Mine, capítulo 37.
"Juntos"
Parece que Ellie no se da cuenta, pero Luce sí; Lo compruebo por la risita que suelta desde el asiento trasero y luego golpea ligeramente con el pie mi asiento.
Casi le suelto algo así como que no me interrumpa cuando estoy conduciendo, pero al final la ignoro porque no quiero que suelte cosas de mí y Lucas con Ellie aquí.
A no ser que Ellie sea una de esas personas que sabe... Eso.
Pero Ellie se encoge de hombros y peina con sus dedos sus cabellos largos y castaños.
Piso el freno de fondo y me voy hacia adelante. Probablemente me hubiera dado un buen golpe si no tuviera mi cinturón de seguridad. Sin embargo era Luce quién no lo tenía puesto así que se vino hacia en frente estrellándose contra mi asiento. Ellie y Luce sueltan un grito.
No le contesto.
Suspiro fuerte mientras intento asmiliarlo y suelto el aire atrapado en mis pulmones lentamente. Me dan ganas de gritar porqué carajos está Clea acá, sin embargo no tengo el derecho de preguntar ni exigir ni hacer nada, así que simplemente aprieto fuerte el volante hasta que los nudillos se ponen blancos.
Me siento un poquito demasiado reemplazada.
Mis ojos se humedecen, pero prefiero quemarme el pelo antes de que salgan, en público.
Ellie está muy ocupada revisando su maquillaje en el espejo, así que es Luce la única que mira mi expresión. Clea es uno de los temas que le conté a Luce. Sólo que me evité la parte en la que estaba secretamente celosa. Aunque probablemente ella ya lo sabía.
Y como es mi mejor amigo desde años, ella hace las preguntas por mí.
Hay veces que Luce me desespera, pero la quiero mucho, por momentos como estos.
Ellie la mira por el espejo divertida mientras yo doblo la esquina.
Ellie la mira.
Luce se encoge de hombros.
Ellie revisa sus pulseras y de pasada gira el brazo para ver las finas lineas rojas en sus la parte detrás de sus brazos.
La espalda le quedó peor.
Que coincidencia.
Tengo un nudo en la garganta.
Sigo conduciendo como si nada de eso me hubiera afectado un poco. Y odio que en verdad esto me haya afectado.
Agito la cabeza con negación.
Que tonta, ¿Cómo no se me pudo ocurrir que Clea iba a volver? ¿Cómo no?
Al parecer Luce se queda sin preguntas, así que me lanza una mirada que veo por el espejo retrovisor. Conducimos hasta un café-bar que a Ellie le gusta que se llama Amore. Es grande, muy bonito. El estilo es muy rarito, tengo que decir. Tan rarito como Ellie. Pero de ese raro del que no tienes ningún problema. De ese estilo bohemio.
Yo personalmente no pienso que sea como para que haya gitanas. Pero sí es muy de ese estilo. Más o menos.
Sonrío mientras acomodo mi bolso en la otra silla. Y probablemente esté lleno de basura, mi cartera, celular, llaves y tres barras de labiales de diferentes colores. Y probablemente algo comestible pasado de fecha de caducidad.
Es casi surreal, después de que tuviéramos nuestros pedidos, la manera en la cuál Luce y Ellie hablan de cualquier cosa sin importancia y parecen metidas de lleno en la conversación, y yo sólo puedo pensar en Clea y Lucas.
Cierro los ojos y siento esa cosa dentro de mi pecho. La cosa que me muestra que me he equivocado.
Suspiro hondo.
"Dejé que esto fuera demaciado lejos"
Lamo mis labios y busco consuelo llenando mi estómago.
La ignoro y sigo metiéndo las alitas de pollo dentro de mi boca.
Ellie sólo ríe.
Dos minutos después ni siquiera me doy cuenta de que ahora sí están hablando de un tema serio: De las heridas de Ellie. Ellie intenta ser optimista mientras picotea el pastel que pidió pero su voz decae al finalizar cada palabra.
Debe ser horrible para ella no poder utilizar las blusas sin espaldas que tanto le gustan.
Supongo que la vida no es justa.
Sigo metiendo cosas a mi boca cuando Ellie pone una mano en mi brazo y dice:
Luce también me mira con esa mirada de "Me preocupo por ti", pero antes de que yo pueda incluso contestar alguien grita:
Ellie voltea hacia la voz, y cuando lo voy a hacer yo, Luce toma mi rostro y niega con la cabeza. Toma una servilleta y me limpia la cara, cosa de dos segundos. Luego Luce sonríe a la nueva visitante.
Ellie parece sorprendida con la nueva persona.
Miro hacia atrás.
Es una chica. Tiene el cabello castaño y largo y cara pecosa. Sin embargo las pecas no la hacen ver nada mal. Es muy curioso. De hecho, es muy bonita. Y tiene una sonrisa amable.
Luce se levanta a abrazarle, un poco confusa.
Pero la chica interrumpe con una sonrisa y un gesto de mano.
Pero Ellie no la deja terminar.
¿Su hermano? ¿Lucas?
