quince añosLe dice Nate a Maddie, apuntándola con un tenedor casi amenazadoramente.
--WowSe me escapa. Los ojos de todos se dirigen hacia mí así que agregoEs sólo que parecía mayor.
  Maddie luce bastante satisfecha con mi comentario, pero Thiago frunce el ceño.
--Que luzca mayor no le da permiso para tener novio.
--¡Mamá dijo que estaba bien!
--¡Y luego papá dijo que no!
--¡Dijo que cuando cumpliera dieciséis y ya casi los cumplo!
--¡Bueno, pues ya veremos!
  Holly y yo intercambiamos miradas, porque aunque crecimos ambas en familias, nunca nada fue como esto. No creo que nunca nada sea como esto.
--Perdón que pregunteDice HollyPero todos ustedes son de diferentes nacionalidades, ¿Verdad? No pude evitar preguntarme.
--SipAtsuko asienteMe adoptaron en Filipinas, lo cual no tiene sentido porque busqué en internet y Atsuko es nombre japonés…, a Maddie en Inglaterra, Rob es originario de Italia… Nate de América, igual Luke… Thiago, ¿Tú de dónde demonios eras?
--España.
--España, claro. Kiki es de Australia, y el bebé Ryan es de… ¿De dónde es el bebé?
--CanadáDicen al unísono.
Déjenme poner esto más o menos claro: Rob, Nate, Luke, Thiago, Atsuko, Maddie, Kiki, Ryan. Ocho.
  Holly bufa y miente:
--Diecisiete años con ella y no puedo soportarla.
Le saco la lengua y me sonríe.
Tal vez sí seamos amigas, más o menos. O al menos vamos por ahí.
--Yo lo soportaría muy bienLuke, el chico faltante que nos miraba por la ventana entra con un bol de ensalada y lo pone en la mesa. Nos sonríe.
--Oh, vamos, Luke. No en la cenaLe dice Atsuko, aventándole una servilleta hecha bola.
Él la esquiva y le sonríe de vuelta.
--Chicos, pensé que iban a ayudar a traer la comida, no a quedarse a amistar con las chicas buenasDice.
  Holly se sonroja, pero a mí me da risa.
--Yo ayudé con la mesaNate se safa. Y Rob le sigue:
--Yo también.
--Yo… Yo soy una chica, aguántate y sé un caballeroAtsuko dice.
--No es excusa, levántate.
Atsuko farfulla y se levanta junto con Maddie, Thiago. Kiki se aparece en la entrada y mira a sus hermanos y hermanas mayores.
--¿Puedo ayudar?
Puedo notar su acento. Me pregunto cuanto hace la adoptaron.
--¿Ven? Ella es buena. No como ustedes dos, brujas adelantadasDice Thiago a Maddie y Atsuko.
--¡Cuidado con tus palabras, Thiago!Advierte Maddie dándole un golpe en la espala.
Thiago ríe y toma a Kiki de la mano, yendo a la cocina.
--¿Tienen hermanos?Pregunta Rob.
--No, pero…--Me adelanto, y luego corto.
No, pero tengo una hermana menor.
Uno, Macey técnicamente no es mi hermana. Dos, estoy encubierta y se supone que mi única hermana es Holly. O sea, Lía.
  Ahora, ¿Cómo voy a rellenar ese pero?
--Siempre ha querido tener un hermano mayor sobreprotectorDice Holly, sacándome del hoyo.
 Me mira aun sonriendo, pero se desvanece lentamente mientras me mira. Pienso primero que luce enojada porque casi lo arruino, pero luego veo el destello de la preocupación.
  La verdad es que sí: Siempre quise un hermano mayor sobreprotector.
--AtrapadaMe encojo de hombros.
Le miro, queriendo expresar agradecimiento, y esperando a que lo note.
Creo que lo hace.
--Te quedaste atascada conmigo, queridaMe dice, volviendo a su papel simpático.
Parece que Nate va a decir algo, pero se lo traga cuando sus padres y Angelo vienen. Al mismo tiempo, el resto de los hermanos atraviesan la puerta con boles de comida y los dejan en la mano.
  Es la señal de que la cena ha empezado. Atsuko se sienta junto a mí de nuevo, y tengo a Nate delante. Sonríen amables. Todo el mundo sonríe todo el tiempo, y se siente tan extraño. Quiero decir, pasé de estar en una prisión con personas que gritaban que Jesús viene a personas que sonríen y son amables.
