Taken. Capítulo 3. "¿Me recuerdas?".
En esta vida, hay cosas que no manejo muy bien. O al menos desde que tenía nueve años a acá.
1-El contacto con extraños. Simplemente no puedo soportarlo. Me tocan y mi respiración se corta y estoy en ese lugar oscuro de nuevo de donde Lauren me sacó. Me recuerdan a cuando ellos me tocaban. Así que, excepto que realmente confíe en ellos, no permito el contacto. A Lauren le tomó un poco más de seis meses.
2-Tampoco manejo muy bien la oscuridad. Me asfixia. Tengo que dormir con una lamparita al lado de mi cama.
4-Los espacios pequeños.
5-Y las sardinas. Simplemente porque son asquerosas.
Entonces, cuando Señora Carrington alza su mano hacia mí con lágrimas de emoción, me retiro. Su cara se deforma, pero aunque esté triste no voy a permitir que me toque.
Entonces repara en mi mano unida con la de Lauren, y su cara vuelve a deformarse. Como si no hubiera pensado que tal vez yo ya tenía alguien que cuidaba de mí, como si se acabara de dar cuenta de que yo ya amaba a alguien más.
La señora Carrington vuelve a poner su sonrisa dulce.
Miro a Lauren, en busca de qué responder, pero no encuentro nada más que dolor.
Entonces, señor Carrington habla.
No me gusta que me llame Olivia. Sólo Lauren me llama así. Los demás me dicen Livie o Liv.
Miro hacia toda la foto: La señora Carrington, con sus manos juntas y su pelo castaño. El señor Carrington, alto y de pelo negro, como el mío. Y las hijas detrás, de las cuales nunca había pensado que podrían existir, una más alta, con el pelo y los ojos azules de la señora Carrington, y la otra con el pelo negro y ojos oscuros como yo, sólo que el cabello de ella es ondulado cuando el mío es completamente lacio. Es un poco más robusta que su hermana, pero se ve muy guapa. Y ésta es la única que me ve completamente en blanco, sin esperar nada de mí. Los otros están es shock, esperando por mi respuesta.
Señora Carrington me mira unos segundos antes de echarse a llorar. Por alguna razón su llanto me altera y busco a Lauren por apoyo. Ella aprieta mi mano y me jala contra ella.
Señor Carrington e Hijas Carrington intentan consolarlas, y espero a que me lancen miradas asesinas por hacer llorar a su madre, pero me miran con preocupación.
Señor Carrington me mira y traga saliva, y puedo decir que contiene lágrimas.
Lauren y yo los seguimos hasta dentro. Es una casa espaciosa, pero no es muy lujosa, como pensé. Me gusta más el interior que el exterior, debo decir… Entonces veo una foto. Enmarcada en un portarretratos están tres niñas chimuelas sonriendo a la cámara, y veo mi rostro en una de ellas. Tomo la foto y literalmente la pongo frente a mi nariz porque no puedo creérmelo.
Soy yo, pero parezco tan feliz, tan familiarizada con ésas dos niñas.
No suelto la foto mientras paso mi vista por los otros retratos en la pared y en el pequeño buró enseguida de la puerta. Estoy por todas partes. Aunque claro, todas ellas fueron de cuando tenía nueve hacia abajo.
Es tan malditamente surreal.
Reparo en que los sollozos han acabado y volteo para descubrir que me observan fijamente, como si esperaran que yo mágicamente recordara.
Sacudo la foto con las tres niñas chimuelas e intento sonreír, pero resulta torpe y forzado. No me contestan, así que me siento más incómoda y levanto mi mano para rascar la parte trasera de mi cabeza.
Entonces siento que me miran incluso más fijamente, pero no a mi cara, sino a mi muñeca. Bajo el brazo inmediatamente y acomodo mi pulsera, mientras siento la furia subir.
¿Es que piensan que yo me hice eso? ¿Es que piensan que yo quiero ser de esta manera?
Me pego más a Lauren mientras intento disimular mi molestia, y creo que no lo logro, porque Lauren me da una mirada.
Ally me mira y al cabo de un momento me saluda agitando la mano torpemente.
Todo esto es demasido raro.
Quiero largarme.