Miro a Luce y ella me mira con la misma interrogante.
Luce decide hacer el trabajo sucio por mí:
Ellie parece despertar.
Una chispa de reconocimiento aparece en su rostro cuando le dicen mi nombre. Pero luego sonríe. Y con honestidad.
Sin embargo ya sé lo que va a decir incluso antes de que las palabras se escapen de entre su sonrisa.
Poco después de dos minutos, Clea charla con nosotras con amabilidad, con el café en las manos, ya que se lo acaban de traer. Habla con nosotras tres, pero yo estoy un poco ida. Sin embargo sonrío ligeramente.
Genial. Genial. Maravilloso.
Acabo de conocer a Clea, quién por cierto, no como la morena que imaginé, pero se acerca. Es muy bonita y es amable.
Y yo... Soy muy normalita. Y reservada. Y gruñona. Y un tanto irónica.
Miro mi bolso, dónde está metida mi libreta; Sé que nada de esto tiene que ver con Lucas, pero abajo de todos los puntos podría poner una lista de Razones por las cuales estoy fuera del juego.
Las anotaré cuando llegue a casa.
Pero soy mucho mejor que todas las marginadas sociales de todos los libros.
Lo peor acerca de ella es que no puedo odiarla. Intento buscar un indicio de superficialidad o superioridad o cualquier cosa que me haga odiarla. Pero no.
Oculto disimuladamente mi cara entre mis manos.
Y entonces escucho dos cosas:
No sé a qué voz voltear primero.
¿Me hablan a mí? ¿A Luce?
Alguien aprieta mi hombro. Así que respondo a la primera voz.
Es Oliver. El chico que conocí cuando Luce me metió en esa cita doble y ella tenía la lengua metida en la boca de Keller.
Está ahí, con su cabello oscuro y una gran sonrisa.
Le sonrío. No lo hago por amabilidad, ni porque es la única persona que me salve de Clea. Es sólo que él me agrada.
Bueno, tal vez también estoy muy entusiasmada porque me ha salvado de Clea. Algo que Luce puede notar porque me me suelta unos "Uhhhh". La miro para callarla, y entonces veo detrás de ella.
Lucas está al lado de Clea. Él nos mira a nosotros dos. Y me doy cuenta de que he tomado la mano que Oliver tenía en mi hombro.
Pero ni siquiera me di cuenta. Fue un reflejo.
Sin embargo no intento repararlo; Si él puede traer a su novia que dice que no es su novia, entonces yo puedo jugar un rato también.
Mi sonrisa se ensancha.
Todos lo saludan con un "Hola" o un "¿Qué tal?" muy amable, sin embargo Lucas es el único que no dice nada. Sólo mete las manos en sus bolsillos y sonríe rígidamente.
Espero que le duela. No más por eso, no suelto la mano de Oliver.
Amo a esa chica.
Sin embargo sigo con la sonrisa del tamaño del mundo en mi cara.
Clea sonríe una vez más y mira hacia Lucas:
Él le lanza una mirada y sonríe dificilmente.
Después de algunas afirmaciones, él y Clea consiguen unas sillas mientras le ruego a Oliver con la mirada que no se vaya.
El se mueve, un poco incómodo.
Alguien lo llama a la distancia. Es una chica de cabello negro y muy pero que muy delgada. Labios rojos y pestañas largas.
La chica lo mira venir y luego me mira a mí. Y cómo sigo fingiendo que él me gusta y lo veo marcharse con una gran sonrisa, aquella chica me mira feo.
Se sientan en una mesa un poco alejada de la nuestra.
Paso los dedos sobre mi cabello.
La miro, porque la cosa no fue así. Cuando me arregló esa cita doble con Oliver, sólo charlamos amablemente. Pero nada de ligar, ya que me habló de su novia Scarlet... Que seguramente era la chica de pelo negro.
Resoplo.
Creo que lo he metido en problemas. Sin embargo cuando miro a Lucas, no me arrepiento. Pero nada. Se ve tan tranquilo... Pero sus ojos están en llamas.
Y eso me hace sentir satisfecha.
Ahora se lo pensará dos veces antes de mentirme acerca de su novia.
¿Qué pensaba? ¿Que podía jugar con las dos? ¡No!
Y aunque se quedara sin Clea... No sé si podría estar conmigo. Yo no podría.
Y como decido seguir jugando, le guiño un ojo pero coquetamente.
Lucas respira hondo y toma del café de Clea. Ella le pone una mano en el brazo... Como si estuviera consolándolo.
Quiero levantarme y dar brinquitos, pero me mantengo en mi lugar.
Levanto el café que hasta ahora no he tomado y me doy cuenta de que está goteando. Hago mala cara.
Me levanto y marcho hasta el mostrador. Cuando estoy en media conversación con la muchacha de pelo rubio ceniza y labial rosa pálido, alguien toma mi brazo.
Me doy la vuelta para encontrarme con Lucas.
Me aleja de la muchacha del mostrador y luego pregunta:
Tardo unos segundos en responder.
Parpadeo. Y vuelvo a repetirlo:
Como no contesta, sólo me mira fijamente, agrego:
Respira fuerte.