   Así que yo intento ser lo más amable que puedo. No quiero parecer desagradecida, ni amargada.
Empiezan a pasar los boles mientras hablan todos a la vez entre ellos, y Holly me pasa un bol con… ¿Arroz? Sí, arroz, con verdura y camarón.
--Es paella.
Miro a Nate, quién me mira a mí, divertido.
--¿Qué?
--Paella. De España. Thiago lo trajo a la familia. Es bueno, aunque el camarón siempre se ve asqueroso.
  Miro a Atsuko y me pregunto si va a haber comida asiática. Parece leer mi comentario en mis ojos, y reímos juntas. Al final pongo un poco de paella en mi plato y lo paso.
  Y luego las preguntas comienzan.
--¿Van a quedarse para el verano o se irán?Pregunta Maddie.
Miro a Holly y ella me mira a mí, así que miramos a Angelo.
--Tal vez nos quedemos por un tiempo. Quién sabeAngelo se encoge de hombros.
--Italia es bonito en el verano. Les gustaráPromete Atsuko a mi lado.
--Ya lo creoHolly suelta una risita tonta y me miraNo te preocupes, te encontraré un italiano lindo este verano.
--Oh, muchas graciasSarcasmo--¿Algo más de lo que te gustaría informarme?
Piensa unos dos segundos al respecto.
--Sip. Elegiré tu vestuario todos los días. Te gustará.
  La miro fijamente, mis labios en una línea fina.
--Tú no vas a elegir mi ropa.
--Pero…
--No.
Atsuko ríe junto los demás en la mesa, y toca mi hombro para llamar mi atención:
--Si quieres puedo presentarte a unos de los amigos de mi novio, él es…
  Se apaga. Igual que la charla en la mesa.
Juro que todos los hombres de su familia la están mirando con ceño fruncido, y me echo a reír.
--Oh, dios, te delataste a ti misma.
Río un poco más mientras sus hermanos empiezan a hablar al mismo tiempo. Al final los ojos de Atsuko se ponen vidriosos y mira a Maddie. Parece que ella sabe que algo va a pasar, porque abre los ojos y se agarra de los brazos de su silla.
--Atsuko, no…
--¡Maddie también tiene novio!
Yo no puedo callarme. Me recargo en Holly y limpio mis lágrimas.
--Ay, yo simplemente amo estoMurmuro, y Holly se ríe de mi comentarioEs como una película.
  Luke y Rob se ocupan de hablar de amenazar al novio de Atsuko mientras Nate y Thiago se ocupan de Maddie.
--¡Tienes quince años y…! ¡Papá, dile algo!Thiago se gira hacia Dexter, quien se ve tan entretenido como yo.
--Ustedes lo tienen, hijo.
--¿Quién es ese hijo de perra?Demanda Luke a AtsukoEs ese Toby  del equipo de lacrosse, ¿Verdad? ¡Vi que te miraba el otro día, ese pequeño puberto! ¡Como si tuviera una oportunidad!
--¡Voy a salir con quien escoja!
--¿Por qué no puedes escoger a alguien que no sea un pequeño bastardo?
Miro a Angelo, quien los mira con horror, y luego nos ve a mí y a Holly.
--Mierda. Tengo puras niñas.
Eso hace que Holly se destornille de risa.
--¡Mamá!Protesta Atsuko--¡Haz algo!
--Cielo, he hecho todo lo que puedo, pero tus hermanos no van a dejar de actuar como hermanos.
  Nate es el único que se detiene. Mira a sus dos hermanas y frunce el ceño.
--No estoy de acuerdo con nada de estoDeclara, cruzándose de brazos mientras todos siguen peleando, Dexter y Angelo hablan tranquilos (Probablemente de desventajas de estar a cargo de mujeres) y Susie y Holly sobre Dios sabe qué.
Los ojos de Nate se clavan sobre mí y se inclina sobre la mesa para hablarme, así que me inclino también.
--¿Quisieras tener un hermano mayor ahora?
Le sonrío.
--Sí, es adorable, y creo que lo mantendría en su lugar.
