Capítulo 2. "Chico guapo"
Miro hacia el cielo azul, sentada en la banca de la escuela. Hace un poco de frío así que me abotono el sweater gris hasta quedar cubierta, sin mirar a Noel.
Pero es mentira. Dejé de seguirle el hilo hace un par de minutos. Pero no importa, todo es acerca de lo mismo: Su banda.
Él frunce el ceño. Dejo de inspeccionar el cielo por unos instantes para mirarlo. Su cabello oscuro y grasiento cae a sus ojos, por lo que me hes difícil verlo, pero definitivamente me está mirando.
Noel e remueve en su asiento.
Resoplo y acomodo un mechón que se me ha escapado de la coleta detrás de la oreja.
Volteo la cabeza hacia atrás de mí. Luce viene caminando hacia nosotros, tropezandose con sus propios pies. Su verdadero nombre es Luciana, pero nadie la llama así. Si lo haces, te golpea. Y golpea duro. Pero en todo lo demás era tan dulce como un pastelillo.
Ella resopla y deja la mochila rosa en el suelo mientras se sienta frente a mí, enseguida de su hermano. Tiene el mismo cabello negro que Noel, sólo que su ojos son de un verde asombrosamente oscuros.
Está fastidiada. No sé por qué, pero le sonrío.
Ellos son mis amigos.
El entrecierra los ojos.
El rueda los ojos. Lo cierto es que me causa algo de gracia fastidiarlo. Es como ver a un gatito enojado.
Luce mira al cielo, exasperada.
Ella toma la mochila y camina con los puños cerrados.
Al parecer yo soy la única de buen humor.
Me paro en la banqueta, fuera de la escuela. Es otoño, pero el sol ha empezado ha salir y me veo obligada a quitarme el sweater gris. Malditos botones.
Oigo una bocina y veo el carro de Sara ahí. Ella me sonríe desde dentro.
Cuando ya he crzado la calle y estoy dentro, ella tiene una sonrisa pintada en el rostro.
Ella, entonces, resopla.
Ríe.
Ella me mira, y niega con la cabeza.
Ella sonríe de nuevo con sus labios rojos carmín
La miro fijamente. Ella me mira fijamente, hasta que tiene que doblar una esquina. Yo la sigo mirando fijamente.
Silencio.
Una arruga se forma en su frente.
Suspiro fuerte.
No completo la oración.
Hay algo en su voz. Preocupación, tal vez.
Ella abre la boca y se para en el semáforo.
Yo me río de su cara.
Ella niega con la cabeza, de nuevo.
Entonces llego a la conclusión que me gusta fastidiar a las personas.
Me gusta mucho.
Me pregunto si vamos a tocar ese tema de nuevo :Chicos. Mejores concidos como " La escoria de la tierra"
Entonces espero que dejemos ese tema. Pero no lo digo.
Ella suspira.
Me quedo mirándola unos instantes.
Ella rueda los ojos.
Ella lanza una carcajada.
Pero eso es algo de lo que, por alguna razón, no me preocupo.
Doy un respingo.
Pero no es cierto. Sólo quiero bromear. El amarillo es el que me hace ver fea.
Entonces ella ha pisado terreno peligroso. Me pongo seria. Ella no sabe...
Miro el cielo por la ventanilla.
Río.
La maldita es una paranoíca.
Me doy cuenta que estoy siendo muy cruel con ella, pero también me doy cuenta de que estoy diciendo la verdad.
Casi me siento culpable.
Casi.
Sara estaciona el auto frente a un un restaurante. Soy lo bastante floja como para no leer el nombre, pero tampoco es como si me importara. Mi estómago ruge un poco.
Laura está ahí sentada. Y es horriblemente perfecta. Aunque en verdad no lo es. Ella es probablemente el ser más solitario y paranoíco en este universo. Tiene el cabello corto a la altura de la barbilla, de un color rubio muy oscuro, como todos en la familia, sólo que el suyo es tan oscuro que parece dorado opaco.
Desde que está comprometida usa esos estúpidos vestidos pegados del busto que hace que sus pechos luzcan más grandes de lo que en verdad son. Es como si me estuviera restregando a la cara mi falta de pechos. Además usa relleno. El vestido de esta vez es color azul oscuro y tiene unos tacones dorados.
Laura está mensajeando con una sonrisa en el celular. Que por cierto, es un Black Berry. Y yo apenas tengo un celular decente.
Como si no la hubiera visto cuando entré.
Y ella lo sabe.
Me quedo mirándola a unas mesas de distancia, y cuando Sara se da cuenta que me estoy arrepintiendo, me jala del brazo con una sonrisa tan falsa que me dan ganas de reírme de ella.
Laura se para y nos abraza. Me pone las manos en los hombros cuando me abraza a mí y me mira a los ojos. Fijamente. Durante un tiempo...
Sara se sienta y pone su bolso en la silla de enseguida.
Laura hace una mueca-sonrisa.
En verdad me estoy arrepintiendo de venir.
Sarcásmo.
Pero Laura es un asco con el sarcásmo.
Entonces me pregunto porqué estoy haciendo esto cuando Laura y Sara me miran fijamente durante unos segundos y empiezan a hablar del color que podría quedarme.