Me cruzo de brazos.
Pero la que se queda de piedra, soy yo.
Entonces sí que entiendo: Lo que tenía que averiguar por mi misma,que no estaba lista para decírselo... ¡Era que me gustaba! ¡Y el lo sabía! ¡Todos sabían que me gustaba, incluso él, pero yo no!
Abro la boca e intento absorber el aire que no pasa por mi pulmones.
Entonces me da vergüenza mirarlo a los ojos.
Ahora simplemente no podré hacer como si esto nunca me hubiera pasado.
En uno de mis intentos por hacer o decir algo para defenderme, pierdo el control y suelto:
Antes de que pueda terminar me jala del brazo cuidadosamente hacia afuera del Bar Café. Siento la brisa invernal en mis hombros desnudos.
Sus cejas se levantas hacia arriba y luego me suelta:
Estoy a punto de gritarle "¡No es divertido!", pero de ninguna manera le voy a dejar saber que está en lo correcto.
Mete las manos en sus bolsillos y me mira a los ojos.
Y me hace querer apartar la vista.
Mi estómago da un vuelco. Me quedo con la boca abierta. No puedo creer lo que acaba de decir.
Mi interior grita y sale corriendo de ahí sin si quiera voltear atrás, en pánico. Mi yo exterior se queda ahí parada mirando al chico más estupendo del mundo.
Esas palabras me hacen sentir... Dios, ni sé cómo explicarlo.
Se acerca hacia a mí, hasta quedar a dos pasos.
"A alguien que amas".
Lucas inclina la cabeza hacia mí con esa sonrisa divertida.
Doy un paso hacia atrás.
Frunce el ceño.
El me sonríe, radiante.
Le doy un empujón al mismo tiempo en que mis mejillas se encienden.
Me toma de mi mano derecha antes de que pueda quitar la mano de su pecho.
Me quedo ahí, plantada enfrente de él, mientras sus ojos me miran con esa chispa. Y esa chispa hace que algo en mi interior... Pongo mis manos en mi frente.
Ni siquiera he terminado mi oración, pero me quedo callada.
"Tu no me amas".
Lucas me entiende sin siquiera terminar, porque él hace eso. Él tiene ese super poder. Y en cuanto entiende niega con la cabeza, como si fuera el error más grande que yo pudiera cometer. Como si estuviera muy, muy equivocada.
Abre la boca, pero yo sé lo que va a decir.
Me cruzo de brazos y dejo que mi pelo oculte mi rostro, que oculte mis ojos amenazando con lágrimas.
Si lo hace, entonces me pegaré a él como una lapa. Y es exactamente lo que he intentado evitar todo el tiempo.
Mi corazón se descongelará.
Y parece que puede leer mi mente, porque mira al cielo y luego se ríe, pero es cómo una risa desesperada. Se acerca hacia a mí, me toma del rostro y me obliga a mirarlo.
"¡A la ma...!"
Lo dijo.
Respiro fuerte.
Lo dijo.
Ay, Dios mío. ¡Lo ha dicho!
Parece sorprendido. Su seguridad afloja y se aleja un poco de mí.
Las lágrimas calientes corren por mi rostro, pero no estoy jadeando ni nada. Son más bien por furia. Frustración.
Se acerca a mí de nuevo, recuperando su seguridad y me toma de la cintura hasta que no hay ni siquiera un centímetro que nos separe.
No intento despegarme de él, porque me gusta estar así de cerca. Pero no puedo.
Sonríe.
Intento ignorar el tacto de sus brazos alrededor de mí e intento mirarlo con furia.
Le doy una palmada en la espalda.
Cierro los ojos e intento que esas palabras no me afecte, pero es demaciado tarde.
Niega.
Lucas aprieta sus labios para no reír, así que empiezan a salir lágrimas de sus ojos. Luego se rinde y empieza a reír mientras acerca el rostro a mi cuello y me da un ligero beso que me hace temblar.
Niega con la cabeza mientras me mira a los ojos.
Sigue sonriendo de esa manera divertida y pícara, como si me estuviera tomando el pelo.
Parpadeo.
Me quedo en blanco, intentando ocultarme detrás de una de mis respuestas super inteligentes.
Pues sí, creo que está seguro.
Suspira, aún con ese aire divertido.
Me da un beso en la frente mientras sonríe.
Bueno, sí acertó. Lo comprueba con mi silencio.
Sonrío.
Me corto a mi misma.
Asiente muy dramáticamente.
Me encojo de hombros.
Y ahora soy yo quién sonríe.
Su cara me dice que la idea no termina de agradarle.
Suspira, haciendo circulitos con el dedo indice en mi espalda.
Asiento, divertida.
Sonríe.
Aprieta las labios, pero no me dice nada más.
Parpadeo.
Y en cuanto mis labios tocan los suyos, me doy cuenta:
Esto en verdad va a dolerme, pero si simplemente me aparto, entonces me dolerá más.
Y yo soy muy sensible al dolor.
-Sthep Stronger.
Ps: Te lo debía, Diana :)
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