--No se puede controlar a alguien que intenta protegerte.
--Claro que sí.
Niega.
--Es lo que pasa con las personas que amas: siempre quieres protegerlas.
Pienso en Macey. Quise protegerla, pero no podía. Y sabía que ir a una clínica era no verla crecer.
 No pude protegerla porque no era lo suficientemente valiente como para marcharme.
--Supongo.
--Pero tienes a Lía. Pueden protegerse la una a la otra.
La miro, y ella me está mirando, prestando completa atención en la concentración.
Holly, a quien conozco desde hace unos días.  Holly, quien ni siquiera es mi amiga aún.
  Holly, quien desliza su mano a la mía bajo la mesa y aprieta. Asiente.
Y entiendo. Entiendo que es igual que con Chris: No somos amigas, pero comprendemos que estamos juntas en esto, y nos respetamos por eso.
Unidad.
Sonrío.
--ClaroResponde Holly por nosotras--¿Dónde está el baño?
--Hay uno en el pasillo de la sala, al fondo. Es una puerta blanca.
Holly se levanta y observo su espalda mientras se aleja.
--¿Son muy unidas?Pregunta Nate.
--No realmente.
--No parece.
¿Qué puedo decir?
--Bueno, somos… amigas. Y creo que eso es lo importante.
Asiente.
--Claro. ¿No tienen más hermanas?
--No, sólo nosotras dos. ¿Qué hay de ti? ¿Te gusta tener una familia grande?
Asiente.
--Tiene sus desventajas de vez en cuando, pero amo a todos mis hermanos y hermanas. Creo que la familia es importante. Yo  hay nada que no haría por ellos.
  Macey aparece en mi mente, en la última navidad en que estuve con ella, cuando abría los regalos en el árbol.
Sonrío.
--Yo también.
Maddie, quien ignora categóricamente a sus hermanos con su celular, exclama:
--Diablos.
--¿Qué pasa, pulga?Pregunta Thiago.
--Espera.
Maddie teclea en su celular, y unos minutos después, dice:
--¿Recuerdan la obra?
--ClaroContesta Dexterllevas ensañando toda la semana.
--Sí… No hay fondos y el director va a cortar el programa, a menos que podamos encontrar los ingresos para el material escenográfico y el vestuario. Los chicos y yo acordamos vender pastelitos este sábado. ¿Me ayudan? Serían sólo cincuenta bollitos de mi parte.
--Eh… Desde que quemo el agua, puedo ayudar a venderlosDice RobTengo amigas adictas al azúcar.
  El resto asiente, poniéndose de acuerdo.
--Podríamos hacer más bollitos para aumentar las ganancias y comprar tela bonita para su obraDice SusieVi las de la última obra, cariño, y lamento decir que fue horrible.
--¿Ciento cincuenta bollitos?Sugiere Atsuko.
--¿Bollitos?Sonríe Kiki.
--Yo fui a un curso cuando tenía catorceDice Holly, casi inseguraSi quieren, podemos hacer bollitos diferentes, con bonitos decorados y…
  Y mira a Angelo.
Él se encoge de hombros, y Holly recupera su seguridad.
--Supongo que podría ayudarLe digoQuiero decir, nunca lo he intentado, pero si necesitan mi ayuda, podría aprender. O simplemente podría lavar utensilios. Sólo digo.
  Maddie nos mira con esperanza en los ojos.
--¿Es enserio? ¿Lo harían?
Holly sonríe.
--¿Para qué están los vecinos? Y nunca tuve muchas oportunidades de cocinar, y esas lecciones tienen que servir para algo.
 Maddie da saltitos, rodea la mesa y nos abraza.
--¡Voy a avisarle al equipo!Sube las escaleras con el celular en la mano.
--¡Cielo, la cena!Grita Susie.
--¡Vuelvo en dos segundos!
 Miro a Nate.
--¿Qué no está de vacaciones?
--Escuela de talentos de verano. Le gusta actuar. Oigan, chicas, gracias por hacer esto.
  Susie y Dexter nos agradecen, y nosotras sonreímos, asegurando que es un placer.
Ahora, tendremos que doblar la dosis de medicamentos si vamos a estar tan cerca de personas normales.