Lauren asiente y traga saliva fuerte.
ﮪ
En la mesa, todo sigue igual de incómodo: Las miradas y los silencios y las lágrimas y…
Levanta una ceja, porque ella siempre me llama así.
Señora Carrington carraspea.
Ellos dos ríen. Nina y Ally me dirigen miradas con el rabillo del ojo.
Salto en mi silla y un temblor pasa por mi columna. Quito la mano y la pongo en los brazos de la silla. Miro a Lauren, por puro instinto. Todos en la mesa me miran, como si hubiera perdido la cabeza.
Frunzo el ceño, porque yo no quiero controlarlo. Me siento perfectamente feliz no tocando a las personas.
Es entonces cuando veo sus miradas de completa lástima.
Me giro rápido hacia Lauren y no emito ninguna palabra, pero muevo mis labios: “¿Les dijiste?”.
La cosa del secuestro es obvio. Pero la tortura… La tortura es algo que me gusta mantener en secreto.
Ella asiente, mirando a su plato. Me le quedo viendo hasta que Señora Carrington pregunta si todo va bien.
Claro. ¿Qué podría ir mal?
Ally asiente, aun pareciendo incómoda.
Entonces empiezan las preguntas difíciles, como cuando me rescató Lauren. Contesto entre dientes e intento parecer amigable, pero es difícil, porque quiero solamente apreciar los segundos que me quedan antes de que Lauren me deje atrás.
Y al final de la cena, cuando finalmente tiene que marcharse, nos abrazamos fuerte, tanto que nos dejamos sin respiración mutuamente.
Me duele dejarla ir. Quiero decir, me duele físicamente. Siempre hablan de corazones rotos y el dolor que trae, pero siempre he pensado que es una cosa psicólogica, pero en verdad me duele el pecho. Tengo una sensación horrible pegada que me hace querer llorar y retorcerme.
No tenía que hacer esto, ¿Sabes? No tenía que traerme ella hasta aquí, pudo haber llamado a Servicios Infantiles y que ellos se hicieran cargo de mí, pero lo hace porque me ama, y me siento agradecida.
Le digo que la amo una vez más antes de dejarla marchar. Y cuando me doy la vuelta hacia mi nueva vida, veo en la puerta parados y mirando por la ventana a desconocidos que me aman.
ﮪ
Ally ayuda a su padres a recoger los platos y lavar. He aprendido que hacen eso todos en familia, pero ahora que estoy aquí, Nina se salva porque la mandaron a mostrarme mi nueva habitación.
Es espaciosa pero sencilla, como a mí me gusta: Una cama con colcha morada, un clóset y un escritorio de madera oscura.
Ella deja una de mis mochilas en los pies de la cama y yo dejo la otra enseguida. Me siento en la cama y miro alrededor.
Nina asiente y hace una pausa.
Levanto una ceja.
Asiente, sentándose enseguida de mí cautelosamente, como si temiera que saltara lejos de ella. Como si temiera asustarme.
Yo no me fui. Yo fui tomada.
Quiero aclararle este punto, pero no quiero ser antipática el primer día. No importa, de cualquier manera, porque parece darse cuenta por sí misma.
Sonríe un poco.
Duda, pero al final me lo diste.
Es confuso que esté hablando de mí de esa manera. No parece real.
Asiento.
No pensé que las tenía, pero tengo muchas preguntas por hacerle. Entonces una luz se me prende.
Asiente.
Me quedo estática por unos segundos. Aún no me lo creo.
Asiente. Yo aún no me lo puedo creer así que hago que repita sus edades.
Se encoje de hombros.
Me encojo de hombros.
Me encojo de hombros.
Me doy cuenta de que se ha puesto blanca. Supongo que me he acostumbrado a hablar del secuestro con Lauren que lo hago de forma natural, pero es diferente para Nina. Creo que lo peor que pudo alguna vez pasarle fue perder a su hermana. No aislamiento, ni dolor, ni oscuridad, ni hambre. Nada.
Dios, y cuando lo adelanté, pensé que era muy inteligente. Ahora resulta que ya tenía que haber pasado por ello.
Me siento como una total perdedora.
Señora Carrington aparece en la puerta de mi nuevo cuarto con una sonrisa.
