Saved. Capítulo 8: "Si pudiera olvidar".
--¿Has estado durmiendo bien, corazón? Pareces cansada.
Lydia llevó su taza de café hacia sus labios, a pesar de las miles de veces que le he dicho que en un laboratorio está prohibido comer o beber. “Aún no estoy trabajando, así que bájale a tu ingenio, niña sabelotodo”, solía decirme.
Me cansé de repetírselo así que simplemente la dejaba ser. Si moría por una explosión, ¿Qué más daba? No tenía nada.
Aún podía escuchar el tren viniendo por las vías y el cráneo de Cam romperse en mil pedazos, igual que sus costillas y realmente el resto de su cuerpo.
Los sueños venían cada noche. Y me volvían loca.
Me volvían completamente loca.
Bajó la taza y me miró. Luego miró sus tacones caros y suspiró.
Lydia era joven. Casi a los treinta y tenía ya una fortuna incontable. Pero no fue gracias al buen camino. Era inteligente, pero el dinero lo era todo para ella. Sabía que no estaba en contacto con sus padres y su hermano mayor no le hablaba. Sabía que los extrañaba.
La doctora dijo lo mismo sobre mí; “Estrés postraumático”, eventualmente me catalogó en “Mentalmente Desorientada”, sabía que estaba pensando en ponerme en el “Loca hasta la médula”, pero eso enfadaría mucho a mis padres. Es sólo que aunque ella dijo que tenía un estrés postraumático, yo podía recordarlo todo. Cada palabra, cada acción, cada suspiro. En mi memoria grabada con fuego.
Ella me explicó que en esas cosas o recordabas y olvidabas. ¿Por qué no fui yo una de esas afortunadas en olvidar?
¿Por qué no morí aquella noche?
Ella se encogió de hombros.
El padre de Ted llega y tenemos que ponernos a trabajar, por lo que Lydia se deshace del café rápido.
¿No sería eso hermoso? ¿Poder olvidar?
Las fórmulas empezaron a aparecer en mi cabeza.
--Sthep Stronger.
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