--Sthep Stronger.

sábado, 23 de agosto de 2014

Reseña: Keep You From Harm, Debra Doxer.

Keep You from Harm (Remedy, #1)
Reseña: Keep You From Harm.
Debra Doxer.
Saga Remedy.
El prime libro de lo que hasta ahora son
dos.
Secretos...

Ellos te hunden. He mantenido un secreto toda mi vida. El de mi madre, también. Lo heredé de ella con una habilidad única que sólo nosotras poseemos. Ahora ella se ha ido, otra víctima de la adicción. Si escuchar de su muerte no me trae en mis rodillas, su traición sí. Porque el secreto que yo y mi madre hemos estado manteniendo es sólo uno de los muchos que ella ha mantenido. Ella nunca me dijo que tenía un hermano mayor, y hora él está aquí, queriendo ser mi guardián.
 No hay nadie más. Así que tengo tengo mudarme a través del país para vivir con este extraño, mi hermano. Pero la experiencia me ha enseñado que todo es temporal y que formar ataduras sólo me lastima al final. Es por qué estoy determinada a quedarme en este lugar, luchando para parecer distante mientras me derrumbo silenciosamente.

Luego conocí a Lucas.

Su magnetismo es difícil de resistir, y muchas chicas en la escuela no se están resistiendo. No caigo tan fácil, sin emabrgo. Especialmente por chicos que usan su belleza como una arma. Nuestra relación es tensa y volátil. Sé que es porque estoy negando el deseo no bienvenido que me toma cuando él está cerca. Creo que él también lo siente. Él me mira con tanta intesidad que amenaza con desquiciar mi determinación. Pronto intenta derrumbar las paredes que las heridas del pasado han construido.
   Pero yo no soy lo que aparento, y sería injusto involucrarme con él. Al menos, es lo que me cuento a mí misma. Hasta que un acto de violencia revela que Lucas también tiene un secreto. Un secreto que nos une y que nos ata a una historia maligna, una que nunca pude haberme imaginado.
    -Yo hice la traducción... Ya saben-



     Empiezo muchos libros que considero como equis porque no sé qué quiero leer, y la mitad de las veces en efecto son libros equis, pero no siempre. Y esta es una de estas veces. Comencé pensando que iba a ser un poco deprimente, como sé que puedes ver en la sinopsis, y sí, lo fue un poco al principio... pero no todo el tiempo.
  El libro empieza con Raielle (Lo pronuncias Ray-el) quien ha perdido a su madre por culpa de la adicción, y se ha enterado de que tiene un hermano del cual nunca había oído. Sin embargo, no es simplemente sobre él lo que ella descubre, sino que su madre tenía otra vida completamente diferente antes de ella, una vida de la que nunca le dijo. Así que sí, ella está un poco deprimida. Hay que darle a la chica un respiro.

To Have and to Harm (Remedy, #2)
2do  libro.

  Raielle conoce un chico, y tú piensas que va a ser uno de esos libros YA (Conste que no estoy criticando, estoy solamente remarcando un hecho basado en experiencia) , pero no estoy del todo segura. Siempre está este chico siendo el Bad Boy o el Good Boy, pero mientras más pienso sobre Lucas, más me confundo: Es el intocable típico de chico malo, pero hasta ahí. El resto del tiempo pensé que era bastante normalito, pero hay algo que no me gusta acerca de él: Podía ser un pesado. Generalmente me gustan todos los chicos en  los libros, pero realmente creo que hay algo mal con su personaje. No me refiero a que sea malvado. De hecho quería mucho a Raielle y tenía momentos dulces, pero cuando se enojaba o frustraba era un hijo de p***.
  En conclusión: No estoy segura de que me guste.
 Pero cuando consta de Raielle, estoy bastante sorprendida. Sentí que al principio estaba demasiado deprimida o simplemente no le importaba, pero mientras más avanzaba el libro, más sentía como ella evolucionaba. Cómo volvía a la vida.
 
No tiene mucha relevancia, pero no sabía que iba a ser un libro paranormal. No leí bien la sinopsis, y me sentí un poco decepcionada, pero de hecho estuvo muy bien. Le di 4 estrellas en Goodreads, y no puedo esperar al segundo libro (Pero como me las arreglé para descomponer mi tablet, tengo que esperar porque sólo puedo encontrarlo en Epub. Aún sigue en reparación).


-Sthep.
  

lunes, 18 de agosto de 2014

Broken Dolls. Capítulo 9.

The lonely hearts club | via Tumblr
Broken Dolls. Capítulo 9.