Le explico mi confusión vergonzosa con mi edad, e igual que Nina, parece afectada. Triste. Esto es por qué no quería venir. No quiero que me miren con lástima.
Asiento y se acerca a mí, pero entonces recuerda mi cosa con el tacto y se aleja.
Se acerca a Nina y le da un beso en la cabeza, luego sale por la puerta.
Esa noche prendo la lámpara en el buró y no tengo pesadillas, pero, mientras duermo, oigo mi puerta abrirse y me pongo tensa. Cuando me asomo, veo a Señor Carrington sin pasar.
ﮪ
Cuando me levanto en la mañana, Ally y Nina ya se han ido a la escuela y Señor Carrington al trabajo. Ella es la única que está aquí.
Asiento mientras me siento.
Creo que el formalismo la derrumba. No es como si fuese mi intención herirla, pero se siente mal no hablarle de usted. No la conozco. O al menos no recuerdo conocerla.
No es que no me guste ir de compras, enserio. Me gusta, pero me da vergüenza que ella gaste su dinero en mí.
No estoy segura de eso.
Al cabo de unos minutos deja el desayuno frente a mí y yo le agradezco, avergonzada. Incómoda.
El teléfono suena y ella se excusa diciendo que es de trabajo, así que me deja sola en la cocina. Aprovecho para llamar a Lauren y a Jay. Lauren me dice que me ama de nuevo y me pregunta si me tratan bien, a lo que yo contesto con la verdad. Me promete visitarme pronto y entonces tiene que colgar porque tiene una reunión. Llamo a Jay después.
Río.
Río de nuevo. Esto es lo que él hace.
Sofoco una risita. Oigo un ronroneo en el patio trasero y me asomo por la ventana, apoyándome en la encimera de la cocina. Una moto entra con dos pasajeros, uno de ellos mujer.
Río. Los de la moto bajan, y la chica se quita el casco, revelando que es Nina.
Nina saluda por la ventana y se lo devuelvo. Me muevo para abrirle la puerta y quiero llamar a Señora Carrington, pero llamarla así suena mal, igual que llamarla mamá suena incorrecto. Debo preguntarle su nombre.
Ríe. Nina entra por la puerta junto a su acompañante, quién se quita el casco en el camino.
Nina alza su ceja hacia mí y yo cuelgo.
Sacudo la cabeza, sonriendo aún.
Sonríe y asiente. Se gira hacia su acompañante, que ahora no tiene el casco y me mira fijamente. Es super guapo. Tan alto como Nina, pelo lacio y negro y ojos oscuros. Y su cuerpo es una obra de arte. Pero no me permito mirarlo más de unos tres segundos.
Sonríe.
Sonrío, pero le dirijo una mirada a Nina de De Qué Demonios Habla.
Sabe que fui secuestrada.
Y probablemente sabe que fui torturada.
Demonios.
Asiento y me doy la vuelta, intentando no parecer maleducada, pero de pronto ya no puedo mirarlo a los ojos. Señora Carrington entra a la cocina y levanta las cejas cuando los ve.
Asiente. Luego su cara se ilumina.
Señora Carrington me mira.
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Sonrío.
Lo que no es mentira. Me he resistido a cada chico, pero porque me dan miedo. Pero el punto es que nunca he caído.
Ruedo los ojos.
Abre la boca, medio sorprendido y riendo.
Me encojo de hombros. Nina golpea a Dan en el hombro.
Dos pensamientos me dominan : ¿Estaba ligando conmigo? ¿Y ella en verdad me acababa de llamar hermana como si nada?
Señora Carrington sacude la cabeza con una sonrisa y se fue a contestar otra llamada.
Bromeamos un poco, de una manera en la que me recuerda a mi relación con Jay. Y, si el chico sabe mi historia, al parecer no le importa.
Y ahí, en medio de la cocina, bromeando, me parece que no va a ser tan malo.
*Sophomore: Estudiantes de nivel como medio. El 10°. Los de dieciséis van ahí.
*Senior: Del último año. Los de dieciocho años.
*Junior: De penúltimo año. Los de diecisiete.
--Sthep Stronger.
Les puse este también porque el otro era muy cortito :)
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