Cariba mira hacia atrás y disminuye la velocidad. Se hecha a reír. Río también mientras me acerco y la atrapo. Ella cierra sus piernas alrededor de mi cintura y levanta las manos para acomodar mi cabello de vuelta a su lugar.
Ríe y la pongo de nuevo en el suelo.
Ella empieza a discutir conmigo acerca de cómo ella ha ganado y yo no y toma mi mano para cruzar la calle. No me he asustado ahora que lo hace, ya no. Mientras dejamos atrás el parque pienso en cómo las cosas han cambiado desde que fui a su casa esa vez a ahora. Como por ejemplo; La primera vez que la invité a salir, ella tomó mi mano. Y yo me espanté. Ella no lo notó, pero no dejaba de preguntarme cuánto ésta niña pensaba que me quería. Gracias a dios que no se dio cuenta. Ese día no paró de hacerme preguntas mientras comía su hamburguesa de McDonald's:
"¿Cuál es tu color favorito? ¿Y quienes son tus mejores amigos? ¿Cuantos años tienes?". Y no paró de hacer ese tipo de preguntas. Y yo me limitaba a comer a mordiscos mi hamburguesa mirándola como si fuera el ser más fascinante de la tierra. Y en cierto sentido Cariba lo era; Estaba llena de energía y estaba emocionada conmigo. Y yo que pensé que me odiaba. Pero no lo hacía.
Entonces, a finales de Noviembre, cuando tenía unas semanas viéndola, ella me hizo la siguiente pregunta:
"¿Qué piensas de mí?".
La pregunta tanto me impresionó como me aterrorizó: ¿Y si no decía las palabras correctas y la hería?
Pero en vez de fastidiarme tanto me agaché y revolví su cabello. Y dije: "Creo que eres la hermana más bonita que me pudiera haber tocado". Y sus ojos se llenaron con esa chispa y sus mejillas se pusieron rojas.
"Pienso lo mismo de tí", fue su respuesta.
Y pude morirme de la ternura ahí mismo.
Estar con ella fue fácil desde el primer día. El problema no era que ella se acostumbrara a mí, el problema fue que yo me acostumbrara a ella. Y lo hice, al final.
Y la cara que pone me hace agregar:
Pero la cara que pone es peor.
Y es cuando caigo en la cuenta; Oliver me había dicho esa primera vez que nos vimos que su madre había muerto.
¡Mierda, mierda!
Ella mira por la ventana. Y me doy cuenta de que disimuladamente limpia sus lágrimas. Me paro en un alto.
Ella alisa la falda brillante con la que la he visto miles de veces.
Mierda.
Mierda, mierda, mierda.
¡Mierda!
Me quedo callada un minuto y al tiempo en que voy a decir "Lo siento" de nuevo, ella habla.
Vacilo antes de hablar.
Ella aprieta los ojos.
¿Cuantos años tiene, treinta? Yo me hubiera desmoronado si algo así me pasara.
Y entonces sonríe.
Su sonrisa de nuevo voltea.
Le sonrío de vuelta.
Ahí es cuando me niego rotundamente. Pero no soy tan brusca, o no con ella, al menos.
Ella asiente, sonriente.
Es como si el tema de su madre nunca hubiese salido.
No estaba segura de llevarla con mi familia. Con Sara y Laura... Y sobre todo, mi madre. No quería que ella viera a mi madre por nada en el mundo. Me negaba. Pero esta niña es convincente. Me daba algo decirle que no. Y pasar las vacaciones por allá, no. Incluso si hay un cincuenta por ciento de probabilidades de que él no se salve.
No pienso tomar riesgos.
Oliver abre la puerta de entrada cuando me estaciono enfrente. Puedo ver a su novia Scarlet en la ventana de la cocina. Ella me saluda y yo le sonrío de vuelta. Oliver avanza hacia nosotras y veo como Cariba sale corriendo para abrazar a su hermano mayor.
Ella es increíble: Cualquier niña consideraría una tortura estar con su hermano mayor. Pero no.
Él me mira y me saluda. Yo le saludo de vuelta pero le dirijo esa mirada de "Tenemos que hablar ya". Él no deja de sonreír pero puedo decir que lo ha captado.
Cuando ella se aleja, Oliver me mira curioso.
Me da miedo enfrentarme al carácter enojado de Oliver, pero no puedo dejarlo pasar.
Inclina la cabeza, esperando la explicación.
Él suspira y voltea la cabeza al interior de la casa.
Rasca su cabeza.
Levanta las cejas.
Él me mira muy rápido.
Agita la cabeza, confundido.
Lo miro fijamente.
Y él me mira fijamente.
Nos miramos fijamente mientras dejamos que el silencio llene los espacios en blanco, todas las lagunas.
¡Mierda! Podríamos tener hermanos por todo el país.
Cuando vuelvo a casa, me preparo mentalmente para decirle a mi madre que Cariba pasará las vacaciones de Navidad con nosotros, cuando mi madre me detiene cuando estoy poniendo un pie en las escaleras.
Frunzo el ceño y me volteo.
Parada en la sala está Ellie. Tan delgada como siempre, y sin una pizca de maquillaje es su rostro, cosa que es extraña porque generalmente siempre está cubierta.
Mi madre se va para darnos privacidad y entonces me doy cuenta de que Ellie luce...Enferma.
--Sthep Stronger.
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