La lluvia golpea sobre el techo mientras conducimos.
--Comenzó cuando tenías tres añosDice AngeloTus padres… tus padres reales, Eden y Jason Hastings, eran científicos que trabajaban con mi querido cuñado JohnEscupe con sarcasmoEllos dos estaban trabajando en esta… cosa, pero las pruebas en humanos estaban yendo mal y tus padres se rehusaron a seguir. Dijeron que la humanidad iba a estar bien sin ello.
--¿Qué era?
--Una operaciónHolly diceDecían que podrían eliminar la psicosis. Leí el expediente, y tal vez podrían, pero detuvieron los experimentos después de que la séptima persona murió.
  Mierdaaaa.
--¿Qué pasó con mis padres?
--Se enojaron. Se vengaron. Entraron a tu casa un día y abrieron el gas… Lucy, mi tía, ella no estaba de acuerdo y envió ayuda cuando supo. Tú estabas yéndote, y ellos te trajeron de vuelta. Por eso estás viva.
--¿Qué pasa con Macey? ¿A ella también la trajeron?
 Holly y Angelo intercambian otra breve mirada por el espejo retrovisor.
--FallonAngelo dice suavementeMacey no es tu hermana.
  Me da la impresión de que por un momento, la lluvia es todo lo que oigo; cayendo al asfalto, afuera, mientras el carro se mueve a toda velocidad sobre ella. Me da la impresión… de que todo se detiene. Durante un minuto.
--No es ciertoMurmuro.
Puedo ver en el rostro de Holly que lo siente por mí.
--Lo siento, Fallon.
--Pero, tiene mi mismo cabello… Yo…
--Cuando toda tu familia murió y tú quedaste con vida, ellos te enviaron a vivir con tus tíos. El hermano de tu madre y su esposa. Macey vino después. Es tu prima, Fallon.
  Me hundo en el asiento y abrazo la manta sobre mí, sintiéndome más fría que antes.
--Pero, mi madre… Ella tiene ojos azules, como los míos.
--Tu tía. Y también es rubia. El de cabello rojo era tu padre, y por eso todo este tiempo encajasteHay una pausa--¿Quieres que hablemos de esto más tarde?
--Es mejor que duermas un pocoDice AngeloFalta mucho para el aeropuerto.
  Eso despierta mi curiosidad.
--¿A dónde vamos?
--Italiaél contestaUn lugar hermoso, realmente. ¿Alguna vez pensaste que visitarías Italia?
  No contesto. Me recuesto en el asiento, pero no puedo dormir.
Ni siquiera es mi hermana.
Y entonces tiene sentido: Por qué me dieron la espalda. Era porque una niña que no era suya lastimó a la que sí.
 Los adultos son un completo asco.
No son mis padres.
No son nada.
Ya no.
--¿Es por qué odias a tu padre?Le pregunto a Holly en un susurro, pero no la miro. Miro las gotas de lluvia contra la ventana.
--Entre otras cosas. Yo… Mi mamá se fue cuando era pequeña, y yo quedé en su cuidado, pero no me crió. Crecí al cuidado de todos y de nadie. La televisión me educó, y luego vinieron los problemas mentalesLa miro y me sonríe, dándose golpecitos en la cabeza con el dedo índicey él no me creyó. Pensaba que quería atención… y una vez estaba conduciendo y choqué con una familia…
  Hace una pausa larga, y deja de sostener mi mirada, pero luego la encuentra de nuevo.
--Fue cuando se enteró de que estaba loca cuando me envió lejos a un manicomio. Fue cuando Angelo me encontró, y bueno, ya sabes el resto.
--Él se veía preocupado, Holly… Cuando me mandó por ti-
--Lo hizo porque tenía que hacer algo por ti para recompensarteMe interrumpeComo si realmente pudiera compensártelo.
   Quiero defenderlo, pero realmente no sé si estuvo fingiendo todo este tiempo. Los adultos realmente son un asco.
--Todo esto es mierda.
Asiente.
--Una mierda total.
--Esas bocas niñasAdvierte Angelo.
 Intercambiamos sonrisas tristes y luego apartamos la mirada.
--¿Quién es Ethan?
--Oh, claro. Es tu hermano mayor. Murió con tus padres.
Después, no hago ninguna pregunta por el resto del camino al aeropuerto. Angelo pone la radio después de unos diez minutos, pero oye más la estática. La deja de cualquier manera.
  Holly toma mi mano y aprieta.
--Todo va a ir bienAsegura.
Yo ya he oído eso antes. Y no, no va a ir bien. Nada va a ir bien.
--Entonces vamos a Italia… ¿Y qué?
--Nos escondemosResponde AngeloVivimos.
--Ellos van a buscarnos, ¿Verdad?
Holly asiente.
--Pero yo… Quisiera verlos. A… mis tíos y MaceyLas palabras saben amargas en mi gargantaDesde la distancia, pero quiero verlos.
  Angelo me mira por el retrovisor
--Y lo harás. Pero no pronto: Es el primer lugar en donde te buscarán, así que dejaremos que el tiempo pase. Entonces podremos volver. Con precauciones, claro, pero volveremos.
--¿No crees que me encontrarán por mi pasaporte? Y no tengo un pasaporte.
--Es mi aerolínea, así que… Hago lo que quiero.
  Pues bueno.
--¿Cómo sabes?Le susurro a Holly después de un tiempo, antes de que ella caiga dormida--¿Cómo sabes lo que pasó cuando tenías tres años también?
--Tenía dosMe diceY no lo supe hasta que tenía trece. Leí tu expediente. Fue cuando supe con qué clase de monstruos estaba.
   Solía pensar que el monstruo era yo. Ahora, no estoy tan segura.
Afuera, el sol empieza a salir, pero la lluvia no se detiene.