Llego a la conclusión a la que llegué cuando acepté: Laura es mi familia. Es mi prima.
Y la quiero (en el fondo).
Pero pienso que Laura probablemente no haría lo mismo por mí, si se tratase de algo que ella no quisiera, por supuesto.
Suspiro.
Laura, entonces, saca algo de su bolso (Un bolso caro, por supuesto). Son un montón de telas de muchos colores unidas en una punta con un clip.
Miro a Sara. Laura le había pedido a ella a ser una dama de honor, pero Sara era quién sí le había dicho que no. Dijo algo acerca de su "Trabajo", y el "Tiempo", que tenía.
Miro las telas. Hay unas diez de ellas los mismos tonos de cada color, o similares. Y pienso que en verdad la rata del cerebro de Laura simplemente dejó de funcionar. Se le fue la chaveta.
Todos se ven iguales para mí.
Realmente lo que quiero decirle es "Estás más loca que una cabra". Pero, naturalmente, no lo digo. Tampoco creo que lo haré en algún futuro. Y pienso que es una lástima.
Me quedo en mi pensamientos hasta que escucho una voz masculila y distraída decir:
Sara y Laura empiezan a pedir, yo ni siquiera levanto la cabeza porque estoy viendo las telas, pensando si tendré que usar un ramillete.
Espero que no sea rosa.
Dios.
Sacudo la cabeza y miro hacia enfrente hacia las mesas de las demás personas. Entonces una pareja captura mi atención. Ella tiene el pelo negro y él también. No se parecen nada. Él es moreno y ella es pálida y muy delgada. Están discutiendo. Saben que hay personas alrededor, y susurran. Pero parece que en cualquier momento uno va a estallar y se va a levantar de la mesa.
Me da un respingo.
No quiero eso para mí.
Ni para Sara.
Ni para Luce.
Y, Dios, tampoco para Laura.
Y es lo que siempre pasa. Pienso que el amor es completa y terriblemente injusto.
Sara me toca el hombro y me sobresalto. La miro y ella señala al tipo que está ahí, atendiendo. Nuestras miradas se cruzan. Es alto, tal vez un año mayor que yo, quién sabe, tiene el pelo rubio y... Está mirándome.
Es guapo. Pero hasta ahí es donde llego. Ese es mi límite: Mirar.
Chico guapo sonríe un poco al mirarme. Nada especial. Parece como una sonrisa de "Eh, hola, chica extraña. Ponte cómoda. Tu pedido llega...".
Hecho un vistazo al menú.
Su voz es... madura.
El sonríe. Esta vez fue una sonrisa simpática. Anota en su libretita y me mira de nuevo.
Lo usual.
Laura me mira y sacude la cabeza.
La taladro con la mirada, pero al final no le digo ni pío.
Él sonríe antes de irse, como si se estuviera riendo de la situación.
Maldito.
Sonrío al imaginar que la estoy entrangulándo.
Laura me interrumpe antes de terminar.
... ¿Quién?
Miro al techo, repentinamente incómoda.
Ella arquea la ceja. Tiene unas cejas perfectas.
Me rasco la cabeza algo incómoda.
Estoy casi completamente segura que algo de Linkin Park es lo único que tienen ensayado ese trío.
Sara me mira y niega con la cabeza.
Ella me mira por unos segundos más.
En verdad, cómo me encantaría asfixiarla ahí mismo.
La miro, sin tener la más mínima idea en este redondo mundo.
El Chico Guapo viene hacia acá con los tres cafés. Baja un poco la bandeja y con cuidado empieza a depositar el café frente a a Laura.
La miro fijamente.
Chico Guapo me dirige una mirada fugaz y luego va hacia mi lado para poner el café enfrente de mí.
Me pregunto porqué simplemente no le digo que no sé quién carajos es. Chico Mesero Guapo pone la taza caliente enfrente de mí. Laura ríe por mi rostro de "No sé", y las risas inundan el lugar.
Ha sido el Chico Mesero Guapo. Lo miro unos segundos y él me da la espalda para servirle a Sara, sin siquiera mirarme. Casi como si nunca hubiese pasado.
Le sonrío.
Ella arquea una ceja y se queda repentinamente callada.
Le he dado en en blanco. O bueno, lo ha hecho Mesero Guapo.
Entonces estoy repentinamente emocionada por Noel.
Y Luce también va a saltar de la alegría.
Mi sonrisa es verdadera. Incluso yo estoy sorprendida.
Todas lo mirámos.
Miro al Chico Mesero Guapo. Qué tipo tan más simpático. Él me mira antes de marcharse y justo al tiempo para que me vea, le lanzo una mirada de agradecimiento. Me guiña el ojo antes de desaparecer por donde vino.
Lo sigo con la vista hasta que desaparece por la puerta.
Mis pensamientos se alejan de él medio minuto después, cuando estoy estrangulando de nuevo a Laura en mi mente.
Y lo estoy disfrutando.
-Sthep Stronger.
Voy por el siguiente! jajaja Chico-guapo-mesero me gusta
ResponderEliminarxD
Podrian seguir este blog sobre libros (noticias, reseñas,etc) http://thebooksare.blogspot.mx/
ResponderEliminares muy bueno, me ayudarían bastante. Gracias.