                                                 



Cuando el avión empieza a despegar y entonces está sobre las nubes, miro por la ventanilla abajo, y me pregunto si Chris ya se ha dado cuenta de que me he ido. Tal vez intenta alcanzarme ahora. Pero no podrá. Incluso aunque esté ahora mismo adentro en el aeropuerto, porque yo ya me he deslizado de sus dedos.
  Lo he traicionado.
Pero él también me ha traicionado a mí.



                                                                                      





Siempre pensé que algún día visitaría Italia, pero en mi mente era con mi familia. Con mamá y papá, y Macey.  Ahora todo lo que tengo en una adolescente loca y un adulto desconocido.
 Aunque, pensándolo bien, ambos son desconocidos.
¿Qué estaba pensando? Nunca debí aceptar todo esto desde el principio. Debí quedarme en St. Gallen. Solía considerar que todo era mejor que St. Gallen, pero al parecer estaba muy equivocada.
  Angelo pone su mano en mi espalda cuando salimos del aeropuerto y llama a un taxi. Es cuando estamos camino a no sé dónde cuando presto atención, y me doy cuenta de que Italia es un lugar hermoso. Es tan… verde. No como las flores que mamá solía plantar en el jardín. Esas parecían plásticas, con flores que nacerían y se marchitarían en cuestión de unos dos días.
  Sin sentido.
Pero Italia no parece sin sentido. Parece lleno de vida, lleno de flores y agua, y yo…
En este momento no parece tan malo. En este momento.
--¿Cómo te gustaría llamarte?Me pregunta Angelo, desde el asiento del copiloto. A mi lado, Holly se estira.
--¿Qué?
--Cambiamos nombresMe avisa HollyEs parte de la diversión. Para ser alguien más.
--Me gusta mi nombre. ¿Tengo que hacerlo?
Mi nombre y mi apariencia es básicamente todo lo que tengo. Me gustaría conservarlo, gracias.
  El taxi se detiene muy rápido, y Angelo le dice algo en italiano antes de pagarle, bajar, y abrir la puerta para nosotras.
--Sí. Tienes que hacerlo.
--Me gusta el apellido Stohl. ¿Podemos conservar ese?Pregunta Holly, enganchando el brazo de su tío con el suyo.
--SupongoDiceChicas, escondan sus rostros de las cámaras, por favor. Sean cuidadosas.
  El edificio frente nosotros es de esas construcciones antiguas y bonitas. Oh, hombre, mi padre hubiera amado esto. El interior, bueno, ese departamento va para mi madre: Bonitas lámparas y un estilo rústico increíble. Es casi imposible mirar abajo.
  Estoy tan distraída que me tropiezo contra una chica.
--Lo sientoDigo, pero entonces me siento como una completa imbécil porque no entiende mi idioma.
  Excepto que sí lo hace:
--No pasa nada.
La verdad es que se me hace china: Ojos ligeramente rasgados y pelo oscuro, es un corte hermoso en capas. No funcionaría para mí porque se me esponjaría el pelo, pero se ve genial en ella.
--Yo… Lo siento.
¿La verdad? No me pueden llamar social. Me alejo de ella y regreso con Holly y Angelo, quienes están en la recepción.
--Tus habilidades de comunicación no son las mejores, ¿Verdad?Holly sonríe.
--Cállate.
Levanta las manos a la altura de sus hombros, en señal de “Lo que sea”.
--¿Has pensado en tu nombre? ¿Y tu pelo? ¡Yo pido ser rubia! Espera… Si vamos a fingir ser hermanas entonces… ¿No tendríamos que tener el mismo color de cabello? O similar. O yo podría ponerme lentillas azules…
  Mierda. Debí suponerlo.
--No quiero pintarme el cabello, Holly.
--Pero tienes que hacerloDice AngeloTodos estamos poniendo de nuestra parte aquí.
--¿No puedo usar una peluca?
--No luciría muy realApunta Holly.
--¡A Hannah Montanna le funcionó!
 Holly ríe.
--Veremos, entonces. Supongo.  ¿Nombre?
Me encojo de hombros.
--¿Y tú?
--Me gusta Lia. Lia Stohl. ¿Qué tan genial suena eso?
 Lo hubiera pensado antes. Lia suena genial.
Pienso unos momentos mientras nos metemos en el elevador. Mantenemos nuestras caras bajas.
--Zara. Como, Zara con Z.
Holly me mira de reojo.
--Es tu oportunidad y escoges Zara con Z. Como si sonara diferente al clásico. ¿Segura?
--Me gusta ZaraLe digo en un tono desafianteZara Stohl.
--Bien. Estoy en tu equipo, ¿Recuerdas? No tienes que estar tan a la defensiva.
 Recuerdo.
--Lo siento, Holly.
--Lía.
--Lo siento, Lía.
--¿Alguien me va a preguntar a mí cómo me voy a llamar?
--¿Cómo te vas a llamar, tío Angelo?
--Gerard.
Holly… Lía, perdón, le da un codazo con una sonrisa.
--Elegante. Entonces: Gerard, Zara y Lía Stohl. Suena bien. ¿De qué color pintamos nuestro cabello?
--No voy a pintarme nadaRefunfuña AngeloPero ustedes pueden hacerlo.
--Está bien si me consigues una peluca rubiaTranquilizo a HollyNo me importa.
Ella chilla bajito.
--Te juro que no te vas a arrepentir.
El elevador se detiene y las puertas de metal se abren. Aún con las cabezas bajas, seguimos los pies de Angelo hasta que abre la puerta de una habitación. Finalmente, levanto la cabeza y siento calambres. Levanto una mano para masajearla mientras checo la habitación: Dos camas con colcha blanca, con una mesilla de noche en el medio; una ventana con cortinas blancas; Una televisión; Un armario y finalmente el baño.
  Me tiro en una cama y veo la pequeña lámpara de cristales de telaraña. Es realmente bonito. Holly se tira a mi lado.
--¿Te puedo preguntar algo?
--ClaroContesta.
--¿Por qué no estás atacando a personas justo ahora?
Sonríe y me mira.
--¿Es que no crees que estoy bien drogada? Catorce pastillas diarias. Me mantienen en calma, pero no puedo sentir muy bien mis piernas ni brazos. Siento que me estoy moviendo en el agua.
--Tiene sentido.
--SipEstalla la P.
--Niñas, iré a comprar el tinte y la peluca. No hagan nada que nos delateDice Angelo, dirigiéndose a la puerta.
--¡No!Grita Holly hacia élSólo el tinte. Yo iré a buscar su peluca.
Ruedo los oj
os.
--De acuerdo. ¿Entonces rubio?
--Un rubio bonito. Un rubio genial.
Angelo sonríe y sacude la cabeza, como diciendo : “¿Qué voy a hacer contigo?”
Cuando se va, ambas intentamos ver la televisión, pero todo está en italiano, y lo que no, son cosas aburridas.
--¿Los extrañas?Le pregunto, cuando me doy por vencida--¿A pesar de todo lo que hicieron?
  Me mira y después su vista se desvía a la televisión frente a nosotras.
--A tía Lucy y Carter, y a Chris. Sí. Pero no cambia nada.
--Lucy intentó salvarme. No sabía lo que ellos harían.
--Lucy sabe todo, Fallon. Ella arregla el daño después, como todos los demás.
--¿Qué hay sobre Chris?
--Yo se lo conté, ¿Sabes? Antes de que me enviaran lejos, después de leer tu archivo. ¿Sabes qué me dijo? “Debieron tener sus razones”. Como si eso lo justificara.
  Suspiro y atraigo mis rodillas a mi pecho, con mis brazos rodeándolos.
--Oh, mierda. Tú te enamoraste de Chris.
Me río.
--Difícilmente. Realmente no éramos siquiera amigos, pero estábamos en esto juntos. Realmente confié en él. Por un segundo.
  Me mira y puedo decir que decide que digo la verdad. Se encoje de hombros.
--Lo siento, Fallon.
--No importa.
Me quiere decir algo, pero se lo traga. Miramos la televisión. Hay una película de acción en italiano, y cuando busco con subtítulos, aparecen en portugués.
 Así que sólo vemos imágenes hasta que Angelo llega, con una bolsa de diferentes tintes de diferentes rubios, y un sombrero para él. Él saca de otra bolsa un sombrero enorme playero color crema y unos lentes de sol, y me los tiende.
--Por si acasoDice.
--Gracias.
 Me doy cuenta de que está haciendo mucho por mí, ocultándome. Es todo un riesgo, y no le he visto frunciendo el ceño ni una vez.
--De nada.
--Enserio, gracias.
Me mira por un segundo y sonríe. Le sonrío de vuelta y me dirijo al espejo, me pongo los lentes y el sombrero, ocultando mi cabello rojo. La verdad es que me veo bien.
--Me gusta el platinoAnuncia Holly.
--A mí no. Quiero un tono diferente. Uno que se vea real, por favor, Holly.
--Claro, claro. Oye, tío Angelo, ¿Qué hay en las otras bolsas?
No las había visto antes, pero están en los pies de la cama.
--Les compré cepillo de dientes, y un cambio para mañana.
Holly saca las cosas de la bolsa y sonríe. Dejo que decida qué me voy a poner, así pudo salir al pequeño balcón.  Cuido de cubrir mi cara, y veo debajo, a todas las personas caminando.
  A estas alturas Chris ya sabe.
Me pregunto qué pasa por su mente. Tal vez piense que me secuestraron. Mierda, eso es lo que va a pensar.
  Van a luchar para encontrarme. A ambas.
--Fallon, ¿Puedes venir adentro?Llama AngeloNo es seguro.
Me doy la vuelta y entro a la habitación, cerrando la puerta de vidrio detrás de mí. Ellos ya se han puesto a discutir sobre los documentos falsos. Angelo dice que su amigo los tendrá para esta noche, y llegarían  en la mañana.
  Así que dormimos (Holly se mueve tanto. Casi la pateo de la cama) , y a la mañana siguiente cuando despierto, Holly cepilla su nuevo cabello rubio frente al espejo y Angelo lee el periódico italiano. A su lado hay un carrito con comida que huele asombroso.
 Tengo el presentimiento que voy a engordar unos diez kilos aquí.
--Mira quién se ha despertadoSonríe Angelo amablemente.
--Es culpa de Holly. No dejó de moverse toda la noche.
Holly sonríe como una niña pequeña y se encoje de hombros.
--Ya están los documentos.
Angelo me tiende una carpeta y cuando meto la mano, saco un pasaporte y otros papeles. En la foto del pasaporte, soy yo, pero rubia.
--Ey, ¿Cómo estoy rubia?
--El tipo puede hacer documentos falsos. ¿No crees que es capaz de usar un buen Photoshop?
  Tiene sentido.
--¿Qué horas son?
--Casi la una. Te pedí el desayuno hace media hora, puedo cambiártelo, si quieres.
--No, tengo demasiada hambre.
Me siento y tomo el plato de fruta que está enseguida del omelet.
--¿Adivina qué?Sonríe Holly, mirándome en el espejoHoy fui a comprar tu peluca. Está en el baño. ¡Ya puedes empezar a agradecerme!
  Lo que me pasa por estar dormida.
Holly se ríe cuando ve mi expresión.
--Oh, vamos, te va a gustar. Lo prometo.
Me levanto al baño y la encuentro en una cabeza de maniquí. Parece muy frágil. Es color rubio ceniza, parecido al de mi pasaporte falso, pero la diferencia es que en el pasaporte mi pelo era largo y con esta peluca no me llega hasta los hombros. Es lacio y tiene un copete, también.
  Y no se ve falsa.
Holly aparece en la puerta.
--No es tan mal, ¿Ves? Debiste confiar en mí.
--Lo siento, Holly. Se ve bien.
Sonríe y entra, tomándola del maniquí.
--Te ayudaré a ponértela.
Antes peina mi cabello para deshacer los nudos y me hace una cola alta, luego pone la peluca.
  No parezco yo.
Es por eso que es perfecta.
Cuando salgo del baño y me siento a comer de nuevo, Angelo dice:
--Se ve bien.
Le sonrío en agradecimiento.
--Okey, chicas. Sullivan nos encontró una casa, y si los vecinos preguntan, Fallon es la mayor, y tiene los ojos de su madre, quien murió cuando nació Holly. Yo soy el padre soltero.
--¿Quién es Sullivan?Pregunto.
--Quien nos hizo los documentos. Es un amigo de AngeloContesta Holly, acomodando mi peluca. La dejo, porque, qué demonios. Qué haga lo que quiera.
  Tal vez podremos ser amigas en algún momento.
--De acuerdo.
--¿Y chicas? Cuando salgamos de esta habitación, usaremos nuestros nombres falsos, a menos que estemos los tres solos en casa.
  Asentimos.
Puedo ver que Holly realmente se siente entusiasmada. Me miro a mí misma en el espejo, y cuando la chica reflejada en él me sonríe de una manera no tan amable, alejo mi mirada.
  Tú puedes irte al infierno.
Y aunque no la miro, ella me contesta:
Oh, querida. Te arrastraré conmigo.



--Sthep Stronger.

martes, 12 de agosto de 2014

Off Topic 28: Like A Girl. (#LikeAGirl)



Estaba de casualidad en Facebook cuando me encontré con una cosa muy curiosa. #LikeAGirl.
¿Qué es Like A Girl?
Always presentó un comercial llamado de esta manera, mostrando cómo la expresión "Como una niña" es completamente injusto e insultante. Sé que no suelo mostrarles comerciales, pero cuando terminé de ver este video supe que tuve que mostrárselos, y espero que ustedes lo disfruten y lo aprecien tanto como yo.






-Sthep Stronger. Una chica.